Este documento resume un libro que analiza el proceso de privatización de YPF entre 1989 y 1999. Explica que históricamente YPF fue la empresa estatal que reguló y dominó la industria petrolera en Argentina desde 1907 hasta 1989, cuando comenzó un proceso de debilitamiento. La última dictadura militar transfirió activos rentables de YPF a empresas privadas, generando pérdidas para YPF. Este proceso continuó en el gobierno de Alfonsín. Entre 1989 y 1993 se fragmentó YPF vendiendo activos a bajo precio a grup
La “Gran Transformación” del Milagro Mexicano. A 20 años del TLCAN
Análisis del proceso de privatización de YPF
1. 166
MARIANO A. BARRERA
La entrega de YPF. Análisis del proceso de privatización de la
empresa
Editorial Centro Cultural de la Cooperación y Cara o Ceca - Buenos
Aires, 2014
Después de largos años de una meticulosa investigación llevada a
cabo en el marco del “Programa sobre Petróleo y Minería” del Área de
Economía y Tecnología de la FLACSO, Mariano Barrera publicó este
libro que, sin lugar a dudas, se constituirá como un texto de consulta
ineludible en el área tanto de los procesos de desregulación y privatiza-ción
de la etapa neoliberal como, fundamentalmente, del comporta-miento
del mercado de hidrocarburos en la Argentina.
La obra trasciende la especificidad de la temática abordada y propone
una clave de investigación del proceso de privatización de YPF en la
que se resalta su vinculación con las estrategias del poder económico
orientadas a apropiarse de beneficios extraordinarios sin comprometer
inversiones de riesgo. En este sentido, el autor rescata el legado de su
maestro, Daniel Azpiazu, y -como sostiene Eduardo Basualdo en el pró-logo
del libro- incorpora el concepto de patrón de acumulación de capi-tal
como clave de análisis de uno de los hechos más significativos del
modelo de acumulación basado sobre la “valorización financiera”, que
fue la fragmentación y posterior privatización -en palabras del autor: “la
entrega”- de la mayor empresa, en términos de la facturación y de la
extensión territorial, de la economía argentina.
Así, el objetivo que se propone la investigación consiste en “realizar un
análisis -desde la perspectiva de la economía política y la historia
2. Galera de corrección 167
económica- del proceso de fragmentación y posterior privatización de
YPF, en el marco de la reestructuración del mercado de hidrocarburos,
haciendo hincapié en los vínculos que este desenlace tuvo con las polí-ticas
implementadas por la última dictadura desde un análisis de las
diversas fracciones de clase que integran el bloque en el poder”. Con
tal finalidad el libro atraviesa, con rigor metodológico y empírico, la his-toria
de la empresa y de los hechos más significativos del mercado de
hidrocarburos desde el denominado “modelo de regulación pública con
predominio de la empresa estatal” (1907-1989), pasando por el proce-so
de fragmentación de YPF (1989-1993) hasta arribar a la etapa en la
que se puso en marcha la “última y final entrega”, es decir, la privatiza-ción
de la petrolera estatal (1993-1999).
Modelo de regulación pública
con predominio de la empresa estatal (1907-1989)
Desde el descubrimiento del petróleo hasta aproximadamente 1989 el
funcionamiento del complejo hidrocarburífero estaba dirigido y regula-do
por la compañía estatal. Tal como apunta Barrera en el primer capí-tulo
del libro, con el correr de los años se había configurado una estruc-tura
en la que los yacimientos eran propiedad del Estado y que el que
tenía la concesión legal para explotarlos era YPF (más allá de cesiones
realizadas antes de 1935) la que junto con otras instituciones estatales
(“mesa de crudos”) distribuía los hidrocarburos y/o derivados a las refi-nerías
a partir de las cuotas establecidas en función de los criterios fija-dos
previamente. Asimismo, tanto la importación como la exportación
estaban reguladas en función de alcanzar el autoabastecimiento
energético y de desacoplar los precios locales de los vaivenes interna-cionales.
Por consiguiente, YPF concentraba la extracción primaria y
actuaba como “empresa testigo” en las demás fases de producción. Se
trataba de un modelo en el que, a pesar de los avances y retrocesos,
se desplegó una “política de Estado” que consideraba a los hidrocar-buros
como un “bien estratégico” que debía satisfacer las necesidades
del mercado interno.
Si bien esta forma de estructuración fue una constante en los largos
años de vigencia del “modelo de regulación pública con predominio de
la empresa estatal”, no estuvieron exentos de profundos cambios,
especialmente respecto del tratamiento al capital privado, los que, a jui-cio
del autor, “tendieron a resquebrajarlo”. En sus palabras: “Se alude
a los contratos petroleros firmados en 1958 por el gobierno de Arturo
Frondizi que, si bien posibilitaron el reingreso del capital privado a dicho
mercado -esta vez en calidad de contratistas de YPF-, en rigor, se
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encuadraban en la lógica de complementación de extracción subordi-nada
a la empresa estatal. También, y principalmente, a la proliferación
de contratos rubricados durante la última dictadura cívico-militar cuya
finalidad fue potenciar la transferencia al capital privado de áreas de
explotación pertenecientes a YPF S.E. y consecuentemente porciones
considerables de la renta petrolera, proceso consumado por medio de
las ‘privatizaciones periféricas’”.
Así, la irrupción de la última dictadura militar significó, en consonancia
con la instauración de un nuevo -y muy regresivo- patrón de acumula-ción
de capital, el desmantelamiento de diversos núcleos de alta renta-bilidad
de la petrolera estatal a favor de un conjunto acotado de grupos
económicos ligados a la denominada “patria contratista”. En algunos
casos, se trataba de actores que irrumpieron por primera vez en el mer-cado
petrolero (tal el caso de Macri, Techint y Alpargatas) y, en otros,
de corporaciones que ampliaron sus área de influencias (como, por
ejemplo, Pérez Companc, Bridas y Astra). Esta situación derivó en un
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franco deterioro de la empresa estatal. Entre los principales factores
explicativos de este desempeño el autor enumera:
- la transferencia de áreas en calidad de contratos a los grupos econó-micos
y de renta petrolera, en la medida en que se les pagaba precios
que llegaron a ser cuatro veces superiores a los que le costaba extra-er
el recurso a YPF y los que, a su vez, la firma estatal vendía a pre-cios
subsidiados a las refinerías privadas;
- el aumento de las regalías que la compañía pública le pagaba a las
provincias debido a que se empezó a considerar el precio internacio-nal
-no ya local- como referencia en un escenario de fuerte creci-miento
del precio internacional;
- los bajos niveles de precios que retenía la empresa con la venta de
los combustibles (o, en contraposición, los altos gravámenes que se
le imponían); y,
- los crecientes costos financieros derivados de alto endeudamiento
que experimentó YPF para conseguir las divisas requeridas para
garantizar el patrón de acumulación basado sobre la “valorización
financiera”. Por supuesto, esto trajo aparejado problemas en corto,
mediano y largo plazos para la firma estatal, que se agravó cuando las
autoridades dictatoriales le negaron a YPF -en el marco de las con-vulsiones
cambiarias (tablita y devaluaciones mediante)- acceder a
los seguros de cambio.
Todo ello tendió a condicionar el accionar del gobierno de Alfonsín y,
en el mediano plazo, al profundizarse estas tendencias, culminaron
minando la estructura de la empresa, a tal punto que dejaron el terreno
fértil para la legitimación social de la privatización de la compañía esta-tal.
Después de un detallado análisis de los diversos planes implementa-dos
durante la gestión del radicalismo, Barrera define a estas políticas
petroleras como de continuidad y profundización “fallida” (esto último
por la imposibilidad de implementar el Petroplán que establecía la “libre
disponibilidad de hidrocarburos”) de las que se habían desplegado
durante la última dictadura militar. Y concluye: “La modalidad de con-tratos
de locación de obra y servicios cuya génesis estaba asociada a
la complementación de extracción subordinada a YPF S.E., con el paso
de los años y las políticas aplicadas fundamentalmente por la última dic-tadura
cívico-militar y que el gobierno radical no sólo no supo revertir
sino que buscó ampliar, terminaron condicionando el propio accionar de
la empresa estatal a tal punto que aquellos capitales que empezaron
subordinados a la lógica de extracción de YPF S.E. terminaron condi-cionando
su funcionamiento en particular, y el del sector en general.”
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El proceso de fragmentación de la empresa
El estudio del proceso de fragmentación de YPF es, en la lógica inter-na
de la investigación, un elemento de análisis sustancial para com-prender
la dinámica que adquirió la privatización de la petrolera estatal.
Se trata del proceso de desmembramiento de ciertos activos de YPF
como aspecto previo -aunque constitutivo- de la privatización, tales
como los buques tanque, embarcaciones menores, talleres navales,
refinerías, ductos, áreas centrales y secundarias.
Se sostiene que la fragmentación tuvo como meta desintegrar vertical
y horizontalmente la compañía de modo tal que los grupos económicos
locales pudieran ingresar al “negocio” mediante la compra de activos,
dado que no tenían la capacidad financiera -y de lobby- para comprarla
en su totalidad. El argumento del oficialismo giraba en torno de avanzar
en el establecimiento de un mercado “competitivo” de hidrocarburos, eli-minando
la supuesta “ineficiencia” de la empresa estatal. Conforme ello,
se avanzó en la eliminación del carácter regulador del Estado y de la
propia YPF en los distintos segmentos de la actividad, aspecto que con-templó
la desaparición de la “mesa de crudos”, la liberalización de los
precios de dichos recursos y la anulación de la restricción para importar
y exportar petróleo, gas natural y sus derivados.
De todos modos, Barrera demuestra en este capítulo que la imple-mentación
de estas políticas neoliberales en busca de incrementar los
grados de eficiencia de la compañía estatal no tuvo el éxito esperado
por sus mentores, principalmente, debido a que la propia normativa san-cionada
contrariaba los supuestos objetivos de alcanzar un mercado
competitivo. De hecho, y como está demostrado empíricamente en la
investigación, este proceso generó un incremento del grado de concen-tración
privada en las áreas concesionadas. A tal punto, que los prime-ros
cinco grupos económicos -Pérez Companc, Techint, Astra,
Pluspetrol y Bridas- pasaron a tener injerencia en el 55,1% de las 147
áreas concesionadas (vale aclarar: adquiridas a menos de 1 dólar el
BEP (barril equivalente de petróleo), cuando el crudo cotizaba a 20 y el
gas natural a 5 dólares), y también en los ductos, refinerías y barcos pri-vatizados,
lo que redundó en una fabulosa transferencia de activos a
precios subvaluados y la consiguiente reconfiguración de un mercado
altamente concentrado.
La última y final entrega: la privatización de YPF
A juicio del autor, “la estrategia de la última dictadura y del capital pri-vado
que operaba como contratista de la petrolera estatal, consistente
6. Galera de corrección 171
en debilitar los cimientos de la empresa para que la transferencia de su
propiedad al sector privado deviniera sentido común, posibilitó que la
reestructuración del mercado de hidrocarburos y, posteriormente, la pri-vatización
de YPF -en el marco de un proceso más amplio de transfor-mación
del entramado socioeconómico- apareciera como ‘cuestión
socialmente problematizada’”.
Los argumentos, sistematizados en el tercer capítulo del libro, de quie-nes
impulsaban la profundización del proceso de desregulación del sec-tor
y la privatización de la empresa estatal tenían sus raíces en el
supuesto desempeño “irracional” e “ineficiente” de la compañía. Al res-pecto,
Barrera señala dos bloques de críticas que englobaban esos
cuestionamientos: 1) las “ineficiencias productivas” derivadas de una
estrategia que privilegiaba el beneficio social sobre el de la maximiza-ción
de las utilidades, lo que llevaba, según estas visiones, a que el
costo de producción de YPF superara los costos marginales de la acti-vidad.
Y, 2) los aspectos estructurales que efectivamente fueron debili-tando
el funcionamiento de la empresa: bajo nivel de retenciones,
aumento del valor de referencia para pagar las regalías, incremento en
la deuda externa y altos precios pagados a los contratistas combinado
con bajos precios cobrados a las refinadoras.
Respecto del primero de ellos, se apunta en esta sección del libro que
si bien YPF no ajustaba sus volúmenes de extracción al costo marginal,
en rigor, sus costos medios estaban por debajo de los precios interna-cionales.
En palabras del autor: “Esta racionalidad concuerda con la
cosmovisión que primó hasta el gobierno de Menem, la cual se basaba
en que los hidrocarburos eran ‘bienes estratégicos’. Así, los parámetros
descriptos se ciñen a una dinámica basada en la “eficiencia social”, en
tanto que, entre otras cuestiones, le permitía al Estado nacional no
tener que destinar divisas a la compra de petróleo en el exterior, situa-ción
que hubiera afectado negativamente la balanza comercial y podría
haber contribuido con el estrangulamiento externo de la economía.
Analizado desde esta perspectiva, la empresa no operaba de modo ‘ine-ficiente’
sino que se ajustaba a criterios vinculados con una racionalidad
‘social’ e ‘intergeneracional’; no afín con la proclamada por el neoclasi-cismo”.
En realidad, para Barrera es el segundo bloque de cuestionamientos
los que contribuyeron a “resquebrajar la estructura de la empresa” y
propiciar el déficit económico, el cual fue utilizado para legitimar la frag-mentación
y posterior privatización de YPF. Después de pasar revista a
diversos indicadores de los estados contables y estadísticas oficiales en
el tercer capítulo del libro, Barrera concluye que tales desequilibrios en
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realidad obedecían a las propias políticas implementadas por la última
dictadura militar. A saber: la política de “privatizaciones periféricas”, el
aumento del pago de regalías, el formidable endeudamiento, la caída
real de los precios de los derivados y el menor nivel de retención de
YPF. De allí que sostiene que “la solución a la precaria situación de la
empresa se encontraba en eliminar el sesgo privatista que tenía la com-pañía
y no en profundizar la política de entrega al capital privado como
fue la desplegada por el gobierno de Menem”.
De todos modos, estos argumentos, minuciosamente revisados en la
investigación, constituyeron la síntesis conceptual del sector privatista
en el marco de los debates desarrollados en las distintas sesiones del
Congreso y el Senado de la Nación. Proceso que culminó en 1999 cuan-do,
tras dos ofertas de acciones, Repsol adquirió el 97,5% del paquete
accionario de la firma.
Tras la profusa sistematización de evidencias empíricas a lo largo de
la investigación, tanto de información económica y política como de las
normativas en las que se plasmaron las diversas políticas sectoriales, el
trabajo cierra con unas reflexiones finales y con tres Anexos que resul-tan
sumamente interesantes. El primero contiene las principales normas
sobre el mercado hidrocarburífero sancionadas entre 1989 y 1991 que
configuraron el “modelo privatista”. En el segundo se lista la nómina de
diputados, y el voto emitido por cada uno de ellos, de la sesión del pro-yecto
de privatización de YPF y federalización de los hidrocarburos
(1992) y en el tercero se detalla la nómina de diputados, y el voto emiti-do
por cada uno de ellos, de la sesión que sancionó la ley 24.474, la cual
modifica el artículo 8 de la ley de privatización de YPF y federalización
de hidrocarburos (1995).
No son sólo el abundante acervo empírico y los rigurosos y exhausti-vos
análisis llevados a cabo en este trabajo los que hacen que esta obra
despierte interés en la actualidad. En el marco de la reciente expropia-ción
del 51% del capital accionario de la firma, y tras la estrategia pre-datoria
de Repsol que coadyuvó a la emergencia de la “crisis energéti-ca”
en el país, esta valiosa investigación histórica sobre el proceso que
culminó con la privatización de YPF adquiere suma vigencia, al tiempo
que brinda un conjunto importante de elementos de juicio como para
reflexionar en torno de los dilemas de la política estatal orientada al sec-tor
y, en particular, a la dirección de la compañía y de sus vinculaciones
con el capital privado.
Pablo Manzanelli
Investigador del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO y del Centro
de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA-CTA).