La forma de aprender ha cambiado en el mundo corporativo. Las empresas eligen los productos, pero son los trabajadores los que tienen la última palabra y esto se basa en la relevancia. Las empresas buscan un aprendizaje diferente que ofrecer a sus trabajadores, que por un lado les asegure el retorno sobre su inversión y por otro sea un producto innovador, eficaz que les garantice la formación adecuada. Hoy en día, las empresas exigen una experiencia positiva por parte de sus trabajadores en relación a los productos formativos elegidos para ellos y esto sólo es posible proporcionándoles formación relevante y de calidad.