1. Martín y la ciudad de las alcantarillas.
Hola me llamo Martín. Soy un estudiante que vive en el internado con mis
hermanos. Yo soy simpático, listo, delgado y muy alto . El año pasado vino un niño
que se llamaba Ramón y era muy bajito y un poco gordiflón.
Siempre que vamos al recreo no le vemos. Un día en el recreo vi a Martín corriendo
hasta el bosque. Bajó a una alcantarilla sucia y llena de ratas.
Entré en la alcantarilla y encontré una ciudad llena de hombres con vestidos
muy raros y vi a Ramón muy feliz. Por la noche desperté a mis hermanos y les conté
todo lo que vi. Me llamaron loco soñador y volvieron a dormir.
En el internado donde vivimos nos despiertan a las ocho. En el desayuno
Ramón se sentó con nosotros la verdad es que desde que vino no se sentó con nadie
del internado. Yo le hablé de lo que había visto en la alcantarilla y él me dijo que
mantuviéramos esto en secreto y que no se lo dijéramos a nadie.
Primero, le pregunté por qué iba ahí. El me respondió:
- Hace mucho tiempo un grupo de gente pobre, fueron a las alcantarillas a refugiarse
porque no tenían donde vivir; entonces empezaron a ingeniarse vestidos con telas.
También empezaron a hacer trampas en el bosque.
- Eso explica por qué el año pasado cuando fuimos de excursión mi hermano se
quedó colgado sobre una rama-Le contesté.
- Empezaron a comerciar en secreto y por eso mis padres pudieron obtener dinero
para el internado- Continuó hablando.
Al día siguiente le dije que si podría visitar la ciudad de sus padres en el recreo
y el me dijo que sí podía.
Entré en la ciudad y encontré a mucha gente. Ramón me presentó a sus padres.
Su padre era alto como un roble, un poco gordinflón, rubio, muy simpático y tenía los
ojos azules como el mar. En cambio su madre era guapa, baja, aunque también era
simpática. Cuando volvimos le pregunté por qué había tantos carteles de “Se vende”.
me dijo que por que necesitaban dinero y si no era el fin.
2. Le pregunté por qué se iba a cerrar la ciudad y me dijo que los ciudadanos ya
no tenían dinero.
Toda la noche me quedé pensando como salvar la ciudad de Ramón, hasta que
al final llegué a una conclusión. De día llamé a Ramón y le dije que si podíamos
vender la tienda de mi abuelo. Mi abuelo era muy viejo.
La verdad es que prometí a Ramón que no iba a decírselo a nadie, pero mi
abuelo era de confiar. Al fin, mi abuelo vendió al alcalde que pagó demasiado
dinero. Hasta podemos decir que dio dinero de sobra, y al fin pudimos yo y Ramón
salvar su ciudad.
También Ramón y yo fuimos a ver al alcalde y le dijimos lo de la ciudad en la
alcantarilla. El alcalde construyó casas para la gente que vivía en las alcantarillas y
les dio trabajo y a los niños los metió en colegios . Ramón y yo nos convertimos en
muy buenos amigos y mis hermanos me pidieron perdón por llamarme loco soñador.
Después recogimos todas las cosas de sus padres y de las demás personas. La verdad
es que tardamos en convencerles para que se fueran a vivir a la ciudad y que llevaran
a sus hijos a colegios para que se eduquen y puedan trabajar y tener futuro. Pero al
final todos fueron a vivir a la ciudad.
FIN
Autor:Ayman el Ouriaghli