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¿Cuál es la superficie total de bosques del planeta?
¿Qué tipos existen en la Península Ibérica?
¿Puede un bosque absorber la niebla?
¿Cómo les afecta la lluvia ácida?
ANDALUCÍA INNOVA • especial BOSQUES2011
e
RESPUESTAS
100
PREGUNTAS
2 3
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
2011, Año Internacional
de los Bosques
100 PREGUNTAS, 100 RESPUESTAS
E
l 20 de diciembre de
2006, la Asamblea Ge-
neral de las Naciones
Unidas aprobó la resolución (A/
RES/61/193) por la que se decla-
raba 2011 como Año Internacio-
nal de los Bosques. Esta celebra-
ción resulta indispensable para
tomar una conciencia real de que
los bosques son parte imprescin-
dible del desarrollo sostenible
integral del Planeta Tierra, de-
bido a los beneficios ecológicos,
ambientales, económicos, socia-
les, culturales y paisajísticos que
proporcionan. La Secretaría del
Foro de las Naciones Unidas so-
bre los Bosques (FNUB) será el
centro de coordinación para el
desarrollo de los principios y ac-
ciones de este Año Internacional
de los Bosques. Es la segunda vez
que se asigna a las formaciones
boscosas del Planeta Tierra su
propio Año Internacional.
La primera vez fue en 1985,
cuando el Consejo de la FAO pi-
dió un reconocimiento especial
a los bosques del planeta, con la
vez más mermados, del Planeta
Tierra, pero también es cierto que
nunca hubo más codicia en nues-
tro planeta que en el marco de la
globalización que nos invade. La
destrucción de los bosques, con
todo lo que significa, es un expo-
nente de primera magnitud de la
posición que determinados secto-
res tienen con estos importantes
ecosistemas. Una sociedad debe
ser consciente de si su modo de vi-
da generará su colapso.
Cada año, se pierden más de
150.000 km² de bosques debido a
la deforestación, cada año se nos
muestran con mayor crudeza los
efectos de los Cambios Globales
Inducidos: el Cambio Climático, el
Calentamiento Global, la destruc-
ción de la Capa de Ozono, la pérdi-
da acelerada de Biodiversidad, la
Desertificación, las Migraciones
Ambientales. Estos cambios en la
forma natural de vida del Planeta
Tierra se verán reforzados por la
pérdida de nuestros bosques, de
nuestras grandes extensiones de
árboles, auténticos custodios de
los ciclos globales de la Tierra.
La celebración del Año Inter-
nacional de los Bosques nos debe
hacer tomar conciencia de la ne-
cesidad de conocer y proteger los
bosques del planeta. Conocer su
finalidad de centrar la atención
mundial en la necesidad de con-
servar y proteger los bosques,
despertar la conciencia política
y pública en lo relativo a los recur-
sos forestales, identificar los facto-
res que amenazan a estos recursos
forestales, poner de manifiesto su
papel en la conservación de la bio-
diversidad global y sensibilizar a
la población para que participase
en actividades orientadas hacia
la protección de los mismos, para
lograr una Cultura de Sostenibili-
dad de los Bosques encaminada a
la preservación de las importantes
masas forestales de la biosfera de
nuestro planeta, esenciales para la
vida en la Tierra.
Desde entonces hasta 2011 han
pasado más de 25 años y hemos
perdido miles de kilómetros cua-
drados de bosques. Esta resolu-
ción de declaración de Año Inter-
nacional de los Bosques llega en
un momento crítico ante muchas
cuestiones que no tienen ya tiem-
po para ser demoradas. Estamos
ante un escenario de Cambios
Globales Inducidos por el Ser Hu-
mano como nunca antes hubo. Es
cierto que hay mayor conciencia-
ción y que se ponen medios polí-
ticos, legislativos y económicos
para preservar los recursos, cada
estructura y función, su papel glo-
bal en la Sostenibilidad Terrestre,
sus servicios a la comunidad uni-
versal, su relación con la cultura y
forma de vida diversa de la Tierra.
Del conocimiento a la protección
real, decidida, que permita la
persistencia de estas Catedrales
de la Vida, monasterios de bio-
diversidad, reductos de la gran-
deza de la Biosfera. No estamos
legitimados para dañar el Plane-
ta como lo hacemos. No estamos
legitimados para tomar lo que
queramos y donde queramos. Es-
ta situación nos debe causar una
indignación colectiva hacia la
Vida y los Pueblos dañados con la
destrucción de los Bosques. Los
Bosques de la Tierra constituyen
un importante ecosistema gene-
rador de vida y mantenedor de
procesos globales inherentes al
funcionamiento del Planeta como
un Sistema Ecológico. La toma de
conciencia y la ayuda a la sensibi-
lización universal del problema,
de las fortalezas naturales de los
bosques como ecosistemas y de
las debilidades que generamos en
el planeta con nuestra forma de
actuar sobre él son absolutamente
necesarias.
Sirva como ejemplo esta publi-
cación, Cien preguntas, cien res-
puestas sobre los Bosques, una
relevante iniciativa del Plan de
Divulgación Científica de Andalu-
cía, dependiente de la Consejería
de Economía, Innovación y Cien-
cia de la Junta de Andalucía. Desde
preguntarnos qué es un bosque a
descubrir qué bosques representan
los bosques élficos de El Señor de
los Anillos, o poner en valor pelí-
culas como Avatar, o preguntarnos
sobre el papel de los bosques como
sumidero de dióxido de carbono:
en estas Cien preguntas caben
muchas cuestiones que esperamos
ayuden a poner de manifiesto el
crucial papel que tienen los Bos-
ques en el mantenimiento de los
Ciclos Globales Biogeoquímicos de
la Tierra y, en definitiva, en la Vida
y Cultura de un Planeta, el nuestro,
nuestra casa, en peligro por la ava-
ricia y el desconocimiento.
Sirva esta publicación colectiva
para ayudar a la sensibilización
global hacia la protección de los
Bosques y la preservación de sus
Valores, una realidad que hay
que lograr si deseamos un Plane-
ta Sostenible, en su pura esencia,
desvestida de oportunismo y moda,
una Sostenibilidad Ecológica, Eco-
nómica y Social. Nuestros Bosques
nos necesitan hoy y nosotros nece-
sitamos nuestros Bosques.
¡
Manuel Enri-
que Figueroa
Clemente es
catedrático
de Ecología y
Director de la
Oficina de Sos-
tenibilidad de
la Universidad
de Sevilla.
Manuel Enrique
Figueroa Clemente
e
100 Preguntas, 100 Respuestas
Especial Bosques
Programa de Divulgación Científica
Consejería de Economía, Innovación
y Ciencia
Secretaría General de Universidades,
Investigación y Tecnología
Avda. Albert Einstein s/n
41092 Sevilla
Tel.: +34 954 995314 / +34
954995317
Fax.: +34 954 995161
E-mail: info@andaluciainvestiga.com
Web: www.andaluciainvestiga.com
Consejero de Economía, Innovación y
Ciencia
Antonio Ávila Cano
Secretario General de Universidades,
Investigación y Tecnología
Francisco Triguero Ruiz
Directora General de Investigación,
Tecnología y Empresa
María Sol Calzado García
Directora General de Universidades
María Victoria Román
Coordinador
Ismael Gaona Pérez
Técnicos
Lucrecia Hevia Bertrand (Contenidos)
Ana María Pérez Moreno (Servicios
web)
Carolina Moya Castillo (Publicaciones)
Análisis y documentación
Carmen Gavira
Han participado en la elaboración de
esta publicación:
Departamento de Biología Vegetal y
Ecología, Universidad de Sevilla:
Enrique Figueroa Clemente, Sara
Muñoz Vallés, Jesús Cambrollé
Silva, Mª Teresa Luque Palomo,
Enrique Figueroa Luque, Mª Cruz
Díaz Antúnez-Barradas, Julia Toja
Santillana, María Zunzunegui
González, Luis Andrades Moreno, Aída
Arroyo Solís, José Luis López Sánchez,
Alejandro Ávila Villares, Alfredo E.
Rubio Casal, Alfonso de Cires Segura,
Antonio Puerto Marchena, Mª José
Leiva Morales, Juan Manuel Mancilla
Leytón, Ángel Martín Vicente, Rocío
Fernández Alés, Jesús Castillo Segura.
Departamento de Sociología,
Universidad de Sevilla:
Mª Teresa Rojo López.
Departamento de Biología Celular,
Universidad de Sevilla:
Inmaculada Sánchez Aguayo.
Departamento de Fisiología y Zoología,
Universidad de Sevilla:
Carlos A. Antonietty Adame, Antonio
Gallardo Cano, Agustina Jiménez Pino,
Miguel Villagrán Pinteño.
Coordinación
M. Enrique Figueroa Clemente, Sara
Muñoz Vallés.
Imágenes
Sara Muñoz, Jesús Cambrollé, Jon
Jauregui.
Diseño
Servicio Telegráfico
4 5
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
2
¿Qué son los bosques
primarios?
DD Una definición de bosque
primario podría ser “aquel que
persiste natural, no alterado
por perturbaciones (humanas)
significativas durante periodos
que exceden el tiempo de vida
normal de los árboles más ma-
duros”. En contraposición, se lla-
ma “bosque secundario” a aquel
que, aún siendo muy antiguo, sí
presenta indicios evidentes de
intervención humana. La princi-
pal diferencia entre unos y otros
es el elevado grado de comple-
jidad (en estructura y funciona-
miento) de los primeros frente
a los segundos. Las principales
áreas de bosque primario en el
mundo se distribuyen por Brasil,
Congo e Indonesia (bosques tro-
picales); en latitudes templadas,
algunos ejemplos se hallan en
la Patagonia, Tasmania, Cana-
dá o Polonia. Muchos de estos
bosques deben su persistencia
al amparo que les brindan dife-
rentes figuras de protección. Sin
embargo, la superficie planeta-
ria de bosques primarios se ha
reducido mucho, en más de 40
millones de hectáreas durante
la última década (especialmen-
te en América del Sur, África
y Asia). Este tipo de bosque es
especialmente valioso, acoge
gran parte de la biodiversidad
mundial y son hogar de muchos
pueblos indígenas que prefieren
vivir al margen del resto del
mundo civilizado. Sin embargo,
su superficie aún continúa dis-
minuyendo, debido en gran me-
dida a su conversión en terrenos
agrícolas (p.e., soja y palma
aceitera en América del Sur).
1
¿Qué es un bosque ?
DDSegún el Diccionario de la Lengua Española de la R.A.E.,
un bosque es un “sitio poblado de árboles y matas”. Los
Acuerdos de Marrakech definen el bosque como “la su-
perficie mínima de tierras de entre 0,05 y 1,0 hectáreas
(ha) con una cubierta de copas que excede del 10 al 30%
y con árboles que pueden alcanzar una altura mínima
de entre 2 y 5 metros en su madurez”. La definición con-
creta adoptada por España establece como parámetros
básicos mínimos una cubierta de copas del 20%, una su-
perficie mínima de 1 ha y una altura de los árboles en su
madurez de 3 metros. Sin embargo, y partiendo de estas
definiciones claras aunque simplistas, debemos construir
una explicación más amplia que profundice en la realidad
de lo que es un bosque desde el punto de vista ecológico.
El bosque no es una simple extensión de terreno cubierta
de árboles, sino un complejo ecosistema, imprescindible
para la vida, con una rica biocenosis, en la cual se produ-
cen numerosas y variadas relaciones en equilibrio con los
factores abióticos del medio. Las especies de árboles que
dominan en cada bosque les da, muchas veces, el nombre
con el que lo denominamos: pinar, pinsapar, encinar, etc.
Aparecen bajo una amplia gama de climas, tanto fríos
(Bosque Boreal o taiga) como templados (Bosque Caduci-
folio Templado, Bosque Mediterráneo) y tropicales (Bos-
que Tropical), y son responsables de gran parte de la bio-
diversidad del planeta. Constituyen el hábitat de multitud
de seres vivos, regulan el ciclo del agua, conservan el sue-
lo y la atmósfera y proporcionan multitud de productos
y servicios útiles para el ser humano. Los bosques de la
Tierra, con su complejidad sistémica y su funcionamiento
natural, son, en gran medida, responsables y cuidadores
del conjunto de la vida en ella.
6 7
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
3
¿Qué es un árbol?
DD Los árboles son formas de
vida vegetal que se desarrollan
en el medio terrestre, com-
puestas de una raíz, un tronco
(leñoso) más o menos unifor-
me, ramas que parten del mis-
mo y que se desarrollan a cierta
altura del suelo, y hojas de mor-
fología variada que, junto con
las ramas, forman una copa
diferenciada. Además, y según
diferentes criterios, deben
alcanzar en la madurez una al-
tura mínima que oscila entre los
2 y los 6 metros. Son las formas
de vida vegetal más longevas
del planeta, pudiendo vivir hasta
varios miles de años. La estruc-
tura que poseen los árboles tie-
ne un importante sentido fun-
cional en el medio terrestre. El
desarrollo de una verdadera raíz
les permite anclarse al sustrato,
explorarlo y extraer de él el agua
y los nutrientes que precisan
para vivir; la formación de teji-
dos conductores, de transporte
de sustancias (xilema, floema),
y de epidermis cutinizadas que
los protegen de la desecación
les permiten aumentar de ta-
maño, producir hojas y asimilar
el dióxido de carbono del aire.
Además, los tallos leñosos les
permiten alcanzar grandes altu-
ras y el desarrollo de sus ramas
hacen de las copas verdaderas
estructuras colectoras de luz.
Los árboles son los principales
responsables de la estructura
de los bosques, son elementos
valiosos en el paisaje, desarro-
llan el suelo, previenen la ero-
sión, son refugio y/o alimento
de fauna variada (incluida el
hombre) y son capaces de de-
terminar el establecimiento de
otras especies vegetales, ade-
más de ser fuente de variados
recursos para el hombre.
4
¿Qué es la fotosíntesis?
DD Probablemente sea el pro-
ceso biológico más impor-
tante que se dé en el planeta.
Mediante la fotosíntesis, las
plantas y algunos otros pocos
organismos son capaces de
obtener compuestos orgánicos
ricos en energía a partir de
sustancias inorgánicas como el
agua, utilizando la energía del
sol. Prácticamente, todos los
seres vivos del planeta utiliza-
rán directa o indirectamente
estos compuestos orgánicos
para su crecimiento y desarro-
llo. En la fotosíntesis oxigénica,
a expensas de la energía con-
tenida en la luz solar, el dióxido
de carbono es absorbido desde
la atmósfera por las plantas y
asimilado en compuestos re-
ducidos de carbono que irán a
parar a sus estructuras. Como
subproducto de la reacción se
produce oxígeno. Ambos fenó-
menos son esenciales para la
vida en la Tierra. Nuestros bos-
ques, con millones de organis-
mos fotosintéticos, actúan por
tanto como grades sumideros
de dióxido de carbono y una
fuente de oxígeno esencial para
la vida.
7
¿Por qué se habla de las
naciones-estado de los
bosques?
DD Los grandes viajeros de los
siglos dieciocho y diecinueve
trajeron de vuelta a las uni-
versidades europeas de sus
respectivos países la noticia
de que los árboles del planeta,
y con ello muchas especies
vegetales asociadas, estaban
organizadas en los continen-
tes en algo que podría de-
nominarse naciones-estado.
Sobre grandes extensiones de
cada parte de los continentes
se extendían bosques cuyos
miembros tenían formas
similares. Cuando nuestros
viajeros ilustrados recorrían
el planeta de norte a sur, de
zonas cálidas a gélidas, obser-
vaban formaciones vegetales
distintas, que se fijaban en
sus memorias como nacio-
nes ocupando, cada una, su
región en el planeta. Fue en-
tonces cuando se crearon los
grandes mapas de formacio-
nes vegetales del mundo, los
mapas de biomas, y quedaron
ubicados los grandes bosques
del planeta.
El mapa del mundo resul-
tante tras estos viajes, bajo
una óptica biológica, mos-
traba a todas las plantas de
la Tierra percibidas como
“árboles y sus matas acom-
pañantes”, agrupadas en
grandes divisiones que aca-
baron por ser denominadas
formaciones. Éstas se fueron
dibujando como naciones-es-
tado en las que los individuos,
parecían, se conformaban
en algún plan común. Tal fue
la visión de los viajeros y lo
que nos transmitieron, como
primera visión de los bosques
del mundo.
De igual forma se observó
una relación igual con los
suelos a nivel mundial y una
dependencia entre suelos y
grandes formaciones vege-
tales en cada zona estudiada.
El clima es el gran árbitro de
los suelos y de esas naciones-
estado de los árboles que
son los bosques, con toda
su biodiversidad asociada.
Nuestro planeta está cubierto
de un enorme mosaico diná-
mico y complejo de climas y
el dibujo de este mosaico se
ve fielmente reflejado en la
distribución de los bosques
de la Tierra.
6
¿Por qué no hay árboles en el Ártico?
DD La palabra “tundra” es finlandesa y significa “tierra sin ár-
boles”. No hay bosques en la tundra; quedan limitados hacia el
norte ártico por el denominado Bosque Boreal, que se extien-
de como un anillo a lo largo de Norteamérica y Eurasia. Esto
no se debe sólo a la congelación permanente del suelo sino,
posiblemente, también a la brevedad de la estación de creci-
miento vegetal, debido al corto periodo de verano ártico. Las
plantas árticas subsisten con muy escasas provisiones, por lo
que deben economizar el uso de sus calorías alimenticias. Esto
puede resultar complicado para un árbol, que debe mantener
un cuerpo de gran tamaño, en su mayoría improductivo para sí
mismo. Pero, si en el Ártico existen estructuras horizontales…
¿por qué no las hay verticales? Durante el día, una planta se
encuentra expuesta a la radiación solar, sin posibilidad de ocul-
tarse o protegerse del calor, salvo por mecanismos fisiológicos
y metabólicos tales como la irradiación y la evaporación; si no
lo eliminara o disipara, se cocería.
El mantenimiento de una temperatura adecuada, acorde con
sus procesos biológicos, resulta vital para equilibrar su balance
energético. Por otro lado, los arbustos y el resto de plantas de
la tundra ártica viven pegados al suelo, inmersos en una del-
gada capa límite de aire inmóvil. Un poco más arriba están los
fríos vientos árticos; mientras el arbusto esté pegado al suelo
puede equilibrar su presupuesto calórico, si se yergue ya no. El
presupuesto calórico no se equilibra si una estructura arbórea
se eleva sobre el suelo en esas zonas heladas.
5
¿Existen bosques en todos los continentes?
DD Excepto en la Antártida, existen bosques en todos los continentes de la
Tierra. Sin embargo, puesto que son necesarios ciertos factores como la pre-
sencia de agua líquida un mínimo de meses al año para que los árboles puedan
crecer, más que de continentes debemos hablar de zonas climáticas. De esta
forma, los árboles están ausentes en las regiones polares, donde el agua se
encuentra en estado sólido la mayor parte del año, y en las zonas desérticas,
donde las comunidades de árboles (que no llegan a formar bosques) se con-
centran en torno a los puntos con agua. Aparte de los límites latitudinales,
existen límites de altitud que también dependen del clima, y que son más altos
cuanto más cálido sea éste. Al ascender una montaña, las condiciones climá-
ticas son demasiado duras para el desarrollo de los árboles y sólo permiten la
supervivencia de plantas con unos requerimientos de mantenimiento meno-
res, llegando a extremos donde sólo resisten las formas vegetales más simples
(líquenes y musgos).
8 9
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
9
¿Qué percibimos en el
paisaje de los bosques?
DD El paisaje que percibimos es
un producto de la Naturaleza y
de la percepción humana, y nos
muestra una realidad múltiple,
fuente de una gran riqueza
de percepciones espaciales y
temporales: hay tantos paisajes
como observadores que lo ad-
miren. El paisaje es una fuente
de información acerca de la
Naturaleza y de nuestra inte-
racción con ella, así como una
fuente de emociones, sensacio-
nes, sentimientos, ideas y signi-
ficados para el ser humano. Es
un sistema de signos abiertos
polisémico e incompleto. El
Convenio Europeo del Paisaje
lo considera un bien colectivo,
perceptual, perceptible, dotado
de carácter natural y cultural,
que incardina la naturaleza
material del espacio concreto,
el territorio y la realidad física
con la respuesta emotiva y
estética que suscita su percep-
ción. En este sentido, el paisaje
de los bosques es la percepción
multisensorial de su siste-
ma de relaciones ecológicas
subyacentes. El paisaje, como
información que el ser humano
recibe de su entorno ecológico,
tiene dos componentes: el fe-
nosistema y el criptosistema. El
fenosistema es el conjunto de
componentes del paisaje que
son perceptibles por nuestros
sentidos (formas, tamaños,
color, textura, líneas). El cripto-
sistema está constituido por
los elementos imperceptibles
del paisaje (microorganismos,
flujos de energía, ciclos de ma-
teria, interacciones poblaciona-
les, relaciones de explotación),
cuyo conocimiento sólo se
alcanza con instrumentos de
medida u observación científi-
ca: nos permite comprender un
paisaje, su pasado y su posible
evolución. Nuestros bosques
son un recurso paisajístico de
primera magnitud que necesita
ser conservado.
10
¿Si abandonamos un
trigal, se convertirá en
bosque?
DD En ecología se llama suce-
sión a la secuencia de cambios
que transforman la estructura
y función de un ecosistema a
lo largo del tiempo, que son
ordenados, direccionales y pre-
decibles, y que llevan al mismo
hacia etapas avanzadas, más
maduras. Eugene P. Odum,
eminente biólogo americano,
considerado uno de los padres
de la ecología contemporánea,
abordó la teoría de la sucesión
ecológica desde un punto de
vista funcional, no simplemen-
te estructural. Según Odum,
la madurez de un ecosistema
implica una mayor estabilidad,
mayor acumulación de la bio-
masa (los nutrientes se encuen-
tran principalmente formando
parte de la materia orgánica
-p.e. árboles-, asimilados, más
que en el medio en forma inor-
gánica) y mayor eficiencia en
el uso de la energía (debido a
una complejidad mayor de in-
teracciones simbióticas). Estas
cualidades aumentarán con el
tiempo en un ecosistema que
no sufra perturbaciones que
lo hagan “retroceder” hacia
estadíos más jóvenes dentro de
esta evolución (es decir, sufrir
“regresión”). Así, a través de
un largo proceso inabarcable
para la duración de una sola
vida humana, hipotéticamente
un pastizal evolucionará ha-
cia un matorral, éste hacia un
bosque joven y finalmente éste
alcanzará el estado de bosque
“maduro”, si el clima y otros
agentes perturbadores (p.e.
fuego, sobrepastoreo, defores-
tación, obras de ingeniería…) lo
permiten.
11
¿Qué animales
dependen de los
bosques para vivir?
DD Entre los ecosistemas terres-
tres, los bosques (incluidos los
tropicales lluviosos o selvas)
constituyen los de mayor com-
plejidad estructural. Desde la
cima, a varios metros de altura,
hasta el suelo, las hojas, ramas,
troncos y raíces, así como la
propia variedad de árboles,
propician una gran diversidad
de ambientes y condiciones de
vida que ofrecen a la fauna un
gran abanico de posibilidades
de alimentación y refugio. En
consecuencia, las comunida-
des de animales y plantas que
conforman los bosques son
variadas y hacen de los mismos
sistemas de alta biodiversidad.
Ya sea porque se han especiali-
zado a lo largo de su evolución
adaptativa a vivir en ellos o de
ellos, la existencia de ciertos
animales depende de los bos-
ques. En Andalucía podemos
citar, como ejemplos, los pája-
ros carpinteros, que hacen sus
nidos agujereando los troncos;
el gavilán, especializado en la
caza de aves en zonas boscosas;
la jineta y el gato montés, de-
predadores especializados de
los bosques; o el corzo andaluz,
una subespecie de cérvido ex-
clusivo de nuestros bosques.
12
¿Cuál es la superficie
total de bosques del
planeta?
DD Según datos del “Informe
sobre bosques 2011” elabora-
do por la FAO, la superficie de
bosques del planeta asciende
a 4.000 millones de hectáreas.
Esta cifra se corresponde con
un 31% de la superficie total.
Los cinco países con mayor
una particularidad; mientras
la superficie total de bosques
del planeta está en retroceso,
los europeos aumentamos la
nuestra a razón de 700.000
hectáreas por año. Aproxima-
damente una séptima parte de
este incremento anual se debe
a España (118.500 hectáreas
por año). Aunque, claro está,
estas cifras deben ser tomadas
con cautela, puesto que no
distinguen bosques primarios
de secundarios, ni refieren la
calidad ecológica o biológica
de los mismos, su nivel de
complejidad o la biodiversidad
que acogen.
8
¿Cuáles son nuestras especies animales forestales más
emblemáticas?
DD De las especies que viven en los bosques mediterráneos y cantábricos, muchas de las más emblemáticas
son, al mismo tiempo y por desgracia, las más amenazadas. Entre ellas encontramos al oso pardo o el uro-
gallo, como especies más representativas de la costa cantábrica. En Andalucía podemos citar otras especies
singulares como el lince ibérico, el águila imperial o la tortuga mora. El quebrantahuesos, el bucardo, el pico
menor, el samaruc, la paloma zurita, el lirón careto o el tritón ibérico, son otras especies de gran singularidad
faunística con un grado de protección considerable.
superficie de bosques son, por
orden: Rusia, Brasil, Canadá,
EEUU y China. Juntos repre-
sentan más de la mitad de la
superficie total de bosques
en la Tierra. Europa posee
un 25% de los bosques del
mundo, cubriendo el 45% del
continente y el 73% de algu-
nos países como Finlandia.
Esto contrasta con la situación
del Principado de Mónaco,
donde la superficie forestal es
0. Sólo Rusia ya posee el 80%
de los bosques europeos y su
superficie permanece relativa-
mente estable. En los últimos
diez años, en Europa se da
13
¿Cuál es la biodiversidad de vertebrados de
los bosques mediterráneos?
DD La cuenca mediterránea, donde se incluyen nuestros bosques, está con-
siderada uno de los llamados puntos calientes de biodiversidad mundial. En
los más de veinte puntos calientes repartidos por todo el globo, que supo-
nen tan sólo el 1,4% de la superficie terrestre, tenemos aproximadamente
el 35% de los vertebrados terrestres conocidos, lo que supone más de
22.000 especies catalogadas. Sólo en la cuenca mediterránea existen unas
226 especies de mamíferos, 489 especies de aves, 230 de reptiles, 79 de an-
fibios y 216 de peces de agua dulce.
10 11
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
14
¿De quién son los
bosques del mundo?
DD Se reconoce cada vez más
que uno de los problemas
clave causantes de la crecien-
te degradación forestal es la
inseguridad de los derechos
de propiedad que caracteriza a
la mayor parte de los bosques
del globo. Según la Evaluación
de los Recursos Forestales
Mundiales de la FAO en 2010,
el 80% de los bosques en
el mundo son de propiedad
pública, gestionados por las
administraciones a diferentes
niveles. Sin embargo, existen
notables variaciones por regio-
nes respecto a la proporción de
bosques “no públicos” (que no
“privados”), es decir, que están
a cargo de comunidades (in-
dígenas), individuos o incluso
empresas privadas. Esta pro-
porción es mayor en América
del Norte y Central (algo más
del 35%), América del Sur (en
torno al 25%) y Oceanía (algo
más del 35%), y es menor en
África (en torno al 5%), Asia
(algo menos del 20%) y Euro-
pa (excluida la Federación de
Rusia; en torno al 10%). La can-
tidad de bosque “no público”
está aumentando a nivel global,
debido en muchos casos a la
participación de propiedad pú-
blica en la ordenación y gestión
de los bosques existentes.
15
¿Qué tipos de bosque
existen en la Península
Ibérica?
DD La vegetación que crece en
un lugar concreto depende en
gran medida del clima (además
de factores como el tipo de
suelo o la orografía). La Penín-
sula Ibérica es rica en contras-
tes en este sentido, encontrán-
dose un gradiente de humedad
desde el noroeste (elevada
precipitación: Galicia) al su-
deste (muy baja precipitación:
Almería). Nuestros principales
bosques naturales son medi-
terráneos, bosques de árboles
perennifolios con hoja endure-
cida, adaptados para soportar
la acentuada sequía veraniega:
encinares, alcornocales, que-
jigares, melojares, dominados
por árboles del género Quercus
(encinas, alcornoques, quejigos,
robles melojos), acebuchales,
enebrales, sabinares y pinares
(p.e. de pino negro y albar). Si-
guiendo los cauces de los ríos,
encontramos bosques de ribe-
ra (de hoja caduca): alisedas,
saucedas, fresnadas, olmedas,
choperas. En la costa (sobre
suelos arenosos) se establecen
sabinares y enebrales costeros
y pinares de pino piñonero.
Principalmente en la zona norte
atlántica (incluidos los Pirineos
centrales y occidentales), en-
contramos bosques propios
de ambientes más húmedos y
fríos, todos ellos caducifolios:
robledales, hayedos, abetales,
abedulares; fresnadas y avella-
nares en los fondos de valles.
Además, dos tipos de bosque
únicos en la Europa continen-
tal se hallan en Andalucía: los
pinsapares (abeto andaluz o
pinsapo, una verdadera reliquia
botánica), en algunas Sierrras
de Cádiz y Málaga, y los bos-
ques en galería de los canutos
(Cádiz), de tipo subtropical o
laurisilva, con especies relictas
de este clima existente hasta el
final de la era terciaria.
17
¿Qué es el bosque
mediterráneo?
DD El clima condiciona el tipo de
vegetación de un lugar, tanto
en cuanto a las especies como
en cuanto a la estructura de
la misma formación vegetal.
Las plantas que viven en clima
mediterráneo, caracterizado
por inviernos suaves y húme-
dos y veranos secos y cálidos,
poseen una serie de adapta-
ciones que se relacionan prin-
cipalmente con la resistencia
a la sequía estival. Los bos-
ques que se dan bajo este tipo
de clima son, por lo general,
diversos en especies vegeta-
les, presentan varios estratos
vegetales (son multiestratifi-
cados) y un desarrollo vertical
limitado. En el territorio an-
daluz encontramos una gran
variedad de bosques medite-
rráneos naturales, debido a las
variaciones climáticas locales
por la cercanía o lejanía al
mar, la presencia de sierras, de
ríos, la naturaleza geológica
de los suelos y también la his-
toria de manejo humano. Den-
tro de esta heterogeneidad,
los bosques mediterráneos
andaluces se pueden caracte-
rizar por una especie de árbol
predominante, aunque en la
mayoría de los casos se trata
de bosques multiespecíficos,
donde existe más de una es-
pecie de árbol dominante. Así,
encontramos encinares, alcor-
nocales, quejigares, robleda-
les, acebuchales, algarrobales,
pinares, pinsapares, sabinares
y bosques de ribera.
20
¿Existen bosques en las
costas andaluzas?
DD No, no nos referimos a si
algunos de los bosques de
nuestras sierras acaban casi
a pie de playa, sino a bosques
específicos de los ambientes
costeros, que se desarrollan
sobre suelos arenosos y bajo
condiciones duras de alta
temperatura e insolación,
escasez de agua y nutrientes
e incidencia de la brisa salada
del mar, con especies que vi-
ven ahí y no en otros hábitats.
En nuestras costas encontra-
mos los enebrales y sabinares
costeros, también pinares de
pino piñonero, con su típica
copa en forma de paraguas
(aunque muchos de éstos son
el resultado de plantaciones
históricas para frenar las du-
nas). En ellos viven animales
de especies singulares como
el camaleón, protegido por
ley. Los enebros y sabinas cos-
teros son especies amenaza-
das, protegidas actualmente
por legislación estatal y auto-
nómica. Entre las principales
amenazas de estos bosques
están su degradación y des-
aparición debido al desarrollo
urbano y turístico.
18
¿Qué es un bosque de coníferas?
DD Los bosques de coníferas pertenecen al grupo de los llamados “bosques templa-
dos”. Sin embargo, a pesar de su denominación, están presentes en ambientes muy
rigurosos, aunque mantienen una alta productividad. Se llaman así porque los árbo-
les que los forman (principalmente distintas especies de pinos y abetos) tienen un tipo
específico de crecimiento que les da un porte característico en forma de cono. Estos
bosques pueden presentar diferentes estructuras según las características de la es-
pecie predominante y su densidad. Estas diferencias pueden provocar que la bóveda
de copas de árboles permita que la cantidad de luz que llega al suelo sea mayor o me-
nor, lo que condiciona la existencia de sotobosque (arbustos), helechos y/o musgos.
A los bosques de coníferas aparecen asociadas determinadas especies de aves como
carboneros, herrerillos comunes, herrerillos capuchinos, zorzales, mitos, abubillas, jil-
gueros, picos picapinos, pitos reales, verderones, luganos, verdecillos o currucas de di-
ferentes especies. Los bosques de pinos constituyen una de las principales fuentes de
madera y muchos de ellos no son naturales, sino plantaciones simplificadas y mono-
cultivos de origen antrópico. Muchos de estos bosques han sido fragmentados para
construir pistas de esquí, carreteras y pistas de acceso. Estas actividades compactan
el suelo, eliminan los árboles y destruy en el medio natural.
19
¿Qué es un bosque en galería?
DDSi navegamos por el curso de ciertos ríos, arroyos o canales, veremos cómo la
vegetación se concentra de forma más o menos frondosa en las orillas, formando
bandas paralelas al cauce, y en muchas ocasiones nos podremos ver envueltos en un
verdadero túnel verde. Esta vegetación, denominada riparia o ribereña, depende de la
humedad del cauce para sobrevivir y da lugar a los llamados bosques de ribera o bos-
ques en galería. Este tipo de bosque “lineal” es frecuente en climas con sequía estival,
como el mediterráneo, y se desarrollan ceñidos a los cursos de agua. La vegetación
se encuentra muy bien ordenada en sentido transversal al cauce, desde las zonas
más cercanas al agua hasta las más alejadas, según la capacidad de las especies para
tolerar las inundaciones temporales. Las alisedas, las fresnadas, olmedas, alamedas y
tarayares son ejemplos típicos de formaciones boscosas que siguen este modelo en
galería. El sotobosque lo forman especies de arbustos normalmente espinosas, jun-
cos y carrizos, y la fauna en ellos es rica, sobre todo en especies de aves. Estos bosques
son recursos paisajísticos de valor único, normalmente son enclaves de turismo en la
naturaleza y de actividades recreativas en general, y cumplen funciones muy impor-
tantes para el ecosistema como prevenir contra la erosión del suelo y filtrar sustan-
cias del suelo, mejorando la calidad del agua.
16
¿Qué es un manglar?
DD En latitudes tropicalesencontramosuntipodebosquellamadomanglar.Seen-
cuentranenlazonadeinfluenciadelasmareas,enlacosta.Susárboles(mangles)
apenasasomanlacopaporencimadelaguadurantelapleamar,ysólosonvisibleslas
partesinferioresdesustroncosyraícesdurantelabajamar.Lavegetacióndelosman-
glaresestáadaptadaatolerarlaaltaconcentracióndesalenelaguaylasinundaciones
recurrentes.Dehecho,lasespeciesseordenandesdelacostaalinteriorenbandasmás
omenosdefinidassegúnelgradodetoleranciaquepresenten.Lasespeciespredo-
minantesenestosbosquessonlasllamadashalotolerantes(tolerantesdesalinidad)
yhalófitas(quenecesitanciertogradodesalinidadparavivir),expertasensobrevivir
ycompetirporlosrecursosenmediosconsalinidadelevada.Estosmecanismosde
toleranciasonobjetodeestudioporlacomunidadcientíficaparadesarrollarbiotec-
nologíasquepermitansuaplicaciónalcrecimientodecultivosenzonasmuysalinas,
noaptasparacultivar.Losmanglarespresentanunelevadovalorecológico,unagran
riquezafaunísticayunasingularcombinacióndevidamarinayterrestre.Sinembargo,
estetipodebosquehansidoyestánsiendodestruidosporactividadeshumanasdeate-
rramientoydrenadoparaeldesarrollodepuertosdeportivosyapartamentos.Lamayor
destrucciónmasivademanglar(100.000hectáreas)sellevóacabodurantelaguerra
deVietnamporpulverizadodeherbicidas;estosmanglaresjamássehanrecuperado.
12 13
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
22
¿Funciona un bosque
como una máquina?
DDSegún la RAE, las máquinas
son un conjunto de aparatos
combinados para recibir cierta
forma de energía y transformar-
la en otra más adecuada, o para
producir un efecto determinado.
Sustituyendo “aparatos” por
“elementos biológicos y no
biológicos”, podemos observar
bastante coincidencia entre
ambos conceptos (máquinas y
bosques), ya que en el bosque
los elementos biológicos (hon-
gos, bacterias, fauna del suelo,
árboles y todo tipo de plantas,
animales vertebrados e inverte-
brados, etc.) y los no biológicos
(rocas, sales minerales disueltas
en el suelo, agua, CO2, O2, N2 y
otros gases) interactúan entre sí,
recibiendo energía solar que se
transforma en energía química
(materia orgánica) y en calor. En
realidad, el término que mejor
define a ambos es el de siste-
mas, biológicos y mecánicos
respectivamente. Sin embargo,
los bosques, al contrario que
las máquinas, no están conce-
bidos para producir “un efecto
determinado”, aunque de su
existencia derivan “consecuen-
cias” de relevancia para la vida
humana. Estas consecuencias
trascienden de la simple existen-
cia de una masa de árboles más
o menos extensa a un sistema
complejo de interacciones entre
organismos de muchos niveles
afectando a numerosos proce-
sos vitales.
23
¿Pueden nadar los
peces en el suelo de los
bosques?
DD Cualquier habitante de
nuestras latitudes contestaría
que no, pero, si se lo pregunta-
mos a un habitante de Manaus
(Brasil), la respuesta sería bien
distinta. En realidad, los pe-
ces no nadan en el suelo sino
sobre el suelo de los bosques
inundados. Los ríos tropicales
(Amazonas, Orinoco, Congo,
etc.) tienen normalmente dos
fases anuales marcadas por el
caudal: las “aguas bajas”, en
las que las aguas están dentro
del cauce del río, y las “aguas
altas”, en las que el nivel del
agua sube e invade la selva ad-
yacente. Ésta segunda dura va-
rios meses y ha sido recurren-
te durante el tiempo suficiente
para que muchas especies de
peces (al menos en el Amazo-
nas) se hayan adaptado a una
dieta frugívora, en un proceso
de coevolución con muchos
árboles y arbustos. Así, los pe-
ces tienen un importante pa-
pel dispersor de la vegetación;
las frutas caen al agua y son
tragadas por los peces, y sus
semillas, que son resistentes a
los ácidos gástricos, son trans-
portadas lejos. Lo llamativo es
que muchas de estas especies
de peces (p.e. muchas pirañas,
algunas otras especies enor-
mes como el pirarucu, el tam-
baqui o el pacú) son depreda-
doras de otros peces durante
el resto del año. Sin embargo,
durante las “aguas altas”, el
desbordamiento del río hace
que las presas potenciales se
dispersen tanto que sean difí-
ciles de localizar. Sin embargo,
el bosque pone a disposición
de estas especies un nuevo re-
curso trófico, la fruta.
24
¿Cómo son las últimas
formaciones boscosas
que veremos si
caminamos hacia el
Polo Norte?
DD La formación vegetal más
extensa de la Tierra es el bosque
boreal o taiga. Se encuentra
formando un cinturón que se
extiende por las latitudes altas
del hemisferio norte y cubre un
11% de la superficie del planeta,
existiendo en tres continentes:
América, Europa y Asia. La taiga
está dominada por un clima frío
continental, con fuertes varia-
ciones estacionales. En verano
está coloreado de verde, gris y
marrón; en otoño añade salpi-
caduras de amarillo y rojo; y el
largo invierno norteño convierte
el bosque en un paisaje de blan-
ca soledad. En algunos de estos
bosques, el suelo está influencia-
do por el permafrost, una gruesa
capa de hielo que permanece
helada durante parte del año,
conservando la humedad del
mismo pero disminuyendo la
tasa de descomposición y la
disponibilidad de nutrientes, por
lo que suelen ser poco fértiles. El
silencio de un bosque boreal se
rompe por algunos sonidos de
animales: el aullido de un lobo, el
ulular de una lechuza, la estam-
pida de un caribú y acompañado
por el viento incesante que cruza
los árboles. El hombre ha empe-
zado a impactar de forma severa
en este paisaje desde los últimos
2 siglos, extrayendo minerales y
turba, deforestando y con el “sa-
queo” de especies animales.
25
¿Puede un bosque
frenar un huracán?
DDEn latitudes tropicales, la
vegetación costera natural está
caracterizada por una línea de
dunas con plantas arbustivas
y distintas especies de palme-
ras, que protegen a un sistema
intermareal dominado por
el manglar, formado a su vez
por árboles muy resistentes a
altas concentraciones de sal y
encharcamiento. Este tipo de
vegetación tiene una función
clave de protección frente a los
huracanes y tifones tropicales
y ofrecen una gran resistencia
y capacidad de regenerarse
frente a este tipo de perturba-
ciones periódicas. La retirada
o la destrucción parcial de la
vegetación costera y la cons-
trucción de diques artificiales
para la protección de los nú-
cleos urbanos representan una
amenaza potencial para las po-
blaciones costeras. El caso más
conocido fue el de la ciudad de
Nueva Orleáns donde, además
de sufrir una gran devastación
a causa de los fuertes vientos,
sus diques de protección no
resistieron al paso del huracán
Katrina, y el agua del lago y los
canales cercanos inundaron la
ciudad. El 2 de septiembre de
2005, el 85% de la ciudad de
Nueva Orleans estaba bajo el
agua, donde en algunas zonas
llegó a 7 m de profundidad.
26
¿Puede un bosque
absorber la niebla?
DD Los árboles presentan una
estructura ramificada, con
ramas y hojas orientadas en
distintos ángulos y, a veces,
pinchos o incluso otras plantas
(epifitas) que pueden actuar
como elementos condensado-
res de la humedad atmosférica
y/o conductores de la niebla
hacia el suelo, para ser usada
posteriormente por la vegeta-
ción. En las islas macaronésicas
como Canarias, la acumulación
de nieblas en las laderas de las
montañas, cuando los vientos
alisios cargados de humedad
ascienden por ellas, es un fenó-
meno típico. En estos lugares
se pueden desarrollar bosques
característicos, con vegeta-
ción provista de hojas anchas
y brillantes que actúan como
conductores de la niebla, y que
producen “lluvia” en su interior.
Existen además bosques y plan-
tas que dependen de la niebla
para subsistir. Los llamados
bosques de niebla andinos que
se encuentran en Colombia y
Venezuela son ecosistemas frá-
giles que se desarrollan en zo-
nas de alta montaña. Son áreas
muy húmedas, cubiertas por un
manto de nubes casi a diario, y
se caracterizan por poseer una
gran riqueza de plantas epífitas
que absorben directamente el
agua de la atmósfera. Por otro
lado, se ha demostrado que las
Sequoias (Sequoia sempervi-
rens) utilizan diariamente la
niebla que se acumula en las la-
deras de las montañas rocosas,
sobre todo durante la estación
estival.
21
¿Por qué algunos bosques se visten
de colores en otoño?
DD Durante los meses de otoño, en latitudes templadas, gran
cantidad de árboles pierden todas sus hojas: son las llamadas
especies caducifolias. Por el contrario, otros las mantienen
durante todo el año: son las especies perennifolias. Pero, ¿qué
ventaja hay en desprenderse de materia que le ha costado a la
planta conseguir, y que le sirve además para seguir “alimentán-
dose”? Los bosques de hoja caduca, como los hayedos del norte
de la Península Ibérica, tiran sus hojas durante el invierno como
una defensa frente a las condiciones adversas de esta estación.
Durante este periodo, los árboles crecen o se desarrollan poco,
ya que no pueden “alimentarse” realizando la fotosíntesis. Sin
embargo, durante la estación primaveral lo compensan pro-
duciendo hojas que suelen ser de mayor tamaño que las de las
especies perennifolias, y presentando una actividad fotosintéti-
ca mayor. Durante el otoño, los árboles caducifolios reabsorben
toda la materia útil de las hojas antes de desprenderse de ellas.
Las diferencias de color se deben a diferentes pigmentos, tales
como los carotenoides, que provocan las hojas de color amari-
llo, o las antocianinas, principales responsables de los colores
rojizos y anaranjados. Esto da lugar a la gran variedad y belleza
de tonalidades que podemos observar en algunos de nuestros
bosques, como hayedos, robledales, castañares o las choperas
y otros bosques en galería. El paisaje se enriquece, además, con
el gran contraste cromático entre especies caducifolias y las
perennifolias en otoño.
14 15
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
27
¿Atraen los bosques la
lluvia?
DDLa respuesta sencilla es “sí”,
aunque hay que explicarlo:
Los bosques son en sí un gran
almacén de agua, ayudan a
retenerla y son importantes
reguladores del ciclo hídrico
de las regiones. Los suelos de
los bosques son capaces de
absorber 4 veces más agua de
lluvia que los suelos cubiertos
por pastos o matorral, y 18 ve-
ces más que el suelo desnudo.
Por ello, tienen la propiedad de
retener grandes cantidades de
agua. Además, son los ecosis-
temas que más agua producen:
al caer, la lluvia es captada y
asimilada por la espesa vege-
tación, cae al suelo como “agua
madre”, se capta por la raíces
y se evapora nuevamente pa-
ra contribuir a formar nubes
sobre la propia formación bos-
cosa, si ésta es de envergadura
y la dinámica de la atmósfera
lo permite. Al filtrarse en el
subsuelo (con la ayuda de la
vegetación, que la retiene sobre
el terreno), forma los mantos
freáticos y los acuíferos. El
bosque permite la retención
de agua y la bombea a la at-
mósfera a través de los árboles,
desde sus profundos sistemas
de raíces hasta las hojas que la
liberan al aire, propiciando hu-
medad y con ello la posibilidad
de lluvia (dependiendo de la
disminución de la temperatura
con la altura en la atmósfera).
Así, esta reserva subterránea y
constante de agua es liberada
lenta y gradualmente, ayudando
a evitar las inundaciones y se-
quías estacionales. Este bombeo
de agua es esencial en el ciclo
del agua a nivel global. A mayor
vegetación, mayor presencia
de lluvia. Cuando se condensa
la humedad generada por el
bosque a baja altura, como
sucede en las zonas selváticas
y bosques de montaña, se incre-
menta la lluvia; en cambio en las
zonas deforestadas, las nubes
se forman a gran altura y son
presa fácil de los vientos, que
las arrastran lejos, reduciendo
las posibilidades de lluvias. La
humedad del bosque, la cu-
bierta constante de nubes y la
transpiración (pérdida de agua
a través de las hojas), crean una
intensa humedad local. Cada
árbol del dosel transpira más de
500 litros de agua al año, que se
traduce como 50,000 litros por
cada hectárea, como valor de
referencia, a determinar en cada
enclave. Los grandes bosques
lluviosos (y su humedad) contri-
buyen a la formación de nubes
de lluvia y generan alrededor
del 75 por ciento de su propia
precipitación. El bosque lluvioso
del Amazonas es el responsable
de crear el 50 por ciento de su
propia lluvia.
29
¿Son egoístas los
árboles de los bosques
con los nutrientes
minerales?
DDTodos los seres vivos ne-
cesitamos nutrientes para
construir nuestra biomasa.
Los animales (heterótrofos),
por ejemplo, los obtienen de
formas biológicas ya construi-
das: los llamamos alimentos.
Las plantas (autótrofos) los
obtienen del suelo y, junto con
el carbono proveniente del
CO2 atmosférico, la luz y el
agua, generan los hidratos de
carbono, y con ellos su bioma-
sa, que puede ser muy grande
como en el caso de los árboles.
Los bosques acumulan gran
cantidad de biomasa y, por tan-
to, muchos nutrientes que no
quedan a disposición de otros
seres vivos. Por esto ¿debemos
considerarlos egoístas? De
forma natural, los ecosistemas
evolucionan desde fases juveni-
les (p.e. un herbazal) hasta fases
maduras (p.e. un bosque), en un
proceso que puede durar cien-
tos o miles de años. Con res-
pecto los nutrientes minerales,
existe un importante cambio en
el funcionamiento del ecosis-
tema desde una fase a otra. Por
ejemplo, entre un matorral co-
lonizador, incipiente, con pasti-
zal mediterráneo (fase inicial) y
un bosque mediterráneo noble
cerrado y denso (fase madura):
en el primer caso, el ciclo de
nutrientes es más abierto y se
escapan más allá de los límites
del sistema considerado (un
pastizal o un matorral poco
denso). Cuando el ecosiste-
ma evoluciona hacia una fase
más madura (el bosque noble,
cerrado, denso), el ciclo de nu-
trientes es más cerrado y se es-
capan menos nutrientes hacia
otros ecosistemas limítrofes.
El bosque constituye un alma-
cén de nutrientes que permite
un procesado eficiente de los
mismos, en equilibrio con una
alta biodiversidad y una eleva-
da estabilidad. La retención de
nutrientes del bosque, tanto en
la selva como en la zona medi-
terránea, permite un eficiente
uso de los mismos y genera un
“mercado sostenible” de ellos a
largo plazo. Cuando un bosque
se quema o tala, los nutrientes
retenidos circulan por fases no
biológicas y se pierden para
una gran parte de los ecosiste-
mas, además de generar can-
tidades no procesables por los
sistemas biológicos y con ello,
un desaprovechamiento de nu-
trientes que irán a sumideros
alejados en tiempo y espacio de
la vida como, por ejemplo, los
fondos oceánicos.
31
¿A todos los árboles
les “cuesta” lo mismo
hacer una hoja?
DD Las hojas constituyen un
elemento fundamental en los
bosques, son el gran aparato
fotosintético. Sin embargo, no
son gratuitas; exigen nutrien-
tes para su construcción y tie-
nen un gasto de mantenimien-
to. Por otro lado son sensibles
a los factores ambientales, por
eso existen especies de hoja
perenne y de hoja caduca. Las
especies caducifolias eliminan
sus hojas tras recibir una señal
preceptiva, antes del invierno,
ya que no pueden mantener el
gasto que supone su persisten-
cia en una estación limitante
para la fijación de carbono. Este
tipo de plantas vuelve a gene-
rar todas las hojas que precisa
tras el paso de la estación. En
forma de carbono y nitrógeno,
es más “barato” tirar las hojas
cada año y hacerlas de nuevo
que mantenerlas. Las especies
perennifolias son capaces de
fijar carbono sin perder agua
ni sufrir por frío excesivamente
durante el invierno, por lo que
sí pueden permitirse el gasto
de mantenimiento. Aunque no
pierden el total de hojas una
vez al año, las especies peren-
nifolias también renuevan sus
hojas, pero lo hacen poco a
poco. La vida de las hojas no
es igual en todas las especies y
también varía con las condicio-
nes limitantes del medio. Como
ejemplo, en un bosque de pi-
nos en las dunas de la cuenca
mediterránea, donde el medio
es escaso en nutrientes, la
producción de hojas es “cara” y
las acículas pueden durar en el
árbol varios años para “amorti-
zar” su construcción.
30
¿Cómo afecta la lluvia ácida a los bosques?
DD Aunque generalmente hablamos de “lluvia ácida”, es más general usar el concepto
de “deposición ácida”, que incluye además niebla, bruma o nieve con más acidez de lo
normal (con un pH inferior a 5,5). Asimismo, se llama genéricamente “precipitación
ácida” a la combinación de deposición y caída de partículas ácidas secas que también
existen en la atmósfera. Se origina cuando las emisiones de dióxido de azufre y óxidos
de nitrógeno, generados fundamentalmente por la actividad industrial, reacciona con
los radicales hidroxilos y el vapor de agua de la atmósfera, formando sus ácidos res-
pectivos. Origina un problema transnacional, ya que sus desencadenantes se originan
en un lugar pero pueden afectar a otros debido al movimiento de las masas de aire.
Mucho del daño de la precipitación (lluvia) ácida a los bosques se debe a reacciones
químicas en los suelos: la deposición ácida libera aluminio (tóxico) a los suelos al ba-
jar el pH del suelo; el agua ácida disuelve determinados nutrientes minerales (como
calcio y magnesio) y los arrastra consigo antes de que los árboles y otras plantas
puedan usarlos para su crecimiento. Además, ocasiona la pérdida de nutrientes en las
hojas y disminuye la resistencia de los árboles a los daños producidos por otros fac-
tores ambientales, por ejemplo, el frío del invierno o la sequía veraniega. Con mucha
frecuencia, los daños que sufren los árboles son consecuencia no sólo de los efectos
negativos de la lluvia ácida, sino de su combinación con uno o más factores agresores
que los debilitan. La deposición ácida ocasiona el crecimiento retardado, el daño, de-
gradación o muerte de bosques terrenos de muchas regiones industriales del planeta,
y está muy relacionada con la declinación mundial de los bosques actuales.
28
¿Están conectados entre sí los
árboles de un bosque?
DDEfectivamente, los árboles de un bosque pueden
estar interconectados a nivel de las raíces, ya sean o
no de la misma especie. Ésta es una de las funciones
más importantes que cumple el micelio micorricico, es
decir, la red de tejido que forman las raíces de las plan-
tas con la masa de hilillos que constituye el cuerpo ve-
getativo de los hongos en el suelo. La transferencia de
carbono en especies de pinos (Pinus spp.), hayas (Fagus
spp.) y alisos (Alnus spp.) a través de este micelio está
comprobada, tanto entre especies similares como en-
tre especies diferentes. Así, también se ha comprobado
la transferencia de fósforo en pinos interconectados
o la de nitrógeno en abetos conectados con hayas y
alisos. La transferencia puede ocurrir de forma bidirec-
cional, como se ha visto para el carbono entre árboles
en bosques de abedules y abetos. En este último caso,
se ha podido estimar que la ganancia neta de carbono
del abeto, en comparación al abedul, representa el 6%
de la cantidad que fija este último por fotosíntesis, y
que la transferencia neta de carbono entre ambos va-
ría según el grado de sombreado del abedul: a mayor
cantidad de luz recibida, menor transferencia neta. Me-
diante este tipo de procesos, un bosque funciona como
un todo; el carbono puede pasar de plantas bien ilumi-
nadas a plantas sombreadas, influyendo en la dinámica
del ecosistema, ya que promueve la coexistencia y la
diversidad de especies. Bajo esta óptica, las ectomico-
rrizas (micorrizas que se desarrollan sin penetrar en el
interior de las células de las raíces de los árboles) son
un importante elemento en el mantenimiento la biodi-
versidad vegetal en los bosques. Como dato curioso, en
el año 2000 se descubrió uno de los organismos vivos
más grandes que se conocen, un hongo micorrícico
(Armilaria ostoyae) que se extiende unas 900 hectá-
reas en un bosque de Oregón.
16 17
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
dad de procesamiento de la
hojarasca y otros restos y su
incorporación al suelo como
nutrientes minerales.
36
¿Por qué crecen setas
en los bosques?
DDLos bosques mantienen las
condiciones de humedad y
temperatura precisas que las
setas necesitan para crecer,
por lo que son más abundan-
tes en ellos. Las setas no son
más que el tipo de fruto que
dan los hongos, los cuales vi-
ven dentro del suelo en forma
de finos filamentos o hilillos
llamados hifas, y que crecen
como una red finísima que se
alimenta descomponiendo la
materia orgánica. Entre los
32
¿De dónde obtienen
nuestros árboles el
agua?
DD En el complejo mundo del
suelo, los árboles pueden obte-
ner el agua de fuentes diversas:
de la lluvia que se infiltra, de
bolsas acumuladas, de niveles
freáticos más o menos profun-
dos, de la niebla o condensa-
ción del agua atmosférica, o de
cauces de agua más o menos
permanentes. En un mismo
bosque pueden coexistir árbo-
les que utilicen distintas fuen-
tes de agua, pero ¿cómo hacen
los científicos para conocer de
qué fuente obtiene el agua una
planta? La solución la dan las
recientes técnicas de análisis
de isótopos estables, es decir,
de diferenciar elementos quí-
micos de la tabla periódica que
presentan el mismo número de
electrones y protones, pero que
difieren en el número de neu-
trones en su núcleo y, por tanto,
en su peso molecular (las lla-
madas formas isotópicas de los
elementos, o isótopos). Estos
isótopos sirven de marcadores
naturales, de forma que pode-
mos comparar la proporción
de isótopos de hidrógeno y oxí-
geno de las diferentes fuentes
de agua del entorno con la del
agua de los vasos conductores
de las plantas (xilema), e iden-
tificar la fuente que la, planta
utiliza en cada momento.
33
¿Por qué en los bosques
boreales hay mucha
materia orgánica
sobre el suelo y en los
bosques tropicales muy
poca?
DDResulta llamativo caminar
por un determinado bosque
boreal, o por ciertos bosques
de montaña, o por los bosques
sobre dunas de la costa oeste
europea y percibir como nues-
tros pies se hunden en una
masa de materia orgánica sin
descomponer o en estadios
variables de descomposición.
Sin embargo, si caminamos por
un bosque tropical no existe
tal sensación. Pero vemos los
grandes árboles de las selvas
y nos peguntamos, si no hay
materia orgánica en el suelo,
¿de dónde sacan los nutrientes
para su biomasa? La clave está
en la rapidez del proceso de la
descomposición en los bosques
de los trópicos. Existe abun-
dancia de nutrientes pero está
concentrada en la biomasa de
los grandes árboles. La mate-
ria orgánica en estos casos se
descompone por una actividad
enorme de organismos des-
componedores y detritívoros,
facilitada por la alta hume-
dad y una temperatura alta y
estable. Los árboles generan
mucha materia orgánica, que
va al suelo, se descompone y es
captada de nuevo rápidamen-
te por los propios árboles del
bosque a través de las raíces.
De esta forma, el suelo no es
fértil; la fertilidad se halla en
los árboles, gracias a un rápi-
do y eficiente reciclado de los
nutrientes en el suelo. Este
proceso de devolución de los
nutrientes minerales al suelo es
la mineralización, que es rápida
en la zonas tropicales pero len-
ta en las altas latitudes. En las
zonas de latitud más elevada, el
frío impide tal proceso y la ma-
teria orgánica permanece en el
suelo sin descomponerse, o con
una descomposición lenta. La
biodiversidad de descompone-
dores y detritívoros, así como
su grado de especialización, es
mucho menor en estas zonas,
lo cual empobrece la capaci-
hongos productores de se-
tas, los hay específicos de la
madera, que crecen sobre los
troncos en descomposición.
Otros crecen sobre otros tipos
de materia orgánica, tales
como excrementos o simple-
mente sobre suelos orgánicos
(humus). Otros son capaces de
establecer relaciones simbió-
ticas con las raíces de ciertas
especies de plantas, formando
lo que se llaman las mico-
rrizas. Entre estos últimos,
algunos establecen relaciones
con una sola especie de árbol,
por lo que las setas o frutos
que producen sólo se encuen-
tran debajo de ellos: es el caso
del níscalo y los pinos, de los
faisanes y los robles, o de las
trufas y las encinas.
37
¿Qué ocurre cuando
se rotura la selva
tropical?
DDLa evolución de los suelos
depende en gran medida del
clima. En las zonas tropicales, de
temperaturas elevadas y abun-
dantes precipitaciones reparti-
das a lo largo de todo el año, se
encuentran los llamados suelos
lateríticos. Éstos se caracterizan
por una intensa meteorización
química (es decir, una fuerte
desintegración y descomposi-
ción de la roca madre que for-
ma el suelo como consecuencia
de su exposición a los agentes
atmosféricos y la participación
de agentes biológicos) y una
intensa actividad microbiana.
Esto impide la acumulación de
materia orgánica o humus. Así,
estos suelos carecen de lo que
se llama horizonte A, donde se
acumulan los nutrientes, debi-
do a un intenso lavado por las
lluvias. En ausencia de ácidos
húmicos, ciertas sustancias co-
mo los sesquióxidos de hierro y
aluminio son insolubles y preci-
pitan formando una costra roji-
za muy dura llamada laterita en
el llamado horizonte B (superfi-
cie de suelo que se forma bajo
el horizonte A). Estos suelos
lateríticos, donde se desarrolla
la selva tropical, se caracteri-
zan por su baja fertilidad y los
nutrientes se encuentran re-
tenidos fundamentalmente en
las plantas. Cuando se rotura la
selva para utilizarla como área
de cultivo, la materia orgánica
y los nutrientes que quedan se
pueden aprovechar durante un
periodo de tiempo muy corto.
Pasados dos o tres años, como la
cantidad de nutrientes es baja y
la actividad microbiana es tan in-
tensa, todo se ha perdido y don-
de existía una selva con multitud
de estratos vegetales (árboles
de diferentes altura formando
grandes bóvedas, pequeños
árboles y arbustos, hierbas de
tamaño descomunal y otras más
pequeñas, viviendo en el suelo o
sobre los árboles) y rica en biodi-
versidad, se ha convertido en un
desierto..
34
¿Cómo se combate un incendio forestal?
DD Para que exista un fuego forestal hace falta que coincidan tres elementos que son: calor
(temperatura ambiente), comburente (oxígeno) y combustibles (biomasa forestal); juntos
forman el denominado triángulo del fuego. En estas condiciones, basta un pequeño foco de
ignición para que se desencadene un fuego. La forma de combatir el fuego es atacando al-
guno de estos tres elementos. Para combatir el calor se utiliza el agua, debido a su elevado
calor específico y calor latente de evaporación, que se puede incrementar además median-
te retardantes químicos. Para combatir el comburente se utilizan distintas técnicas de sofo-
cación, como son arena, espuma y batefuegos y, finalmente, se trata de eliminar con medios
manuales o mecánicos los combustibles cercanos al incendio, evitando así su propagación
y extinguiéndose el incendio por falta de éste. El fuego se puede atacar de forma directa,
por ejemplo, mediante el avión que vierte agua sobre el incendio, o de forma indirecta, por
ejemplo, limpiando el monte y creando cortafuegos. Otra técnica de ataque indirecto es el
contrafuego o utilización de un fuego controlado para sofocar el incendio.
35
¿Qué es el INFOCA?
DD INFOCA es el acrónimo de Plan de Prevención y Extinción de Incendios de Andalucía
y pertenece a la Consejería de Medio Ambiente. Este plan conlleva tres tipos de acciones:
prevención, extinción y labores complementarias a la extinción. Las principales acciones
de prevención son las actividades vinculadas a la selvicultura preventiva, que es conve-
niente realizar en los terrenos forestales para manejar su combustible vegetal mediante la
creación y mantenimiento de áreas o líneas cortafuegos y fajas auxiliares a lo largo de los
caminos. El plan INFOCA posee una infraestructura especializada que le permite desarrollar
labores de extinción muy eficaces, como son las instalaciones propias que realizan funcio-
nes de coordinación y movilización de los medios disponibles, así como la formación, adies-
tramiento y permanencia de los medios humanos, el almacenamiento de materiales y un
sistema muy desarrollado de medios terrestres y aéreos. Dentro de las labores complemen-
tarias están la investigación de las causas del incendio y la participación en la restauración
de zonas incendiadas.
18 19
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
38
¿Se estresan los
árboles?
DD Por supuesto, como cual-
quier otro ser vivo. La falta de
agua o su exceso, las altas o
bajas temperaturas, los niveles
de iluminación, la disponibili-
dad de elementos minerales, el
crecimiento conjunto con otras
plantas y animales o las conti-
nuas agresiones que la actividad
humana provoca sobre el medio
natural, pueden convertirse
en condiciones desfavorables
para el crecimiento y desarrollo
de las comunidades vegetales
boscosas. Estas circunstan-
cias negativas se consideran
situaciones de estrés, ante las
cuales los vegetales reaccionan
poniendo en marcha diversos
mecanismos de defensa que
les permiten sobrevivir. Activar
estos mecanismos le supone un
alto gasto de energía a la planta
y, por tanto, compromete su
desarrollo. Actualmente se lleva
a cabo un gran número de inves-
tigaciones que intentan arrojar
luz sobre los mecanismos de
defensa de las plantas frente a
situaciones de estrés. Su cono-
cimiento nos permite entender
mejor el funcionamiento vegetal
en su contexto comunidad-
ecosistema-bosque y, además,
permite aplicaciones prácticas
como el desarrollo de cultivos
más resistentes.
39
¿Pueden vivir centenas
de especies sobre un
solo árbol?
DD En la selva amazónica, uno
de los puntos calientes de ma-
yor biodiversidad del planeta,
podemos encontrar árboles
que ofrecen nichos para más
de una centena de especies de
escarabajos y arañas, específicas
de cada especie de árbol, y que
dependen estrechamente de
la supervivencia de éstos. Estas
especies llegan a ser casi mil si
contamos las que pueden vivir
sobre cualquier otra especie
arbórea. Si a esto sumamos las
especies de aves que anidan, los
mamíferos, reptiles e incluso
anfibios que desarrollan su vida
sobre los árboles de la selva,
además de otras especies de
plantas (epífitas -como las bro-
melias o la costilla de Adán- y
lianas), seguramente la cifra
supere el millar (de especies, el
número de individuos segura-
mente fuera mayor). Por tanto,
la pérdida de árboles selváticos,
no sólo supone un descenso en
la masa forestal sino también, la
pérdida de especies singulares
que no se encuentran en ningún
otro sitio.
41
¿Qué puede hacer una
pequeña planta en un
bosque cerrado para
alcanzar la luz del sol?
DDLas plantas utilizan la luz co-
mo una fuente de energía para
convertir el dióxido de carbono
y el agua en compuestos orgá-
nicos de carbono. La cantidad
de luz que llega al suelo de un
bosque varía con la cantidad y la
posición de las hojas en el estra-
to vegetal, principalmente de los
árboles. Así, en cubiertas vege-
tales muy densas, las “lloviznas”
de luz que llegan al suelo deben
servir para que determinadas
plantas sobrevivan. Las plantas a
las que llega poca luz hacen más
eficiente la escasa fotosíntesis
que realizan y crecen más len-
tamente, pudiendo responder
eficazmente durante cortos pe-
riodos de tiempo a salpicaduras
de luz. En las regiones templa-
das, la luz que llega al suelo varía
dependiendo de la caducidad
de las hojas de las especies más
altas. Si existe un aumento de la
luz debido a la perdida de hojas
de los árboles más grandes, las
plantas pequeñas completan
su ciclo vital en este tiempo. Sin
embargo, existe una estrategia
llamativa que cumplen las deno-
minadas plantas epífitas. Éstas
crecen sobre otras plantas, “tre-
pando” sobre ellas para captar
más luz, y por lo general no per-
judican a la planta sobre la que
viven. Es así como sobreviven el
90% de las especies de orquí-
deas en las selvas tropicales, o
plantas trepadoras como las
lianas, que buscan soporte en
los troncos de los árboles para
poder ascender a lugares más
iluminados.
42
¿Qué es un sumidero
natural de carbono?
DD El CO2 no es más que una de
las formasquetomaelcarbono
dentrodeloquesedenomina
elCicloBiogeoquímicodelCar-
bono.Ésteestácompuestopor
unaseriedecompartimentoso
almacenesenlosqueelelemento
puedeaparecerennuestropla-
neta(rocas,océanos,atmósfera,
estructurasvivas,etc.)yunaserie
decircuitosoflujosdepasoentre
compartimentos(difusiónentre
atmósferayocéano,emisiónde
CO2porvolcanesycombustión
demateriaorgánicayfósilo
secuestrodecarbonoporseres
vivoscomocoralesuorganismos
fotosintéticos).Durantelafoto-
síntesis,lasplantastomanCO2
delaatmósfera,asimilándolo
ensusestructuras.Eltiempo
deresidenciadelcarbonoenla
vegetaciónpuedeserdedecenas,
centenaseinclusomillaresde
años.Enelmomentoactual,esta
funcióntieneespecialinterés
porqueayudaafrenarlosefectos
negativosdelexcesodeemisio-
nesdeCO2deorigenhumano,
queestánprovocandoelefecto
invernadero.Deestaforma,se
sueledecirquelosbosquesson
sumiderosdedióxidodecarbono,
cumpliendounimportantepapel
enelciclodeesteelemento.El
procesodecaptacióndecarbono
porfotosíntesisesademásun
procesonaturalysostenible,
frenteaotrosmodelosdecap-
taciónartificialqueimplican
importantescostesyriesgosam-
bientalesasociados.
44
¿Qué importancia
tienen los bosques en el
protocolo de Kioto?
DD El protocolo de Kioto fue
esbozado en la llamada Cumbre
de la Tierra de Río de Janeiro
(1992), dentro de la Convención
Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático. Los
países industrializados lo firman
en 1997 y, en febrero de 2005,
la mayoría de ellos (entre ellos
España) ratifican los compromi-
sos adquiridos y el protocolo en-
tra en vigor. Su estrategia base
es asignar a cada país firmante
ciertos límites (a alcanzar antes
de 2012) de emisión de gases
de efecto invernadero de origen
humano (principalmente CO2),
responsables del calentamiento
global. Así, uno de los mecanis-
mos que propone es potenciar y
mejorar los sumideros natura-
les de CO2 como forma de com-
pensar el exceso de emisiones,
evitando reducir el desarrollo
económico y buscando un ho-
rizonte de sostenibilidad. Las
plantas (y debido a su tamaño,
especialmente los árboles) reti-
ran cantidades de ingentes de
CO2 de la atmósfera, liberando
en cambio O2 en su proceso fo-
tosintético. Los bosques son por
tanto potentes sumideros de
este gas de efecto invernadero,
convirtiéndose en elementos vi-
tales en la lucha contra el cam-
bio climático. Actualmente, una
infinidad de estudios científicos
indagan en las consecuencias
presentes y posibles del calen-
tamiento global a diferentes
niveles, buscando cómo atenuar
sus efectos y cómo potenciar
aquellos factores que lo miti-
guen. Entre estos factores se
encuentran, sin duda alguna, los
bosques en su función de sumi-
deros naturales de CO2.
45
¿Cuánto gas de efecto
invernadero retiran al
año de la atmósfera los
bosques andaluces?
DD Ciertos gases acentúan
la capacidad que tiene la at-
mósfera para dejar pasar los
rayos del sol hacia la superficie
terrestre pero dificultar su
salida en forma de radiación
infrarroja (calor). El aumento
de concentración de estos
gases en la atmósfera condu-
ce a un calentamiento global
más acusado de lo natural
(“efecto invernadero”). Aunque
existen diferentes gases de
efecto invernadero (metano
-CH4- , óxidos de nitrógeno
-NxOy-, también ozono -O3-,
hidrofluorocarbonos -HFCs-,
perfluorocarbonos -PFC- o
derivados del azufre como el
hexafluoruro de azufre -SF6-),
la contribución del dióxido de
carbono (CO2) a dicho efecto
se estima en un 60% del to-
tal, por lo que se lo considera
la estrella del calentamiento
global. De la cantidad que se
emite a la atmósfera cada año,
el ser humano es responsable
del 70%. Los bosques, como
sumideros naturales de CO2,
son capaces de absorber y
retener en sus estructuras can-
tidades considerables de este
gas. Se estima que las masas
arbóreas forestales andaluzas
(entre ellas los bosques) retiran
anualmente alrededor de 7,5
millones de toneladas de CO2,
lo equivalente a las emisiones
de 1.386.501 coches que con-
suman unos 5,7 l de gasoil/100
Km, recorriendo un total de
100 Km todos los días del año.
40
¿Cuántas hectáreas de
bosque se destruyen al
año?
DD Actualmente se estima que cada año
desaparecen más de 13 millones de hectá-
reas de bosques en todo el mundo. Según
datos de WWF (World Wildlife Fund), sola-
mente en la pasada década se produjo una
pérdida neta de superficie forestal de 93,9
millones de hectáreas. Durante este mismo
periodo se transformaron bosques natura-
les en plantaciones agrícolas y forestales a
un ritmo de 16,1 millones de hectáreas al
año, el 94 % en zonas tropicales, siendo las
plantaciones agrícolas (p.e. monocultivos
de soja y palma aceitera) las responsables
del 70% de esta transformación. Imagen
capturada por un satélite de observación
de la NASA.
43
¿Cuáles son los principales países del mundo
involucrados en el comercio de madera?
DD Anualmente, se cosechan en el mundo unos 1.600 millones de m3 de madera
industrial. Este recurso proviene principalmente de bosques (y otras superficies
forestales) de coníferas, que se procesa para obtener pulpa, madera aserrada
y tableros. En la última década y según datos de la FAO, Japón ha sido el princi-
pal importador mundial de recursos madereros. Principalmente, los japoneses
importan madera de la zona del sudeste asiático y su destino final suele ser la
decoración del hogar. En la lista de principales importadores de madera, tras
Japón, encontramos a la Unión Europea, Corea del Sur, Tailandia (país exportador
hasta hace poco) y EEUU Estos países ejercen esta presión comercial sobre Áfri-
ca, además de sobre América Latina en el caso de EEUU Algo más del 60 % de la
exportación de madera procedente de los bosques tropicales tiene como destino
diferentes países industrializados del hemisferio norte. En los últimos cuarenta
años, este consumo de maderas tropicales se ha multiplicado en más de dieciséis
veces. Los bosques tropicales proporcionan alrededor del 30% de las exporta-
ciones en tronco, el 10% de tableros y el 60% de madera contrachapada. En los
últimos años, estas corrientes comerciales se están viendo reguladas por ciertas
normativas, cada vez más estrictas, sobre la ordenación forestal, así como por las
fluctuaciones en los costes de producción, los tipos de cambio monetario y las
inversiones en tecnología e infraestructura.
20 21
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
ción), y de apoyo (formación de
suelos, producción primaria y
reciclaje de nutrientes). Desde
la Conferencia Europea de Bio-
diversidad (2007), se considera
nos, reconocidos como servi-
cios ambientales o servicios de
ecosistema. Dichos servicios se
pueden dividir en cuatro gru-
pos: de provisión (alimentos,
madera y fibras); de regulación
(del clima, inundaciones, enfer-
medades y calidad del agua);
culturales (valores espirituales,
estéticos, recreación y educa-
46
¿Existen bosques en las
ciudades?
DDMás bien, existen ciudades
rodeadas de bosques, aunque
sean reforestaciones como en
el caso de ciudades alemanas
como Frankfurt o Colonia. Sin
embargo, la presencia de nu-
merosos árboles y plantas en
nuestras ciudades (lo que se de-
nomina el sistema verde urbano)
nos conecta de alguna forma
con nuestra parte natural. Los
parques urbanos, periurbanos,
plazas y jardines se configuran
como retales de pequeños “bos-
ques” artificiales, en los que el
arbolado viario se comporta
como una red de “corredores
verdes”, no sólo para la fauna
urbana, sino para uso y dis-
frute de todos los ciudadanos:
viandantes, ciclistas o usuarios
de vehículos automóviles. Los
sistemas verdes urbanos, bien
desarrollados y articulados, nos
proporcionan una importante
fuente de oxígeno, son potentes
sumideros de CO2 atmosférico
(principal gas responsable del
efecto invernadero), interceptan
las partículas contaminantes del
aire, conservan la humedad del
ambiente y atenúan las tempe-
raturas extremas, suavizando
las consecuencias del cambio
climático, conducen el agua de
lluvia hasta el suelo, mejoran la
calidad paisajística y estética
de las calles y son importantes
puntos de contacto con la na-
turaleza en la misma ciudad. En
este argumento se basa la línea
de acción del proyecto “Bosques
por Ciudades”, de la Consejería
de Medio Ambiente, que plantea
la evaluación y mejora de los
sistemas verdes de 8 municipios
repartidos por toda Andalucía,
como modelos de gestión para
el secuestro de CO2 en términos
de mitigación y atenuación de
los efectos del cambio climático.
47
¿Qué son los servicios
ambientales de los
bosques?
DD Los bosques producen múlti-
ples beneficios a los seres huma-
necesario asegurar el “pago
por servicios ambientales” de
los bosques y otros ecosiste-
mas, de cara a frenar la pérdida
de biodiversidad en Europa. Es-
ta herramienta, que constituye
una fuerte inversión pública en
el sector forestal, se ha aplica-
do de forma pionera en Costa
Rica y se viene desarrollando
en muchos otros países. Se
basa en “contratos” “volunta-
riamente” establecidos entre
productores y administración
con pagos “condicionados” a su
cumplimiento.
50
¿Qué recursos generan
los bosques?
DD Las ventas de productos
forestales son un indicador
deficiente del uso total que las
personas hacen de los bosques.
A nivel mundial, las cuatro
quintas partes de los ingresos
de las comunidades a partir de
los bosques proceden de pro-
ductos que nunca entran en el
mercado. Los bosques, además
de la madera y de productos
forestales comerciales no
maderables, tienen otro valor
no monetario o valor de con-
sumo para la población local
(leña, fruta, bayas, setas, frutos
secos, hortalizas, forraje para
el ganado doméstico, carne,
productos medicinales...), ya
para consumo personal o para
un comercio muy local (ferias),
que proporcionan apoyo diario
a las familias que viven en las
zonas próximas, llegando a ser
en ocasiones un medio suple-
mentario para la obtención de
ingresos. Como ejemplo, los
productos forestales vegeta-
les que se extraen en China
(fundamentalmente semillas
aceitosas, nueces y brotes de
bambú) suponen el 74% de
su alimentación. En la India, la
mitad de las extracciones de
materias primas vegetales es-
tán destinadas a la fabricación
de medicamentos o productos
aromáticos. Según la Evalua-
ción de los Recursos Forestales
Mundiales 2010 de la FAO,
durante el periodo 2005-2010
la leña constituyó más del 70%
de la madera extraída en Asia
y el Pacífico y más del 90%
en África. La Organización
Mundial de la Salud calculó en
2008 que en algunos países de
África y Asia, al menos el 80%
de la población depende de la
medicina tradicional derivada
de productos de los bosques
y otros ecosistemas para su
atención primaria.
51
¿Qué relación existe
entre la estructura
microscópica
de la madera y
sus diferentes
propiedades?
DD Las características que de-
finen la madera como materia
prima dependen en gran medi-
da de la organización histológi-
ca del xilema, tejido leñoso en-
cargado del transporte de agua
y solutos formado por células
muertas huecas (tráqueas)
y fibras, que dan fortaleza al
cuerpo de las plantas, con com-
puestos acumulables asociados
(taninos, gomas y resinas). En-
tre las propiedades básicas de
la madera podemos destacar la
densidad, fortaleza, durabilidad
y flexibilidad. La densidad de-
pende de la proporción de cé-
lulas huecas, grosor de sus pa-
redes y cantidad de fibras. Por
ejemplo, el género Diospyrus
(ébano) se caracteriza por tener
una madera densa, y Ochroma
(madera de balsa) sumamente
ligera, con células de paredes
muy finas y pocas fibras. La
fortaleza se debe fundamen-
talmente a la abundancia de
fibras leñosas. La durabilidad
depende de la resistencia al
ataque por bacterias y hongos
determinada, en parte, por la
presencia de resinas, taninos,
etc. Así, las Secuoyas (Sequoia
spp.) poseen madera muy
resistente mientras que la de
álamos y chopos (Populus spp.)
es sensible a las infecciones. La
flexibilidad se asocia a una es-
tructura histológica (de tejidos)
homogénea, con fibras largas y
alta capacidad de retener agua.
48
¿Son bosques las dehesas?
DD La definición actual de bosque que acepta la mayoría de ecólogos trasciende la sim-
ple estructura de formación vegetal con una condición suficiente de cobertura arbórea
y altura de árbol determinadas (donde se pueden incluir plantaciones y monocultivos
pobres en estructura, diversidad y funciones). Así, la dehesa es un bosque manejado,
transformado: han sido creadas por el hombre a partir de bosques mediterráneos ori-
ginales, aclarando el número de árboles (principalmente encinas y alcornoques) y elimi-
nando o minimizando el estrato arbustivo para poder aprovechar el sotobosque herbá-
ceo (pastoreo y cultivo esporádico) y los propios árboles (fuente de leña y alimento para
el ganado). Como resultado, las dehesas tienen una estructura similar a la de las saba-
nas (árboles dispersos y sotobosque herbáceo, que son en origen formaciones naturales
pero no se consideran bosques). En este sistema agrosilvopastoral, modelo de gestión
sostenible, está perfectamente integrado el aprovechamiento de los recursos naturales
con la conservación de sus valores ambientales y ecológicos. Este aprovechamiento ha
consistido, tradicionalmente, en la obtención de pastos y frutos para la alimentación de
una ganadería extensiva (productora de alimentos) y de recursos cinegéticos. Además,
proveen de una gran variedad de productos forestales como el corcho. Actualmente
se están desarrollando otros usos como el agroturismo y la obtención de productos
ecológicos (miel, polen, setas,...). La gestión y manejo de las dehesas ha generado, por un
lado, renta y empleo en las zonas donde se encuentran, contribuyendo a evitar el despo-
blamiento de territorios en los que apenas hay otras alternativas productivas. Por otro,
permite la conservación de la diversidad biológica, donde se incluyen algunas de nues-
tras especies más amenazadas tales como el lince, el buitre negro o el águila imperial
ibérica. Las dehesas forman, inevitablemente, parte de nuestro paisaje y tradición. En
2002 se declararon Reserva de la Biosfera a las Dehesas de Sierra Morena que, con sus
424.000 hectáreas, se convierte en la mayor de España.
49
¿Qué papel tiene la ganadería en nuestros
bosques?
DD Nuestros bosques, al igual que el resto de nuestros ecosistemas, son el reflejo de
una larga interacción entre el hombre y el medio natural. El aprovechamiento ganadero
de los montes es una práctica ancestral y muy extendida en nuestro territorio. Se de-
nomina cría extensiva cuando la mayor parte de la dieta proviene del pasto en el medio
natural. Es lo que ocurre con los rebaños de ovejas o cabras que son conducidos por los
pastores en busca de los pastos más adecuados, rotando entre unas parcelas y otras pa-
ra permitir un aprovechamiento que no comprometa su regeneración. Su expresión más
extrema lo constituye la trashumancia, que implica el recorrido de cientos de kilómetros,
hacia el sur en invierno y hacia el norte en verano. La acción del ganado en los montes
mantiene el pasto corto, reduciendo la cantidad de material inflamable en el verano. Bien
dirigidos, los rebaños son una manera barata y eficiente de mantener los cortafuegos
de las zonas forestales para que cumplan su función. También pueden ayudar a mante-
ner controlada la vegetación del sotobosque para evitar la propagación del fuego en un
eventual incendio. Aunque una presión de ganadera excesiva puede perjudicar a ciertas
especies vegetales y a la calidad de los suelos, la ausencia de ganado en los montes y
bosques obliga a realizar labores de limpieza de cortafuegos y de sotobosques.
22 23
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
forma gradual o súbita. Duran-
te los últimos años se han reali-
zado estudios para determinar
los factores más importantes
que actúan sobre los árboles y
causan el decaimiento de las
masas forestales. Entre estos
cabe destacar: el ataque de
hongos como Phytophthora
52
¿Qué importancia tiene
adquirir muebles y
productos procedentes
madera certificada?
DD Como respuesta a la preocu-
pación sobre la presión a la que
están sometidos los bosques y
las comunidades dependientes
de los mismos a escala mun-
dial, surge el sistema de “cer-
tificación” de madera, un aval
que garantiza al consumidor
que los productos que adquiere
han sido obtenidos de bos-
ques bien gestionados desde
un punto de vista económico,
social y ambiental, asegurando
que la compra de muebles,
papel, tableros o carbón, no ha
contribuido a la destrucción de
las masas arbóreas o a la explo-
tación laboral de otras perso-
nas. El sistema de certificación
de madera más destacable es
el de la organización interna-
cional sin ánimo de lucro FSC
(Forest Stewardship Council).
El consejo surge en 1993 como
un forum de consenso integra-
do por países del Norte y del
Sur y organizaciones grandes
y pequeñas (miembros repre-
sentantes de grupos sociales y
ambientales, de comerciantes
de madera y forestales, organi-
zaciones de pueblos indígenas,
grupos comunitarios de fores-
tales y organizaciones certifica-
doras de productos forestales
de todo el mundo), y aplica las
directrices de sus miembros
para desarrollar sistemas de
manejo y formas de custodia
de los bosques. El FSC ratificó
en 1996 los principios que de-
finirían la gestión y uso respon-
sable de este recurso natural.
La etiqueta o marca registrada
del FSC permite identificar el
origen de un producto e incen-
tiva la conciencia ambiental
sobre la gestión responsable
y preservación de los recursos
naturales. Además, el Consejo
desarrolla procedimientos de
vigilancia y acredita a las agen-
cias certificadoras a escala
mundial que, a su vez, certifican
bosques y plantaciones me-
diante técnicos especializados.
Está representado en más de
50 países, entre ellos España, y
es miembro de organizaciones
de conservación de la naturale-
za como la UICN.
53
¿Qué es una plaga
forestal?
DD El concepto de plaga fores-
tal, se refiere a todos los anima-
les, plantas y microorganismos
que tienen un efecto negativo
sobre la producción de bosques
y otras superficies forestales.
Este concepto es antropocén-
trico e incluye el elemento
económico para determinar
cuándo una especie puede ser
considerada como plaga. Es
decir, podemos tener en un
bosque un millón de individuos
de un insecto pero éste no se-
rá considerado insecto-plaga
hasta que no ejerza un daño
que percibamos desde el punto
de vista económico. Según la
FAO, una plaga es “cualquier
especie, raza o biotipo vegetal
o animal o agente patógeno
dañino para las plantas o pro-
ductos vegetales”. Así, las pla-
gas no siempre son insectos;
existen muchos mamíferos y
aves (p.e. el rabilargo) que son
consideradas como tal. Direc-
tamente proporcional a la di-
versidad y cantidad de especies
arbóreas que hay en el bosque
mediterráneo es casi también
la cantidad de plagas que habi-
tan en ellos. Con respecto a las
variedades de plagas forestales
de insectos, la FAO, en su pro-
grama de Manejo Integrado de
Plagas, registraba hasta 2002
que un 80% de los registros
de intercepciones de plagas
correspondía a insectos del or-
den Coleópteros (escarabajos),
seguido en importancia por el
orden Hymenópteros (avispas y
similares).
54
¿Qué es la seca o
decaimiento de los
Quercus?
DD La seca es una enfermedad
que sufren varias especies de
árboles del género Quercus,
principalmente la encina y el
alcornoque. Se define como un
síndrome cuyas causas son nu-
merosas y complejas, resultado
de la confluencia de factores
bióticos y abióticos que produ-
cen, en fin, un debilitamiento
de los árboles afectados que
puede causar su muerte, ya de
cinnamomi, que provoca la
podredumbre radical; altera-
ciones climáticas (tales como
sequías severas y recurrentes,
encharcamientos estacionales
y contaminación atmosférica)
y cambios en el uso tradicional
de las dehesas y montes. Todos
estos factores no siempre ac-
túan juntos ni de igual forma
sobre las diferentes masas de
quercíneas enfermas, sin em-
bargo, en ocasiones dan lugar
a los mismos síntomas: defolia-
ción, muerte de ramas, abun-
dante emisión de renuevos,
necrosis del sistema radical y,
finalmente, la muerte del árbol
completo.
56
¿Son todos los
tratamientos
fitosanitarios positivos
para los bosques?
DD La sostenibilidad de ciertos
bosques depende del tipo de
relación que establezcamos
con ellos. En este sentido, de-
bemos partir del hecho de que
los tratamientos fitosanitarios
(tratamientos para mejorar la
salud de las plantas) se realizan
en aquellos bosques sujetos a
explotación o uso social. Así, el
aumento de la rentabilidad de
los bosques puede favorecer el
desarrollo rural y el cuidado del
propio ecosistema que genera
los beneficios. El problema
surge cuando intentamos ges-
tionar únicamente la parte de
bosque que nos interesa (es
decir, sólo la ganadería, sólo la
producción de madera, sólo la
conservación de ciertas espe-
cies, etc.) sin considerar el eco-
sistema en su conjunto. Es en-
tonces cuando cualquier deci-
sión que tomemos sobre el ma-
nejo del bosque, por ejemplo
la aplicación de tratamientos
fitosanitarios contra determi-
nadas plagas o enfermedades,
puede generar cambios en el
sistema. Sin embargo, ¿qué es
un cambio positivo: aquél que
sólo favorece la disminución
de una plaga, aquél que única-
mente beneficia a una especie
protegida?, ¿tenemos suficien-
te conocimiento del medio
forestal como para saber qué
cambios son positivos o nega-
tivos, especialmente a medio y
largo plazo? La sostenibilidad
de los bosques depende de que
sepamos responder a estas
preguntas a través de la inves-
tigación y el conocimiento.
55
¿Cuál es la madriguera
preferida del lince
ibérico?
DD Los grandes huecos de troncos viejos
de alcornoques y encinas, típicos del
bosque mediterráneo, son los preferidos
por este gran felino como zona de cría y
descanso. Precisamente, una de las ac-
tuaciones más importantes que se están
llevando a cabo para la recuperación del
lince ibérico en la Reserva Biológica de
Doñana, es colocar troncos de alcorno-
ques huecos a fin de aumentar el núme-
ro de madrigueras y favorecer así que
más individuos consigan reproducirse
a salvo, lejos de carreteras y cazadores
furtivos. La colocación de este tipo de
madrigueras posee una importancia
capital, no sólo para el caso de Doña-
na, sino también para las gestiones de
conservación llevadas a cabo en Sierra
Morena, donde se encuentra el núcleo
poblacional más importante de esta
especie. El felino más amenazado del
planeta se enfrenta hoy día a la prueba
más difícil para su especie; evitar la
endogamia causada por los pocos indi-
viduos que quedan, y conseguir que la
cría efectiva de cachorros sea cada vez
más común en la naturaleza, gracias en
parte a este tipo de estructuras semina-
turales.
24 25
100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011
57
¿Qué es un pinsapar?
DD Los pinsapares son uno de
los bosques más amenazados
del mundo. En todo el planeta,
tan sólo podemos encontrarlo
en el sur de la península ibéri-
ca, concentrado en pequeñas
manchas en las serranías
de Cádiz y Málaga. Según
una parte de la comunidad
científica también podemos
encontrarlo en el norte de
África. Estos bosques están
compuestos por una de las
joyas botánicas españolas,
el pinsapo (Abies pinsapo).
Los pinsapos son verdaderos
supervivientes del periodo
glacial y se encuentran en la
tierra desde hace más de 15
millones de años, habiendo
sobrevivido hasta nuestros
días refugiados en las cum-
bres sombrías de algunas
montañas de Sierra Bermeja,
Sierra de las Nieves y Graza-
lema. Estos grandes abetos
pueden alcanzar los 30 metros
de altura y pueden vivir hasta
400 años. Los pinsapares son
testigos de un lejano pasado
más frío y húmedo, y constitu-
yen una fascinante historia de
supervivencia y adaptación.
58
¿Qué ocurre en
un bosque tras un
incendio?
DD Tras un incendio forestal se
pierde la capa vegetal y la fauna
presente queda muy perjudica-
da, y se necesitará mucho tiem-
po para recuperar el sistema
original que barrió el fuego.
El suelo queda desprotegido
frente a erosión y pérdida de
nutrientes; además, las eleva-
das temperaturas alteran la
composición química y bioló-
gica del suelo, y se favorece en
ocasiones el establecimiento y
expansión invasiva de ciertas
plantas. La recuperación de la
vegetación tras un incendio
recibe el nombre de sucesión
secundaria. En el bosque me-
diterráneo existen dos estra-
tegias de respuesta al fuego:
los árboles rebrotadores y los
germinadores. Los primeros
(p.e. alcornoques, encinas o
madroños) son capaces de so-
brevivir a los incendios rege-
nerando la parte aérea (tron-
co, ramas, hojas), mediante la
existencia numerosas yemas
durmientes en lugares prote-
gidos y a la acumulación de al-
midón (en órganos de reserva)
que les proporciona energía.
Los árboles germinadores no
resisten la acción del fuego;
mueren pero sus poblaciones
se regeneran gracias, exclu-
sivamente, a la germinación
de semillas que permanecen
latentes en el suelo (forman-
do un banco de semillas) que
resisten (e incluso se activan)
con el fuego. Entre éstas se
hallan las denominadas es-
pecies serótinas, capaces de
mantener las semillas en la
propia planta hasta que un in-
cendio provoca la apertura de
los frutos (piñas) la dispersión
de las semillas. En el mundo
mediterráneo, Pinus halepen-
sis es la única especie que pre-
senta esta estrategia (muy co-
mún en Sudáfrica y Australia).
Sin embargo, los árboles que
no son capaces de rebrotar y
sus semillas son sensibles al
paso del fuego, terminan por
desaparecer cuando los incen-
dios son muy abundantes.
59
¿Puede un alcornoque
resistir un incendio?
DD El corcho es la corteza del
alcornoque (Quercus suber, ár-
bol que se distribuye alrededor
del mediterráneo Occidental) y
posee unas características úni-
cas que protege al árbol frente
a las condiciones adversas del
clima mediterráneo, como son
la sequía, las altas temperatu-
ras estivales y los incendios. El
corcho está formado por células
muertas cuyas paredes están
cubiertas fundamentalmente
por suberina, un biopolímero
cuyo interior se llena de un gas
similar al aire. Esto confiere al
corcho sus propiedades de baja
densidad, baja permeabilidad a
los gases y agua, baja conducti-
vidad del calor (por lo que pro-
tege al árbol frente a incendios),
resistencia a plagas, alta elasti-
cidad y estabilidad química. Tras
un fuego, el tronco se mantiene
vivo y es capaz de rebrotar a
partir de yemas epicórnicas,
característica única en nuestros
árboles. Además, el corcho es
uno de los principales recursos
del bosque mediterráneo. Sólo
tiene valor industrial cuando los
árboles alcanzan 35-40 años
y ee obtiene descortezando el
árbol, con cuidado de no dañar
el tejido que lo regenera (casca).
La extracción o saca del corcho
se produce en verano, causan-
do un fuerte estrés hídrico a la
planta, la cual tiende a reponer
el corcho extraído y aumentan-
do enormemente la fijación de
dióxido de carbono y, con ello,
el papel de sumidero de gas de
efecto invernadero del bosque
mediterráneo. El corcho se rege-
nera por completo al cabo de 9
años y su aprovechamiento, en-
tre otros, permite mantener un
tipo de paisaje mediterráneo, así
como de especies amenazadas
que tenderían a desaparecer con
cultivos industrializados.
61
¿Por qué los eucaliptos
tienen tan mala fama?
DDLos eucaliptos (Eucalyptus
spp.) son árboles y arbustos
pertenecientes a la familia
Mirtáceas. Aunque la mayoría
es oriunda de Australia, actual-
mente se pueden encontrar
por todo el mundo, debido a
su cultivo para aprovechar su
madera para la obtención de
pasta de papel y de sus aceites
esenciales a partir de sus hojas.
Son precisamente estos aceites
esenciales los que, por sus pro-
piedades bactericidas y fungi-
cidas, pueden afectar negativa-
mente a la composición de las
comunidades microbianas del
suelo. También se ha asociado
a la acidificación de suelos en
relación a la descomposición
de la hojarasca, aunque ciertos
estudios desechan esta teoría.
Sin embargo, la principal ca-
racterística que ha dado mala
fama a estos árboles es su alta
capacidad de absorción de agua
del suelo, gracias a su sistema
radicular. Por esta razón, espe-
cies tan frecuentes en Andalucía
como Eucalyptus globulus, fue-
ron empleadas desde finales del
siglo XIX para detener la erosión,
regular los caudales de los ríos y
desecar los humedales para evi-
tar la propagación de enferme-
dades transmitidas por mosqui-
tos. Posteriormente, comenzó a
cultivarse para la obtención de
pasta de papel.
62
¿Favorece el fuego
forestal el Cambio
Climático?
DD Todas las plantas verdes
actúan como elementos que
secuestran el dióxido de car-
bono (CO2) de la atmósfera. En
el caso de los árboles y el resto
de vegetación que forma un
bosque, este carbono puede
quedar acumulado en la made-
ra durante siglos en forma de
biomasa forestal, reduciendo
la acumulación de dióxido de
carbono atmosférico, que es
el principal gas que favorece
el efecto invernadero. El fuego
forestal produce una oxidación
violenta de los compuestos
reducidos (tales como el carbo-
no asimilado por las plantas),
liberando de forma rápida
grandes cantidades de dióxido
de carbono y vapor de agua a la
atmósfera. Si el fuego alcanza
unas dimensiones importantes,
el efecto es doble: por un lado
se eliminan de golpe grandes
extensiones de árboles capaces
de fijar el CO2 y, por el otro, se
liberan grandes cantidades de
gases con efecto invernadero
que estaban secuestrados, y
que incrementan la absorción
de radiación infrarroja y, por
consiguiente, contribuyen al
cambio climático.
60
¿Cuáles son los bosques más amenazados de
nuestro planeta?
DD La deforestación, la explotación incontrolada de recursos, el fuego, las plagas
y enfermedades, la introducción de especies invasoras y los efectos derivados del
cambio climático se encuentran entre las principales amenazas para los bosques
que pueblan nuestro planeta. Un informe reciente de la fundación Conservation In-
ternational destaca los diez puntos calientes forestales más amenazados del mundo
(ecosistemas con gran diversidad, gran cantidad de especies únicas y fuertemente
amenazados). En primer lugar se encuentran los bosques de Indo-Birmania, donde
se hallan el lago Tonle Sap y el río Mekong, y cuyas amenazas principales son el
avance incontrolado de los cultivos de arroz, la sobreexplotación del río y la trans-
formación de los manglares. En segundo lugar se encuentran los bosques de Nueva
Zelanda, que alberga una gran cantidad de fauna exclusiva de dicha zona y cuya
principal amenaza es la proliferación de especies invasoras (comadrejas, cabras y
conejos, entre otras). El tercer lugar entre los bosques más afectados lo ocupa La
Sonda (un grupo de islas situado entre Indonesia y Malasia), que se hallan fuerte-
mente amenazados por el avance de la selvicultura industrial, la extracción ilegal de
madera y la comercialización de especies salvajes (como tigres, monos y tortugas).
La destrucción de los bosques de La Sonda implica una importante amenaza para la
conservación de las poblaciones de orangutanes y rinocerontes.
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Bosques del planeta: superficie, tipos y amenazas

  • 1. ¿Cuál es la superficie total de bosques del planeta? ¿Qué tipos existen en la Península Ibérica? ¿Puede un bosque absorber la niebla? ¿Cómo les afecta la lluvia ácida? ANDALUCÍA INNOVA • especial BOSQUES2011 e RESPUESTAS 100 PREGUNTAS
  • 2. 2 3 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 2011, Año Internacional de los Bosques 100 PREGUNTAS, 100 RESPUESTAS E l 20 de diciembre de 2006, la Asamblea Ge- neral de las Naciones Unidas aprobó la resolución (A/ RES/61/193) por la que se decla- raba 2011 como Año Internacio- nal de los Bosques. Esta celebra- ción resulta indispensable para tomar una conciencia real de que los bosques son parte imprescin- dible del desarrollo sostenible integral del Planeta Tierra, de- bido a los beneficios ecológicos, ambientales, económicos, socia- les, culturales y paisajísticos que proporcionan. La Secretaría del Foro de las Naciones Unidas so- bre los Bosques (FNUB) será el centro de coordinación para el desarrollo de los principios y ac- ciones de este Año Internacional de los Bosques. Es la segunda vez que se asigna a las formaciones boscosas del Planeta Tierra su propio Año Internacional. La primera vez fue en 1985, cuando el Consejo de la FAO pi- dió un reconocimiento especial a los bosques del planeta, con la vez más mermados, del Planeta Tierra, pero también es cierto que nunca hubo más codicia en nues- tro planeta que en el marco de la globalización que nos invade. La destrucción de los bosques, con todo lo que significa, es un expo- nente de primera magnitud de la posición que determinados secto- res tienen con estos importantes ecosistemas. Una sociedad debe ser consciente de si su modo de vi- da generará su colapso. Cada año, se pierden más de 150.000 km² de bosques debido a la deforestación, cada año se nos muestran con mayor crudeza los efectos de los Cambios Globales Inducidos: el Cambio Climático, el Calentamiento Global, la destruc- ción de la Capa de Ozono, la pérdi- da acelerada de Biodiversidad, la Desertificación, las Migraciones Ambientales. Estos cambios en la forma natural de vida del Planeta Tierra se verán reforzados por la pérdida de nuestros bosques, de nuestras grandes extensiones de árboles, auténticos custodios de los ciclos globales de la Tierra. La celebración del Año Inter- nacional de los Bosques nos debe hacer tomar conciencia de la ne- cesidad de conocer y proteger los bosques del planeta. Conocer su finalidad de centrar la atención mundial en la necesidad de con- servar y proteger los bosques, despertar la conciencia política y pública en lo relativo a los recur- sos forestales, identificar los facto- res que amenazan a estos recursos forestales, poner de manifiesto su papel en la conservación de la bio- diversidad global y sensibilizar a la población para que participase en actividades orientadas hacia la protección de los mismos, para lograr una Cultura de Sostenibili- dad de los Bosques encaminada a la preservación de las importantes masas forestales de la biosfera de nuestro planeta, esenciales para la vida en la Tierra. Desde entonces hasta 2011 han pasado más de 25 años y hemos perdido miles de kilómetros cua- drados de bosques. Esta resolu- ción de declaración de Año Inter- nacional de los Bosques llega en un momento crítico ante muchas cuestiones que no tienen ya tiem- po para ser demoradas. Estamos ante un escenario de Cambios Globales Inducidos por el Ser Hu- mano como nunca antes hubo. Es cierto que hay mayor conciencia- ción y que se ponen medios polí- ticos, legislativos y económicos para preservar los recursos, cada estructura y función, su papel glo- bal en la Sostenibilidad Terrestre, sus servicios a la comunidad uni- versal, su relación con la cultura y forma de vida diversa de la Tierra. Del conocimiento a la protección real, decidida, que permita la persistencia de estas Catedrales de la Vida, monasterios de bio- diversidad, reductos de la gran- deza de la Biosfera. No estamos legitimados para dañar el Plane- ta como lo hacemos. No estamos legitimados para tomar lo que queramos y donde queramos. Es- ta situación nos debe causar una indignación colectiva hacia la Vida y los Pueblos dañados con la destrucción de los Bosques. Los Bosques de la Tierra constituyen un importante ecosistema gene- rador de vida y mantenedor de procesos globales inherentes al funcionamiento del Planeta como un Sistema Ecológico. La toma de conciencia y la ayuda a la sensibi- lización universal del problema, de las fortalezas naturales de los bosques como ecosistemas y de las debilidades que generamos en el planeta con nuestra forma de actuar sobre él son absolutamente necesarias. Sirva como ejemplo esta publi- cación, Cien preguntas, cien res- puestas sobre los Bosques, una relevante iniciativa del Plan de Divulgación Científica de Andalu- cía, dependiente de la Consejería de Economía, Innovación y Cien- cia de la Junta de Andalucía. Desde preguntarnos qué es un bosque a descubrir qué bosques representan los bosques élficos de El Señor de los Anillos, o poner en valor pelí- culas como Avatar, o preguntarnos sobre el papel de los bosques como sumidero de dióxido de carbono: en estas Cien preguntas caben muchas cuestiones que esperamos ayuden a poner de manifiesto el crucial papel que tienen los Bos- ques en el mantenimiento de los Ciclos Globales Biogeoquímicos de la Tierra y, en definitiva, en la Vida y Cultura de un Planeta, el nuestro, nuestra casa, en peligro por la ava- ricia y el desconocimiento. Sirva esta publicación colectiva para ayudar a la sensibilización global hacia la protección de los Bosques y la preservación de sus Valores, una realidad que hay que lograr si deseamos un Plane- ta Sostenible, en su pura esencia, desvestida de oportunismo y moda, una Sostenibilidad Ecológica, Eco- nómica y Social. Nuestros Bosques nos necesitan hoy y nosotros nece- sitamos nuestros Bosques. ¡ Manuel Enri- que Figueroa Clemente es catedrático de Ecología y Director de la Oficina de Sos- tenibilidad de la Universidad de Sevilla. Manuel Enrique Figueroa Clemente e 100 Preguntas, 100 Respuestas Especial Bosques Programa de Divulgación Científica Consejería de Economía, Innovación y Ciencia Secretaría General de Universidades, Investigación y Tecnología Avda. Albert Einstein s/n 41092 Sevilla Tel.: +34 954 995314 / +34 954995317 Fax.: +34 954 995161 E-mail: info@andaluciainvestiga.com Web: www.andaluciainvestiga.com Consejero de Economía, Innovación y Ciencia Antonio Ávila Cano Secretario General de Universidades, Investigación y Tecnología Francisco Triguero Ruiz Directora General de Investigación, Tecnología y Empresa María Sol Calzado García Directora General de Universidades María Victoria Román Coordinador Ismael Gaona Pérez Técnicos Lucrecia Hevia Bertrand (Contenidos) Ana María Pérez Moreno (Servicios web) Carolina Moya Castillo (Publicaciones) Análisis y documentación Carmen Gavira Han participado en la elaboración de esta publicación: Departamento de Biología Vegetal y Ecología, Universidad de Sevilla: Enrique Figueroa Clemente, Sara Muñoz Vallés, Jesús Cambrollé Silva, Mª Teresa Luque Palomo, Enrique Figueroa Luque, Mª Cruz Díaz Antúnez-Barradas, Julia Toja Santillana, María Zunzunegui González, Luis Andrades Moreno, Aída Arroyo Solís, José Luis López Sánchez, Alejandro Ávila Villares, Alfredo E. Rubio Casal, Alfonso de Cires Segura, Antonio Puerto Marchena, Mª José Leiva Morales, Juan Manuel Mancilla Leytón, Ángel Martín Vicente, Rocío Fernández Alés, Jesús Castillo Segura. Departamento de Sociología, Universidad de Sevilla: Mª Teresa Rojo López. Departamento de Biología Celular, Universidad de Sevilla: Inmaculada Sánchez Aguayo. Departamento de Fisiología y Zoología, Universidad de Sevilla: Carlos A. Antonietty Adame, Antonio Gallardo Cano, Agustina Jiménez Pino, Miguel Villagrán Pinteño. Coordinación M. Enrique Figueroa Clemente, Sara Muñoz Vallés. Imágenes Sara Muñoz, Jesús Cambrollé, Jon Jauregui. Diseño Servicio Telegráfico
  • 3. 4 5 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 2 ¿Qué son los bosques primarios? DD Una definición de bosque primario podría ser “aquel que persiste natural, no alterado por perturbaciones (humanas) significativas durante periodos que exceden el tiempo de vida normal de los árboles más ma- duros”. En contraposición, se lla- ma “bosque secundario” a aquel que, aún siendo muy antiguo, sí presenta indicios evidentes de intervención humana. La princi- pal diferencia entre unos y otros es el elevado grado de comple- jidad (en estructura y funciona- miento) de los primeros frente a los segundos. Las principales áreas de bosque primario en el mundo se distribuyen por Brasil, Congo e Indonesia (bosques tro- picales); en latitudes templadas, algunos ejemplos se hallan en la Patagonia, Tasmania, Cana- dá o Polonia. Muchos de estos bosques deben su persistencia al amparo que les brindan dife- rentes figuras de protección. Sin embargo, la superficie planeta- ria de bosques primarios se ha reducido mucho, en más de 40 millones de hectáreas durante la última década (especialmen- te en América del Sur, África y Asia). Este tipo de bosque es especialmente valioso, acoge gran parte de la biodiversidad mundial y son hogar de muchos pueblos indígenas que prefieren vivir al margen del resto del mundo civilizado. Sin embargo, su superficie aún continúa dis- minuyendo, debido en gran me- dida a su conversión en terrenos agrícolas (p.e., soja y palma aceitera en América del Sur). 1 ¿Qué es un bosque ? DDSegún el Diccionario de la Lengua Española de la R.A.E., un bosque es un “sitio poblado de árboles y matas”. Los Acuerdos de Marrakech definen el bosque como “la su- perficie mínima de tierras de entre 0,05 y 1,0 hectáreas (ha) con una cubierta de copas que excede del 10 al 30% y con árboles que pueden alcanzar una altura mínima de entre 2 y 5 metros en su madurez”. La definición con- creta adoptada por España establece como parámetros básicos mínimos una cubierta de copas del 20%, una su- perficie mínima de 1 ha y una altura de los árboles en su madurez de 3 metros. Sin embargo, y partiendo de estas definiciones claras aunque simplistas, debemos construir una explicación más amplia que profundice en la realidad de lo que es un bosque desde el punto de vista ecológico. El bosque no es una simple extensión de terreno cubierta de árboles, sino un complejo ecosistema, imprescindible para la vida, con una rica biocenosis, en la cual se produ- cen numerosas y variadas relaciones en equilibrio con los factores abióticos del medio. Las especies de árboles que dominan en cada bosque les da, muchas veces, el nombre con el que lo denominamos: pinar, pinsapar, encinar, etc. Aparecen bajo una amplia gama de climas, tanto fríos (Bosque Boreal o taiga) como templados (Bosque Caduci- folio Templado, Bosque Mediterráneo) y tropicales (Bos- que Tropical), y son responsables de gran parte de la bio- diversidad del planeta. Constituyen el hábitat de multitud de seres vivos, regulan el ciclo del agua, conservan el sue- lo y la atmósfera y proporcionan multitud de productos y servicios útiles para el ser humano. Los bosques de la Tierra, con su complejidad sistémica y su funcionamiento natural, son, en gran medida, responsables y cuidadores del conjunto de la vida en ella.
  • 4. 6 7 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 3 ¿Qué es un árbol? DD Los árboles son formas de vida vegetal que se desarrollan en el medio terrestre, com- puestas de una raíz, un tronco (leñoso) más o menos unifor- me, ramas que parten del mis- mo y que se desarrollan a cierta altura del suelo, y hojas de mor- fología variada que, junto con las ramas, forman una copa diferenciada. Además, y según diferentes criterios, deben alcanzar en la madurez una al- tura mínima que oscila entre los 2 y los 6 metros. Son las formas de vida vegetal más longevas del planeta, pudiendo vivir hasta varios miles de años. La estruc- tura que poseen los árboles tie- ne un importante sentido fun- cional en el medio terrestre. El desarrollo de una verdadera raíz les permite anclarse al sustrato, explorarlo y extraer de él el agua y los nutrientes que precisan para vivir; la formación de teji- dos conductores, de transporte de sustancias (xilema, floema), y de epidermis cutinizadas que los protegen de la desecación les permiten aumentar de ta- maño, producir hojas y asimilar el dióxido de carbono del aire. Además, los tallos leñosos les permiten alcanzar grandes altu- ras y el desarrollo de sus ramas hacen de las copas verdaderas estructuras colectoras de luz. Los árboles son los principales responsables de la estructura de los bosques, son elementos valiosos en el paisaje, desarro- llan el suelo, previenen la ero- sión, son refugio y/o alimento de fauna variada (incluida el hombre) y son capaces de de- terminar el establecimiento de otras especies vegetales, ade- más de ser fuente de variados recursos para el hombre. 4 ¿Qué es la fotosíntesis? DD Probablemente sea el pro- ceso biológico más impor- tante que se dé en el planeta. Mediante la fotosíntesis, las plantas y algunos otros pocos organismos son capaces de obtener compuestos orgánicos ricos en energía a partir de sustancias inorgánicas como el agua, utilizando la energía del sol. Prácticamente, todos los seres vivos del planeta utiliza- rán directa o indirectamente estos compuestos orgánicos para su crecimiento y desarro- llo. En la fotosíntesis oxigénica, a expensas de la energía con- tenida en la luz solar, el dióxido de carbono es absorbido desde la atmósfera por las plantas y asimilado en compuestos re- ducidos de carbono que irán a parar a sus estructuras. Como subproducto de la reacción se produce oxígeno. Ambos fenó- menos son esenciales para la vida en la Tierra. Nuestros bos- ques, con millones de organis- mos fotosintéticos, actúan por tanto como grades sumideros de dióxido de carbono y una fuente de oxígeno esencial para la vida. 7 ¿Por qué se habla de las naciones-estado de los bosques? DD Los grandes viajeros de los siglos dieciocho y diecinueve trajeron de vuelta a las uni- versidades europeas de sus respectivos países la noticia de que los árboles del planeta, y con ello muchas especies vegetales asociadas, estaban organizadas en los continen- tes en algo que podría de- nominarse naciones-estado. Sobre grandes extensiones de cada parte de los continentes se extendían bosques cuyos miembros tenían formas similares. Cuando nuestros viajeros ilustrados recorrían el planeta de norte a sur, de zonas cálidas a gélidas, obser- vaban formaciones vegetales distintas, que se fijaban en sus memorias como nacio- nes ocupando, cada una, su región en el planeta. Fue en- tonces cuando se crearon los grandes mapas de formacio- nes vegetales del mundo, los mapas de biomas, y quedaron ubicados los grandes bosques del planeta. El mapa del mundo resul- tante tras estos viajes, bajo una óptica biológica, mos- traba a todas las plantas de la Tierra percibidas como “árboles y sus matas acom- pañantes”, agrupadas en grandes divisiones que aca- baron por ser denominadas formaciones. Éstas se fueron dibujando como naciones-es- tado en las que los individuos, parecían, se conformaban en algún plan común. Tal fue la visión de los viajeros y lo que nos transmitieron, como primera visión de los bosques del mundo. De igual forma se observó una relación igual con los suelos a nivel mundial y una dependencia entre suelos y grandes formaciones vege- tales en cada zona estudiada. El clima es el gran árbitro de los suelos y de esas naciones- estado de los árboles que son los bosques, con toda su biodiversidad asociada. Nuestro planeta está cubierto de un enorme mosaico diná- mico y complejo de climas y el dibujo de este mosaico se ve fielmente reflejado en la distribución de los bosques de la Tierra. 6 ¿Por qué no hay árboles en el Ártico? DD La palabra “tundra” es finlandesa y significa “tierra sin ár- boles”. No hay bosques en la tundra; quedan limitados hacia el norte ártico por el denominado Bosque Boreal, que se extien- de como un anillo a lo largo de Norteamérica y Eurasia. Esto no se debe sólo a la congelación permanente del suelo sino, posiblemente, también a la brevedad de la estación de creci- miento vegetal, debido al corto periodo de verano ártico. Las plantas árticas subsisten con muy escasas provisiones, por lo que deben economizar el uso de sus calorías alimenticias. Esto puede resultar complicado para un árbol, que debe mantener un cuerpo de gran tamaño, en su mayoría improductivo para sí mismo. Pero, si en el Ártico existen estructuras horizontales… ¿por qué no las hay verticales? Durante el día, una planta se encuentra expuesta a la radiación solar, sin posibilidad de ocul- tarse o protegerse del calor, salvo por mecanismos fisiológicos y metabólicos tales como la irradiación y la evaporación; si no lo eliminara o disipara, se cocería. El mantenimiento de una temperatura adecuada, acorde con sus procesos biológicos, resulta vital para equilibrar su balance energético. Por otro lado, los arbustos y el resto de plantas de la tundra ártica viven pegados al suelo, inmersos en una del- gada capa límite de aire inmóvil. Un poco más arriba están los fríos vientos árticos; mientras el arbusto esté pegado al suelo puede equilibrar su presupuesto calórico, si se yergue ya no. El presupuesto calórico no se equilibra si una estructura arbórea se eleva sobre el suelo en esas zonas heladas. 5 ¿Existen bosques en todos los continentes? DD Excepto en la Antártida, existen bosques en todos los continentes de la Tierra. Sin embargo, puesto que son necesarios ciertos factores como la pre- sencia de agua líquida un mínimo de meses al año para que los árboles puedan crecer, más que de continentes debemos hablar de zonas climáticas. De esta forma, los árboles están ausentes en las regiones polares, donde el agua se encuentra en estado sólido la mayor parte del año, y en las zonas desérticas, donde las comunidades de árboles (que no llegan a formar bosques) se con- centran en torno a los puntos con agua. Aparte de los límites latitudinales, existen límites de altitud que también dependen del clima, y que son más altos cuanto más cálido sea éste. Al ascender una montaña, las condiciones climá- ticas son demasiado duras para el desarrollo de los árboles y sólo permiten la supervivencia de plantas con unos requerimientos de mantenimiento meno- res, llegando a extremos donde sólo resisten las formas vegetales más simples (líquenes y musgos).
  • 5. 8 9 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 9 ¿Qué percibimos en el paisaje de los bosques? DD El paisaje que percibimos es un producto de la Naturaleza y de la percepción humana, y nos muestra una realidad múltiple, fuente de una gran riqueza de percepciones espaciales y temporales: hay tantos paisajes como observadores que lo ad- miren. El paisaje es una fuente de información acerca de la Naturaleza y de nuestra inte- racción con ella, así como una fuente de emociones, sensacio- nes, sentimientos, ideas y signi- ficados para el ser humano. Es un sistema de signos abiertos polisémico e incompleto. El Convenio Europeo del Paisaje lo considera un bien colectivo, perceptual, perceptible, dotado de carácter natural y cultural, que incardina la naturaleza material del espacio concreto, el territorio y la realidad física con la respuesta emotiva y estética que suscita su percep- ción. En este sentido, el paisaje de los bosques es la percepción multisensorial de su siste- ma de relaciones ecológicas subyacentes. El paisaje, como información que el ser humano recibe de su entorno ecológico, tiene dos componentes: el fe- nosistema y el criptosistema. El fenosistema es el conjunto de componentes del paisaje que son perceptibles por nuestros sentidos (formas, tamaños, color, textura, líneas). El cripto- sistema está constituido por los elementos imperceptibles del paisaje (microorganismos, flujos de energía, ciclos de ma- teria, interacciones poblaciona- les, relaciones de explotación), cuyo conocimiento sólo se alcanza con instrumentos de medida u observación científi- ca: nos permite comprender un paisaje, su pasado y su posible evolución. Nuestros bosques son un recurso paisajístico de primera magnitud que necesita ser conservado. 10 ¿Si abandonamos un trigal, se convertirá en bosque? DD En ecología se llama suce- sión a la secuencia de cambios que transforman la estructura y función de un ecosistema a lo largo del tiempo, que son ordenados, direccionales y pre- decibles, y que llevan al mismo hacia etapas avanzadas, más maduras. Eugene P. Odum, eminente biólogo americano, considerado uno de los padres de la ecología contemporánea, abordó la teoría de la sucesión ecológica desde un punto de vista funcional, no simplemen- te estructural. Según Odum, la madurez de un ecosistema implica una mayor estabilidad, mayor acumulación de la bio- masa (los nutrientes se encuen- tran principalmente formando parte de la materia orgánica -p.e. árboles-, asimilados, más que en el medio en forma inor- gánica) y mayor eficiencia en el uso de la energía (debido a una complejidad mayor de in- teracciones simbióticas). Estas cualidades aumentarán con el tiempo en un ecosistema que no sufra perturbaciones que lo hagan “retroceder” hacia estadíos más jóvenes dentro de esta evolución (es decir, sufrir “regresión”). Así, a través de un largo proceso inabarcable para la duración de una sola vida humana, hipotéticamente un pastizal evolucionará ha- cia un matorral, éste hacia un bosque joven y finalmente éste alcanzará el estado de bosque “maduro”, si el clima y otros agentes perturbadores (p.e. fuego, sobrepastoreo, defores- tación, obras de ingeniería…) lo permiten. 11 ¿Qué animales dependen de los bosques para vivir? DD Entre los ecosistemas terres- tres, los bosques (incluidos los tropicales lluviosos o selvas) constituyen los de mayor com- plejidad estructural. Desde la cima, a varios metros de altura, hasta el suelo, las hojas, ramas, troncos y raíces, así como la propia variedad de árboles, propician una gran diversidad de ambientes y condiciones de vida que ofrecen a la fauna un gran abanico de posibilidades de alimentación y refugio. En consecuencia, las comunida- des de animales y plantas que conforman los bosques son variadas y hacen de los mismos sistemas de alta biodiversidad. Ya sea porque se han especiali- zado a lo largo de su evolución adaptativa a vivir en ellos o de ellos, la existencia de ciertos animales depende de los bos- ques. En Andalucía podemos citar, como ejemplos, los pája- ros carpinteros, que hacen sus nidos agujereando los troncos; el gavilán, especializado en la caza de aves en zonas boscosas; la jineta y el gato montés, de- predadores especializados de los bosques; o el corzo andaluz, una subespecie de cérvido ex- clusivo de nuestros bosques. 12 ¿Cuál es la superficie total de bosques del planeta? DD Según datos del “Informe sobre bosques 2011” elabora- do por la FAO, la superficie de bosques del planeta asciende a 4.000 millones de hectáreas. Esta cifra se corresponde con un 31% de la superficie total. Los cinco países con mayor una particularidad; mientras la superficie total de bosques del planeta está en retroceso, los europeos aumentamos la nuestra a razón de 700.000 hectáreas por año. Aproxima- damente una séptima parte de este incremento anual se debe a España (118.500 hectáreas por año). Aunque, claro está, estas cifras deben ser tomadas con cautela, puesto que no distinguen bosques primarios de secundarios, ni refieren la calidad ecológica o biológica de los mismos, su nivel de complejidad o la biodiversidad que acogen. 8 ¿Cuáles son nuestras especies animales forestales más emblemáticas? DD De las especies que viven en los bosques mediterráneos y cantábricos, muchas de las más emblemáticas son, al mismo tiempo y por desgracia, las más amenazadas. Entre ellas encontramos al oso pardo o el uro- gallo, como especies más representativas de la costa cantábrica. En Andalucía podemos citar otras especies singulares como el lince ibérico, el águila imperial o la tortuga mora. El quebrantahuesos, el bucardo, el pico menor, el samaruc, la paloma zurita, el lirón careto o el tritón ibérico, son otras especies de gran singularidad faunística con un grado de protección considerable. superficie de bosques son, por orden: Rusia, Brasil, Canadá, EEUU y China. Juntos repre- sentan más de la mitad de la superficie total de bosques en la Tierra. Europa posee un 25% de los bosques del mundo, cubriendo el 45% del continente y el 73% de algu- nos países como Finlandia. Esto contrasta con la situación del Principado de Mónaco, donde la superficie forestal es 0. Sólo Rusia ya posee el 80% de los bosques europeos y su superficie permanece relativa- mente estable. En los últimos diez años, en Europa se da 13 ¿Cuál es la biodiversidad de vertebrados de los bosques mediterráneos? DD La cuenca mediterránea, donde se incluyen nuestros bosques, está con- siderada uno de los llamados puntos calientes de biodiversidad mundial. En los más de veinte puntos calientes repartidos por todo el globo, que supo- nen tan sólo el 1,4% de la superficie terrestre, tenemos aproximadamente el 35% de los vertebrados terrestres conocidos, lo que supone más de 22.000 especies catalogadas. Sólo en la cuenca mediterránea existen unas 226 especies de mamíferos, 489 especies de aves, 230 de reptiles, 79 de an- fibios y 216 de peces de agua dulce.
  • 6. 10 11 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 14 ¿De quién son los bosques del mundo? DD Se reconoce cada vez más que uno de los problemas clave causantes de la crecien- te degradación forestal es la inseguridad de los derechos de propiedad que caracteriza a la mayor parte de los bosques del globo. Según la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de la FAO en 2010, el 80% de los bosques en el mundo son de propiedad pública, gestionados por las administraciones a diferentes niveles. Sin embargo, existen notables variaciones por regio- nes respecto a la proporción de bosques “no públicos” (que no “privados”), es decir, que están a cargo de comunidades (in- dígenas), individuos o incluso empresas privadas. Esta pro- porción es mayor en América del Norte y Central (algo más del 35%), América del Sur (en torno al 25%) y Oceanía (algo más del 35%), y es menor en África (en torno al 5%), Asia (algo menos del 20%) y Euro- pa (excluida la Federación de Rusia; en torno al 10%). La can- tidad de bosque “no público” está aumentando a nivel global, debido en muchos casos a la participación de propiedad pú- blica en la ordenación y gestión de los bosques existentes. 15 ¿Qué tipos de bosque existen en la Península Ibérica? DD La vegetación que crece en un lugar concreto depende en gran medida del clima (además de factores como el tipo de suelo o la orografía). La Penín- sula Ibérica es rica en contras- tes en este sentido, encontrán- dose un gradiente de humedad desde el noroeste (elevada precipitación: Galicia) al su- deste (muy baja precipitación: Almería). Nuestros principales bosques naturales son medi- terráneos, bosques de árboles perennifolios con hoja endure- cida, adaptados para soportar la acentuada sequía veraniega: encinares, alcornocales, que- jigares, melojares, dominados por árboles del género Quercus (encinas, alcornoques, quejigos, robles melojos), acebuchales, enebrales, sabinares y pinares (p.e. de pino negro y albar). Si- guiendo los cauces de los ríos, encontramos bosques de ribe- ra (de hoja caduca): alisedas, saucedas, fresnadas, olmedas, choperas. En la costa (sobre suelos arenosos) se establecen sabinares y enebrales costeros y pinares de pino piñonero. Principalmente en la zona norte atlántica (incluidos los Pirineos centrales y occidentales), en- contramos bosques propios de ambientes más húmedos y fríos, todos ellos caducifolios: robledales, hayedos, abetales, abedulares; fresnadas y avella- nares en los fondos de valles. Además, dos tipos de bosque únicos en la Europa continen- tal se hallan en Andalucía: los pinsapares (abeto andaluz o pinsapo, una verdadera reliquia botánica), en algunas Sierrras de Cádiz y Málaga, y los bos- ques en galería de los canutos (Cádiz), de tipo subtropical o laurisilva, con especies relictas de este clima existente hasta el final de la era terciaria. 17 ¿Qué es el bosque mediterráneo? DD El clima condiciona el tipo de vegetación de un lugar, tanto en cuanto a las especies como en cuanto a la estructura de la misma formación vegetal. Las plantas que viven en clima mediterráneo, caracterizado por inviernos suaves y húme- dos y veranos secos y cálidos, poseen una serie de adapta- ciones que se relacionan prin- cipalmente con la resistencia a la sequía estival. Los bos- ques que se dan bajo este tipo de clima son, por lo general, diversos en especies vegeta- les, presentan varios estratos vegetales (son multiestratifi- cados) y un desarrollo vertical limitado. En el territorio an- daluz encontramos una gran variedad de bosques medite- rráneos naturales, debido a las variaciones climáticas locales por la cercanía o lejanía al mar, la presencia de sierras, de ríos, la naturaleza geológica de los suelos y también la his- toria de manejo humano. Den- tro de esta heterogeneidad, los bosques mediterráneos andaluces se pueden caracte- rizar por una especie de árbol predominante, aunque en la mayoría de los casos se trata de bosques multiespecíficos, donde existe más de una es- pecie de árbol dominante. Así, encontramos encinares, alcor- nocales, quejigares, robleda- les, acebuchales, algarrobales, pinares, pinsapares, sabinares y bosques de ribera. 20 ¿Existen bosques en las costas andaluzas? DD No, no nos referimos a si algunos de los bosques de nuestras sierras acaban casi a pie de playa, sino a bosques específicos de los ambientes costeros, que se desarrollan sobre suelos arenosos y bajo condiciones duras de alta temperatura e insolación, escasez de agua y nutrientes e incidencia de la brisa salada del mar, con especies que vi- ven ahí y no en otros hábitats. En nuestras costas encontra- mos los enebrales y sabinares costeros, también pinares de pino piñonero, con su típica copa en forma de paraguas (aunque muchos de éstos son el resultado de plantaciones históricas para frenar las du- nas). En ellos viven animales de especies singulares como el camaleón, protegido por ley. Los enebros y sabinas cos- teros son especies amenaza- das, protegidas actualmente por legislación estatal y auto- nómica. Entre las principales amenazas de estos bosques están su degradación y des- aparición debido al desarrollo urbano y turístico. 18 ¿Qué es un bosque de coníferas? DD Los bosques de coníferas pertenecen al grupo de los llamados “bosques templa- dos”. Sin embargo, a pesar de su denominación, están presentes en ambientes muy rigurosos, aunque mantienen una alta productividad. Se llaman así porque los árbo- les que los forman (principalmente distintas especies de pinos y abetos) tienen un tipo específico de crecimiento que les da un porte característico en forma de cono. Estos bosques pueden presentar diferentes estructuras según las características de la es- pecie predominante y su densidad. Estas diferencias pueden provocar que la bóveda de copas de árboles permita que la cantidad de luz que llega al suelo sea mayor o me- nor, lo que condiciona la existencia de sotobosque (arbustos), helechos y/o musgos. A los bosques de coníferas aparecen asociadas determinadas especies de aves como carboneros, herrerillos comunes, herrerillos capuchinos, zorzales, mitos, abubillas, jil- gueros, picos picapinos, pitos reales, verderones, luganos, verdecillos o currucas de di- ferentes especies. Los bosques de pinos constituyen una de las principales fuentes de madera y muchos de ellos no son naturales, sino plantaciones simplificadas y mono- cultivos de origen antrópico. Muchos de estos bosques han sido fragmentados para construir pistas de esquí, carreteras y pistas de acceso. Estas actividades compactan el suelo, eliminan los árboles y destruy en el medio natural. 19 ¿Qué es un bosque en galería? DDSi navegamos por el curso de ciertos ríos, arroyos o canales, veremos cómo la vegetación se concentra de forma más o menos frondosa en las orillas, formando bandas paralelas al cauce, y en muchas ocasiones nos podremos ver envueltos en un verdadero túnel verde. Esta vegetación, denominada riparia o ribereña, depende de la humedad del cauce para sobrevivir y da lugar a los llamados bosques de ribera o bos- ques en galería. Este tipo de bosque “lineal” es frecuente en climas con sequía estival, como el mediterráneo, y se desarrollan ceñidos a los cursos de agua. La vegetación se encuentra muy bien ordenada en sentido transversal al cauce, desde las zonas más cercanas al agua hasta las más alejadas, según la capacidad de las especies para tolerar las inundaciones temporales. Las alisedas, las fresnadas, olmedas, alamedas y tarayares son ejemplos típicos de formaciones boscosas que siguen este modelo en galería. El sotobosque lo forman especies de arbustos normalmente espinosas, jun- cos y carrizos, y la fauna en ellos es rica, sobre todo en especies de aves. Estos bosques son recursos paisajísticos de valor único, normalmente son enclaves de turismo en la naturaleza y de actividades recreativas en general, y cumplen funciones muy impor- tantes para el ecosistema como prevenir contra la erosión del suelo y filtrar sustan- cias del suelo, mejorando la calidad del agua. 16 ¿Qué es un manglar? DD En latitudes tropicalesencontramosuntipodebosquellamadomanglar.Seen- cuentranenlazonadeinfluenciadelasmareas,enlacosta.Susárboles(mangles) apenasasomanlacopaporencimadelaguadurantelapleamar,ysólosonvisibleslas partesinferioresdesustroncosyraícesdurantelabajamar.Lavegetacióndelosman- glaresestáadaptadaatolerarlaaltaconcentracióndesalenelaguaylasinundaciones recurrentes.Dehecho,lasespeciesseordenandesdelacostaalinteriorenbandasmás omenosdefinidassegúnelgradodetoleranciaquepresenten.Lasespeciespredo- minantesenestosbosquessonlasllamadashalotolerantes(tolerantesdesalinidad) yhalófitas(quenecesitanciertogradodesalinidadparavivir),expertasensobrevivir ycompetirporlosrecursosenmediosconsalinidadelevada.Estosmecanismosde toleranciasonobjetodeestudioporlacomunidadcientíficaparadesarrollarbiotec- nologíasquepermitansuaplicaciónalcrecimientodecultivosenzonasmuysalinas, noaptasparacultivar.Losmanglarespresentanunelevadovalorecológico,unagran riquezafaunísticayunasingularcombinacióndevidamarinayterrestre.Sinembargo, estetipodebosquehansidoyestánsiendodestruidosporactividadeshumanasdeate- rramientoydrenadoparaeldesarrollodepuertosdeportivosyapartamentos.Lamayor destrucciónmasivademanglar(100.000hectáreas)sellevóacabodurantelaguerra deVietnamporpulverizadodeherbicidas;estosmanglaresjamássehanrecuperado.
  • 7. 12 13 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 22 ¿Funciona un bosque como una máquina? DDSegún la RAE, las máquinas son un conjunto de aparatos combinados para recibir cierta forma de energía y transformar- la en otra más adecuada, o para producir un efecto determinado. Sustituyendo “aparatos” por “elementos biológicos y no biológicos”, podemos observar bastante coincidencia entre ambos conceptos (máquinas y bosques), ya que en el bosque los elementos biológicos (hon- gos, bacterias, fauna del suelo, árboles y todo tipo de plantas, animales vertebrados e inverte- brados, etc.) y los no biológicos (rocas, sales minerales disueltas en el suelo, agua, CO2, O2, N2 y otros gases) interactúan entre sí, recibiendo energía solar que se transforma en energía química (materia orgánica) y en calor. En realidad, el término que mejor define a ambos es el de siste- mas, biológicos y mecánicos respectivamente. Sin embargo, los bosques, al contrario que las máquinas, no están conce- bidos para producir “un efecto determinado”, aunque de su existencia derivan “consecuen- cias” de relevancia para la vida humana. Estas consecuencias trascienden de la simple existen- cia de una masa de árboles más o menos extensa a un sistema complejo de interacciones entre organismos de muchos niveles afectando a numerosos proce- sos vitales. 23 ¿Pueden nadar los peces en el suelo de los bosques? DD Cualquier habitante de nuestras latitudes contestaría que no, pero, si se lo pregunta- mos a un habitante de Manaus (Brasil), la respuesta sería bien distinta. En realidad, los pe- ces no nadan en el suelo sino sobre el suelo de los bosques inundados. Los ríos tropicales (Amazonas, Orinoco, Congo, etc.) tienen normalmente dos fases anuales marcadas por el caudal: las “aguas bajas”, en las que las aguas están dentro del cauce del río, y las “aguas altas”, en las que el nivel del agua sube e invade la selva ad- yacente. Ésta segunda dura va- rios meses y ha sido recurren- te durante el tiempo suficiente para que muchas especies de peces (al menos en el Amazo- nas) se hayan adaptado a una dieta frugívora, en un proceso de coevolución con muchos árboles y arbustos. Así, los pe- ces tienen un importante pa- pel dispersor de la vegetación; las frutas caen al agua y son tragadas por los peces, y sus semillas, que son resistentes a los ácidos gástricos, son trans- portadas lejos. Lo llamativo es que muchas de estas especies de peces (p.e. muchas pirañas, algunas otras especies enor- mes como el pirarucu, el tam- baqui o el pacú) son depreda- doras de otros peces durante el resto del año. Sin embargo, durante las “aguas altas”, el desbordamiento del río hace que las presas potenciales se dispersen tanto que sean difí- ciles de localizar. Sin embargo, el bosque pone a disposición de estas especies un nuevo re- curso trófico, la fruta. 24 ¿Cómo son las últimas formaciones boscosas que veremos si caminamos hacia el Polo Norte? DD La formación vegetal más extensa de la Tierra es el bosque boreal o taiga. Se encuentra formando un cinturón que se extiende por las latitudes altas del hemisferio norte y cubre un 11% de la superficie del planeta, existiendo en tres continentes: América, Europa y Asia. La taiga está dominada por un clima frío continental, con fuertes varia- ciones estacionales. En verano está coloreado de verde, gris y marrón; en otoño añade salpi- caduras de amarillo y rojo; y el largo invierno norteño convierte el bosque en un paisaje de blan- ca soledad. En algunos de estos bosques, el suelo está influencia- do por el permafrost, una gruesa capa de hielo que permanece helada durante parte del año, conservando la humedad del mismo pero disminuyendo la tasa de descomposición y la disponibilidad de nutrientes, por lo que suelen ser poco fértiles. El silencio de un bosque boreal se rompe por algunos sonidos de animales: el aullido de un lobo, el ulular de una lechuza, la estam- pida de un caribú y acompañado por el viento incesante que cruza los árboles. El hombre ha empe- zado a impactar de forma severa en este paisaje desde los últimos 2 siglos, extrayendo minerales y turba, deforestando y con el “sa- queo” de especies animales. 25 ¿Puede un bosque frenar un huracán? DDEn latitudes tropicales, la vegetación costera natural está caracterizada por una línea de dunas con plantas arbustivas y distintas especies de palme- ras, que protegen a un sistema intermareal dominado por el manglar, formado a su vez por árboles muy resistentes a altas concentraciones de sal y encharcamiento. Este tipo de vegetación tiene una función clave de protección frente a los huracanes y tifones tropicales y ofrecen una gran resistencia y capacidad de regenerarse frente a este tipo de perturba- ciones periódicas. La retirada o la destrucción parcial de la vegetación costera y la cons- trucción de diques artificiales para la protección de los nú- cleos urbanos representan una amenaza potencial para las po- blaciones costeras. El caso más conocido fue el de la ciudad de Nueva Orleáns donde, además de sufrir una gran devastación a causa de los fuertes vientos, sus diques de protección no resistieron al paso del huracán Katrina, y el agua del lago y los canales cercanos inundaron la ciudad. El 2 de septiembre de 2005, el 85% de la ciudad de Nueva Orleans estaba bajo el agua, donde en algunas zonas llegó a 7 m de profundidad. 26 ¿Puede un bosque absorber la niebla? DD Los árboles presentan una estructura ramificada, con ramas y hojas orientadas en distintos ángulos y, a veces, pinchos o incluso otras plantas (epifitas) que pueden actuar como elementos condensado- res de la humedad atmosférica y/o conductores de la niebla hacia el suelo, para ser usada posteriormente por la vegeta- ción. En las islas macaronésicas como Canarias, la acumulación de nieblas en las laderas de las montañas, cuando los vientos alisios cargados de humedad ascienden por ellas, es un fenó- meno típico. En estos lugares se pueden desarrollar bosques característicos, con vegeta- ción provista de hojas anchas y brillantes que actúan como conductores de la niebla, y que producen “lluvia” en su interior. Existen además bosques y plan- tas que dependen de la niebla para subsistir. Los llamados bosques de niebla andinos que se encuentran en Colombia y Venezuela son ecosistemas frá- giles que se desarrollan en zo- nas de alta montaña. Son áreas muy húmedas, cubiertas por un manto de nubes casi a diario, y se caracterizan por poseer una gran riqueza de plantas epífitas que absorben directamente el agua de la atmósfera. Por otro lado, se ha demostrado que las Sequoias (Sequoia sempervi- rens) utilizan diariamente la niebla que se acumula en las la- deras de las montañas rocosas, sobre todo durante la estación estival. 21 ¿Por qué algunos bosques se visten de colores en otoño? DD Durante los meses de otoño, en latitudes templadas, gran cantidad de árboles pierden todas sus hojas: son las llamadas especies caducifolias. Por el contrario, otros las mantienen durante todo el año: son las especies perennifolias. Pero, ¿qué ventaja hay en desprenderse de materia que le ha costado a la planta conseguir, y que le sirve además para seguir “alimentán- dose”? Los bosques de hoja caduca, como los hayedos del norte de la Península Ibérica, tiran sus hojas durante el invierno como una defensa frente a las condiciones adversas de esta estación. Durante este periodo, los árboles crecen o se desarrollan poco, ya que no pueden “alimentarse” realizando la fotosíntesis. Sin embargo, durante la estación primaveral lo compensan pro- duciendo hojas que suelen ser de mayor tamaño que las de las especies perennifolias, y presentando una actividad fotosintéti- ca mayor. Durante el otoño, los árboles caducifolios reabsorben toda la materia útil de las hojas antes de desprenderse de ellas. Las diferencias de color se deben a diferentes pigmentos, tales como los carotenoides, que provocan las hojas de color amari- llo, o las antocianinas, principales responsables de los colores rojizos y anaranjados. Esto da lugar a la gran variedad y belleza de tonalidades que podemos observar en algunos de nuestros bosques, como hayedos, robledales, castañares o las choperas y otros bosques en galería. El paisaje se enriquece, además, con el gran contraste cromático entre especies caducifolias y las perennifolias en otoño.
  • 8. 14 15 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 27 ¿Atraen los bosques la lluvia? DDLa respuesta sencilla es “sí”, aunque hay que explicarlo: Los bosques son en sí un gran almacén de agua, ayudan a retenerla y son importantes reguladores del ciclo hídrico de las regiones. Los suelos de los bosques son capaces de absorber 4 veces más agua de lluvia que los suelos cubiertos por pastos o matorral, y 18 ve- ces más que el suelo desnudo. Por ello, tienen la propiedad de retener grandes cantidades de agua. Además, son los ecosis- temas que más agua producen: al caer, la lluvia es captada y asimilada por la espesa vege- tación, cae al suelo como “agua madre”, se capta por la raíces y se evapora nuevamente pa- ra contribuir a formar nubes sobre la propia formación bos- cosa, si ésta es de envergadura y la dinámica de la atmósfera lo permite. Al filtrarse en el subsuelo (con la ayuda de la vegetación, que la retiene sobre el terreno), forma los mantos freáticos y los acuíferos. El bosque permite la retención de agua y la bombea a la at- mósfera a través de los árboles, desde sus profundos sistemas de raíces hasta las hojas que la liberan al aire, propiciando hu- medad y con ello la posibilidad de lluvia (dependiendo de la disminución de la temperatura con la altura en la atmósfera). Así, esta reserva subterránea y constante de agua es liberada lenta y gradualmente, ayudando a evitar las inundaciones y se- quías estacionales. Este bombeo de agua es esencial en el ciclo del agua a nivel global. A mayor vegetación, mayor presencia de lluvia. Cuando se condensa la humedad generada por el bosque a baja altura, como sucede en las zonas selváticas y bosques de montaña, se incre- menta la lluvia; en cambio en las zonas deforestadas, las nubes se forman a gran altura y son presa fácil de los vientos, que las arrastran lejos, reduciendo las posibilidades de lluvias. La humedad del bosque, la cu- bierta constante de nubes y la transpiración (pérdida de agua a través de las hojas), crean una intensa humedad local. Cada árbol del dosel transpira más de 500 litros de agua al año, que se traduce como 50,000 litros por cada hectárea, como valor de referencia, a determinar en cada enclave. Los grandes bosques lluviosos (y su humedad) contri- buyen a la formación de nubes de lluvia y generan alrededor del 75 por ciento de su propia precipitación. El bosque lluvioso del Amazonas es el responsable de crear el 50 por ciento de su propia lluvia. 29 ¿Son egoístas los árboles de los bosques con los nutrientes minerales? DDTodos los seres vivos ne- cesitamos nutrientes para construir nuestra biomasa. Los animales (heterótrofos), por ejemplo, los obtienen de formas biológicas ya construi- das: los llamamos alimentos. Las plantas (autótrofos) los obtienen del suelo y, junto con el carbono proveniente del CO2 atmosférico, la luz y el agua, generan los hidratos de carbono, y con ellos su bioma- sa, que puede ser muy grande como en el caso de los árboles. Los bosques acumulan gran cantidad de biomasa y, por tan- to, muchos nutrientes que no quedan a disposición de otros seres vivos. Por esto ¿debemos considerarlos egoístas? De forma natural, los ecosistemas evolucionan desde fases juveni- les (p.e. un herbazal) hasta fases maduras (p.e. un bosque), en un proceso que puede durar cien- tos o miles de años. Con res- pecto los nutrientes minerales, existe un importante cambio en el funcionamiento del ecosis- tema desde una fase a otra. Por ejemplo, entre un matorral co- lonizador, incipiente, con pasti- zal mediterráneo (fase inicial) y un bosque mediterráneo noble cerrado y denso (fase madura): en el primer caso, el ciclo de nutrientes es más abierto y se escapan más allá de los límites del sistema considerado (un pastizal o un matorral poco denso). Cuando el ecosiste- ma evoluciona hacia una fase más madura (el bosque noble, cerrado, denso), el ciclo de nu- trientes es más cerrado y se es- capan menos nutrientes hacia otros ecosistemas limítrofes. El bosque constituye un alma- cén de nutrientes que permite un procesado eficiente de los mismos, en equilibrio con una alta biodiversidad y una eleva- da estabilidad. La retención de nutrientes del bosque, tanto en la selva como en la zona medi- terránea, permite un eficiente uso de los mismos y genera un “mercado sostenible” de ellos a largo plazo. Cuando un bosque se quema o tala, los nutrientes retenidos circulan por fases no biológicas y se pierden para una gran parte de los ecosiste- mas, además de generar can- tidades no procesables por los sistemas biológicos y con ello, un desaprovechamiento de nu- trientes que irán a sumideros alejados en tiempo y espacio de la vida como, por ejemplo, los fondos oceánicos. 31 ¿A todos los árboles les “cuesta” lo mismo hacer una hoja? DD Las hojas constituyen un elemento fundamental en los bosques, son el gran aparato fotosintético. Sin embargo, no son gratuitas; exigen nutrien- tes para su construcción y tie- nen un gasto de mantenimien- to. Por otro lado son sensibles a los factores ambientales, por eso existen especies de hoja perenne y de hoja caduca. Las especies caducifolias eliminan sus hojas tras recibir una señal preceptiva, antes del invierno, ya que no pueden mantener el gasto que supone su persisten- cia en una estación limitante para la fijación de carbono. Este tipo de plantas vuelve a gene- rar todas las hojas que precisa tras el paso de la estación. En forma de carbono y nitrógeno, es más “barato” tirar las hojas cada año y hacerlas de nuevo que mantenerlas. Las especies perennifolias son capaces de fijar carbono sin perder agua ni sufrir por frío excesivamente durante el invierno, por lo que sí pueden permitirse el gasto de mantenimiento. Aunque no pierden el total de hojas una vez al año, las especies peren- nifolias también renuevan sus hojas, pero lo hacen poco a poco. La vida de las hojas no es igual en todas las especies y también varía con las condicio- nes limitantes del medio. Como ejemplo, en un bosque de pi- nos en las dunas de la cuenca mediterránea, donde el medio es escaso en nutrientes, la producción de hojas es “cara” y las acículas pueden durar en el árbol varios años para “amorti- zar” su construcción. 30 ¿Cómo afecta la lluvia ácida a los bosques? DD Aunque generalmente hablamos de “lluvia ácida”, es más general usar el concepto de “deposición ácida”, que incluye además niebla, bruma o nieve con más acidez de lo normal (con un pH inferior a 5,5). Asimismo, se llama genéricamente “precipitación ácida” a la combinación de deposición y caída de partículas ácidas secas que también existen en la atmósfera. Se origina cuando las emisiones de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, generados fundamentalmente por la actividad industrial, reacciona con los radicales hidroxilos y el vapor de agua de la atmósfera, formando sus ácidos res- pectivos. Origina un problema transnacional, ya que sus desencadenantes se originan en un lugar pero pueden afectar a otros debido al movimiento de las masas de aire. Mucho del daño de la precipitación (lluvia) ácida a los bosques se debe a reacciones químicas en los suelos: la deposición ácida libera aluminio (tóxico) a los suelos al ba- jar el pH del suelo; el agua ácida disuelve determinados nutrientes minerales (como calcio y magnesio) y los arrastra consigo antes de que los árboles y otras plantas puedan usarlos para su crecimiento. Además, ocasiona la pérdida de nutrientes en las hojas y disminuye la resistencia de los árboles a los daños producidos por otros fac- tores ambientales, por ejemplo, el frío del invierno o la sequía veraniega. Con mucha frecuencia, los daños que sufren los árboles son consecuencia no sólo de los efectos negativos de la lluvia ácida, sino de su combinación con uno o más factores agresores que los debilitan. La deposición ácida ocasiona el crecimiento retardado, el daño, de- gradación o muerte de bosques terrenos de muchas regiones industriales del planeta, y está muy relacionada con la declinación mundial de los bosques actuales. 28 ¿Están conectados entre sí los árboles de un bosque? DDEfectivamente, los árboles de un bosque pueden estar interconectados a nivel de las raíces, ya sean o no de la misma especie. Ésta es una de las funciones más importantes que cumple el micelio micorricico, es decir, la red de tejido que forman las raíces de las plan- tas con la masa de hilillos que constituye el cuerpo ve- getativo de los hongos en el suelo. La transferencia de carbono en especies de pinos (Pinus spp.), hayas (Fagus spp.) y alisos (Alnus spp.) a través de este micelio está comprobada, tanto entre especies similares como en- tre especies diferentes. Así, también se ha comprobado la transferencia de fósforo en pinos interconectados o la de nitrógeno en abetos conectados con hayas y alisos. La transferencia puede ocurrir de forma bidirec- cional, como se ha visto para el carbono entre árboles en bosques de abedules y abetos. En este último caso, se ha podido estimar que la ganancia neta de carbono del abeto, en comparación al abedul, representa el 6% de la cantidad que fija este último por fotosíntesis, y que la transferencia neta de carbono entre ambos va- ría según el grado de sombreado del abedul: a mayor cantidad de luz recibida, menor transferencia neta. Me- diante este tipo de procesos, un bosque funciona como un todo; el carbono puede pasar de plantas bien ilumi- nadas a plantas sombreadas, influyendo en la dinámica del ecosistema, ya que promueve la coexistencia y la diversidad de especies. Bajo esta óptica, las ectomico- rrizas (micorrizas que se desarrollan sin penetrar en el interior de las células de las raíces de los árboles) son un importante elemento en el mantenimiento la biodi- versidad vegetal en los bosques. Como dato curioso, en el año 2000 se descubrió uno de los organismos vivos más grandes que se conocen, un hongo micorrícico (Armilaria ostoyae) que se extiende unas 900 hectá- reas en un bosque de Oregón.
  • 9. 16 17 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 dad de procesamiento de la hojarasca y otros restos y su incorporación al suelo como nutrientes minerales. 36 ¿Por qué crecen setas en los bosques? DDLos bosques mantienen las condiciones de humedad y temperatura precisas que las setas necesitan para crecer, por lo que son más abundan- tes en ellos. Las setas no son más que el tipo de fruto que dan los hongos, los cuales vi- ven dentro del suelo en forma de finos filamentos o hilillos llamados hifas, y que crecen como una red finísima que se alimenta descomponiendo la materia orgánica. Entre los 32 ¿De dónde obtienen nuestros árboles el agua? DD En el complejo mundo del suelo, los árboles pueden obte- ner el agua de fuentes diversas: de la lluvia que se infiltra, de bolsas acumuladas, de niveles freáticos más o menos profun- dos, de la niebla o condensa- ción del agua atmosférica, o de cauces de agua más o menos permanentes. En un mismo bosque pueden coexistir árbo- les que utilicen distintas fuen- tes de agua, pero ¿cómo hacen los científicos para conocer de qué fuente obtiene el agua una planta? La solución la dan las recientes técnicas de análisis de isótopos estables, es decir, de diferenciar elementos quí- micos de la tabla periódica que presentan el mismo número de electrones y protones, pero que difieren en el número de neu- trones en su núcleo y, por tanto, en su peso molecular (las lla- madas formas isotópicas de los elementos, o isótopos). Estos isótopos sirven de marcadores naturales, de forma que pode- mos comparar la proporción de isótopos de hidrógeno y oxí- geno de las diferentes fuentes de agua del entorno con la del agua de los vasos conductores de las plantas (xilema), e iden- tificar la fuente que la, planta utiliza en cada momento. 33 ¿Por qué en los bosques boreales hay mucha materia orgánica sobre el suelo y en los bosques tropicales muy poca? DDResulta llamativo caminar por un determinado bosque boreal, o por ciertos bosques de montaña, o por los bosques sobre dunas de la costa oeste europea y percibir como nues- tros pies se hunden en una masa de materia orgánica sin descomponer o en estadios variables de descomposición. Sin embargo, si caminamos por un bosque tropical no existe tal sensación. Pero vemos los grandes árboles de las selvas y nos peguntamos, si no hay materia orgánica en el suelo, ¿de dónde sacan los nutrientes para su biomasa? La clave está en la rapidez del proceso de la descomposición en los bosques de los trópicos. Existe abun- dancia de nutrientes pero está concentrada en la biomasa de los grandes árboles. La mate- ria orgánica en estos casos se descompone por una actividad enorme de organismos des- componedores y detritívoros, facilitada por la alta hume- dad y una temperatura alta y estable. Los árboles generan mucha materia orgánica, que va al suelo, se descompone y es captada de nuevo rápidamen- te por los propios árboles del bosque a través de las raíces. De esta forma, el suelo no es fértil; la fertilidad se halla en los árboles, gracias a un rápi- do y eficiente reciclado de los nutrientes en el suelo. Este proceso de devolución de los nutrientes minerales al suelo es la mineralización, que es rápida en la zonas tropicales pero len- ta en las altas latitudes. En las zonas de latitud más elevada, el frío impide tal proceso y la ma- teria orgánica permanece en el suelo sin descomponerse, o con una descomposición lenta. La biodiversidad de descompone- dores y detritívoros, así como su grado de especialización, es mucho menor en estas zonas, lo cual empobrece la capaci- hongos productores de se- tas, los hay específicos de la madera, que crecen sobre los troncos en descomposición. Otros crecen sobre otros tipos de materia orgánica, tales como excrementos o simple- mente sobre suelos orgánicos (humus). Otros son capaces de establecer relaciones simbió- ticas con las raíces de ciertas especies de plantas, formando lo que se llaman las mico- rrizas. Entre estos últimos, algunos establecen relaciones con una sola especie de árbol, por lo que las setas o frutos que producen sólo se encuen- tran debajo de ellos: es el caso del níscalo y los pinos, de los faisanes y los robles, o de las trufas y las encinas. 37 ¿Qué ocurre cuando se rotura la selva tropical? DDLa evolución de los suelos depende en gran medida del clima. En las zonas tropicales, de temperaturas elevadas y abun- dantes precipitaciones reparti- das a lo largo de todo el año, se encuentran los llamados suelos lateríticos. Éstos se caracterizan por una intensa meteorización química (es decir, una fuerte desintegración y descomposi- ción de la roca madre que for- ma el suelo como consecuencia de su exposición a los agentes atmosféricos y la participación de agentes biológicos) y una intensa actividad microbiana. Esto impide la acumulación de materia orgánica o humus. Así, estos suelos carecen de lo que se llama horizonte A, donde se acumulan los nutrientes, debi- do a un intenso lavado por las lluvias. En ausencia de ácidos húmicos, ciertas sustancias co- mo los sesquióxidos de hierro y aluminio son insolubles y preci- pitan formando una costra roji- za muy dura llamada laterita en el llamado horizonte B (superfi- cie de suelo que se forma bajo el horizonte A). Estos suelos lateríticos, donde se desarrolla la selva tropical, se caracteri- zan por su baja fertilidad y los nutrientes se encuentran re- tenidos fundamentalmente en las plantas. Cuando se rotura la selva para utilizarla como área de cultivo, la materia orgánica y los nutrientes que quedan se pueden aprovechar durante un periodo de tiempo muy corto. Pasados dos o tres años, como la cantidad de nutrientes es baja y la actividad microbiana es tan in- tensa, todo se ha perdido y don- de existía una selva con multitud de estratos vegetales (árboles de diferentes altura formando grandes bóvedas, pequeños árboles y arbustos, hierbas de tamaño descomunal y otras más pequeñas, viviendo en el suelo o sobre los árboles) y rica en biodi- versidad, se ha convertido en un desierto.. 34 ¿Cómo se combate un incendio forestal? DD Para que exista un fuego forestal hace falta que coincidan tres elementos que son: calor (temperatura ambiente), comburente (oxígeno) y combustibles (biomasa forestal); juntos forman el denominado triángulo del fuego. En estas condiciones, basta un pequeño foco de ignición para que se desencadene un fuego. La forma de combatir el fuego es atacando al- guno de estos tres elementos. Para combatir el calor se utiliza el agua, debido a su elevado calor específico y calor latente de evaporación, que se puede incrementar además median- te retardantes químicos. Para combatir el comburente se utilizan distintas técnicas de sofo- cación, como son arena, espuma y batefuegos y, finalmente, se trata de eliminar con medios manuales o mecánicos los combustibles cercanos al incendio, evitando así su propagación y extinguiéndose el incendio por falta de éste. El fuego se puede atacar de forma directa, por ejemplo, mediante el avión que vierte agua sobre el incendio, o de forma indirecta, por ejemplo, limpiando el monte y creando cortafuegos. Otra técnica de ataque indirecto es el contrafuego o utilización de un fuego controlado para sofocar el incendio. 35 ¿Qué es el INFOCA? DD INFOCA es el acrónimo de Plan de Prevención y Extinción de Incendios de Andalucía y pertenece a la Consejería de Medio Ambiente. Este plan conlleva tres tipos de acciones: prevención, extinción y labores complementarias a la extinción. Las principales acciones de prevención son las actividades vinculadas a la selvicultura preventiva, que es conve- niente realizar en los terrenos forestales para manejar su combustible vegetal mediante la creación y mantenimiento de áreas o líneas cortafuegos y fajas auxiliares a lo largo de los caminos. El plan INFOCA posee una infraestructura especializada que le permite desarrollar labores de extinción muy eficaces, como son las instalaciones propias que realizan funcio- nes de coordinación y movilización de los medios disponibles, así como la formación, adies- tramiento y permanencia de los medios humanos, el almacenamiento de materiales y un sistema muy desarrollado de medios terrestres y aéreos. Dentro de las labores complemen- tarias están la investigación de las causas del incendio y la participación en la restauración de zonas incendiadas.
  • 10. 18 19 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 38 ¿Se estresan los árboles? DD Por supuesto, como cual- quier otro ser vivo. La falta de agua o su exceso, las altas o bajas temperaturas, los niveles de iluminación, la disponibili- dad de elementos minerales, el crecimiento conjunto con otras plantas y animales o las conti- nuas agresiones que la actividad humana provoca sobre el medio natural, pueden convertirse en condiciones desfavorables para el crecimiento y desarrollo de las comunidades vegetales boscosas. Estas circunstan- cias negativas se consideran situaciones de estrés, ante las cuales los vegetales reaccionan poniendo en marcha diversos mecanismos de defensa que les permiten sobrevivir. Activar estos mecanismos le supone un alto gasto de energía a la planta y, por tanto, compromete su desarrollo. Actualmente se lleva a cabo un gran número de inves- tigaciones que intentan arrojar luz sobre los mecanismos de defensa de las plantas frente a situaciones de estrés. Su cono- cimiento nos permite entender mejor el funcionamiento vegetal en su contexto comunidad- ecosistema-bosque y, además, permite aplicaciones prácticas como el desarrollo de cultivos más resistentes. 39 ¿Pueden vivir centenas de especies sobre un solo árbol? DD En la selva amazónica, uno de los puntos calientes de ma- yor biodiversidad del planeta, podemos encontrar árboles que ofrecen nichos para más de una centena de especies de escarabajos y arañas, específicas de cada especie de árbol, y que dependen estrechamente de la supervivencia de éstos. Estas especies llegan a ser casi mil si contamos las que pueden vivir sobre cualquier otra especie arbórea. Si a esto sumamos las especies de aves que anidan, los mamíferos, reptiles e incluso anfibios que desarrollan su vida sobre los árboles de la selva, además de otras especies de plantas (epífitas -como las bro- melias o la costilla de Adán- y lianas), seguramente la cifra supere el millar (de especies, el número de individuos segura- mente fuera mayor). Por tanto, la pérdida de árboles selváticos, no sólo supone un descenso en la masa forestal sino también, la pérdida de especies singulares que no se encuentran en ningún otro sitio. 41 ¿Qué puede hacer una pequeña planta en un bosque cerrado para alcanzar la luz del sol? DDLas plantas utilizan la luz co- mo una fuente de energía para convertir el dióxido de carbono y el agua en compuestos orgá- nicos de carbono. La cantidad de luz que llega al suelo de un bosque varía con la cantidad y la posición de las hojas en el estra- to vegetal, principalmente de los árboles. Así, en cubiertas vege- tales muy densas, las “lloviznas” de luz que llegan al suelo deben servir para que determinadas plantas sobrevivan. Las plantas a las que llega poca luz hacen más eficiente la escasa fotosíntesis que realizan y crecen más len- tamente, pudiendo responder eficazmente durante cortos pe- riodos de tiempo a salpicaduras de luz. En las regiones templa- das, la luz que llega al suelo varía dependiendo de la caducidad de las hojas de las especies más altas. Si existe un aumento de la luz debido a la perdida de hojas de los árboles más grandes, las plantas pequeñas completan su ciclo vital en este tiempo. Sin embargo, existe una estrategia llamativa que cumplen las deno- minadas plantas epífitas. Éstas crecen sobre otras plantas, “tre- pando” sobre ellas para captar más luz, y por lo general no per- judican a la planta sobre la que viven. Es así como sobreviven el 90% de las especies de orquí- deas en las selvas tropicales, o plantas trepadoras como las lianas, que buscan soporte en los troncos de los árboles para poder ascender a lugares más iluminados. 42 ¿Qué es un sumidero natural de carbono? DD El CO2 no es más que una de las formasquetomaelcarbono dentrodeloquesedenomina elCicloBiogeoquímicodelCar- bono.Ésteestácompuestopor unaseriedecompartimentoso almacenesenlosqueelelemento puedeaparecerennuestropla- neta(rocas,océanos,atmósfera, estructurasvivas,etc.)yunaserie decircuitosoflujosdepasoentre compartimentos(difusiónentre atmósferayocéano,emisiónde CO2porvolcanesycombustión demateriaorgánicayfósilo secuestrodecarbonoporseres vivoscomocoralesuorganismos fotosintéticos).Durantelafoto- síntesis,lasplantastomanCO2 delaatmósfera,asimilándolo ensusestructuras.Eltiempo deresidenciadelcarbonoenla vegetaciónpuedeserdedecenas, centenaseinclusomillaresde años.Enelmomentoactual,esta funcióntieneespecialinterés porqueayudaafrenarlosefectos negativosdelexcesodeemisio- nesdeCO2deorigenhumano, queestánprovocandoelefecto invernadero.Deestaforma,se sueledecirquelosbosquesson sumiderosdedióxidodecarbono, cumpliendounimportantepapel enelciclodeesteelemento.El procesodecaptacióndecarbono porfotosíntesisesademásun procesonaturalysostenible, frenteaotrosmodelosdecap- taciónartificialqueimplican importantescostesyriesgosam- bientalesasociados. 44 ¿Qué importancia tienen los bosques en el protocolo de Kioto? DD El protocolo de Kioto fue esbozado en la llamada Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (1992), dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Los países industrializados lo firman en 1997 y, en febrero de 2005, la mayoría de ellos (entre ellos España) ratifican los compromi- sos adquiridos y el protocolo en- tra en vigor. Su estrategia base es asignar a cada país firmante ciertos límites (a alcanzar antes de 2012) de emisión de gases de efecto invernadero de origen humano (principalmente CO2), responsables del calentamiento global. Así, uno de los mecanis- mos que propone es potenciar y mejorar los sumideros natura- les de CO2 como forma de com- pensar el exceso de emisiones, evitando reducir el desarrollo económico y buscando un ho- rizonte de sostenibilidad. Las plantas (y debido a su tamaño, especialmente los árboles) reti- ran cantidades de ingentes de CO2 de la atmósfera, liberando en cambio O2 en su proceso fo- tosintético. Los bosques son por tanto potentes sumideros de este gas de efecto invernadero, convirtiéndose en elementos vi- tales en la lucha contra el cam- bio climático. Actualmente, una infinidad de estudios científicos indagan en las consecuencias presentes y posibles del calen- tamiento global a diferentes niveles, buscando cómo atenuar sus efectos y cómo potenciar aquellos factores que lo miti- guen. Entre estos factores se encuentran, sin duda alguna, los bosques en su función de sumi- deros naturales de CO2. 45 ¿Cuánto gas de efecto invernadero retiran al año de la atmósfera los bosques andaluces? DD Ciertos gases acentúan la capacidad que tiene la at- mósfera para dejar pasar los rayos del sol hacia la superficie terrestre pero dificultar su salida en forma de radiación infrarroja (calor). El aumento de concentración de estos gases en la atmósfera condu- ce a un calentamiento global más acusado de lo natural (“efecto invernadero”). Aunque existen diferentes gases de efecto invernadero (metano -CH4- , óxidos de nitrógeno -NxOy-, también ozono -O3-, hidrofluorocarbonos -HFCs-, perfluorocarbonos -PFC- o derivados del azufre como el hexafluoruro de azufre -SF6-), la contribución del dióxido de carbono (CO2) a dicho efecto se estima en un 60% del to- tal, por lo que se lo considera la estrella del calentamiento global. De la cantidad que se emite a la atmósfera cada año, el ser humano es responsable del 70%. Los bosques, como sumideros naturales de CO2, son capaces de absorber y retener en sus estructuras can- tidades considerables de este gas. Se estima que las masas arbóreas forestales andaluzas (entre ellas los bosques) retiran anualmente alrededor de 7,5 millones de toneladas de CO2, lo equivalente a las emisiones de 1.386.501 coches que con- suman unos 5,7 l de gasoil/100 Km, recorriendo un total de 100 Km todos los días del año. 40 ¿Cuántas hectáreas de bosque se destruyen al año? DD Actualmente se estima que cada año desaparecen más de 13 millones de hectá- reas de bosques en todo el mundo. Según datos de WWF (World Wildlife Fund), sola- mente en la pasada década se produjo una pérdida neta de superficie forestal de 93,9 millones de hectáreas. Durante este mismo periodo se transformaron bosques natura- les en plantaciones agrícolas y forestales a un ritmo de 16,1 millones de hectáreas al año, el 94 % en zonas tropicales, siendo las plantaciones agrícolas (p.e. monocultivos de soja y palma aceitera) las responsables del 70% de esta transformación. Imagen capturada por un satélite de observación de la NASA. 43 ¿Cuáles son los principales países del mundo involucrados en el comercio de madera? DD Anualmente, se cosechan en el mundo unos 1.600 millones de m3 de madera industrial. Este recurso proviene principalmente de bosques (y otras superficies forestales) de coníferas, que se procesa para obtener pulpa, madera aserrada y tableros. En la última década y según datos de la FAO, Japón ha sido el princi- pal importador mundial de recursos madereros. Principalmente, los japoneses importan madera de la zona del sudeste asiático y su destino final suele ser la decoración del hogar. En la lista de principales importadores de madera, tras Japón, encontramos a la Unión Europea, Corea del Sur, Tailandia (país exportador hasta hace poco) y EEUU Estos países ejercen esta presión comercial sobre Áfri- ca, además de sobre América Latina en el caso de EEUU Algo más del 60 % de la exportación de madera procedente de los bosques tropicales tiene como destino diferentes países industrializados del hemisferio norte. En los últimos cuarenta años, este consumo de maderas tropicales se ha multiplicado en más de dieciséis veces. Los bosques tropicales proporcionan alrededor del 30% de las exporta- ciones en tronco, el 10% de tableros y el 60% de madera contrachapada. En los últimos años, estas corrientes comerciales se están viendo reguladas por ciertas normativas, cada vez más estrictas, sobre la ordenación forestal, así como por las fluctuaciones en los costes de producción, los tipos de cambio monetario y las inversiones en tecnología e infraestructura.
  • 11. 20 21 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 ción), y de apoyo (formación de suelos, producción primaria y reciclaje de nutrientes). Desde la Conferencia Europea de Bio- diversidad (2007), se considera nos, reconocidos como servi- cios ambientales o servicios de ecosistema. Dichos servicios se pueden dividir en cuatro gru- pos: de provisión (alimentos, madera y fibras); de regulación (del clima, inundaciones, enfer- medades y calidad del agua); culturales (valores espirituales, estéticos, recreación y educa- 46 ¿Existen bosques en las ciudades? DDMás bien, existen ciudades rodeadas de bosques, aunque sean reforestaciones como en el caso de ciudades alemanas como Frankfurt o Colonia. Sin embargo, la presencia de nu- merosos árboles y plantas en nuestras ciudades (lo que se de- nomina el sistema verde urbano) nos conecta de alguna forma con nuestra parte natural. Los parques urbanos, periurbanos, plazas y jardines se configuran como retales de pequeños “bos- ques” artificiales, en los que el arbolado viario se comporta como una red de “corredores verdes”, no sólo para la fauna urbana, sino para uso y dis- frute de todos los ciudadanos: viandantes, ciclistas o usuarios de vehículos automóviles. Los sistemas verdes urbanos, bien desarrollados y articulados, nos proporcionan una importante fuente de oxígeno, son potentes sumideros de CO2 atmosférico (principal gas responsable del efecto invernadero), interceptan las partículas contaminantes del aire, conservan la humedad del ambiente y atenúan las tempe- raturas extremas, suavizando las consecuencias del cambio climático, conducen el agua de lluvia hasta el suelo, mejoran la calidad paisajística y estética de las calles y son importantes puntos de contacto con la na- turaleza en la misma ciudad. En este argumento se basa la línea de acción del proyecto “Bosques por Ciudades”, de la Consejería de Medio Ambiente, que plantea la evaluación y mejora de los sistemas verdes de 8 municipios repartidos por toda Andalucía, como modelos de gestión para el secuestro de CO2 en términos de mitigación y atenuación de los efectos del cambio climático. 47 ¿Qué son los servicios ambientales de los bosques? DD Los bosques producen múlti- ples beneficios a los seres huma- necesario asegurar el “pago por servicios ambientales” de los bosques y otros ecosiste- mas, de cara a frenar la pérdida de biodiversidad en Europa. Es- ta herramienta, que constituye una fuerte inversión pública en el sector forestal, se ha aplica- do de forma pionera en Costa Rica y se viene desarrollando en muchos otros países. Se basa en “contratos” “volunta- riamente” establecidos entre productores y administración con pagos “condicionados” a su cumplimiento. 50 ¿Qué recursos generan los bosques? DD Las ventas de productos forestales son un indicador deficiente del uso total que las personas hacen de los bosques. A nivel mundial, las cuatro quintas partes de los ingresos de las comunidades a partir de los bosques proceden de pro- ductos que nunca entran en el mercado. Los bosques, además de la madera y de productos forestales comerciales no maderables, tienen otro valor no monetario o valor de con- sumo para la población local (leña, fruta, bayas, setas, frutos secos, hortalizas, forraje para el ganado doméstico, carne, productos medicinales...), ya para consumo personal o para un comercio muy local (ferias), que proporcionan apoyo diario a las familias que viven en las zonas próximas, llegando a ser en ocasiones un medio suple- mentario para la obtención de ingresos. Como ejemplo, los productos forestales vegeta- les que se extraen en China (fundamentalmente semillas aceitosas, nueces y brotes de bambú) suponen el 74% de su alimentación. En la India, la mitad de las extracciones de materias primas vegetales es- tán destinadas a la fabricación de medicamentos o productos aromáticos. Según la Evalua- ción de los Recursos Forestales Mundiales 2010 de la FAO, durante el periodo 2005-2010 la leña constituyó más del 70% de la madera extraída en Asia y el Pacífico y más del 90% en África. La Organización Mundial de la Salud calculó en 2008 que en algunos países de África y Asia, al menos el 80% de la población depende de la medicina tradicional derivada de productos de los bosques y otros ecosistemas para su atención primaria. 51 ¿Qué relación existe entre la estructura microscópica de la madera y sus diferentes propiedades? DD Las características que de- finen la madera como materia prima dependen en gran medi- da de la organización histológi- ca del xilema, tejido leñoso en- cargado del transporte de agua y solutos formado por células muertas huecas (tráqueas) y fibras, que dan fortaleza al cuerpo de las plantas, con com- puestos acumulables asociados (taninos, gomas y resinas). En- tre las propiedades básicas de la madera podemos destacar la densidad, fortaleza, durabilidad y flexibilidad. La densidad de- pende de la proporción de cé- lulas huecas, grosor de sus pa- redes y cantidad de fibras. Por ejemplo, el género Diospyrus (ébano) se caracteriza por tener una madera densa, y Ochroma (madera de balsa) sumamente ligera, con células de paredes muy finas y pocas fibras. La fortaleza se debe fundamen- talmente a la abundancia de fibras leñosas. La durabilidad depende de la resistencia al ataque por bacterias y hongos determinada, en parte, por la presencia de resinas, taninos, etc. Así, las Secuoyas (Sequoia spp.) poseen madera muy resistente mientras que la de álamos y chopos (Populus spp.) es sensible a las infecciones. La flexibilidad se asocia a una es- tructura histológica (de tejidos) homogénea, con fibras largas y alta capacidad de retener agua. 48 ¿Son bosques las dehesas? DD La definición actual de bosque que acepta la mayoría de ecólogos trasciende la sim- ple estructura de formación vegetal con una condición suficiente de cobertura arbórea y altura de árbol determinadas (donde se pueden incluir plantaciones y monocultivos pobres en estructura, diversidad y funciones). Así, la dehesa es un bosque manejado, transformado: han sido creadas por el hombre a partir de bosques mediterráneos ori- ginales, aclarando el número de árboles (principalmente encinas y alcornoques) y elimi- nando o minimizando el estrato arbustivo para poder aprovechar el sotobosque herbá- ceo (pastoreo y cultivo esporádico) y los propios árboles (fuente de leña y alimento para el ganado). Como resultado, las dehesas tienen una estructura similar a la de las saba- nas (árboles dispersos y sotobosque herbáceo, que son en origen formaciones naturales pero no se consideran bosques). En este sistema agrosilvopastoral, modelo de gestión sostenible, está perfectamente integrado el aprovechamiento de los recursos naturales con la conservación de sus valores ambientales y ecológicos. Este aprovechamiento ha consistido, tradicionalmente, en la obtención de pastos y frutos para la alimentación de una ganadería extensiva (productora de alimentos) y de recursos cinegéticos. Además, proveen de una gran variedad de productos forestales como el corcho. Actualmente se están desarrollando otros usos como el agroturismo y la obtención de productos ecológicos (miel, polen, setas,...). La gestión y manejo de las dehesas ha generado, por un lado, renta y empleo en las zonas donde se encuentran, contribuyendo a evitar el despo- blamiento de territorios en los que apenas hay otras alternativas productivas. Por otro, permite la conservación de la diversidad biológica, donde se incluyen algunas de nues- tras especies más amenazadas tales como el lince, el buitre negro o el águila imperial ibérica. Las dehesas forman, inevitablemente, parte de nuestro paisaje y tradición. En 2002 se declararon Reserva de la Biosfera a las Dehesas de Sierra Morena que, con sus 424.000 hectáreas, se convierte en la mayor de España. 49 ¿Qué papel tiene la ganadería en nuestros bosques? DD Nuestros bosques, al igual que el resto de nuestros ecosistemas, son el reflejo de una larga interacción entre el hombre y el medio natural. El aprovechamiento ganadero de los montes es una práctica ancestral y muy extendida en nuestro territorio. Se de- nomina cría extensiva cuando la mayor parte de la dieta proviene del pasto en el medio natural. Es lo que ocurre con los rebaños de ovejas o cabras que son conducidos por los pastores en busca de los pastos más adecuados, rotando entre unas parcelas y otras pa- ra permitir un aprovechamiento que no comprometa su regeneración. Su expresión más extrema lo constituye la trashumancia, que implica el recorrido de cientos de kilómetros, hacia el sur en invierno y hacia el norte en verano. La acción del ganado en los montes mantiene el pasto corto, reduciendo la cantidad de material inflamable en el verano. Bien dirigidos, los rebaños son una manera barata y eficiente de mantener los cortafuegos de las zonas forestales para que cumplan su función. También pueden ayudar a mante- ner controlada la vegetación del sotobosque para evitar la propagación del fuego en un eventual incendio. Aunque una presión de ganadera excesiva puede perjudicar a ciertas especies vegetales y a la calidad de los suelos, la ausencia de ganado en los montes y bosques obliga a realizar labores de limpieza de cortafuegos y de sotobosques.
  • 12. 22 23 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 forma gradual o súbita. Duran- te los últimos años se han reali- zado estudios para determinar los factores más importantes que actúan sobre los árboles y causan el decaimiento de las masas forestales. Entre estos cabe destacar: el ataque de hongos como Phytophthora 52 ¿Qué importancia tiene adquirir muebles y productos procedentes madera certificada? DD Como respuesta a la preocu- pación sobre la presión a la que están sometidos los bosques y las comunidades dependientes de los mismos a escala mun- dial, surge el sistema de “cer- tificación” de madera, un aval que garantiza al consumidor que los productos que adquiere han sido obtenidos de bos- ques bien gestionados desde un punto de vista económico, social y ambiental, asegurando que la compra de muebles, papel, tableros o carbón, no ha contribuido a la destrucción de las masas arbóreas o a la explo- tación laboral de otras perso- nas. El sistema de certificación de madera más destacable es el de la organización interna- cional sin ánimo de lucro FSC (Forest Stewardship Council). El consejo surge en 1993 como un forum de consenso integra- do por países del Norte y del Sur y organizaciones grandes y pequeñas (miembros repre- sentantes de grupos sociales y ambientales, de comerciantes de madera y forestales, organi- zaciones de pueblos indígenas, grupos comunitarios de fores- tales y organizaciones certifica- doras de productos forestales de todo el mundo), y aplica las directrices de sus miembros para desarrollar sistemas de manejo y formas de custodia de los bosques. El FSC ratificó en 1996 los principios que de- finirían la gestión y uso respon- sable de este recurso natural. La etiqueta o marca registrada del FSC permite identificar el origen de un producto e incen- tiva la conciencia ambiental sobre la gestión responsable y preservación de los recursos naturales. Además, el Consejo desarrolla procedimientos de vigilancia y acredita a las agen- cias certificadoras a escala mundial que, a su vez, certifican bosques y plantaciones me- diante técnicos especializados. Está representado en más de 50 países, entre ellos España, y es miembro de organizaciones de conservación de la naturale- za como la UICN. 53 ¿Qué es una plaga forestal? DD El concepto de plaga fores- tal, se refiere a todos los anima- les, plantas y microorganismos que tienen un efecto negativo sobre la producción de bosques y otras superficies forestales. Este concepto es antropocén- trico e incluye el elemento económico para determinar cuándo una especie puede ser considerada como plaga. Es decir, podemos tener en un bosque un millón de individuos de un insecto pero éste no se- rá considerado insecto-plaga hasta que no ejerza un daño que percibamos desde el punto de vista económico. Según la FAO, una plaga es “cualquier especie, raza o biotipo vegetal o animal o agente patógeno dañino para las plantas o pro- ductos vegetales”. Así, las pla- gas no siempre son insectos; existen muchos mamíferos y aves (p.e. el rabilargo) que son consideradas como tal. Direc- tamente proporcional a la di- versidad y cantidad de especies arbóreas que hay en el bosque mediterráneo es casi también la cantidad de plagas que habi- tan en ellos. Con respecto a las variedades de plagas forestales de insectos, la FAO, en su pro- grama de Manejo Integrado de Plagas, registraba hasta 2002 que un 80% de los registros de intercepciones de plagas correspondía a insectos del or- den Coleópteros (escarabajos), seguido en importancia por el orden Hymenópteros (avispas y similares). 54 ¿Qué es la seca o decaimiento de los Quercus? DD La seca es una enfermedad que sufren varias especies de árboles del género Quercus, principalmente la encina y el alcornoque. Se define como un síndrome cuyas causas son nu- merosas y complejas, resultado de la confluencia de factores bióticos y abióticos que produ- cen, en fin, un debilitamiento de los árboles afectados que puede causar su muerte, ya de cinnamomi, que provoca la podredumbre radical; altera- ciones climáticas (tales como sequías severas y recurrentes, encharcamientos estacionales y contaminación atmosférica) y cambios en el uso tradicional de las dehesas y montes. Todos estos factores no siempre ac- túan juntos ni de igual forma sobre las diferentes masas de quercíneas enfermas, sin em- bargo, en ocasiones dan lugar a los mismos síntomas: defolia- ción, muerte de ramas, abun- dante emisión de renuevos, necrosis del sistema radical y, finalmente, la muerte del árbol completo. 56 ¿Son todos los tratamientos fitosanitarios positivos para los bosques? DD La sostenibilidad de ciertos bosques depende del tipo de relación que establezcamos con ellos. En este sentido, de- bemos partir del hecho de que los tratamientos fitosanitarios (tratamientos para mejorar la salud de las plantas) se realizan en aquellos bosques sujetos a explotación o uso social. Así, el aumento de la rentabilidad de los bosques puede favorecer el desarrollo rural y el cuidado del propio ecosistema que genera los beneficios. El problema surge cuando intentamos ges- tionar únicamente la parte de bosque que nos interesa (es decir, sólo la ganadería, sólo la producción de madera, sólo la conservación de ciertas espe- cies, etc.) sin considerar el eco- sistema en su conjunto. Es en- tonces cuando cualquier deci- sión que tomemos sobre el ma- nejo del bosque, por ejemplo la aplicación de tratamientos fitosanitarios contra determi- nadas plagas o enfermedades, puede generar cambios en el sistema. Sin embargo, ¿qué es un cambio positivo: aquél que sólo favorece la disminución de una plaga, aquél que única- mente beneficia a una especie protegida?, ¿tenemos suficien- te conocimiento del medio forestal como para saber qué cambios son positivos o nega- tivos, especialmente a medio y largo plazo? La sostenibilidad de los bosques depende de que sepamos responder a estas preguntas a través de la inves- tigación y el conocimiento. 55 ¿Cuál es la madriguera preferida del lince ibérico? DD Los grandes huecos de troncos viejos de alcornoques y encinas, típicos del bosque mediterráneo, son los preferidos por este gran felino como zona de cría y descanso. Precisamente, una de las ac- tuaciones más importantes que se están llevando a cabo para la recuperación del lince ibérico en la Reserva Biológica de Doñana, es colocar troncos de alcorno- ques huecos a fin de aumentar el núme- ro de madrigueras y favorecer así que más individuos consigan reproducirse a salvo, lejos de carreteras y cazadores furtivos. La colocación de este tipo de madrigueras posee una importancia capital, no sólo para el caso de Doña- na, sino también para las gestiones de conservación llevadas a cabo en Sierra Morena, donde se encuentra el núcleo poblacional más importante de esta especie. El felino más amenazado del planeta se enfrenta hoy día a la prueba más difícil para su especie; evitar la endogamia causada por los pocos indi- viduos que quedan, y conseguir que la cría efectiva de cachorros sea cada vez más común en la naturaleza, gracias en parte a este tipo de estructuras semina- turales.
  • 13. 24 25 100 preguntas, 100 respuestas Andalucía InNOVA. FEBRERO 2011 57 ¿Qué es un pinsapar? DD Los pinsapares son uno de los bosques más amenazados del mundo. En todo el planeta, tan sólo podemos encontrarlo en el sur de la península ibéri- ca, concentrado en pequeñas manchas en las serranías de Cádiz y Málaga. Según una parte de la comunidad científica también podemos encontrarlo en el norte de África. Estos bosques están compuestos por una de las joyas botánicas españolas, el pinsapo (Abies pinsapo). Los pinsapos son verdaderos supervivientes del periodo glacial y se encuentran en la tierra desde hace más de 15 millones de años, habiendo sobrevivido hasta nuestros días refugiados en las cum- bres sombrías de algunas montañas de Sierra Bermeja, Sierra de las Nieves y Graza- lema. Estos grandes abetos pueden alcanzar los 30 metros de altura y pueden vivir hasta 400 años. Los pinsapares son testigos de un lejano pasado más frío y húmedo, y constitu- yen una fascinante historia de supervivencia y adaptación. 58 ¿Qué ocurre en un bosque tras un incendio? DD Tras un incendio forestal se pierde la capa vegetal y la fauna presente queda muy perjudica- da, y se necesitará mucho tiem- po para recuperar el sistema original que barrió el fuego. El suelo queda desprotegido frente a erosión y pérdida de nutrientes; además, las eleva- das temperaturas alteran la composición química y bioló- gica del suelo, y se favorece en ocasiones el establecimiento y expansión invasiva de ciertas plantas. La recuperación de la vegetación tras un incendio recibe el nombre de sucesión secundaria. En el bosque me- diterráneo existen dos estra- tegias de respuesta al fuego: los árboles rebrotadores y los germinadores. Los primeros (p.e. alcornoques, encinas o madroños) son capaces de so- brevivir a los incendios rege- nerando la parte aérea (tron- co, ramas, hojas), mediante la existencia numerosas yemas durmientes en lugares prote- gidos y a la acumulación de al- midón (en órganos de reserva) que les proporciona energía. Los árboles germinadores no resisten la acción del fuego; mueren pero sus poblaciones se regeneran gracias, exclu- sivamente, a la germinación de semillas que permanecen latentes en el suelo (forman- do un banco de semillas) que resisten (e incluso se activan) con el fuego. Entre éstas se hallan las denominadas es- pecies serótinas, capaces de mantener las semillas en la propia planta hasta que un in- cendio provoca la apertura de los frutos (piñas) la dispersión de las semillas. En el mundo mediterráneo, Pinus halepen- sis es la única especie que pre- senta esta estrategia (muy co- mún en Sudáfrica y Australia). Sin embargo, los árboles que no son capaces de rebrotar y sus semillas son sensibles al paso del fuego, terminan por desaparecer cuando los incen- dios son muy abundantes. 59 ¿Puede un alcornoque resistir un incendio? DD El corcho es la corteza del alcornoque (Quercus suber, ár- bol que se distribuye alrededor del mediterráneo Occidental) y posee unas características úni- cas que protege al árbol frente a las condiciones adversas del clima mediterráneo, como son la sequía, las altas temperatu- ras estivales y los incendios. El corcho está formado por células muertas cuyas paredes están cubiertas fundamentalmente por suberina, un biopolímero cuyo interior se llena de un gas similar al aire. Esto confiere al corcho sus propiedades de baja densidad, baja permeabilidad a los gases y agua, baja conducti- vidad del calor (por lo que pro- tege al árbol frente a incendios), resistencia a plagas, alta elasti- cidad y estabilidad química. Tras un fuego, el tronco se mantiene vivo y es capaz de rebrotar a partir de yemas epicórnicas, característica única en nuestros árboles. Además, el corcho es uno de los principales recursos del bosque mediterráneo. Sólo tiene valor industrial cuando los árboles alcanzan 35-40 años y ee obtiene descortezando el árbol, con cuidado de no dañar el tejido que lo regenera (casca). La extracción o saca del corcho se produce en verano, causan- do un fuerte estrés hídrico a la planta, la cual tiende a reponer el corcho extraído y aumentan- do enormemente la fijación de dióxido de carbono y, con ello, el papel de sumidero de gas de efecto invernadero del bosque mediterráneo. El corcho se rege- nera por completo al cabo de 9 años y su aprovechamiento, en- tre otros, permite mantener un tipo de paisaje mediterráneo, así como de especies amenazadas que tenderían a desaparecer con cultivos industrializados. 61 ¿Por qué los eucaliptos tienen tan mala fama? DDLos eucaliptos (Eucalyptus spp.) son árboles y arbustos pertenecientes a la familia Mirtáceas. Aunque la mayoría es oriunda de Australia, actual- mente se pueden encontrar por todo el mundo, debido a su cultivo para aprovechar su madera para la obtención de pasta de papel y de sus aceites esenciales a partir de sus hojas. Son precisamente estos aceites esenciales los que, por sus pro- piedades bactericidas y fungi- cidas, pueden afectar negativa- mente a la composición de las comunidades microbianas del suelo. También se ha asociado a la acidificación de suelos en relación a la descomposición de la hojarasca, aunque ciertos estudios desechan esta teoría. Sin embargo, la principal ca- racterística que ha dado mala fama a estos árboles es su alta capacidad de absorción de agua del suelo, gracias a su sistema radicular. Por esta razón, espe- cies tan frecuentes en Andalucía como Eucalyptus globulus, fue- ron empleadas desde finales del siglo XIX para detener la erosión, regular los caudales de los ríos y desecar los humedales para evi- tar la propagación de enferme- dades transmitidas por mosqui- tos. Posteriormente, comenzó a cultivarse para la obtención de pasta de papel. 62 ¿Favorece el fuego forestal el Cambio Climático? DD Todas las plantas verdes actúan como elementos que secuestran el dióxido de car- bono (CO2) de la atmósfera. En el caso de los árboles y el resto de vegetación que forma un bosque, este carbono puede quedar acumulado en la made- ra durante siglos en forma de biomasa forestal, reduciendo la acumulación de dióxido de carbono atmosférico, que es el principal gas que favorece el efecto invernadero. El fuego forestal produce una oxidación violenta de los compuestos reducidos (tales como el carbo- no asimilado por las plantas), liberando de forma rápida grandes cantidades de dióxido de carbono y vapor de agua a la atmósfera. Si el fuego alcanza unas dimensiones importantes, el efecto es doble: por un lado se eliminan de golpe grandes extensiones de árboles capaces de fijar el CO2 y, por el otro, se liberan grandes cantidades de gases con efecto invernadero que estaban secuestrados, y que incrementan la absorción de radiación infrarroja y, por consiguiente, contribuyen al cambio climático. 60 ¿Cuáles son los bosques más amenazados de nuestro planeta? DD La deforestación, la explotación incontrolada de recursos, el fuego, las plagas y enfermedades, la introducción de especies invasoras y los efectos derivados del cambio climático se encuentran entre las principales amenazas para los bosques que pueblan nuestro planeta. Un informe reciente de la fundación Conservation In- ternational destaca los diez puntos calientes forestales más amenazados del mundo (ecosistemas con gran diversidad, gran cantidad de especies únicas y fuertemente amenazados). En primer lugar se encuentran los bosques de Indo-Birmania, donde se hallan el lago Tonle Sap y el río Mekong, y cuyas amenazas principales son el avance incontrolado de los cultivos de arroz, la sobreexplotación del río y la trans- formación de los manglares. En segundo lugar se encuentran los bosques de Nueva Zelanda, que alberga una gran cantidad de fauna exclusiva de dicha zona y cuya principal amenaza es la proliferación de especies invasoras (comadrejas, cabras y conejos, entre otras). El tercer lugar entre los bosques más afectados lo ocupa La Sonda (un grupo de islas situado entre Indonesia y Malasia), que se hallan fuerte- mente amenazados por el avance de la selvicultura industrial, la extracción ilegal de madera y la comercialización de especies salvajes (como tigres, monos y tortugas). La destrucción de los bosques de La Sonda implica una importante amenaza para la conservación de las poblaciones de orangutanes y rinocerontes.