2. El proceso de envejecimiento es diferente para cada persona, y no hay una lista
estricta de acontecimientos que estén garantizados. Sin embargo, todo el mundo
pasará por algunos cambios relacionados con la edad, y la mayoría necesitará la
ayuda de la familia, los amigos o los cuidadores formales, que probablemente
aumentará a medida que se avanza en las etapas del envejecimiento.
Como cada situación es diferente, es imposible predecir cuántos y qué tipo de
cuidados necesitará su ser querido a medida que envejece. Sin embargo, hay
etapas típicas de envejecimiento que la mayoría de los adultos seguirán.
3.
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5. Se considera a una persona envejecida cuando cumple los 60-65 años de edad. De
todas formas, se puede englobar a todo este grupo etario en tres categorías,
propuestas en el idioma inglés:
Young-old (joven-envejecido): 55-65 años de edad.
Middle-old (medio-envejecido): 66-85 años de edad.
Old-old (envejecido-envejecido): de los 86 años en adelante.
6. El envejecimiento puede ser primario o secundario. El primer término hace
referencia a la muerte celular, los fallos esperables con el tiempo y los cambios
tisulares que se ven modificados por el estrés ambiental continuado. En resumen,
el envejecimiento primario es aquello que no se puede evitar y que, si todos
viviésemos bajo los mismos parámetros y con la misma genética, sería universal.
Por otro lado, el envejecimiento secundario hace referencia a los factores
extrínsecos que nos hacen envejecer, como pueden ser las enfermedades, un mal
estilo de vida (obesidad, tabaquismo, alcoholismo) o factores emocionales, como el
estrés o la depresión. Por ejemplo, una persona de 30 años con un cáncer
metastásico presentará una tasa de envejecimiento secundario mucho más alta
que un anciano saludable de 65, por razones obvias.
7. 1. Independencia
Las personas envejecidas dentro del rango young-old suelen elegir permanecer
independientes en sus propios hogares y entornos, porque simplemente, su
salud se lo permite. Las personas senior en esta etapa son capaces de
transportarse por sí mismas, de prepararse la comida, llevar a cabo cálculos y
finanzas, etc. Si tuviésemos que colocar esta fase en un intervalo general, sería
hasta los 70 años de edad, excluyendo a pacientes con cuadros patológicos.
En esta etapa, los cambios generales en la salud son mínimos a nivel externo,
a pesar de que la degradación lleve bastante tiempo ocurriendo.
8. 2. Interdependencia
El período de interdependencia se concibe generalmente entre los 70 y 80 años
de edad. Aquí es cuando comienza a observarse el envejecimiento del paciente
de forma más obvia: tiene dificultades para realizar ciertas tareas físicas, se
olvida de cosas, hace las cosas de forma más lenta y ciertas actividades le
resultan prácticamente imposibles. A pesar de que no quiera reconocerlo, en
este punto es necesaria ayuda externa.
En ésta etapa de interdependencia el individuo puede llegar a vivir solo, pero
necesitará la ayuda de un cuidador para ciertas actividades semanales. Es
importante no “retirar” a las personas middle-old su autonomía antes de la
cuenta, pues pueden seguir realizando muchas tareas por sí mismas, aunque
lo hagan de forma más lenta y menos efectiva. En muchos casos, la ilusión de
productividad es más importante que el resultado.
9. 3. Dependencia
Aquí los grupos middle-old y old-old se fusionan, pues es imposible calcular en
qué punto se producirá una dependencia completa. Por ejemplo, una persona
con 75 años puede caerse y necesitar de un ayudante por el resto de su vida,
mientras que otro paciente puede ir requiriendo cada vez más ayuda de forma
paulatina, hasta alcanzar una dependencia total a los 85 años.
En esta etapa, las personas senior requieren ayuda en casi todas las tareas
diarias y, por tanto, la mejor opción suele ser la presencia continua de un
cuidador o el traslado a una residencia. Una persona más joven debe controlar
sus tomas de medicamentos, comidas, esfuerzos físicos y otras muchas tareas
más.
10. 4. Manejo de la crisis
En este punto, se asume que la persona ya no va a
mejorar considerablemente tras una recaída en una
patología crónica, así que se trata más de mantener que
de solucionar. Las personas en esta etapa tienen
problemas de salud continuos, así que deben habitar en
un entorno geriátrico con elementos hospitalarios y
personal adecuado para mantener su calidad de vida lo
mejor posible.
11. 5. Fin de la vida (muerte)
Esta parte se explica por sí sola. Los sistemas fallan, la
persona muere, o el alma abandona el cuerpo: concebir
el fin de la existencia está sujeto a la interpretación
libre, así que es de cada uno. El estado de muerte aún
no está definido del todo desde un punto de vista
termodinámico y neurológico, pero no es de nuestro
interés entrar en conglomerados fisiológicos en este
punto.
12. La vejez no es una fase que las personas esperan. Algunas personas temen la vejez
y hacen cualquier cosa para «evitarla», buscando soluciones médicas y cosméticas
para los efectos naturales de la edad. Estas diferentes opiniones sobre el curso de
la vida son el resultado de los valores y normas culturales en los que se socializa a
las personas. Pero en la mayoría de las culturas, la edad es un estatus principal
que influye en el autoconcepto, así como en los roles e interacciones sociales.
A lo largo de las fases del curso de la vida, los niveles de dependencia e
independencia cambian. Al nacer, los recién nacidos dependen de sus cuidadores
para todo. A medida que los bebés se convierten en niños pequeños y los niños
pequeños se convierten en adolescentes y luego en jóvenes, afirman cada vez más
su independencia. Poco a poco, los niños llegan a ser considerados adultos,
responsables de su propia vida, aunque el momento en que esto ocurre varía
mucho entre individuos, familias y culturas.
13. Los mitos y estereotipos que afectan a la vejez son múltiples
y variados. Probablemente sea imposible aceptar ninguna
clase de ordenación objetiva de ellos, dada su naturaleza
subjetiva. Por lo tanto, cada observador tendría que
reconocer su propia versión personal.
Lo real es que existe una apreciación estereotipada con
relación a que todo cambio que acontece en la vejez es
siempre negativo, ya que la creencia indica que se van
perdiendo las capacidades y /o habilidades que las personas
fueron adquiriendo en el transcurso de la juventud y
adultez.
14. Aclaraciones referidas al envejecimiento, relacionadas
con algunos estereotipos sociales que suelen vincular la
vejez con la enfermedad física:
1) La forma y el ritmo de envejecimiento no es igual
para todas las personas.
2) La vejez no es necesariamente aval de enfermedad.
3) En cualquier edad, y la vejez no es una excepción, la
enfermedad puede provenir de aspectos ambientales,
con independencia de los años.
15. Número de años que en promedio se espera que viva una persona después de
nacer. Una esperanza de vida alta indica un mejor desarrollo económico y social en
la población.
En México, la esperanza de vida ha aumentado considerablemente; en 1930 las
personas vivían en promedio 34 años; 40 años después en 1970 este indicador se
ubicó en 61; en 2000 fue de 74, en 2019 de 75 años y en 2021 de 76 años.
Las mujeres viven en promedio más años que los hombres, en 1930, la esperanza
de vida para las personas de sexo femenino era de 35 años y para el masculino de
33.
Al 2010 este indicador fue de 77 años para mujeres y 71 para los hombres, en
2019, se ubica en 78 años para las mujeres y en 72 años para los hombres.
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17. Herencia: la herencia está relacionada con la posibilidad de que una persona
desarrolle una enfermedad. Por ejemplo, es probable que la vida se acorte si se
heredan los genes que aumentan el riesgo de desarrollar niveles elevados de
colesterol; por el contrario, la herencia de genes que protegen contra las
enfermedades coronarias y el cáncer puede permitir tener una vida más larga.
Hay pruebas que demuestran que vivir hasta una edad muy elevada, 100 años
o más, suele darse en varios miembros de una misma familia.
Estilo de vida: algunas conductas, como no fumar, no consumir drogas, y hacer
ejercicio favorecen el desarrollo personal y evitan las enfermedades.
Atención sanitaria: la prevención y el tratamiento de las enfermedades
después de que estas se hayan contraído, especialmente cuando son tratables
(por ejemplo, las infecciones y, en algunos casos, el cáncer), también
contribuyen a aumentar la esperanza de vida.
19. La vida se define como aquello que pasa entre el nacimiento y la muerte, así que
sin deceso, la propia existencia no se concibe.
La clave de las fases de la vejez, más allá de los cambios fisiológicos, se encuentra
en hacer sentir a los adultos mayores que valen y son capaces, a pesar de que su
cuerpo no lo refleje del todo. Muchas veces, la degradación física y la neurológica
no van de la mano, así que es tan importante la ilusión de independencia como la
capacidad de realizar las cosas de forma autónoma.