2. Lectura del evangelio: Mt 3,13-17
Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y
se presentó a Juan para ser bautizado por él.
Juan se resistía, diciéndole: "Soy yo el que tiene
necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que
viene a mi encuentro!".
Pero Jesús le respondió: "Ahora déjame hacer esto,
porque conviene que así cumplamos todo lo que es
justo". Y Juan se lo permitió.
Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese
momento se abrieron los cielos, y vio al Espíritu de
Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él.
Y se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo
muy querido, en quien tengo puesta toda mi
predilección".
3. Comentario al evangelio:
El bautismo tenía un
significado penitencial
(perdón).
El bautismo daba
comienzo a un nuevo
estilo de vida, a un
nuevo proyecto.
Jesús pidió a Juan que
lo bautizara en un acto
de humildad.
4. COMENTARIO AL TEXTO:
“LA PALOMA Y LA VOZ DEL CIELO”
La narración de Mateo no puede tomarse al pie
de la letra. Cuando nos acercamos a la Biblia
tenemos que darnos cuenta que nos explica las
cosas según la mentalidad de la época, no con
nuestra mentalidad de hoy. Mateo usa un género
literario que se llama "teofanía". Para elaborar
una teofanía el autor usa muchos elementos:
simbolismo, figuras humanas, señales,
fenómenos naturales…
En el bautismo de Jesús, Mateo usa este modo de
escribir. Por eso aparecen los cielos que se abren,
la paloma como figura del Espíritu Santo y la voz
que vienen de lo alto, del cielo.
5. EL SÍMBOLO DEL AGUA
El símbolo central del
bautismo es, sin duda
alguna, el agua. El agua
es el origen de cualquier
tipo de vida. Toda vida
tiene su origen en el agua.
En todas las religiones y
culturas el agua posee
una fuerza purificadora y
renovadora.
El agua es un símbolo
exterior de la pureza
interior.
6.
7.
8. Recordar nuestro bautismo
Nuestros padres decidieron
por nosotros la ropa, la
comida,
la
elección
del
colegio…, también decidieron
libremente
bautizarnos,
hacernos cristianos.
Ahora ya somos nosotros los
que debemos fortalecer y vivir
esa decisión difícil en estos
tiempos: ser cristianos; esta
no es cuestión de papeles, sino
de opción de vida, de
coherencia.