1. Educación a Distancia
José Manuel Villa Aguilar
Hablar de la educación a distancia, es tomar un tema que como muchos otros, desde la óptica del
avance científico y tecnológico, siempre generaran una polarización de las opiniones, mismas que
se categorizarán y radicalizaran, dependiendo de la óptica y perspectiva en la que se sitúa el
crítico.
Por ello, debemos considerar esta oferta de estudio en su justa medida: una forma de aprendizaje
que retoma herramientas tecnológicas, para hacer más asequible la educación, a un número
mayor de personas.
Quizá la más grande de las ventajas es que, sin esta modalidad de educación, muchas personas
que por condiciones económicas, de tiempo, limitantes físicas etc., no tendrían acceso a una
educación presencial. Esto conlleva a su vez a una contradicción: Puedes estar en contacto directo
formador-alumno-alumno de manera directa, pero no significa personal. Esto es, podemos estar
comunicados, pero no necesariamente se establece la relación “personal” docente-educando.
Por otro lado, un punto a resaltar en nuestros días, la calidad de la enseñanza -(mejor dicho, de la
educación), por ser un trending topic (tema del momento)- al ser diseñada por un grupo
multidisciplinario de especialistas, asegura que la elaboración de los contenidos, materiales y
formas de desarrollo y su revisión sea más exhaustivo, completo y con menos probabilidades de
fallas; que en contraposición lo hiciera un solo maestro para una sesión presencial.
Siguiendo la línea anterior, todo programa a distancia, tiene por seguro, una fuerte inversión de
infra y superestructura, que convergen en un programa dividido en sesiones, módulos o cualquier
secuencia que establezca la institución que la oferte en línea; solo que, esta misma condición, hace
que sea inflexible y poco adaptable: la misma secuencia de enseñanza para todos los educando; el
mismo examen (con sus aciertos y errores, que no pueden ser solventados ipso facto, porque la
estructura del curso no lo permite).
Y desde mi óptica, una de las grandes desventajas, en las que presupone esta modalidad de
enseñanza: Se basa en el supuesto que, para realizar una verdadera retroalimentación en foros o
asesorías -o modalidades que cada institución proponga- el alumno ha leído la información
previamente y la ha analizado a conciencia, y por tanto, dicha sesión sería para aclarar dudas,
reforzar lo aprendido autodidácticamente o compartir opiniones; pero que en realidad, en muchos
casos, no ocurre así, y por tanto, las sesiones de “retroalimentación” se convierten en la fuente de
conocimiento primordial para muchos alumnos participantes.
Sé que estas últimas líneas no son aplicables para este curso y participantes, pero no deja de ser
desventaja para el resto. Y solo hay que considerar que, esta herramienta como cualquier otro
tiene dos caras: Un bisturí en manos de un cirujano habilidoso, es un instrumento que recupera la
salud o salva vidas; el mismo instrumento, en manos de un asesino, en un arma de muerte.
José Manuel Villa Aguilar