1. Universidad de Puerto Rico en Arecibo
Departamento de Sistemas de Oficina
Dialogo
Xiomara Romero González
Vladimir Torres Peraza
Viviana Vélez González

2. CONVERSACIÓN DE UN PIEDRA CON DOS PERSONAS
Piedra: ¿Sabes qué hora es?
María: No tengo idea, estoy contemplando la hermosura del bosque.
Piedra: Ves como el rayo de la luna traspasa por las ramas de los árboles, el pobre pajarito se ha
confundido con el amanecer, ha salido volando y se ha perdido entre los árboles.
María: No me digas que el pajarito se ha confundido?
Jorge: ¿Con quién hablas? no me digas que la noche te ha confundido, te lo dije que no era hora
de ir al bosque.
Piedra: ¿Quién es ese?
María: De él te quiero hablar.
Jorge: No puedo creer que estés hablando con una piedra que no ve, ni escucha, ni siente, ni
habla.
María: Bueno, hay muchas cosas que tú no puedes entender y esta es la razón, por la cual, te he
traído a este lugar.
Jorge: Otra vez con tus cuentos.
Piedra: No me digas que lo has traído para que pueda entender la realidad de la vida.
María: Ya tú sabes, otro más que cree que la luna es de queso y se come con pan

3. Piedra: Dime, que le pasa.
Jorge: Coge esa piedra y échala al rio, como yo antes lo hacía, la tiraba a volar y se perderá como
el pajarito.
Piedra: En verdad que este joven tiene unos sentimientos que no son los mejores, me imagino
como ha sido su crianza… pero para eso estoy.
María: Ya tú puedes ver, es como las piedras duro y sin sentimientos.
Piedra: Espera, ¡cómo que es como la piedra duro y sin sentimientos! Tu sabes que yo si tengo
sentimiento a excepción de las mañanas que mucha gente visita el bosque y no puedo hablar, tu
eres con la única persona que puedo dialogar.
María: Si, tú tienes toda la razón, perdóname, tú eres especial porque eres la única piedra que me
escucha, me ayuda y me hablas. Este joven en su niñez no se crio con sus padres y con el
crecieron muchos temores. Su padre lo abandono y no quería saber de él, a tal manera que le
decía que él no era su hijo y su madre cuando el realizaba algunas labores en el hogar le
reprochaba y le decía que estaba mal hecho, él se sentía muy incómodo, bajaba su cabeza y se
iba para su cuarto. Sus otros hermanitos eran queridos por su madre y él decía que no sabía hacer
nada y se aisló. Él quería jugar con sus hermanitos y ellos no jugaban con él. Me conto que tenía
una perrita que se llamaba Princesita y que le faltaba una patita pero asícorría y era muy juguetón
y que era su amigo fiel, dormían juntos. Su madre la voto porque le decía que lo podía enfermar,
desde ese entoncesél lo ha buscado, a tal manera que me pedía de favor que le ayudara a buscarla
porque era como su hermana, pero que no se lo dijera a su madre.

4. María: (Le dice a Jorge) Ven vamos a caminar para que puedas contemplar la naturaleza y en los
que en el habitan.
Jorge: Que hermoso es todo esto nunca había visto en mi vida tanta hermosura, mira ¡que
muchos animales hay! ¿Estará mi perrita aquí? (se pone triste, hubo silencio y ambos se miran).
Piedra: Sigan caminando, para que él vea, lo que nunca ha visto y sus ojos serán abiertos en su
tiempo.
María: Caminemos.
Jorge: María, porque todos los animalitos andan juntos, tu puedes ver a mama gallina con el
gallo y sus polluelos, mira el ganso con la gansa y sus gansitos, la leona con su león y sus
leoncitos. Pero mira el caballo con su compañera y ¿dónde están sus crías?.
María: No siempre van a estar juntos, va a llegar el momento en que crecen, se separan y cada
cual hace su propia familia, eso no quiere decir que no se van a volver a ver, siempre van a estar
en contacto.
Jorge: Yo aún soy pequeño y no veo la unión de mi familia con migo.
María: Tú vas a ver como las cosas van a cambiar pero todo a su debido tiempo.
Jorge: Mira una charca vamos a tirarnos.
María: Claro que sí! Vamos para allá.
Jorge: Mira como los pajaritos alzan sus vuelos y juegan también con el agua. ¡Podre jugar con
ellos!

5. María: Acércate y pregúntale.
Jorge: Que tú me dices que le pregunte, los animales no hablan.
María: Date una oportunidad y tu veras que las cosas van a cambiar (se sonríe).
Jorge: María, oyes el ladrar de un perro.
María: Yo no escucho nada.
Jorge: Si, escucha es mi Princesita, yo conozco su ladrido. Vamos a buscarla.
María: Puede ser tu imaginación.
Jorge: Claro, puede ser mi imaginación.
María: O quizás el deseo que tienes de volverlo a encontrar.
Jorge: María, a mí me gustaría que mis padres pudieran unirse nuevamente que cambiaran, que
me quisieran y que mis hermanos jugaran con migo como lo hacen los animales del campo, que
felices se ven así, yo quisiera ser… (Se pone triste y melancólico).
María: Bueno vete tírate a la charca y juega con los animalitos (se sonríe).
Piedra: Está empezando a coger confianza y ya empezó a encontrarse a sí mismo.
Jorge: Que muchas piedras hay por aquí y que lindas son, oye María, que piedra tan hermosa, es
la piedra con la cual tu hablabas, mira como mira, como si me quisiera hablar, ¿estará
escuchándonos? Y ¡como llego ahí! No me digas que nos está persiguiendo.
María: Te tengo que decir un secreto me prometes que no se lo dirás a nadie.

6. Jorge: Bueno (se sonríe).
María: Me lo prometes.
Jorge: Te lo prometo (y la abraza).
María: Cuando yo pequeña me trajeron a este bosque e hice una buena amistad, ¿Te digo quien
era uno de mis mejores amigos?
Jorge: Si dime me muero por saberlo.
María: Mi amiga la piedra, cuando me oíste hablar y me dijiste “con quien hablas no me digas
que la noche te ha confundido, te lo dije que no era hora de ir al bosque” te acuerdas?
Jorge: ¡Claro que me acuerdo!¿Pero, tú me quieres decir que la piedra habla?
María: Jorge, con las pocas personas con quien la piedra habla, una de ellas soy yo, ven te la voy
a presentar, espera un momento la piedra está hablando con unas personas.
Piedra: Ustedes son los padres de Jorge, y lo están buscando? él se encuentra con nosotros. Qué
bueno que hayan reflexionado sobre la importancia de que la familia este unida, se amen y se
ayuden mutuamente. Vengan conmigo, que lindo perrito.
Jorge: María yo como que los conozco.
María: Ven Jorge, vamos a ver la cascada (se queda mirando hacia atrás fijamente).
Jorge: María. Aquella casa que se encuentra al fondo del bosque, podemos ir?
María: Ese era el último lugar que te quería llevar para que puedas descansar y encuentres la
felicidad.

7. Jorge: No entiendo lo que tú me quieres decir.
María: Ya ha llegado el momento de tu felicidad vamos.
Jorge y María se dirigen hacia la casa que encuentra en el bosque. La piedra solamente los
observa; Lo que Jorge no sabe es que en la casa le espera una gran sorpresa. Al entrar Jorge por
la puerta ve a sus padres sonriendo. Jorge se emociona al velospero lo más emocionante para él
fue cuando vio a su perrita Princesa que la andaba buscando y no la había encontrado, Jorge le
dice a su madre: gracias madre porque me has traído a Princesay luego le dice a su padre, Padre
no sabes lo feliz que estoy de verte¡estás aquí, has vuelto! jamás pensé que este momento
llegaría, se sonríe losabraza y comienza a jugar con su perro.
FIN
Comienza una nueva vida, la vida que tanto anhelaba Jorge.