ACRÓNIMO DE PARÍS PARA SU OLIMPIADA 2024. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
Escuchando, he oído a Efraín que.pptx
1. «Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: Me
azotaste, y fui castigado como novillo indómito;
conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi
Dios.» –
Jeremías 31:18
2. INTRODUCCION
Efraín era el hijo menor de José, hijo de Jacob, llamado
Israel. Dios determinó que fuera Efraín el que recibiera
la bendición de la primogenitura, aunque por derecho le
correspondía a su hermano mayor Manasés.
José percibió esto como un error y trató de impedirlo
cuando su anciano padre, en su lecho de muerte, estaba
otorgando la bendición patriarcal, porque Jacob cruzó
sus manos para colocar su mano derecha sobre el hijo
menor y la izquierda sobre el mayor, pero Jacob insistió
en que así debía ser. (Génesis 48)
3. Esta es una muestra de la elección y gracia soberana. No
había ninguna razón que pudiera entenderse para que el
orden establecido tuviera que cambiarse, pero Dios
quiso otorgar una bendición superior al menor en esta
ocasión.
Muy pocas veces reflexionamos en los privilegios que
Dios nos da, por el contrario son muchas las veces que
nos quejamos por aquellas cosas que no nos han sido
concedidas. Esta falta de agradecimiento nos lleva a
tener una actitud rebelde y por eso es descrito Efraín
como un novillo indómito, es decir, un animal que no ha
sido domado y que responde con agresividad ante aquel
que pretende dominarlo.
4. ¿Te has puesto a pensar en todos los
beneficios que disfrutas? ¿Por qué te otorgó
Dios esos favores y los negó a otros?
¿Tuviste acceso a la educación? Eso es un privilegio, millones de
personas en el mundo no lo tuvieron. ¿Tienes sustento, un lugar
dónde vivir y ropa? Eso es un privilegio, millones de personas
carecen de estas cosas básicas.
Vives en un país con acceso a la Biblia, mientras que otros
nacieron, vivieron y murieron sin haber escuchado el Evangelio.
Así como Efraín, que por la gracia de Dios gozó de ciertos
privilegios, nosotros tenemos bendiciones muy grandes, las cuales
no hemos merecido, porque no somos mejores que el resto de las
personas. Sin embargo, no hemos sido agradecidos.
5. Según el texto que hemos leído, Efraín se comportó con
rebeldía y Dios tuvo que aplicar la disciplina, el azote. Dios
llama a cuentas a todos los hombres y en especial a aquellos a
los cuales ha favorecido de manera particular.
Al mencionar a Efraín, el profeta Jeremías se refiere a la
cabeza de las 10 tribus del Norte, que habían sido ya llevadas
cautivas por los asirios. Samaria era ahora una ciudad pagana
en la cual la apenas quedaba rastro de la religión verdadera y
los Israelitas habían sido ya dispersados.
6. El cristiano debe tomar las palabras de Efraín como
suyas propias y entender que Dios ha tenido que
enviar castigos diversos para hacernos volver a Él,
porque nos hemos comportado de forma rebelde,
como un novillo indómito.
7. Luego de percibir la dura mano de Dios, Efraín reconoce
también que el castigo en sí mismo no es suficiente sin
la gracia divina. Nosotros podemos sufrir las tristes
consecuencias de nuestros pecados y reconocer que
hemos hecho mal y sufrir pena por esto pero todavía
permanecer en rebeldía, esa es la situación de la
mayoría de las personas en este mundo.
8. El apóstol Pablo escribió: ”Porque la tristeza que es
según Dios produce arrepentimiento para salvación,
de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del
mundo produce muerte.” (II Corintios 7:10)
Millones de personas lloran y lamentan las
consecuencias de sus actos, pero aún son incapaces de
reconocer sus pecados como terribles ofensas a Dios.
Por lo tanto esa clase de arrepentimiento que muchos
experimentan les lleva a la muerte, y en vez de
acercarlos a Dios, los separa aún más de Él.
9. No necesariamente el que sufre aflicción, angustia o
tribulación experimenta arrepentimiento verdadero,
es necesario que Dios en su misericordia actúe en el
corazón. Por esta razón Efraín rogó, “conviérteme…”
10. Al principio era como un novillo indómito, cuanto más
era castigado, más me rebelaba; pero ahora me he
beneficiado con tu corrección.
Conviérteme ] Ahora estoy dispuesto a tomar tu yugo
sobre mí, pero no tengo poder . Sólo
puedo querer y orar . Toma el asunto en tus propias
manos y convierte completamente mi alma.
11. El profeta Juan describe la reacción de los impíos al
sufrir los castigos enviados por Dios para el tiempo
final: “…Y los hombres se quemaron con el gran calor, y
blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre
estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria… y
blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y
por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus
obras.” (Apocalipsis 16:9,11)
12. Así como el calor del sol tiene efectos contrarios en la
cera y en la arcilla (porque la primera se derrite y la otra
se endurece), de igual modo, la reacción que mostremos
ante las aflicciones y adversidades de la vida mostrará la
condición de nuestro corazón.
¿Cómo respondes ante las aflicciones? ¿Cómo reaccionas
ante el castigo? ¿Endureces tu corazón para agravar tu
condición rebelde o te rindes ante la poderosa mano de
Dios y suplicas Su auxilio?
¡Que Dios quite nuestra soberbia y que podamos recibir
la corrección con un corazón humilde!
13. Conclusion
¡No menosprecies la Gracia y pídele a Dios que te
conceda un corazón arrepentido y que te convierta para
ser como Él desea que seamos! Amén
14. Mi gente ha engordado". ( Deuteronomio 32:15)
Como eran tales, era necesario que fueran domesticados. Y a esto se refiere el tiempo
que se menciona: cuando Efraín fue expulsado por la fuerza de su propio país,
comenzó a reconocer sus males y a sentirse conmovido; "Me has castigado", dice, "y
me dieron instrucciones". El verbo יסר
, iser, significa instruir y castigar, y se aplica a
príncipes, consejeros, padres y magistrados. La palabra castigo está más restringida
en latín. Pero יסרiser, propiamente significa enseñar, y sin embargo a menudo
significa castigar, porque esa es una manera de enseñar o instruir.
15. Luego dice que fue castigado, aunque en un sentido diferente: en la primera cláusula,
cuando dice: "Me has castigado", se refiere al castigo por el cual Dios había humillado
a su pueblo; y en la segunda cláusula dice: "Fui instruido", es decir, "empiezo ahora
por completo a ser sabio". porque es la sabiduría incluso de los tontos, no endurecerse
bajo sus calamidades; porque los que se endurecen están completamente en un
estado desesperado. Es la parte principal de la sabiduría reconocer lo que es correcto
y estar dispuesto a seguirlo; pero, excepto que estemos dispuestos a considerar
nuestro propio bien, Dios nos castigará. (38)