4. Conferencia Episcopal de Chile
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Santiago de Chile, 2011
Ilustraci ón Portada:
Mo nasterio Trapense de Q uilvo
1ª edició n 2.0 00 ejemplares
5. C hile, una mes a pa r a t odos
Presentación
Con mucha esperanza nos complace entregar las Acentuaciones
Pastorales para el año 2011. Estas corresp onden al tercer añ o del
proceso de M isión Continental y hacen hincapié en la comunión
misionera.
Este texto resp onde a las orientaciones entregadas por los
Obispos del Comité Permanente y la Comisión Pastoral del Episcopado,
teniend o muy presente el mandato de A parecida:
«La conversión pastoral de nuestras comunidades exige que
se pase de una pastoral de mera conservación a una pastoral
decididamente misi onera. Así será p o sib le que “ el ún ico
programa del Evangelio siga introduciénd ose en la historia
de cada comun idad eclesi al ” con nue vo ard or misionero,
haciendo que la Iglesia se manifieste como una madre
que sale al encuentro, una casa acogedora, una escuela
permanente de comunión misionera» 1.
Esperam os sinceramente contribuir al crecimiento de la fe, la
esperan za y la cari dad de l os discípulos misio neros de Jesús, y a
acrecentar nuestra presencia solidaria en todas aquellas instancias
comunitarias que enriquecen la vida de nuestra sociedad. Ellas nos
ayuden a fortalecer la Iglesia-comunión y a reconstruir el tejido social
del país. Así estarem os más cerca de quienes siguen sufriend o las
consecuencias del terrem oto y de quienes confían en los Pastores de
la Iglesia cuando requieren de facilitadores en las tensiones habituales
de la socie dad.
Pedimos a la Santísima Virgen M aría que interceda por todos
y cada uno de nosotros, para que “haciendo lo que Él nos diga ” (Jn
2,5) alcancemos la Vida plena que Él nos ha prometid o.
Los O bispos de la Comisión Pastoral
1 D A 360.
3
6.
7. C hile, una mes a pa r a t odos
I- La Iglesia en Misión Continental
1. H ace dos años iniciamos el proceso de la M isión Continental.
Sin embargo, todavía hay preguntas sobre su significado. Algunos la
confunden con una misión tradicional -siempre necesaria- que dura
unos días en un lugar determinado. O tros no logran entender que
toda la Iglesia y cada uno de nosotros estem os llamados a anunciar
permanentemente a Jesucristo. Sin embargo, lo propio de esta Misión
que surge en la Conferencia de Aparecida es propiciar el encuentro
personal y comunitario con el Señor Jesús, que despierta en nosotros
el en tusi asm o y el c ompro miso del discipu lad o misi on ero. Es
Continental, p orque toda la Iglesia de América Latina y El Caribe
ha sido llamada a realizar esta misión. Y es Permanente, pues desea
ayu dar a que la Iglesi a sea m isi on era en to d o ti em p o y luga r.
2. Lo s O bisp o s en A parecida n os in vit an a u na profunda
transformación personal y eclesial, que haga de nuestra Iglesia una
comunidad de discípul os misioneros dedicada a ofrecer a cada ser
humano y a la sociedad entera la Vida plena que se alcanza en Cristo.
Por eso, todo lo que hagamos, lo nuevo y lo antiguo, lo pensem os
en clave de discipulado misionero. Esto requiere de todos nosotros,
y con urgencia, un proceso de conversión personal, pastoral y
eclesial.
3. Para el encuentro person al y comunitario con el Señor y la
conv ersión que Él nos pide se requiere un aprendizaje permanente
del discernimiento de los signos de los tiempos, para resp onder
a las mociones e interpelaciones del Espíritu Santo en me dio de una
si t u aci ó n d e cam b i o d e é p o ca y d e un a cu lt u ra qu e vi v e
transformaciones aceleradas.
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8. C hile, una mes a pa r a t odos
4. Para lograr nuestros propósitos hemos programado un proceso
pastoral articulado en que cada año resaltam os:
a. Un lugar de encuentro con Jesucristo que dé vida y anime
la misión de la Iglesia y de cada cristiano en particular. N o son
lugares de encuentro acotados en el tiempo, pues ellos caracterizan
permanentemente la vida cristiana. Simplemente cada año ponemos
én fasis en uno, por un tiempo determinad o, para aprender a
acudir a tod os, uno tras uno, y enriquecern os con todos ellos.
b. La formación, en tendida co m o un objetiv o pedagógico
transversal, de acuerdo con los énfasis del lugar de encuentro
con el Señor que proponemos.
c. Una iniciativa de conversión pastoral para revisar nuestras
estructuras pastorales y v ol v er a ad quirir ci ertos hábitos
pastorales que se han debilitado, o bien para asumir de manera
permanente nue vas iniciativas pastorales.
d. La elección de uno o varios grupos prioritarios cada año:
para encontrarnos con Cristo en ellos,
para descubrir lo que el Señor nos quiere decir a través
de estos interlocutores, y
para intensificar y visibilizar el apostolado que en su
fav or realiza la Iglesia.
Dado que no se pueden enfatizar cada año todos los grupos,
prop o nem os pe dagógicam en te un o o d o s para sensibili zar a la
comun idad, reno v ar su servicio y despertar nue vos volun tarios y
profesionales que trabajen en esos ámbitos.
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9. C hile, una mes a pa r a t odos
5. Hay muchos objetivos pastorales que permanecen en
el tiempo. En tre ellos, uno de l os más urgen tes es la pastoral
vocacional que no pue de perder ni su dinamismo ni la voluntad de
compartir co n o tros la alegría y la fecun di dad de la v ocaci ón 2 .
N ecesitam os pedir al Señor sacerdotes, consagrados y consagradas
que manifiesten su belleza y acerquen su presencia a la vida de todos.
6. To d o est o querem os
vivirlo “en la Escuela de María”,
nuestra M adre, discípula y
3
misionera, Maestra y pedagoga
que «crea comunión y educa a un
e st il o de v i da c o m pa rt i d a y
so l i da r i a, en fr at e rn i da d , en
a te nció n y ac o gi da del o tro ,
e sp eci a l m e n t e si es p o bre o
n e ce si t ad o . En n ue st r as
comunidades, su fuerte presencia
h a e nr i q ue ci d o y se gu ir á
e nr i qu e c i e n d o l a d i m e ns i ó n
materna de la Iglesia y su actitud
acoge d ora, que la con vi erte en
“casa y escuela de la comunión”
y en espacio espiritual que prepara
para la misión»4. Para ello, implora
c o n n o so t ro s un n u e v o
Pentecostés.
2 Cfr. Card. F.J. Errázuriz, carta Pastoral “ Habla, Señor, que tu siervo escucha” 19 de
junio, 2009.
3 Cfr. D A 268-270.
4 DA 272.
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10. C hile, un a mes a pa r a t odos
II- El camino recorrido
1 Lugares de encuentro
En el año 2009, comenzamos la M C con el encuentro con
el Señor en su Palabra. En este espíritu se difundió la enseñanza y
la práctica de la Lectio Divina , e hicimos la copia a mano del Evangelio
de Chile, escribiéndolo en nuestros corazones y en nuestra vida, como
un regal o para el B icent ena rio. Fue un act o ecu mén ic o, pues
participaron Iglesias y comuniones hermanas, y un acto interreligioso,
pues el libro de los Salm os lo transcribió la comunidad judía.
El 2010 continuamos con la Lectio Divina procurando vincular
la M esa de la Palabra con la M esa de la Comunión. Por esta razón
resaltamos el encuentro con el Señor en la celebración comunitaria
de la Eucaristía que se prolonga en la Mesa de la Caridad. De
aquí el lema del año que suscita compromisos de carácter social e
inclusivo: “Chile, una mesa para todos”. Y mientras tanto peregrinó
por todo C hile la Virgen del Carmen M isionera, llevando a Jesús y
su Palabra, el “Evangelio de Chile”, consolando e invitando a la mesa
de tod os.
2 Formación
Com o decíam os, el lugar de Encuentro con el Señor da la
clave para asumir la formación.
El 20 09 procuram os f ortalecer la dimensió n bíblica de la
formación y el 2010, la formación del discipulado misionero en clave
eucarística:
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11. C hile, un a mes a pa r a t odos
«La Eucaristía es el lugar privilegiado del encuentro del discípulo
con Jesucristo. Con este Sacramento, Jesús nos atrae hacia sí
y n os hace en trar en su dinamism o hacia Di os y haci a el
prójim o. H ay un estrecho vínculo entre las tres dimensiones
de la v ocación cristiana: creer, celebrar y vivir el misterio de
Jesucristo, de tal m od o que la existencia cristiana ad quiera
verdaderamente una f orma eucarística»5 .
3 Conversión pastoral
En este camino, hemos incentivado antiguos y nuevos hábitos
pastorales que nos ayuden a lograr la conv ersión pastoral:
a. Visitar reiteradamente cada año los hogares, las
familias. Es un a acción pastoral que nunca debim os aband onar ni
haber dejad o solamente para momentos especiales de misión. Estas
visitas se extienden a los asilos, cárceles y hospitales.
b. Inclu ir la past oral de educació n en un lugar
privilegiado de la planificación pastoral. El 2 010 lo hicim os a
trav és de la memoria agradecida de los educadores y planteando
la urgencia de lograr un currículo evangelizador en cada proyecto
educativ o.
c. Fortalecer nuestros lazos eclesiales con movimientos,
asociaciones y nuev as comunidades. Q uisiéram os que un fruto de la
M C sea trabajar en profunda comunión con tod os los carismas que
nos regala el Espíritu Santo, y con todas las expresiones eclesiales que
forman parte de nuestra Iglesia.
d. Lo grar el hermanamiento entr e parro quias,
escuelas, colegios y mo vimientos: ahora, como reacción al terremoto,
más adelante para crear laz os de comunión entre sectores distantes
socialmente.
5 DA 251.
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12. C hile, un a mes a pa r a t odos
e. Revisar aquellas estructuras pastorales que ya son
del todo insuficientes para ev angelizar, y fortalecer aquellas que nos
ayudan a vivir en comunión.
4 Grupos prioritarios
En el año 2 0 09 propusim os com o grup o pri oritario a los
agentes de pastoral, dada la necesi dad de priorizar en ello s la
animación y la sensibilización para desarrollar el proceso de la
M isión Continental.
Para el año 2010 elegimos, por distintas razones, a los jóvenes
en situación de vulnerabilidad y a los educadores. El terremoto
también nos impuso la necesidad de pre ocuparnos por sus víctimas,
surgi en d o un gra n v o lu n ta ri ad o juv en il y o rga n iz án d ose el
hermanamiento entre parroquias y escuelas que se han mantenido
unidas durante todo el año.
Por otra parte, la trage dia y el rescate de los mineros de
Atacama dio nuevo ímpetu a la oración de intercesión y manifestó
la o pción unán ime p or la vida. La situació n de l os comuneros
mapuche también estuvo en nuestra oración, a la vez que cuestionó
nuestra sensibilidad y preocupación ante su realidad. En fin, la tragedia
de l os presos de San Miguel puso en evidencia lo que los obisp os
habían pedido. Todas estas situaciones comprometieron activamente
a nuestros pastores.
Com o se ve, hay grupos prioritarios que nosotros elegimos
después de un discernimiento pastoral, y otros que surgen de diversos
acontecimientos y los asume nuestra Iglesia, sensible a los signos de
los tiemp os.
La síntesis de lo que v enim os viviendo y lo que queremos
vi vir respecto a la M isión Con ti nen tal se presenta en el siguiente
cuadro:
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14. C hile, una mes a pa r a t odos
III- La MC en el año 2011: Eucaristía y comunión misionera
1 Contexto
En todas las consultas que hemos realizado emerge con mucha
intensidad la necesidad de trabajar la dimensión comunitaria
de la Iglesia y de la sociedad, ap oy ad os en la Lectio Divina y el
encuentro con el Señor en la M esa de la Eucaristía. Esto nos lle va a
pensar que nos corresp on de dedicar especialmente el año 2011
a la comunión misionera que brota de la Palabra y de la Eucaristía,
y el año 2012 a an imar a las comunidades existentes y a f ormar
nuevas comunidades misioneras, CEB y CCB, fruto del encuentro con
Jesucristo que buscamos y pedim os.
La comunión con el Padre y entre sus hijos es el anhelo más
profundo de Jesús. Es el don que experimentam os diariamente al
celebrar la Eucaristí a. D e ella surge un llamad o a ser personas y
comunidades al servicio de la comunión en la Iglesia y en la sociedad,
pues la vida, como don de Dios, está llamada a reflejar la vida
trinitaria: a ser vida en comunión.
Este lugar de encuentro adquiere una nueva relevancia, porque
tanto en la Iglesia como en la sociedad se ha debilitado la dimensión
comunitaria de la vida debido a la presión individualista de la cultura
contemp oránea. Así qued ó de manifiesto con el terremoto, que
demostró la debilidad de las redes sociales y la convicción de que
un a v erda dera rec onstrucci ón ma teri al requiere co m o b ase la
rec onstrucción espirit ual sobre la roca que es C risto, un ida a la
reconstrucción de esas redes sociales.
En camb i o, en l o p osi ti v o, hem os vi vi d o la potencia
transformadora de la comunión tanto en la ayuda que brotó en
fav or de quienes lo habían perdido todo en el gran sism o, com o en
el rescate de los mineros de Atacama, en el que experimentam os la
fuerza de ser todos uno, como Cuerpo pensante, laborante y orante.
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15. C hile, una mes a pa r a t odos
2 Aspectos a resaltar en nuestro camino pastoral
2.1. Lugar de Encuentro con el Señor: la mesa de la comunión
Al evaluar el camino recorrido hemos constatado la necesidad
de tomarnos más tiempo para el desarrollo de las propuestas iniciales
de la M C y de agrega r muy p o cas acen tu aci o nes n ue v as. En
consecuencia, nuestros pastores nos prop onen:
- Seguir profundizando el encuentro con el Señor en la
Palabra y en la Eucaristía.
- Realizar una semana eucarística en cada unidad pastoral
entre el domingo de la Santísima Trinidad y el D omingo
de Corpus Christi (19 al 2 6 de junio).
- Subrayar la Mesa de la Comunión y la espiritualidad
de comunión misionera que brota de la Eucaristía y de
la Palabra proclamada en ella.
- Mantener el lema: “Chile, una mesa para todos”, como
mesa que Dios nos regala, que Él pone y sirve con nuestra
colaboración.
- Sensibilizar y difun dir la Misión Continental en cada
di ócesis y a niv el nacio nal, so bre to do en lo s agentes
pastorales, acompañando su implementación en forma
sistemática.
2.2. Formación
a. C om o co nsecuenci a de l o an teri o r, la formación que
entreguemos buscará integrar y hacer valorar los elementos indicados:
la Palabra, la Eucaristía, la comunión misionera, promoviendo a través
de ell os el encuen tro person al y comunitario con el Señ or y un a
espiritualidad misionera que lle ve a animar las div ersas f ormas de
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16. C hile, una mes a pa r a t odos
comunión que se dan en la sociedad y a suscitar nue vas f ormas de
comunión.
«La con versió n de los pastores nos lle va también a
vivir y promo v er una espiritualidad de comunión y
participación, proponiéndola como principio educativo
en tod os los lugares donde se forma el hombre y el
cristiano, d onde se e ducan los ministros del altar, las
personas consagradas y los agentes pastorales, donde
se c onst ruyen las fam ilias y las c omun ida des. La
conv ersión pastoral requiere que las comuni dades
eclesiales sean comunidades de discípulos misioneros
en torno a Jesucristo, M aestro y Pastor. De allí, nace
la actitud de apertura, de diálogo y disp onibilidad
para prom ov er la corresp onsabilidad y participación
efectiva de todos los fieles en la vida de las comunidades
cristian as. H oy, más qu e nu nca, el test im on io de
comun ión eclesial y la santidad son una urgenci a
6
pastoral. La programación pastoral ha de inspirarse
en el mandamiento nuev o del amor» .
b. A todos los discípulos misioneros que quieren anunciar la Vida
plena del Señor a través de la comunión, A parecida propone dos
enseñanzas que resultan muy iluminad oras:
- La vida sólo se desarrolla plenamente en comunión…
«Descubrimos, así, una ley profunda de la realidad: la
vida sólo se desarrolla plenamente en la comunión
fratern a y justa. Porque Dios en C risto n o re dime
solamen te la person a individual, sino tamb ién las
relaci ones soci ales en tre l os seres human os. A n te
diversas situaciones que manifiestan la ruptura entre
hermanos, nos apremia que la fe católica de nuestros
6 DA 368.
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17. C hile, una mes a pa r a t odos
pueblos latinoamericanos y caribeños se manifieste en
una vida más digna para tod os. El rico magisterio
social de la Iglesia nos indica que no podem os concebir
una oferta de vida en Cristo sin un din amism o de
liberación integral, de7 humanización, de reconciliación
y de inserción social» .
- La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento…
«La vida se acreci enta dánd ola y se deb ili ta en el
aislamiento y la comodidad. De hecho, l os que más
disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de
la orilla y se apasionan en la misión de comunicar
vida a los demás. El Evangelio nos ayuda a descubrir
que un cuidado enfermiz o de la propia vida atenta
contra la calidad humana y cristiana de esa misma
vida. Se vive mucho mej or cuand o tenem os libertad
in teri or para darlo to do : “ Q u ien aprecie su vida
terrena, la perderá ” (Jn 12, 2 5). Aquí descubrim os
otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza
8
y madura a me dida que se la entrega para dar vida
a los otros. Eso es en definitiva la misión» .
2.3. En relación a los hábitos que buscam os integrar en nuestra
conversión pastoral, seguirem os insistiendo en los cuatro objetivos
planteados para el 2010:
- las visitas a los hogares.
- la formulación del currículo evangelizador en los centros
educacionales.
- el fortalecimiento de la comunión con mo vimientos, CCB
asociaciones y nuevas comunidades, y
7 DA , nº 360.
8 DA , nº 359.
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18. C hile, una mes a pa r a t odos
- el hermanamiento entre parroquias, escuelas, colegios y
m o vimientos.
a. Q uerem os hacer especial mención a la visita a los hogares.
La e v aluaci ón m o stró que, en aquellas co muni dades en que se
realizaron, hubo importantes avances y satisfacción por lo logrado.
Pero aún falta mucho para sistematizar estas visitas y hacerlas un
hábi to de to das nuestras parroquias y comun idades. Po r eso es
necesario seguir i nsist iend o en ellas y en la grat uidad de estos
encuentros, bendiciendo las mesas y desarrollando la gestualidad
de la comunión: el salud o, la acogida, la escucha, el compartir y el
acompañamiento. Visitar hogares nos impulsa a visitar a quienes están
ausentes: a los hospitalizados y encarcelados.
b. En el campo educativo nos interesa que la espiritualidad de
la comunión misionera sea efectiv amente el principio educativo
presente en todos los lugares en que se forman las person as y, en
concreto, en el mundo escolar. Q ueremos prom o ver un currículo
evangelizador que conduzca al encuentro con Jesucristo vivo 9, clave
para la formación cristiana integral del alumnado.
c. En este año de comunión misionera queremos reponer otro
rasgo que debe ser permanente en la pastoral: buscar medios eficaces
para promover la participación laical en todas las estructuras
sociales de servicio a la comunidad, a la familia y a la vida. N os
referim os a aquellas iniciativ as vali osas que h ab lan del deseo de
comunión: las juntas de vecinos, los centros de madres, de padres y
de alumnos, las numerosas f ormas de v oluntari ad o, los partid os
políticos, diversas agrupaciones culturales y artísticas, las iniciativ as
no gubernamentales, el cuerp o de bomberos, los clubes deportivos
y tantas otras. Todas estas iniciativas pue den ser caminos importantes
para vivir la v ocación misionera laical y eclesial.
9 Cfr. D A 331ss.
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19. C hile, una mes a pa r a t odos
d. A la vez, estand o atentos a los signos de lo s tiemp os, nos
parece que debem os seguir desarrolland o el hermanamiento de
parroquias, escuelas, colegios y movimientos y con quienes siguen
sufriendo los efectos del terrem oto. La Visitación de la Virgen María
a su prima santa Isab el consti tuye el mej or ejemplo al respecto.
2.4. En cuanto a los grupos prioritarios para el año 2011
proponemos:
- Dar prioridad a la familia, en toda su riqueza y diversidad,
pendientes de seguir acompañando las distintas situaciones familiares
que preocupan a la sociedad y a la comunidad eclesial. Se ha hecho
cada vez más necesario ofrecer en nuestras diócesis un acompañamiento
a las personas que conviv en sin casarse y a las personas se paradas.
Otro servicio pastoral más específico lo requieren quienes han contraído
un nue vo vínculo civil después de la separación.
- Continuar nuestra atención a los jóvenes, re vitalizand o la
pastoral juvenil y ocupánd onos de los jóvenes en situación de
vulnerabilidad, tarea que ha quedado pendiente. M uchos de ellos,
y otros no tan vulnerables, crecen sin una experiencia de fe, lo que
causa en ellos un desconcertante v acío interior, y los hace víctimas
potenciales de otros ídolos, como son la droga, el alcohol, la violencia.
- Como un eco consecuente del Bicentenario, querem os abrir
el corazón y la casa a los migrantes que, en número significativo,
se radican en Chile.
- N o pueden escapar de nuestra atención las personas privadas
de libertad, p or disti ntas raz ones, que además sufren a menudo
condiciones de vida precarias e indignas.
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20. C hile, una mes a pa r a t odos
3 Al gunas car acter íst icas pas to ral es del añ o 2 011
Para p oner en práctica el encuentro con el Señor en la comunión,
vale la pena tener en cuenta algunos elementos pastorales de distinta
importancia, que caracterizan el 2011:
a. La Lectio Divina y la animación bíblica de la pastoral según
nos lo pide la exhortación apostólica p ostsinodal de Benedicto XVI,
Verbum Domini (30 se ptiembre 2010) sobre “La Palabra de Dios en
la vida y en la misión de la Iglesia”. El Papa nos invita a que la Palabra
de Dios «sea cada v ez más el corazón de toda actividad eclesial»10 .
b. El año litúrgico corresp onde al Ciclo A cuy o ev angelista
principal es san Mateo. Encontramos en él discursos muy importantes
sobre la comunión, material riquísimo para la Lectio Divina .
c. La Cuaresma comi en za el 9 de marz o, l o que facilita la
pre paración y celebración de tod o el Añ o litúrgico así c om o la
realización de una incisiv a Campaña de Fraternidad que beneficie
a los jó venes en situación de vulnerabilidad.
Concluim os este mensaje, invitand o a tod os los miembros
vivo s de la Iglesia a asumir la parte que les c orresp onde de este
camino pastoral, pidiend o la intercesión de la Virgen del Carmen y
la gracia del Espíritu Santo, para que viv am os un nuevo Pentecostés
que fortalezca nuestra condición de discípulos misioneros del Señor,
miembros de la Iglesia y servid ores de la humanidad.
Equipo N acio nal de la M isión C ontinental
C onferencia Episcopal de Chile
Punta de Tralca, 8 de diciembre de 2010
10Benedicto XVI, Verbum D omini, n° 1; cfr. n° 73 sobre «La animación bíblica de la
pastoral», y ns° 86-87 so bre la «Lectura orante de la Sagrada Escritura y “lectio
Divina”».
21. C hile, una mes a pa r a t odos
NOTAS
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Equipo Nacional de la Misión Continental
Monseñor Santiago Silv a R., presidente
Pbro. C ristián Precht B., co ordinador nacional
Sr. Rafael Silva S., director ejecutivo
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w w w.iglesiaenmision.cl
22. C hile, una mes a pa r a t odos
ÍN DICE
Año de la Comunión Misionera
Presentación...................................................................................3
I. La Iglesia en Misión Continental....................................5
II. El camino recorrido
1. Lugares de encuentro..................................................................8
2. Formación..........................................................................8
3. Conversión pastoral................................................................9
4. Grupos prioritarios................................................................10
Cuadro síntesis......................................................................11
III. La MC en el año 2011: Eucaristía y comunión misionera
1. Contexto............................................................................12
2. Aspectos a resaltar............................................................13
3. Algunas características past orales del año 2 011..................18