La Iglesia de Santiago fue construida en 1501 sobre los restos de una antigua mezquita y ampliada en dos ocasiones hasta su terminación en 1553. Ubicada en la calle Marqués de Falces, el edificio presenta una sola nave con capillas laterales y destaca por sus armaduras mudéjares y su portada protobarroca. Actualmente se utiliza para el culto cristiano y puede visitarse diariamente.