2. 1.5 LOS CONTINUADORES
Luís Zea Uribe: Nació el 29 de agosto de 1872 en la
población de Titiribí, Antioquia, Colombia y muere el 24 de
abril de 1934. Médico de profesión, realizó estudios en varios
centros científicos de Europa y en el año de 1900, Francia le
otorga el título de: “Oficial de Instrucción de la Academia
Nacional de Medicina de París”. En 1923 publica su libro
“Mirando al Misterio”, compendio de sus experiencias bajo la
editorial de Paul Leymarie, en la Librairie Des Sciences
Psychiques, de París; traducido posteriormente a varios
idiomas. Utilizándose de la mediumnidad que poseía la
esposa, forma el primer grupo espírita en Colombia junto con
Ramón López, quien era también Espiritista desde hacía
más o menos cuarenta años antes, quien era conocedor de
lenguas modernas, español, francés, inglés, italiano, alemán,
griego y latín; también José Gómez hizo parte del grupo, y
llegó a ocupar el cargo de Ministro de Estado en Colombia.
El quinto miembro fue Rafael Gómez, hermano de José.
3. Ana Fuentes de Cardona: nació el 24 de marzo de 1916,
y desencarnó el 9 de agosto del 2003, en Cartagena,
Colombia; quedó huérfana de madre a los 15 meses de
nacida, cuando pasó a ser criada por su abuela Dominga
Padilla. Conoció la Doctrina Espírita hacia el año de 1973.
Católica practicante y docente, pasó a enseñar y vivenciar
las luces adquiridas en la Doctrina Espírita, brindando su
casa, su tiempo, sus capacidades, sus esfuerzos y su
amor a la causa espírita, fundando con 35 compañeros, el
7 de enero de 1974, la Sociedad Espiritista de Cartagena,
SEC, de la cual fue Presidente durante unos 18 años, fue
Presidente por dos periodos de la Unión Espiritista
Colombiana, UNESCOL. Dejó a través de su trabajo
espirita un gran legado.
4. Divaldo Pereira Franco: Médium psicógrafo y psicofónico, nace en 5 de
mayo de 1927, en Feira de Santana, Brasil. Profesor y escritor,
reconocido como uno de los mayores médiums y oradores Espiritistas
de la actualidad y el mayor divulgador de la Doctrina Espiritista en todo
el mundo. Fue el representante del Espiritismo, como delegado ante la
Naciones Unidas del 28 al 31 de agosto de 2000, en la Cumbre mundial
por la Paz de Líderes Religiosos y Espirituales.
Tras la muerte de Chico Xavier en 2002, Divaldo se ha convertido en la
figura más representativa del Espiritismo en el mundo. Expositor con
más de 13.000 conferencias, en más de 2.000 ciudades, en más de 64
países, habiendo concedido más de 1.500 entrevistas para radio y TV
en Brasil y el exterior. Recibió más de 600 homenajes, de instituciones
culturales, sociales, religiosas, políticas y gubernamentales (148 de 64
ciudades del Exterior, de 20 países, 442 del Brasil, y 139 de ciudades).
Aún a sus 92 años, dicta conferencias y seminarios a lo largo del
mundo, su capacidad de trabajo, su disciplina, la congruencia que
guarda su vida cotidiana con la realidad espírita, es para muchos, su
más grande ejemplo.
5. MODULO II: LA CODIFICACIÓN
2.1. LA REVELACIÓN ESPÍRITA Y EL CONSOLADOR
PROMETIDO
CLASE # 1 LA TERCERA REVELACIÓN
OBJETIVOS DE LA CLASE
Describir todos los antecedentes históricos, sociales
y personales que determinaron la vida y obra del
Codificador en la elaboración y lanzamiento del Libro
de los Espíritus.
Presentar la gran propuesta pedagógica y
metodológica de la Codificación y su plena vigencia en
nuestros días.
Despertar la conciencia y compromiso respecto de
la unidad, pureza y fidelidad doctrinaria de la propuesta
Kardeciana.
6. El Espiritismo constituye la Tercera Revelación, por haber sido
anunciado por Jesús y atendiendo los “caracteres” propios que
presenta y evidencia en su contenido científico, filosófico y moral. El
denominativo de Tercera Revelación, surge con ocasión a que su
llegada al mundo es consecuencia directa del desarrollo sociológico,
psicológico y secuencial del Decálogo revelado a Moisés, y la Buena
Nueva proclamada y ejemplificada por Jesús en vida y obra, de allí
deviene su índole y esencia Cristiana. Este sistema de Verdades
Universales o Leyes Divinas o Naturales21, al guardar una la línea y
continuidad de Revelaciones legítimas entre Moisés y Jesús, le
confiere mediante el ejercicio de la fe razonada por parte de la
Humanidad, la condición de “eterna verdad”, conforme nos lo
DESARROLLO
argumenta el insigne compilador en la Codificación de la siguiente
manera en estas directrices de alta pureza doctrinaria que nos
permiten reflexionar detenidamente al respecto:
7. El Espiritismo: una obra de origen Superior.
“Sólo los Espíritus puros reciben la palabra de Dios con la misión de
transmitirla. No obstante, hoy se sabe que no todos los Espíritus son
perfectos, y que existen algunos que se presentan bajo falsas apariencias,
lo que llevó a san Juan a decir: “No creáis en cualquier Espíritu; ved antes
si los Espíritus son de Dios”22.
Puede haber, pues, revelaciones serias y verdaderas, como hay
revelaciones apócrifas y mentirosas.
8. El carácter esencial de la revelación divina es el de la eterna
verdad. Toda revelación contaminada de errores o sujeta a
modificaciones no puede emanar de Dios. Es por eso que la ley
del Decálogo tiene todos los caracteres de su origen, mientras que
las otras leyes mosaicas, esencialmente transitorias, muchas
veces en contradicción con la ley del Sinaí, son obra personal y
política del legislador hebreo. Con el ablandamiento de las
costumbres del pueblo, esas leyes cayeron en desuso por sí
mismas, mientras que el Decálogo permaneció siempre en pie
como faro de la humanidad. Cristo hizo de él la base de su edificio,
y abolió las otras leyes. Si estas fuesen obra de Dios, las habría
conservado intactas. Cristo y Moisés son los dos grandes
reveladores que cambiaron la faz del mundo, y en eso está la
prueba de su misión divina. Una obra puramente humana no
habría tenido ese poder.
9. La naturaleza del Espiritismo: su doble carácter
revelación divina y revelación científica.
“Por su naturaleza, la revelación espírita tiene un doble
carácter: participa al mismo tiempo de la revelación divina
y de la revelación científica. Participa de la primera,
porque su aparición es providencial, y no el resultado de
la iniciativa o de un deseo premeditado del hombre; y
porque los puntos fundamentales de la Doctrina provienen
de la enseñanza que han impartido los Espíritus
encargados por Dios de ilustrar a los hombres sobre cosas
que ellos ignoraban, que no podían aprender por sí
mismos, y que les importa conocer, ya que hoy son
aptos para comprenderlas.
10. Participa de la segunda, porque esa enseñanza no es privilegio de
ningún individuo, sino que es impartida a todos del mismo modo;
porque los que la transmiten y los que la reciben no son seres pasivos,
dispensados del trabajo de la observación y la investigación; porque no
han renunciado al razonamiento y al libre albedrío; porque no se les
ha prohibido el examen, sino que, por el contrario, se les ha
recomendado; en fin, porque la doctrina no fue dictada completa, ni
impuesta a una creencia ciega; porque es deducida, mediante el trabajo
del hombre, de la observación de los hechos que los Espíritus colocan
delante de sus ojos, así como de las instrucciones que le dan ,
instrucciones que estudia, comenta, compara a fin de que el mismo
extraiga las consecuencia y aplicaciones. En suma: lo que caracteriza a
la revelación espírita es el hecho de que su origen es divino, la
iniciativa es de los Espíritus, y su elaboración es fruto del trabajo
del hombre.
11. De esta forma, la comprensión del Espiritismo como la Tercera
Revelación, y su principal consecuencia la “CONSOLACIÓN del género
humano”, especialmente en estos los tiempos actuales, donde se cumple
el proceso de transición planetaria implica identificar y desarrollar
gradualmente el despertar de la conciencia por medio de la educación
planteada por la Doctrina Espirita desde los Atributos de la Divinidad, la
Inmortalidad del alma, nuestra naturaleza espiritual, la reencarnación y el
despertar y desarrollo de los recursos que en él dormitan, para la
construcción interior del reino de los cielos, y que deberán ser activados
a través de la comprensión trascendente de las experiencias de la
transitoria vida de la carne, en un mundo de expiación y pruebas, cuya
evolución integral depende de la evolución individual y colectiva de las
almas que en este planeta habitan.
Sobre la interpretación y alcances de todo lo anterior, el Espíritu del
Consolador Juana de Angelis esclarece:
12. “Se sabe que el objeto primordial del Espiritismo es la transformación moral
del hombre y, como consecuencia, la renovación de la sociedad. (…)
(…) Cada conquista o pérdida que le corresponde, suma o sustrae de lo que
ha conseguido hasta entonces. Por eso se dice que, cuando alguien se
yergue, con él se levanta la humanidad, siendo la situación recíproca, en cierto
modo, también muy verdadera.
Sin embargo, para que el individuo logre su desarrollo moral, es necesario
que realice un estudio sistematizado y cuidadoso de la Doctrina Espírita,
para adquirir la seguridad intima que resulta de la fe razonada, por ser la
única forma de poder enfrentar todos los desafíos de la vida con tranquilidad y
confianza.
El conocimiento de las leyes que rigen el universo, le propicia la entrega
personal al trabajo de edificación del bien en sí mismo y, simultáneamente,
el de su alrededor, ya no sólo complaciéndose de la ignorancia, sino luchando
por erradicarla donde se encuentre. (…)
13. • (…) NO FUE POR OTRA RAZÓN QUE EL ESPÍRITU DE VERDAD SEÑALÓ,
CON DECISIÓN: “ESPÍRITAS AMAOS, ESTE ES EL PRIMER
MANDAMIENTO, E INSTRUÍOS, ES EL SEGUNDO”. (NEGRILLAS Y
CURSIVAS, FUERA DEL TEXTO ORIGINAL)
• EL OBJETO “ESPECIAL” DEL ESPIRITISMO.
• “ASÍ COMO LA CIENCIA PROPIAMENTE DICHA TIENE POR OBJETO EL
ESTUDIO DE LAS LEYES DEL PRINCIPIO MATERIAL, EL OBJETO ESPECIAL
DEL ESPIRITISMO ES EL CONOCIMIENTO DE LAS LEYES DEL PRINCIPIO
ESPIRITUAL. AHORA BIEN, COMO ESTE ÚLTIMO PRINCIPIO ES UNA DE
LAS FUERZAS DE LA NATURALEZA, QUE REACCIONA SIN CESAR SOBRE