Este documento discute los principios éticos que guían la cooperación para el desarrollo. Argumenta que el desarrollo debe enfocarse en aumentar las libertades y capacidades de las personas de una manera sostenible e inclusiva. También enfatiza la participación de los beneficiarios, el respeto a sus culturas, y la independencia de la cooperación respecto a otros intereses. Finalmente, identifica algunos dilemas como la neutralidad política de la ayuda humanitaria.