Las variaciones cuentan la historia de un libro en blanco que es dejado en un parque por una figura oscura. Una niña llamada Carolina lo encuentra y se lo lleva a la escuela, donde cae durante una clase y el profesor lo abre, descubriendo que está en blanco. Los estudiantes deciden escribir una historia cooperativa en sus páginas y Carolina deja el libro junto a un árbol al terminar la escuela.
1. VARIACIONES DE LA HISTORIA EL LIBRO PERDIDO
ORIGINAL:
Una oscura silueta atravesó el parque. Llevaba consigo un libro de aspecto
viejo. Lo depositó en un banco. La fuerza del viento hizo que se abriera y pasaran las
páginas. En el momento en el que se cerró, una de ellas quedó doblada.
Por la mañana, una joven recogió el libro. Se llamaba Carolina e iba de camino
hacia el colegio. Cuando el profesor impartía clase, el libro cayó al suelo y llamó la
atención de él. Lo abrió y, para su sorpresa, las hojas estaban en blanco. Resultó que la
última se encontraba doblada, con palabras sueltas sin sentido aparente.
Los alumnos se preguntaban por qué estaba vació y cuál era el sentido de su
existencia. Carolina propuso que, al no haber escritura alguna, se inventara una
historia a través de las frases de cada uno de ellos.
Al acabar las clases, y ésta vez con el libro a medio escribir, Carolina vio un
árbol que le resultó llamativo. Decidió situarlo a su lado.
Poco a poco, muchas manos humildes continuarían las frases que habían
encontrado en el libro, convirtiéndolas en una historia: la historia del pequeño libro
perdido.
VARIACIÓN 1: en forma de telegrama dictado.
Silueta oscura deja libro viejo en parque STOP. Viento pasa páginas, una doblada
STOP. Joven lo recoge STOP. Carolina, va al colegio STOP. En clase cae libro y profesor
lo abre STOP. Sorpresa: páginas en blanco STOP. Preguntándonos por qué nada escrito
STOP. Carolina propone a todos escribir historia en libro STOP. Carolina vuelve a casa
STOP. Árbol en el camino STOP. Carolina deja libro cerca árbol STOP. Otros ven libro,
continúan historia sin acabar STOP.
2. VARIACIÓN 2: a lo Star Wars.
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana… las oscuras fuerzas de los Sith
depositaron un libro en medio de la plaza principal de Naboo, con el objetivo de
tenderle una trampa a la pequeña Padme Amidala, que por aquel entonces tenía diez
años y tenía que acudir a sus clases para poder adquirir todos los conocimientos en el
futuro que le deparaba y que le serían de vital importancia. Pero Amidala fue siempre
muy perspicaz: se dio cuenta de que había indicios de que pudiera ser cosa de los Sith,
por lo que el ejército de Naboo fue llamado para escoltarla hasta sus clases e investigar
todo el planeta y sus alrededores. Mientras tanto, ella se quedaría con el libro.
Durante el transcurso de la clase, el libro cayó al suelo, lo que llamó la atención del
maestro Mace Windu, el cual se hallaba en una reunión de jedis en la sala adyacente.
Pudo percibirlo mediante la fuerza, por lo que entró en la clase, examinó el libro, y
dijo:
- Es Sith, sin duda. Ha llegado a tus manos con el objetivo de que el Señor Oscuro
del Sith pueda seguirte y estudiar todos tus pasos. Parecen muy interesados en
que el Imperio sea disuelto. Lo que debemos hacer es escribir algo en él para
bloquearlo, destruyéndolo no conseguiríamos nada, sólo aumentar su poder y
alimentar el odio con el que fue creado. Debemos demostrar a los Sith que
disponemos de armas más poderosas que las suyas, así que escribamos algo
entre todos los que estamos aquí y abandonémoslo.
Y así, todos empezaron a escribir una historia en la que un grupo de jedis vencían
definitivamente a las fuerzas Sith. La propia Padme se deshizo del libro arrojándolo al
lado del primer árbol con el que se encontró.
3. Pero más tarde ocurriría algo contra todo pronóstico: una extraña criatura anfibia
emergió del agua y recogió el libro. Era un Gungan, el cual se lo llevaría hasta Otoh
Gunga para que sus mayores lo examinaran. Si el destino es propicio, los Gungans
continuarían la historia. De lo contrario, las consecuencias podrían ser fatales.
VARIACIÓN 2: en forma de manual de instrucciones.
- Dejar libro en el banco del parque. Si se ve una figura oscura, todo funciona
correctamente.
- La fuerza del viento hará que pasen sus páginas. Esperar el tiempo que sea
necesario para que una se doble. Si esto no ocurre, repetir operación.
- Si el último paso ha sido completado con éxito, el libro tendrá que reposar toda
la noche. Pulse cualquier tecla para continuar.
- Mantener la dirección lineal de Carolina hacia su colegio. Durante la misma,
establecer contacto con el libro. Guardar libro sin forzar.
- Pregunta frecuente: el libro se ha caído durante la clase. ¿Qué hacer? El
profesor tendrá que abrirlo.
- Proceder a rellenar las hojas en blanco con caracteres tipográficos inteligibles
que formen un relato con sentido propio, ante la ausencia de uno en el libro.
No podrá usar los signos <, >, ^, *, [, ], {, }.
- Cuando suene la señal de alarma, los alumnos volverán a sus casas. Si esto es
correcto, Carolina llevará en libro consigo.
- Durante la trayectoria lineal de Carolina, cambiar el establecimiento de
contacto: ahora se realizará con un árbol. Si ambas entidades coinciden,
proceder a dejar el libro al lado del árbol. Anular contacto.
- Repetir todo lo anterior si se es colegial, cambiando el factor “parque” por el
factor “árbol” y continuar lo que aparece en los caracteres tipográficos. No
podrá usar los signos <, >, ^, *, [, ], {, }.
4. VARIACIÓN 3: en forma de diálogo entre pokeros (canis, bakalas, etc.)
- Ala ala alaaaa xaval!!! Ta enterao de que la Karol sa encontrao un libro mu viejo
en el parke der Richi??
- Ké ísse primooohh.
- Sí tío, ayer iba pa klase y se ve que una sombra o no sé ké movidas lo dejó ahí
tirao, en el banco ese y con una página doblá.
- Pero pa qué cohe cosas rarah de por ahí illloooo.
- Buah tío a saber. Bueno queeeeeeeeeeeee luego se conosse que se le cayó en
clase y el profe casi se la lía kolega.
- Ké capullo… y qué le dijo?
- Queeeeeee a ver ké era eso. Pos no cogió y lo abrió y resultaba que estaba en
blancoooooooh!!!
- Alaaaa.
- Sí sí, luego se pusieron ahí a rellenarlo con movidas que se iban ahí inventando
y tal, ke iban a hacer una historia.
- Ké wapo.
- Te acuerdas del árbol al que se subió er Gitano pa que no le pillara la poli?
- Sí sí tiooo eso fue la leche xavaaaaaaaal!!!!
- Pos luego cuando tiró pa casa lo dejó al lao. Luego ya si eso lo iría cogiendo más
gente de otros coles y tal y seguirían con la historia esa.
- Wala tío, la historia der libro perdío!!
- Suena bien eeeeeeeeeeeeeeh??!!
5. VARIACIÓN 4: en forma de Sentencia del Tribunal Constitucional.
Sentencia Tribunal Constitucional 139/2011, de 1 de enero: sobre los libros perdidos
Por la presente Sentencia, aprobada en la ley 1/1/2011 y corroborada por el plan
12/503 sobre la Administración y Gestión de Libros Perdidos y Misteriosos, se expone
que todos los libros depositados por siluetas oscuras en los bancos de parques han de
ser recogidos por alumnos capacitados para llevar a cabo su investigación. Para ser
considerada “oscura”, la silueta deberá presentar una opacidad no menor del 60 por
ciento y tendrá que moverse por los parques colindantes, no pudiendo rebasar un
radio de actuación menor de 5 km para no alterar la actividad de otras siluetas
oscuras. En cuanto a la recogida del libro, en el hipotético caso de que el éste tenga
una página doblada, el alumno o alumna que lo encuentre deberá prestar especial
atención al mismo, ya que durante el transcurso de su clase, éste podría caer al suelo.
En caso de que esto ocurra, será competencia del profesor, y no de la Administración
Pública en términos generales, el motivar a los alumnos a abrir el libro y trabajar sobre
el mismo. Si hubiera algo escrito en el libro no habría menester de mayores análisis,
pero si resulta que está en blanco, es necesario que los alumnos elaboren una historia
dentro del mismo que lo complete para poder ser archivado. Cuando esta labor haya
concluido, la misma persona que lo encontró deberá depositarlo al lado de un árbol
que esté situado a una distancia no menor de 50 metros de su colegio, a la espera de
que otro alumno de otro colegio lo vuelva a coger y continúe la historia hasta que
acabe, ciñéndose siempre a lo reflejado en la ley 8/10/2008 sobre cadáveres
exquisitos. Si la historia acaba, bien por falta de espacio o por falta de ideas, será
llevada al archivo municipal, si no, tendrá que repetirse todo el proceso.
6. VARIACIÓN 5: a modo de anuncio.
¡Hey! ¿Hart@ de los libros convencionales? ¿Hart@ de conformarse con las historias
que cuentan, cerradas, con un nudo, un desenlace y un final que se mantienen
invariables? Con el libro perdido usted podrá crear cuantas historias desee sin ningún
tipo de limitación. Libere su mente. ¡Imagine nuevos mundos, nuevas historias, nuevos
romances… con el libro perdido! Los colegiales de nuestro distrito ya han dado el
primer paso, incluso tenemos con nosotros a Carolina, la chica que dio con el libro por
primera vez:
- Cuéntanos, Carolina, ¿Cómo te sentiste cuando diste con el libro?
- Bueno… al principio tuve cierta sensación de desconfianza cuando lo encontré
en el parque, con esa página doblada… pero cuando decidimos elaborar la
historia en clase…
- Ahí la cosa cambió, ¿verdad?
- Sí, del todo. Fue una de las mejores experiencias que he tenido nunca: hacía
mucho tiempo que no sentía que éramos un grupo unido por la amistad de
muchos años en el que trabajar juntos por una causa común, que era la de
continuar una historia que nosotros mismos habíamos creado. Todos
colaborábamos, se respiraba un ambiente tan genial que me es imposible de
describir con palabras.
Ya lo ven. Puede disfrutarse tanto solo como en compañía. ¡Confíe en las oscuras
siluetas que los depositan en bancos de parques! Pero… no se descuide: cuando el
libro haya terminado de pasar por unas nuevas manos, volverá a ser depositado en
cualquier lugar, usted mismo o sus hijos podrían ser los siguientes. ¡Forme parte de la
historia! ¡Viva un sinfín de aventuras sin igual con el libro perdido!
*Advertencia: no disponible en formato PDF.
7. VARIACIÓN 6: Sexto Sentido
- Quiero contarle mi secreto…
- Vale.
- … en ocasiones veo muertos.
- ¿… en... tus sueños?
- No… venga mañana conmigo, Doctor Crowe.
A la mañana siguiente, ambos volvieron a verse.
- ¿A dónde me llevas, Cole?
- Al parque. Uno de ellos me ha pedido que le haga un gran favor.
- Vaya…
- ¿Cree que estoy loco?
- No, en absoluto, nunca lo he pensado. Sin embargo, siento cierta intriga.
- El fantasma de aquel tipo me dijo que en uno de los bancos había dejado un
libro. Me suplicó que se lo hiciera llegar a “una persona”, pero no me dijo quién
era, sólo me comentó que el libro tendría una página doblada y que detrás
aparecía la dirección en la que dejarlo.
- Bien, te echaré una mano entonces.
Cuando llegaron al parque, se quedaron perplejos: al mirar hacia el banco que se
alzaba ante ellos, vieron que en él había un libro. Ambos se asustaron cuando el viento
lo abrió y lo cerró de golpe. Crowe lo observó no sin cierto recelo y, efectivamente,
una de sus páginas estaba doblada. No aparecía título alguno, sólo una dirección en la
contraportada que había quedado visible.
8. - ¿Qué pone, Dr. Crowe?
- Calle Abraham Lincoln, número 25.
- ¡Eso es la escuela!
Anduvieron por la zona durante un buen rato hasta que dieron con la calle que les
llevaba a la escuela. Entonces, entraron y fueron derechos al despacho de la directora,
la señorita Katherine Thorn.
- ¡Hola! ¿Puedo ayud…?
- Verá… - acertó a decir Cole con nerviosismo - esta mañana estaba jugando con
mi padre en el parque y encontramos este libro. Como ponía esta dirección,
decidimos que lo mejor era traerlo hasta aquí… ¿le dice algo?
- … no puede ser verdad… es… ¡un milagro! Sí, sí, me dice muchas cosas, más de
las que crees. Pero no entiendo nada…
- Tranquila, tómese todo el tiempo que necesite - dijo Cole.
- Vale… es que este libro fue editado por mi marido antes de morir en un
accidente de tráfico. Era también profesor aquí, y además en la universidad, su
nuevo proyecto consistía en traer a clase un día un libro en blanco cuya portada
pudiera elegir él y que los alumnos escribieran en sus páginas una historia
sobre la que trabajar. En realidad el libro en sí es algo muy trivial, sólo quería
tener toda una investigación sobre los métodos de trabajo grupales en un
mismo soporte, y además contaba con la colaboración de los otros colegios,
pero su desgraciada muerte se interpuso en sus sueños docentes. Parece una
tontería, pero es un proyecto profesional que el pobre nunca pudo llegar a
9. realizar. Y ahora está aquí… Nunca quise hacer el proyecto por él, pero he de
admitir que siempre tuve mucho interés en sus investigaciones…
- Bueno… - respondió Cole - … Él quizás habría querido que se realizara de todas
formas.
La señorita Thorn se quedó pensativa durante un buen rato.
- Sabes… tienes razón… ¡Voy a enseñárselo a los alumnos y continuar su labor! Y
además, te voy a dar la oportunidad de que seas el primero en escribir algo en
él. ¿Quieres tener el honor de inaugurar su investigación?
- Vaya, sí, muchas gracias señorita Thorn.
Y entonces llevó el libro hasta una de las clases, en la que todos y cada uno de los
niños escribieron una frase partiendo de la de Cole, ante la atenta mirada de éste y la
de Crowe. La directora anunció que el libro sería llevado a las escuelas cercanas del
distrito para que siguieran con la historia. Más tarde, Crowe y Cole abandonaron el
edificio:
- Estoy sorprendido Cole…
- ¿Qué le dije?
- Por curiosidad, ¿qué escribiste?
- Mnmm… El mundo es un buen lugar por el que merece la pena luchar.
- Vaya, ¿tan pequeño y ya lees a Hemingway?
- ¿A quién?
10. VARIACIÓN 7: un comunicado policial.
- Atención todas las unidades: la oscura silueta ha depositado el libro en el banco
del parque. Acaba de desaparecer. No sabemos nada más, inspeccionen los
alrededores, puede ser peligrosa. ¡Aghh! El viento ha abierto el libro y ha hecho
que se cierre de golpe. ¡Dios, casi me da un infarto! ¿Dónde están los
artificieros cuando más se les necesita? Que vengan cuanto antes, podría
contener material explosivo.
Ya por la mañana:
- Atención: una chica llamada Carolina está recogiendo el libro. Se dirige a su
colegio, está entrando ya en su clase. Preparen los refuerzos.
Horas después:
- Atención: ¡Está en blanco, repito, está en blanco! ¡El profesor lo ha visto y
ahora la chica está incitando al resto de alumnos a que escriban algo en él,
como una historia o lo que sea, ¡Por el amor de Dios! ¿¿¡¡Dónde demonios
están los malditos refuerzos!!??
Tras una larga y angustiosa espera:
- Atención: la chica ha salido de clase y ha dejado el libro al lado del árbol. No me
moveré de aquí, mándenme al sargento, tengo que hablar con él.
Después de haber estado analizando durante días los vaivenes del libro:
- Atención: bien unidades, parece que el libro está yendo de mano en mano para
completar la historia que los primeros habían empezado. Lo he perdido de
vista, así que permanezcan alerta, repito, permanezcan alerta: puede estar en
cualquier parte. ¿Se sabe algo de quien lo dejó?
11. VARIACIÓN 8: tipo profecía religiosa.
- Hermanos… tengo algo que contaros.
- ¡Habla Jesús, habla!
- Una oscura sombra se cernirá sobre nosotros. Pero no temáis, pues depositará
en el banco de un parque un libro carcomido por el paso del tiempo en el que
se dispondrá el sentido de la humanidad.
- ¡Cuéntanos más!
- El viento hará pasar sus hojas, cerrándose de golpe y quedando una de ellas
doblada. Será de vital importancia que la misma esté doblada, si no, nadie lo
podrá llegar a reconocer nunca.
- ¿Y qué está escrito en el libro?
- Paciencia Jeremías, paciencia. A la luz del alba, el libro será recogido por una
joven de corazón puro y mirada esperanzadora.
- ¿Y qué hará con él?
- Su destino dependerá de ella. Si la profecía es cierta, el libro caerá por
accidente durante su clase y el profesor tendrá cierto interés por él. Lo abrirán.
Se produjo un silencio colectivo durante un buen rato.
- … y… ¿qué descubrirán?
- Nada, pues el libro estará completamente en blanco. La joven que dio con él
propondrá a los demás escribir en conjunto una historia en él, a falta de una ya
existente.
- ¿Y de qué tratará la historia?
12. - Eso no puedo decírtelo, Lucas. Es nuestro destino: cada uno de nosotros es
quien escribe nuestra propia historia, no podemos permitir que nadie lo haga
en nuestro lugar. Ese es, por tanto, el sentido de la humanidad lo que traerá
consigo la profecía.
- Pero… ¿y si algún día alguien decide acabar la historia?
- Eso no ocurrirá: la joven llevará consigo el libro y lo dejará al lado de un árbol.
Reconocerá intuitivamente dicho árbol en seguida, porque éste no será otro
que el árbol de la vida. Más tarde, otros jóvenes serán llamados por el libro y
continuarán la historia, que no será la historia inacabada de la humanidad,
plasmada en el libro perdido. Si la historia llega hasta la página doblada, será la
señal de que el libro habrá de ser sustituido por otro, el cual también llevará
una página doblada, y así sucesivamente hasta que el hombre se vuelva
consciente de su destino.
- ¿Y cuándo ocurrirá todo esto, Jesús?
- En un futuro muy lejano, cuando podamos disfrutar de los discursos en algo
que será llamado “HD”.
13. VARIACIÓN 9: En forma de drama.
Guardo recuerdos bastante amargos del año de mi décimo cumpleaños. Lo primero
que se me viene a la cabeza fue una mañana en la que, tras haber tenido que soportar
otra de las broncas entre mi padre y mi madre sin poder decir nada, salía de casa para
ir al colegio, sin llegar a avisarles de que me había ido. Ni siquiera había desayunado.
Según pasaba por la puerta y avanzaba unos cuantos metros seguía oyendo gritos y
algo que me desarmaba completamente: el llanto de mi madre. Daba la impresión de
que, aunque me alejase, se escuchaban cada vez más altos en mi cabeza. Recuerdo
que no podía más, había estado esperando todo el tiempo para poder llorar sin que
me vieran mis padres. Sin embargo, tampoco quería que me vieran mis compañeros de
clase, así que hice un alto en el camino y me detuve en el parque, más solitario y
desolado que nunca. No sabría describirlo con exactitud, pero aquella mañana ese
parque tenía algo… especial… algo que lo hacía más nostálgico, como si una sombra
hubiese hecho de él un espacio reservado para este tipo de situaciones, un lugar en el
que se le da derecho a cualquier persona a poder convertirse en una especie de
confidente de sí misma. Me senté en uno de sus bancos, en donde pude llorar y
descargar toda la tensión que tenía acumulada durante un rato que se me hizo eterno.
Cuando subí la cabeza con intención de seguir andando, orienté mi mirada hacia el
otro lado del banco y vi algo que me dejó desconcertada: un libro. Tenía aspecto viejo.
No había reparado si antes estaba ahí, pero, casi de forma impulsiva lo cogí con
intenciones de abrirlo. Pero mi parte racional me decía que estaba llegando tarde a
clase y si no me quería llevar una bronca del maestro debía de irme corriendo, así que
me guardé el libro rápidamente en la mochila y me fui.
14. “Más gritos no, por favor, por favor…” pensaba mientras entraba en el colegio. Tuve
suerte, ya que el maestro llegó unos minutos después que yo porque tuvo al parecer
un problema con el coche, o algo así creí haber escuchado. Qué más da, lo importante
es que por un instante podía estar relajada. Aunque el maestro no vino con la misma
actitud. Durante la primera hora, el libro se me cayó de la mochila al intentar coger
otro que estaba cerca de él y, cómo no, el maestro me echó la bronca por, según su
parecer, estar con libros en clase que no son de la asignatura, ordenándome a gritos
que lo guardara. Sentí una profunda vergüenza, pero… sorprendentemente, nadie se
rió. Las miradas que vi eran más bien de compasión y respeto. Otra vez quería llorar,
pero ahora no podía, así que me aguanté como pude. Cuando acabó su tediosa clase,
los demás niños me preguntaron por el libro. Mientras lo sacaba de la mochila y
explicaba dónde lo había encontrado entró María, nuestra profesora de lengua, quien
se sintió interesada por el libro, quizás por su aspecto desgastado y sus páginas
amarillentas. Me animó a abrirlo y, para sorpresa de todos, éste tenía las páginas en
blanco. Una de ellas, cercana al final, estaba doblada, pero no le di importancia. Puede
que fuera por romper el hielo o por hacer algo original, pero en vista de que no tenía
título ni nombre de autor ni nada que lo identificara, propuse que entre todos
escribiéramos una historia en él. Todos colaboramos con una o dos frases, rellenando
casi las seis primeras páginas. No recuerdo una clase tan increíblemente divertida, por
una vez me sentía integrada en un grupo que me quería, y yo les quería a ellos. Y todo
gracias al libro. María sugirió que me lo quedara y mañana seguiríamos.
Salí de clase con una sonrisa enorme pintada en la cara. Nunca me había sentido tan
feliz. Entonces vi a mi padre, que siempre me recogía a la salida del colegio. Pero algo
no me cuadraba…
15. - Hola Carol.
- ¡Hola papá! ¿y mamá?
- Hoy no ha venido conmigo a buscarte.
- ¿Qué ha pasado?
- Luego te lo explico. Vámonos, hija.
- Pero papá… ¡Mira!
- ¡He dicho que nos vamos!
Me agarró del brazo y el libro cayó al lado de un árbol. Más tarde me enteraría de
que mis padres se habían separado. Mi madre ganó la custodia, por lo que tuvimos
que mudarnos y cambiar totalmente de vida. Nuevos trabajos, nuevos colegios, nuevos
amigos… Es irónico que el mejor recuerdo que conservo de mi vida se produjera el
mismo día que el peor. Nunca llegué a saber qué fue lo que pasó con el libro. Ahora
ejerzo de profesora y… juraría que Jaime, uno de mis alumnos, llevaba bajo el brazo
uno muy parecido… mañana le preguntaré.