2. •¿Es Cristo Jesús ahora el rey ungido, sentado en
su trono? Sí así es, varias doctrinas del
milenarismo falla, porque si Cristo está reinando
ahora, todo lo que queda es su victoria final con
la resurrección de los muertos. En breve, la
Biblia es clara: Cristo resucitó de los muertos y
ascendió para gobernar sobre su reino—un reino
compuesto de los fieles cristianos, pasados,
presentes, y futuros, lo cual durará para siempre
en este mundo y en la eternidad que sigue.
3. • Los Profetas Del Antiguo Testamento
• Los profetas del antiguo Testamento hablaron solamente de
un rey eterno y su reino eterno. En 2 Samuel 7:11-14 en el
ungimiento de David, Dios declaró que mientras David
estaría en la tumba, Dios levantaría su hijo, un descendiente
de David, establecería su reino, y establecería su trono para
siempre:
• “Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa. Y
cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres,
yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual
procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. El edificará
casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su
reino.”
4. • El tiempo especifico para el establecimiento de este reino eterno sería en los
días del cuarto reino desde el tiempo, o en los días del imperio Romano.
Daniel 2:44-45 también dice de la naturaleza de este reino que Dios
levantaría y que permanecería para siempre:
• Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será
jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y
consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la
manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la
cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios
ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es
verdadero, y fiel su interpretación.
• Zacarias 6:12-13 está en acorde con Daniel y Samuel: He aquí el varón
cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el
templo de Jehová. El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se
sentará y dominará en su trono, y habrá sacerdote a su lado; y consejo de
paz habrá entre ambos.
5. • El Cumplimiento En El Nuevo Testamento
• El Nuevo Testamento asegura desde su principio hasta el fin la verdad de
estas profecías del Antiguo Testamento. Él rey, Cristo Jesús, vino en los días
de los romanos, del linaje de David, para sentarse en el trono de David, para
siempre en este mundo y en el venidero. El ángel Gabriel habló a María en
Lucas 1:32-33:
• “Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le
dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para
siempre, y su reino no tendrá fin."
• Jesús afirmó la venida de su reino y su naturaleza eterna en Mateo 16:17-
20:
• “Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni
sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú
eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos;
y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que
desatares en la tierra será desatado en los cielos."
6. • Pedro predicó en el día de Pentecostés después de la resurrección y
ascensión del Cristo, y afirmó en Hechos 2:30-36 el cumplimiento de
la promesa hecha a David que el Cristo se sentaría en su trono:
• “Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había
jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al
Cristo para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la
resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su
carne vio corrupción. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos
nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y
habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha
derramado esto que vosotros veis y oís.”
• “Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el
Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus
enemigos por estrado de tus pies. Sepa, pues, ciertísimamente toda la
casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le
ha hecho Señor y Cristo."
7. • Como lo dijo Pedro, el cuando se sentó Cristo en su trono fue en la resurrección y
exaltación de la cual habló Pablo en Efesios 1:19-23:
• y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole
de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo
principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no
sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus
pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la
plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
• Ese Cristo está ahora y por siempre rey, sentado sobre su trono, reinando sobre su
reino, la iglesia, es una verdad sin contradicción en toda la Biblia. Apocalipsis
ofrece estas imagines concluyentes:
• “Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de
señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles."
Apocalipsis 17:14.
• 16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y
SEÑOR DE SEÑORES. Apocalipsis 19:16
8. • Conclusion
• ¿Eres un seguidor fiel, elegido y llamado por el Rey de reyes y Señor
de Señores? Así como el Rey reina para siempre desde su exaltación
en su resurrección de entre los muertos, así su reino continúa desde
esa exaltación por los siglos de los siglos. Pablo y Juan declararon el
caso para siempre. Pablo escribió en Colosenses 1:12-14:
• 12 dando gracias al Padre, que os ha capacitado para participar de la
herencia de los santos en el reino de la luz. 13 Porque nos rescató del
dominio de las tinieblas y nos introdujo en el reino del Hijo que ama,
14 en quien tenemos redención, el perdón de pecados.
• A lo que el Señor estuvo de acuerdo por la escritura de Juan en
Apocalipsis 1: 5-6 :
• Al que nos ama y nos ha librado de nuestros pecados con su sangre, 6
y nos ha hecho un reino y sacerdotes para servir a su Dios y Padre, a
él sea gloria y poder por los siglos de los siglos. Amen.