cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
Literatura oral
1. LITERATURA ORAL<br />LA AVECILLA Y EL ZORRO<br />Los rayos oblicuos del sol bañaban la mañana, la aroma del las flores esparcidos creaban un ambiente deleitoso.<br />Melodía; melodía placentera se escuchaba a lo lejos, nacido de una avecilla posado sobre las ramas de un árbol.<br />La melodía atrae como un imán; un zorro embobado por aquel deleitoso canto, al escucharlo se acercó sigilosamente para descubrir al creador de tan sin igual belleza musical, y al tenerlo cerca dijo:<br />---comadrita, pero qué hermosa música creas con tu flauta <br />--- ¿podrías prestármela?---continuó el ladino <br />Temerosa de perder su flauta, tan valiosa como su vida misma, la negativa brotó de su interior.<br />Ofuscado el zorro, no le quedó más remedio que acudir a sus artimañas, suplicando éste insistió tanto que por fin el ave accedió.<br />Ni bien sintió la flauta sobre su hocico, raudo escapó sin rumbo y a lo lejos con la alegría dibujada sobre su rostro, comenzó a crear melodías tan hermosas como las creadas por el ave.<br />La avecilla, sorprendida del engaño de la que fue víctima salió en búsqueda del embustero, hasta que lo vio sin ser vista, mas el zorro mofándose de la inocencia del ave, se negó a devolver la flauta y ésta muy hábil ideó un plan.<br />Por los senderos del zorro, pasado dos días apareció “muerta”, emanando olores nauseabundos con gusanos en los ojos y en el pico y en los oídos y en las patas.<br />Al observarle el zorro la creyó muerta, y con el estupor en el rostro dijo:<br />--- ¡pobre avecilla! Seguro murió de pena por su flauta <br />Y diciendo esto puso la flauta en el pico del ave, y no muy tonta ella al darse cuenta aprovecha la ocasión; estira las alas plomo ceniza y alzó vuelo.<br />El taimado, incapaz de idear un nuevo plan, no se le ocurrió otra que usar el mismo; cerca al nido de la avecilla, se fingió muerto, olores pestilentes, gusanos, gusanos.<br />Y ésta conociendo sus intenciones de tan vil animal fingió y dijo:<br />--- ¡pobrecito mi compadre el zorro! Segurito se murió de pena y tristeza al perder mi flauta, ahora lo traeré para su consuelo.<br />Y lo que trajo no fue la flauta en sí, sino una enorme roca que soltó de una altura regular matando en un instante al tan “astuto” zorro que murió sin emitir sonido alguno.<br />