El documento habla sobre cómo el miedo a Dios se originó en el pecado original y cómo el Adversario ha sembrado falsificaciones sobre la naturaleza de Dios. Explica que el verdadero temor a Dios es un regalo de Dios que se demuestra a través de la obediencia, el sometimiento a su señorío y la fortaleza espiritual. Finalmente, destaca que el temor a Dios trae beneficios como la provisión, protección y bendición divinas.