2. para saber de Jesús y su misterio mesiánico debemos primero
conocer la historia de la relación de un pueblo con su Dios.
Debemos recordar que en el antiguo testamento Dios promete un
salvador ante la caída del hombre (como humanidad)
En Genesis capitulo 3 se nos describe la promesa de que vendría
el Ungido de Dios o el Mesías salvador
Algunos padres de la iglesia como Justino mártir (160 d.c) e
Irineo (180 d.c) consideraban este versículo "como el proto
evangelio, la primera profecía mesiánica del Antiguo
Testamento".
el protoevangelio es la declaración de Dios a la Serpiente en el
Jardín del Edén sobre cómo la semilla de la mujer aplastaría la
cabeza de la serpiente:
"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar." (Génesis 3:15)
Estrictamente hablando, el proto evangelio se refiere a la última
parte de Génesis 3:15, "te herirá en la cabeza, y tú le herirás
en el calcañar".
3. Debido a la grave naturaleza del contexto, la caída del hombre, este
pasaje describe algo más que un hombre que pisa la cabeza de una
serpiente. Se cree que la referencia a la semilla de la mujer como
Cristo se relaciona con el nacimiento virginal del Mesías, así como
con la unión hipostática de la naturaleza divina con la naturaleza
humana de Cristo
Nota mental I
Origen de la palabra: compuesta de dos palabras griegas, "protos"
que significa "primero" y "evangelion" que significa "buena noticia" o
"evangelio". Así el protoevangelio en Génesis 3:15 es comúnmente
referido como la primera mención de las buenas nuevas de salvación
en la Biblia.
Por eso Jesús es el evangelio vivo de Dios, el es la buena noticia, en
el se centra todo el contexto de la historia de la
salvación.
4. La unión hipostática es el término usado para describir
cómo Dios el Hijo, Jesucristo, tomó una naturaleza
humana, permaneciendo al mismo tiempo como Dios.
Jesús siempre ha sido Dios (Juan 8:58; 10:30), pero en
la encarnación, Jesús tomó forma humana (Juan 1:14).
Jesús es la suma de la naturaleza humana y la divina - es
el Dios-hombre. Esta es la unión hipostática, Jesucristo,
una Persona, totalmente Dios y totalmente hombre
Las dos naturalezas de Jesús, la humana y la divina, son
inseparables. Jesús será para siempre el Dios-hombre,
totalmente Dios y totalmente humano, dos naturalezas
distintas en una Persona. La humanidad y la divinidad de
Jesús no están mezcladas, sino que están unidas sin la
pérdida de una identidad separada. Algunas veces Jesús
se conducía bajo las limitaciones de la humanidad (Juan
4:6; 19:28), y otras veces con el poder de Su deidad
(Juan 11:43; Mateo 14:18-21). En ambos casos, las
acciones de Jesús procedían de Su Persona. Jesús tuvo
dos naturalezas, pero solo una personalidad
En resumen, la unión hipostática enseña que Jesús es
totalmente humano y totalmente divino, que no hay
mezcla o dilución de ninguna de las dos naturalezas, y
que Él es una unidad en Persona, para siempre.
5. Jesucristo: anuncio de los profetas en el antiguo testamento
A través de las narraciones del antiguo testamento,
vemos que los profetas ya anunciaban a Jesús como el
Mesías que iba a venir, para nuestra salvación.
Será descendiente de Abraham, Isaac y Jacob (Gen
12, 2;17, 19; Num 24:17), de Judá (Gen 49, 8-
10), David (II Sam. 7, 11-13 // Mt. 1,18-23)
La Madre
Nacerá de una virgen (Is. 7,14) (Mt. 1, 18; Lc. 1,
27)
Lugar de nacimiento
Belén (Miq. 5, 1-2
El Precursor
El Mesías tendrá un precursor (Mal. 3,1) // Juan
Bautista (Jn. 1, 15)
que predicará a lo largo de la ribera del Jordán, en
la región de Galilea (Is. 9, 12).
6. Su vida
Maestro y profeta (Deut. 18, 15).
Legislador y portador de una nueva
alianza entre Dios y los hombres (Is.
55, 3-4).
Sacerdote víctima (Is. 52, 15; 53).
Manso y humilde (Is. 11, 1-5).
Salvador de la humanidad y piedra de
escándalo (Is. 8, 14).
Sobre él reposará el espíritu del
Señor (Is. 11, 2).
Milagros de todo género (Is. 35, 4-6 //
Lc. 7, 18, 23; Mt. 11, 5 ss.).
Entrará triunfante en Jerusalén (Zac.
9,9).
Pasión y muerte
Los eventos de su pasión y muerte (Is. 53, Is.
50, 6; Sal. 22, 12-19 // Jn. 19, 21-23; Mc. 15, 24;
Mt. 27) .
Rechazado por los suyos (Is. 53, 3 // Jn. 1, 11).
"con palabras de odio me envuelven, me atacan
sin razón". Salmo 109,3
Traicionado y Vendido por treinta monedas (Sal
41, 10 ; Zac. 11, 12-13 // Mt. 26, 14-15)).
Flagelado y escupido en el rostro (Is. 50, 6);
Taladradas las manos y el costado (Sal. 22, 17-
18);
Le darán hiel como bebida (Sal. 69, 22);
Burlado: "todos los que me ven de mí se mofan,
tuercen los labios, menean la cabeza" Salmo
22,8
repártense entre sí mis vestiduras y se sortean
mi túnica. Salmo 22,19
Lo crucificarán (Zac. 12, 10);
su cuerpo no estará sujeto a la corrupción (Sal.
15, 9-11);
Tendrá un sepulcro glorioso (Is. 53, 9);
7. La Encarnación de Jesús
Nuestro Credo de la Iglesia católica dice: «Por nosotros
los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por
obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen y se
hizo hombre».
La Iglesia llama «Encarnación» al hecho de que el Hijo de
Dios haya asumido una naturaleza humana para llevar a
cabo por ella nuestra salvación
San Pablo, escribe: «Tened entre vosotros los mismos
sentimientos que tuvo Cristo: el cual, siendo de condición
divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que
se despojó de sí mismo tomando condición de siervo,
haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su
porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo
hasta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2, 5-8)
8. Y san Gregorio de Nisa, Padre de la Iglesia,
escribe en su hermosa “Oración Catequética”:
«Nuestra naturaleza enferma exigía ser
sanada; desgarrada, ser restablecida; muerta,
ser resucitada. Habíamos perdido la posesión
del bien, era necesario que se nos devolviera.
Encerrados en las tinieblas, hacía falta que
nos llegara la luz; estando cautivos,
esperábamos un salvador; prisioneros, un
socorro; esclavos, un libertador. ¿No tenían
importancia estos razonamientos? ¿No
merecían conmover a Dios hasta el punto de
hacerle bajar hasta nuestra naturaleza
humana para visitarla, ya que la humanidad se
encontraba en un estado tan miserable y tan
desgraciado?».
9. En el Catecismo, se nos presentan estas 4 grandes razones:
1. El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios
«Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados» (1 Jn 4, 10). «El Padre
envió a su Hijo para ser salvador del mundo» (1 Jn 4, 14). «Él se manifestó para quitar los pecados»
(1 Jn 3, 5)
2. El Verbo se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios
«En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para
que vivamos por medio de él» (1 Jn 4, 9). «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único,
para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16).
3. El Verbo se encarnó para ser nuestro modelo de santidad
«Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí … «(Mt 11, 29). «Yo soy el Camino, la Verdad y la
Vida. Nadie va al Padre sino por mí» (Jn 14, 6). Él es, en efecto, el modelo de las bienaventuranzas y
la norma de la Ley nueva: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado» (Jn 15, 12). Este amor
tiene como consecuencia la ofrenda efectiva de sí mismo (Mc 8, 34).
4. El Verbo se encarnó para hacernos «partícipes de la naturaleza divina»
«Porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, Hijo del hombre: para
que el hombre al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación divina, se convirtiera en
hijo de Dios» (San Ireneo de Lyon)
«Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios» (San Atanasio de Alejandría).
«El Hijo Unigénito de Dios, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, asumió nuestra
naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre, hiciera dioses a los hombres» (Santo Tomás de
Aquino).
10. y es que María quedó preservada de toda carencia de
gracia santificante desde que fue concebida en el vientre
de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de
gracia" desde su concepción. Cuando hablamos de la
Inmaculada Concepción no se trata de la concepción de
Jesús quién, claro está, también fue concebido sin
pecado.
En el anuncio del ángel, la proclama la llena de gracia
En la primera comunidad cristiana, mientras crece
entre los discípulos la conciencia de que Jesús es el
Hijo de Dios, resulta cada vez más claro que María es
la Theotokos, la Madre de Dios.
La expresión Theotokos, que literalmente significa «la
que ha engendrado a Dios»,
la maternidad divina de María se refiere sólo a la
generación humana del Hijo de Dios y no a su
generación divina. El Hijo de Dios fue engendrado
desde siempre por Dios Padre y es consustancial con
él. Evidentemente, en esa generación eterna María no
intervino para nada. Así pues al proclamar a María
«Madre de Dios», la Iglesia desea afirmar que ella es la
«Madre del Verbo encarnado, que es Dios». Su
maternidad, por tanto, no atañe a toda la Trinidad,
sino únicamente a la segunda Persona, al Hijo, que, al
11. Jesus mismo, descrito en el nuevo testamento, se presenta como el
kirios, el señor.
Se presenta como el hijo de Dios, como aquel que fue anunciado por
los profetas desde antes de la creación.
En el nuevo testamento juan nos manifiesta la divinidad de jesus (Juan
1:14)
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre sino por mí. Si me hubierais conocido, también
hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le
habéis visto” (Juan 14:6-7).
“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía
no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al
Padre; ¿cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo
estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os
digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que
mora en mí es el que hace las obras. Creedme que yo estoy en
el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas”
(Juan 14:7-11).
“Yo y el Padre somos uno” (Juan 10:30)
Lc 22,69 jn 8,18
Lc 22,70 jn 8,58
Jn 10,38 mt 2,2
Mt 17,5
15. JESUS VERDADERO HOMBRE
SUS OJOS OBSERVAN, VEN
LAS NECESIDADES DE LOS
DEMAS, MIRAN CON CARIÑO
(MC 10.21)
SUS PIES RECORREN ALDEAS Y
PUEBLOS LLEVANDO LA
BUENA NOTICIA
(MT 9,35)
SU BOCA DICE PALABRAS PARA
CONSOLAR EL DOLOR Y DA
CONSEJO PARA LAS DUDAS
(MT 18,21-22)
SUS MANOS AYUDAN A LOS
DEMAS Y ACOGEN
(JN 13,5)
16. JESUS COMO HOMBRE SIENTE
HAMBRE
MT 21,18
DOLOR
MC 15,17
SED
JN 4,7
TRISTEZA
MC 14,34
MUERTE
MC 15,37
COMPASION
MT 15,32
18. Como imitar a jesus
SEAMOS COMPASIVOS
Como Jesús era perfecto, no experimentó muchos de los
problemas y preocupaciones que tenemos los humanos.
Sin embargo, se interesó de verdad en las personas y
estuvo dispuesto a hacer grandes esfuerzos por ellas.
No se limitó a hacer solo lo necesario, sino que fue más
allá. Sin duda, la compasión lo motivó a ayudar a los
demás (lc 6,6-11)
SEAMOS ACCESIBLES
Personas de todas las edades —jóvenes y mayores— se
sentían con la libertad de acercarse a Jesús porque él
no era distante ni tenía aires de superioridad. Al ver el
interés personal que les mostraba, todos se sentían
cómodos con él. (lc 5,12-16)
OREMOS CON FRECUENCIA
Jesús hacía oraciones sinceras con regularidad, tanto en
privado como en presencia de quienes adoraban a Dios. Oraba
en muchas ocasiones, no solo antes de comer. En sus
oraciones, le daba gracias y alabanza a su Padre, y le pedía guía
antes de tomar decisiones importantes. (Mt 4,23-25)
19. SEAMOS ALTRUISTAS
En ocasiones, aunque Jesús necesitara descansar y
relajarse, renunció a ello para ayudar a otros. No fue
egoísta. En esto también nos puso un ejemplo que
debemos seguir con atención.(jn 4,3-43)
PERDONEMOS A OTROS
Jesús no solo enseñó la importancia de estar siempre
dispuestos a perdonar, también puso el ejemplo al tratar
con sus discípulos y con otras personas.(mt 9,1-8)
SIRVAMOS A DIOS CON TODO NUESTRO CORAZÓN
Las profecías decían que la mayoría de los judíos
rechazarían al Mesías y que sus enemigos lo matarían.
Así que Jesús podría haberse conformado con hacer lo
mínimo. Sin embargo, se esforzó al máximo por promover
la adoración verdadera. De esa manera, nos puso a todos
sus seguidores un ejemplo que podemos imitar cuando
enfrentamos indiferencia o incluso oposición. (lc 10,1-24)
20. SEAMOS HUMILDES
Jesús era superior a los humanos imperfectos en
muchísimos aspectos, como por ejemplo en conocimiento
y sabiduría. Era perfecto, así que nadie podía igualar sus
capacidades físicas y mentales. No obstante, fue humilde
y sirvió a los demás (lc2,40-52)
SEAMOS PACIENTES
Cuando los apóstoles y otras personas no imitaban el
ejemplo de Jesús o no ponían en práctica sus consejos,
él siempre era paciente con ellos. Les repetía con
paciencia las lecciones que necesitaban aprender para
acercarse más a dios padre.(mt 20,17-28)
. Amabilidad
Una imagen perfecta de la mansedumbre de Jesús es
cuando anima a los niños a que se acerquen a él.
Honestidad
Otra de las características de Jesús, es, sin duda, la
honestidad. Jesús no solo dijo la verdad, Él es la
Verdad. “Jesús le dijo:
'Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al
Padre sino por mí” (Juan 14: 6).