El documento narra la historia de Nerón, un perro que llega a la finca de Toribio luego de un incidente en el pueblo. A pesar de un mal recibimiento inicial por los niños de la casa, Nerón termina siendo aceptado y recibe el nombre de Nerón. Nerón vive de las sobras y de comer animales muertos que encuentra, a pesar de lo cual ha sobrevivido seis años en la finca. Nerón es ahora considerado un miembro más de la familia a pesar de su mísera condición.
tipos de organización y sus objetivos y aplicación
Nerón, el perro héroe
1. ANDANZAS Y MALANDANZAS
Cierto día, al caer la tarde, cuando volvía el indio del pueblo, el pobre "chucho"
se le pegó y lo vino siguiendo quién sabe desde dónde por el camino vecinal y,
casi pisándole los talones, hizo su entrada en el patio de tierra blanca que se
cobijaba todo entero bajo la ramazón del amate indispensable.
Los cipotes recibieron al intruso de mala manera, arrojándole palos y piedras y
enrostrándole calificativos tan denigrantes como gratuitos. Toribio, que oyó la
bulla, con un golpe seco clavó por el pico en un horcón la cuma relumbrosa y
se volvió para averiguar la causa, pudiendo ver todavía a su voluntario
acompañante, que había adoptado un trotecito lento y saltón y, con la cola
entre las patas, se alejaba borroso entre las sombras de la noche cerrada.
Había cantos de grillos y olor a flores de chupamiel.
Cuando amaneció, el animalejo estaba hecho una rosca bajo el amate. Los
chicos lo volvieron a espantar, pero no se fue. No hizo más que rondar por las
cercanías del rancho para volver cuando consideró pasado el peligro. Y así
muchos días seguidos, hasta que al fin la gente se acostumbró a su lastimosa
presencia y no lo volvió a molestar.
Era una triste ruina perruna que dejaba de tener pelos por tener pulgas.
Matusalén canino que según todas las apariencias, en un tiempo
indefinidamente remoto fue negro parchado de blanco,con dos lunares
amarillos arriba de los ojos, y que ahora no se dejaba ver la piel a fuerza de
pura sarna.
A la fecha, se le puede considerar como miembro de la familia. El más humilde,
el más resignado, el menos exigente de todos. Hasta nombre tiene: los
muchachos le han adjudicado el pomposo de Nerón, ante cuya afrenta, fiel a
sus principios y consecuente con su modo de ser, no ha pronunciado una
palabra de protesta ni ha tenido la más pequeña manifestación de desagrado.
Vive del aire, como los camaleones, ya que no se pueden tomar en cuenta los
siete pedazos de tortilla cubiertos de mota verde y más duros que siete cuernos
con que se le han obsequiado en los largos seis años que lleva de vivir en el
rancho; ni aquel mondo fémur de taltuza que en fecha memorable le produjo
una indigestión.
No recuerda haber comido otra cosa en todo ese largo período.O mejor dicho,
no quisiera tener otra cosa que recordar. Por ejemplo, aquel caite de cuero
crudo, propiedad exclusiva de Toribio, que, por un abuso de confianza, se
metió entre pecho y espalda hará cosa de un año.
Ni aquella olorosa bola de jabón de cuche que, hacia la misma época, siguió
igual camino, gracias a un descuido de la Remigia, que la dejó olvidada en una
horqueta del molendero.
2. Ni, en fin, aquella deliciosa candela mechona, de mucho tiempo atrás, cuyo
pabilo, crispado y negro de polvo, permanece todavía colgado de un clavo,
como viviente y mudo acusador.Tres atracones fabulosos que le valieron tres
palizas inolvidables.
También tiene en su activo (hay que decirlo todo) una lagartija muerta y las
tripas de un talapo que pereció víctima de una certera pedrada de Toribio en
día remotísimo.
El heroe de esta historia es un perro de mísera condición que llegó a ser
chucho de finca luego de que un incidente en el pueblo le hiciera no querer
volver a él, así que viendo a Toribio yendo por el camino, se le pegó y lo adoptó
como amo en lo sucesivo, a pesar del mal recibimiento que tuvo en la casa,
donde al final lo terminaron aceptando y le dieron el nombre Nerón.
Cobarde como él solo, el héroe de la historia hace de los alrededores del
rancho de Toribio el escenario de sus aventuras, que incluyeron como
coprotagonistas a un chumpe (pavo), un par de gallinas, un cerdo, un sapo
muerto, una lagartija, santos en procesiones, una que otra sorpresa dentro de
un costal, y ¡hasta un Oso! Personajes principales. El autor se describe a sí
mismo como un antropólogo que realiza trabajo de campo en una zona
indígena del país.
Sucede durante un viaje a la ciudad de “Cojutepeque”. Extraviado de su
camino, el narrador llega a un cantón remoto en el cual vive una familia
indígena. Toribio: “un campesino”, y dueño de Nerón.
Nerón: un perro arrimado al hogar, Nerón, el héroe de la novela. Que el
personaje principal sea “el mejor amigo del hombre” no de la mujer define el
papel leal del perro sin una reciprocidad fraterna de su compañero.