El bautismo es el signo de la alianza del Nuevo Testamento, pues si la circuncisión lo era para el Antiguo Testamento, hoy, el bautismo lo es para la iglesia Católica. Nadie pretendía que un niño de ocho días, que era la edad en la que se circuncidaba a los niños judíos hiciera una profesión de fe. Él nació como parte de una familia creyente y fue llamado por Dios.
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4. E bautismo es el signo de la alianza del Nuevo T
l
estamento,
pues si la circuncisión lo era para el Antiguo T
estamento,
hoy, el bautismo lo es para la iglesia Católica. Nadie
pretendía que un niño de ocho días, que era la edad en la
que se circuncidaba a los niños judíos hiciera una profesión
de fe. É nació como parte de una familia creyente y fue
l
llamado por Dios.
Igual, los cristianos católicos, no hemos elegido nacer, y sin
embargo hemos recibido la gracia de la vida humana. L
os
católicos no pensamos que se necesita elegir el bautismo,
en una edad adulta para recibir la gracia, aunque también
la Iglesia permite que las personas que no se hayan
bautizado lo puedan hacer a una edad adulta.
5. E bautismo de niños se remonta al
l
siglo II. Ya que en el siglo I los
apóstoles, bautizaban a adultos,
pues apenas se estaba empezando a
formar la Iglesia y sus miembros era
gente adulta. Aunque también, es
posible pensar que ya para el siglo II
cuando se bautizaban familias
enteras se incluyeran también los
niños y desde ahí, se da la tradición
de que los niños sean bautizados a
temprana edad.
T
ambién J
esús va al río J
ordán a bautizarse para
significar con esto que el inicio a la vida cristiana se
da desde el bautismo como un nacer de nuevo. Como
un proceso de cambio de vida, de conversión, de
arrepentimiento de los pecados según la predicación
de J
uan el B
autista.
6. Normalmente la palabra bautizar
significa sumergir, introducir dentro
del agua, dicha inmersión simboliza
el acto de sepultar al bautizado en
la muerte de Cristo, de donde sale
por la resurrección con É como
l,
nueva creatura.
Al respecto san Pablo nos dice en su Carta a los Romanos: “Qué
direm pues? ¿Que debem perm
os,
os
anecer en el pecado para que la gracia se
m
ultiplique? ¡De ningún m
odo! Los que hem m
os uerto al pecado ¿cóm
o
seguir viviendo en él? ¿O es que ignoráis que cuantos fuim bautizados en
os
Cristo Jesús, fuim bautizados en su m
os
uerte? Fuim pues, con Él
os
sepultados por el bautism en la m
o
uerte, a fin de que, al igual que Cristo
resucitó de entre los m
uertos por m
edio de la gloria del P
adre, así tam
bién
nosotros vivam una vida nueva” (Rm 6, 1-4).
os
7. E evangelio de M
l
ateo dice:
“Vay pues, a las gentes de
an,
todas las naciones, yháganlas
m discípulos, bautícenlas en
is
el nom del P
bre
adre, del Hijo
ydel Espíritu Santo” (M 28,
t
19).
E padre Danilo M
l
edina
(Ssp) dice lo siguiente
frente a este sacramento:
“E bautismo por tanto lleva consigo la expectativa de
l
que cuando el niño madure, vaya creciendo en la fe de
sus padres y padrinos, para que la persona bautizada
haga una opción radical del seguimiento de Cristo desde
su familia, desde el colegio, desde el trabajo, etc”.
8. 1. B
orra la mancha del pecado
original y cualquier otro
pecado que tenga.
2. Concede la gracia o amistad
con Dios y los siete dones del
E
spíritu Santo.
3. T
rae la virtud de la fe.
4. Imprime el carácter o señal
espiritual de que sí es
cristiano.
9. 1. Ser hijo de Dios (cf. Jn 3, 1).
2. Ser hermano de J
esucristo (cf.
Mt 28,10).
3. Ser templo del E
spíritu santo (cf
1 Co 6, 19).
4. Ser heredero del cielo
(cf. Tt 3, 7).
10. E sacerdote o diácono espera a los padres y padrinos con el
l
que va a ser bautizado a la entrada del templo. Significando
con esto el ingreso a la familia cristiana y por eso el bautismo
debe ser realizado en medio de la comunidad, para dar a
entender que el niño comienza a ser miembro de la familia
de Dios. Y la Iglesia (nosotros) se alegra porque se va a
acrecentar el número de los bautizados en Cristo.
11. Se da apertura a un diálogo entre el
sacerdote o el diácono con los padres
y padrinos. Con este diálogo se da
inicio al rito, cuando el celebrante
pregunta el nombre que han decidido
colocarle al niño. Con esto se quiere
dar a entender que el sacramento del
bautismo es algo que se pide a la
Iglesia libre y voluntariamente.
Seguidamente el sacerdote o diácono
signa al niño en la frente e invita a los
padres y padrinos a realizar el mismo
gesto.
Con la señal de la cruz en la frente del
niño, se quiere expresar la pertenencia
del él a Cristo que murió en la cruz y
en la cruz adquirió nuestra redención.
12. Nota: ha de saberse que cuando se
celebra el bautismo de los niños, no
es únicamente para los niños, sino,
también para los padres y
padrinos,quienes a su vez
recuerdan su propio bautismo. Pues
en ellos radica la tarea de
educarlos en la fe, la cual ellos
profesan en su nombre. E por eso,
s
que la comunidad debe estar
presente, porque esto ha de
llevarlos no a vincularse sino a
comprometerse.
13. E ella el celebrante invita a
n
los padres, padrinos y demás
asistentes a participara en la
celebración de la P
alabra de
Dios, es decir escuchar con
atención las lecturas bíblicas
que la Iglesia propone para el
momento.
T
ambién la celebración de la
P
alabra de Dios se ordena a
que antes de realizar el
sacramento, se avive la fe en
los padres y padrinos y de
todos los presentes, y se
ruegue en la oración común por
el fruto del sacramento.
14. E celebración consta de la
sta
lectura de varios textos de la
Sagrada E
scritura, de la
homilía o predicación por
parte del celebrante, la
oración de los fieles, en la
cual se le pide a Dios por el
niño (a) que va a ser
bautizado (a), por sus
padres, padrinos y por todo
el pueblo santo de Dios, y
que concluye con una oración
en forma de exorcismo y a la
vez, contiene la unción con el
óleo santo o la imposición de
manos.
15. Significa que se le pide a Dios para que proteja siempre
al bautizado de las acechanzas del demonio, para que su
poder y el pecado no prevalezcan sobre él. Ya lavado
del pecado original se convierte en templo de Dios y del
E
spíritu Santo que habitará y vivirá en él.
16. Cuando el sacerdote está ungiendo al niño en el pecho
con el óleo santo dice: Os fortalezca el poder de Cristo
salvador, que vive y reina por los siglos de los siglos. Y
todos responden: Amén.
E inmediatamente impone las manos sobre el niño sin
decir nada.
17. E la parte culminante del rito a la cual
s
están ordenadas todas las demás.
Comprende una preparación, que consiste
en:
18. L bendición del agua hace referencia al agua como
a
elemento de la creación, símbolo de la vida, de la
pureza, de la fecundidad; pero también puede llevar
a la destrucción y a la muerte. P eso, tiene un
or
sentido salvador: se muere al pecado y se vive para
Dios en J
esucristo.
19. E inicio de esta oración hace
l
referencia al E
spíritu originario de
la creación. ¡Oh Dios!, cuyo
E
spíritu, en los orígenes del
mundo, se cernía sobre las aguas,
para que desde entonces
concibiera el poder de santificar
(cf. Gn 1, 2).
20. E agua en el diluvio purificó la
l
humanidad y a toda la creación,
dando así origen a la santidad. ¡Oh
Dios!, que incluso en las aguas
torrenciales del diluvio prefiguraste el
nacimiento de la nueva humanidad,
de modo que una misma agua
pusiera fin al pecado y diera origen a
la santidad (cf. Gn 7, 17-24).
21. E el mar Rojo las aguas se separaron, para dar paso al pueblo
n
de Israel hacia la liberación de la esclavitud de E
gipto. ¡Oh Dio!,
que hiciste pasar a pie enjuto (seco) por el mar Rojo a los hijos
de Abrahán, para que el pueblo liberado de la esclavitud del
F
araón fuera imagen de la familia de los bautizados (cf. 14, 21;
29-31).
22. L oración hace eferencia
a
también al bautismo de
J
esús hecho por J
uan en el
río J
ordán. ¡Oh Dios!, cuyo
H al ser bautizado en el
ijo
agua del J
ordán, fue ungido
por el E
spíritu Santo. (cf. Mt
3, 13-17. Mc 1,9-11. Lc 3, 21-22
).
Crucificado de su costado herido brotó agua,
junto con sangre (cf. Jn 19, 33-34). Y después
de su resurrección mandó a sus apóstoles: “Id
yhaced discípulos a todas la gentes,
s
bautizándolas en el nom del P
bre
adre, ydel Hijo,
ydel Espíritu Santo” (M 28,19. M 16, 15t
c
16.).
VOL R
VE
23. E la actualización de su propio
s
bautismo, de su expresión de fe en la
Iglesia. A estas preguntas se responde
de manera singular, porque es un
compromiso personal el que se
adquiere, consigo mismo y con la
Iglesia.
L que significa que
o
la vida personal no
puede seguir en el
pecado, sino que
debe comprometerse
a actuar conforme a
la voluntad de Dios,
como su verdadero
hijo por la gracia de
su propio bautismo.
24. Se renuncia a Satanás, a sus obras, a sus
seducciones, al pecado, a la envidia y al egoísmo, a
la injusticia, a la discriminación, a sentirnos más que
los demás, a la falta de fe, a la desesperanza y la
caridad etc. E decir, a todo aquello que niega,
s
aparta de la gracia y presencia de Dios, para así
poder vivir en la libertad de los hijos de Dios P
adre.
25. Ante las renuncias se hace la profesión de fe en Dios P
adre todo
poderoso creador del cielo y de la tierra.
E J
n esucristo, como el H único del Padre y único salvador, que
ijo
padeció, murió, resucitó y está sentado a la derecha del P
adre.
E el E
n
spíritu Santo, en la Iglesia, en la comunión de los santos, el
perdón de los pecados y la vida eterna.
26. Después de las renuncias y la profesión de fe, el
celebrante interroga por última vez a los padres y
padrinos, acerca de su decisión del bautismo con base a
esta fe pregonada. E la que se manifiesta el deseo de
n
pedir y aceptar definitivamente el bautismo para su hijo
en la Iglesia Católica.
VOL R
VE
27. E la parte más importante del
s
sacramento, es el rito de ablución o
B
autismo propiamente dicho. E
l
celebrante (diácono o sacerdote),
invita a la familia para que se
acerque a la fuente y después de
conocer el nombre del niño, pregunta
a los padres y padrinos:
28. Celebrante: ¿Queréis, por tanto, que vuestro
hijo N. Sea bautizado en la fe de la Iglesia que
todos juntos acabamos de profesar?
Padres y padrinos: Sí, queremos. (esta parte
es la que se conoce como interrogatorio final).
El celebrante habiendo escuchado la
respuesta afirmativa de los padres y
padrinos, inmediatamente bautiza al niño
diciendo:
N., yo te bautizó en el
nombre del P
adre y del H
ijo
y del E
spíritu Santo,
mientras va derramando el
agua bendita sobre su
cabeza, por tres veces.
29. Después que el celebrante ha realizado
el bautismo, prosigue a ungir al niño
con el santo Crisma, a entregarle la
vestidura blanca y el cirio encendido.
L crismación:
a
E bautizando es ungido en la coronilla con el crisma; como signo de
l
la entrada a formar parte del pueblo de Dios, y lo hace sacerdote,
porque recibe la santidad de Dios y santifica y consagra, es decir,
servidor; lo hace profeta, para escucha y anuncia la P
alabra y el
reino de Dios y lo hace rey o pastor, porque goza de la dignidad de
ser hijo de Dios, porque siendo él amado por Dios, ofrecerá amor a
sus hermanos o semejantes al estilo de Cristo.
30. L vestidura blanca: cuando el
a
celebrante entrega o reviste al
bautizado con esta vestidura significa:
que el bautizado ha sido revestido de
la pureza de la vestidura nueva de
Cristo y de su santidad. L cual tanto
a
padres y padrinos deben de ayudarle
al bautizado a conservarla sin
mancha, hasta la segunda venida de
Cristo.
VOL R
VE
El cirio encendido: el
celebrante invita para que tanto
él como padres, padrinos y si es
posible el bautizado tomen
entre todo la luz, que significa
la presencia viva y real de
Jesucristo, que ilumina, a su
Iglesia.
31. L ministros ordenados, es decir, los obispos,
os
sacerdotes y diáconos. P
ero en caso de
emergencia puede bautizar también una
persona laica comprometida con la Iglesia y que
viva el E
vangelio en su vida, empleando la
formula: “Y te bautizo en el nom del P
o
bre
adre y
del Hijo ydel Espíritu Santo”.
SIGUIE E
NT