1. Nosotros Juan Pablo De Marco
Yevgeni Zamiatin Literatura II – Ensayo IV
Vivir sin libertad: con amor o con razón
Las personas queremos, deseamos y amamos por naturaleza. Y no se trata solo por la
voluntad, sino por la necesidad que tiene el hombre de su condición ontológica. El libro
trata de un Estado Único opresor y represor que controla, domina y regula todos y cada
uno de los aspectos de la vida de los seres humanos, pero el amor es lo que salva y hace
huir, en cierta medida, a ese mundo opresivo concientemente feliz
Está dado por una exaltación de la intimidad, al punto tal de que los vidrios permiten
que se vea para adentro de los auditorios donde residen las personas. Una condición
antropológica del ser humano es que el hombre tiene una intimidad que solo es de él, y
que según el contexto se da el lujo de publicarla dependiendo también el individuo. La
opresión, represión y exaltación de este aspecto, está dado por un totalitarismo ilimitado
que entiende que esa intimidad no es de un individuo, es de todos, por eso nada debe
quedar en uno, debe quedar en todos.
La opresión se fundamenta desde muchas aristas. Una de ellas es la destrucción de la
individualidad gracias a la victoria de la masa. En esta sociedad se festeja ese triunfo de
la masa sobre el individuo como si fuese un festejo de haber logrado la felicidad. Una
felicidad opresora donde la libertad está reducida a cero. Como si se tratase de una fecha
patria (en esta sociedad es el Día de la Unanimidad). En las sociedades latinoamericanas
que tuvieron sus luchas libertadoras en el siglo XIX, pugnaban por adquirir la libertad
de la patria que, en consecuencia, era de cada uno de las personas que residían en ella.
La idea totalitaria que plantea del régimen que vive D-503, plantea una disyuntiva entre
dos tipos de valores: el respeto y la tolerancia. En este tipo de sociedad hay tolerancia
entre los pares, entre los que conviven en sociedad. Es una concepción de acepción
colectiva de la sociedad pero que genera un límite si alguno cruza el límite: tolero pero
hasta un límite. El respeto involucra una admiración, una comprensión mayor y se trata
de un valor más personal. En esta sociedad no hay respeto, pero sí una dosis de
tolerancia entre “nosotros”.
Un cuerpo que cumple acciones uniformes, repetitivas y rutinarias: “Mis movimientos
se multiplican hasta el infinito”. Y se adapta al fiel estilo del ejército, que cumple sus
movimientos en marchas militares de una forma exacta y rígida. No hay movimientos
banales ni innecesarios. Así es la vida de D-503, el personaje principal de esta novela de
ciencia ficción escrita en 1921 por Yevgeni Zamiatin.
Que también se da a nivel temporal. El día empieza a la misma hora para todos, y
termina a la misma hora. Es por eso que aquí cabe un paralelismo con el ejército, donde
la orden superior del Protector y el Bienhechor es a la que se responde y a la que se
obedece.
En términos de la Edad Media, es un totalitarismo que se basa más en el “estar” que en
el “ser”. El Dios en esta sociedad es el Estado Único. Los habitantes veneran a una
divinidad conocida de la que son concientes. Es una veneración cartesiana, real y
empírica. En cambio, el mundo de los antepasados venera a un dios desconocido, es una
búsqueda de algo inmutable suprahumano que trasciende lo terrenal. Es en este sentido
que el totalitarismo se relaciona con el “estar” en términos de la Edad Media.
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Yevgeni Zamiatin Literatura II – Ensayo IV
En la perspectiva de totalitarismo y felicidad plural que hay en esta sociedad futura que
plantea Zamiatin, hay un tercer aspecto que también cuestiona el autor. Es el tema de la
razón. Es cuando intenta verificar que desde la razón se puede comprender que la propia
razón tiene límites. Lo ejemplifica con la imposibilidad de hallar la raíz cuadrada de -1.
Son límites que tiene la ciencia que no hablan de su irracionalidad, sino de su
arracionalidad: algo imposible de alcanzar.
La complejidad existencial es un tema que plantea Zamiatin, basado en la libertad. Si la
única libertad del individuo es la dicha, y la dicha pertenece al Estado Único, entonces
la libertad aparece reducida a cero. Esto plantea una cuestión existencial en torno a la
moral: ¿hay posibilidades con esta anulación de libertad, de distinguir lo que está bien y
lo que está mal?
El problema que se halla en esta concepción de libertad es que uno si no la goza, no
puede corromperse a sí mismo. Y si uno no puede errar, no conoce la realidad sobre lo
que está bien y lo que está mal. Porque lo que está bien aparece impuesto por el Estado
Único y son sus únicas normas, dogmas y valores la que transmiten un único modelo de
vida y de felicidad. Por eso dice que la “tabla pitagórica nunca yerra”, hay una sola
verdad, un solo camino.
La esencia del libro plantea permanentemente cuál es la realidad, esa es su esencia. Hay
momentos que prevalece la razón, y hay momentos que prevalece el sentimiento. El
problema se encuentra cuando no puede equilibrar estos dos aspectos. En este sentido se
puede decir que el libro tiene características romanticistas, y al mismo tiempo crea un
universo de ciencia ficción y de realismo a un sistema totalitario.
En la anotación 21, D-503 dice que “no existen las interrogantes, solo los signos de
exclamación”. Así funciona el totalitarismo. Esto se puede comparar con el hombre
posmoderno. La ampliación de lo que el hombre puede decidir se debe a un proceso de
individuación que lo único que le trae son interrogantes. Esto se debe porque hacen falta
“exclamaciones” que no se dan por una crisis de las instituciones básicas de una
sociedad: la familia, el matrimonio, entre otros.
La idea opresiva racionalmente entendida está fundada también en la igualdad. Los
hombres si son ingeniosos, originales o creativos crean una distinción con sus pares. Y
la demostración anulatoria de la individualidad ofusca la reinterpretación del mundo
colectivo que intenta mostrar esta sociedad del Estado Único y Benefactor.
Una característica totalitaria que se debe señalar es la regulación biológica de la
sociedad. Esto se debe a la Ley Sexuales. El hombre no decide con quien mantener
relaciones sexuales, sino que recibe una papeleta rosada que establece con quien hay
que mantener relaciones sexuales. Por un motivo biológico de desarrollo de la sociedad,
esto debe regularse y debe imponerse.
El hombre es mortal. El hombre puede imaginarse morir con la razón: desde sus ideas
puede razonar e inventar en su mente el proceso de su muerte a través de la
imaginación. Pero hay un aspecto que no se trata de imaginación, se trata de realidad.
Por más opresión que reciba desde el Estado Único, el hombre racionalmente no puede
evitar que su condición ontológica lo conduzca a la muerte, que no es racional, es
empíricamente de hecho.
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Y de la ciencia pasa al sentimiento como otro nivel del ser humano. Es válido citar a
Platón. El antiguo filósofo griego habla de tres tipos de almas. Dos de ellas han sido
oprimidas y absolutamente erosionadas de parte del Estado Único, sobre D-503. El alma
irascible, donde se sitúa la voluntad y aparece eliminada por dicho Estado. La libertad
está reducida a cero, no hay opción a ningún tipo de decisión.
Luego encontramos el alma racional la cual refiere al alma superior, inmortal y divina.
Esa es la del Estado Único al cual se debe D-503 de la misma forma que los que
conforman su sociedad. Pero hay un tipo de alma de la que habla Platón, de la que por
naturaleza le emerge de su ser. Es el alma sensitiva y más puramente relacionado al
deseo, al amor. Se trata de esa alma responsable de las pasiones, placeres y deseos
sensibles, la que tiene lugar en I-330.
En la dualidad de dos conciencias que tiene el protagonista D-503, se aprecia la
confusión que le genera el amor y la erosión de todo tipo de libertades que impone y
transmite el régimen del Estado Único. Por eso en la anotación número trece cuando se
refiere a I-330 dice que su corazón siente “cada latido dulcemente doloroso”.
Dulcemente por la exaltación sensitiva de pasión y deseo que tiene con I, y doloroso por
su imposibilidad de responder a ese sentimiento debido a los dogmas que establece el
Estado Único, que entiende al amor como una enfermedad patológica.
De todas formas, ese dolor dulce y doloroso es tolerable. Por el específico motivo de
que hay una necesidad intrínseca del hombre a buscarlo, en hallarlo en otra persona. Es
una condición que tiene el hombre quien por naturaleza va y busca ser correspondido.
Por eso D-503 dice en un momento: “(…) amo este dolor…lo necesito”. Por más
opresión y represión el hombre tiene un sentido de la vida que necesita inexorablemente
amar y ser amado.
Ese amor que reside en un alma de D-503, existe hacia lo indomable. En esta sociedad
recae en aquello que no se puede dominar, pero que te domina. Al protagonista le pasa
con I-330, cuando en más de oportunidad le da la razón sobre aseveraciones que ésta
hace sobre él. Pero este amor indomable también aparece a lo que se teme, porque
aquello a lo que uno le tiene miedo es por la fortaleza superior que se tiene. Aquí el
amor es entendido por fortaleza, en detrimento de la debilidad del disminuido por el
sistema totalitario.
En definitiva hay un entendimiento racional, donde el hombre puede sufrir el
totalitarismo, o lo puede vivir oprimidamente sin libertad pero de una forma feliz;
porque no hay motivo a errar y equivocarse. Pero también hay una concepción
sentimental, que nace y surge del individuo por naturaleza y que no encuentra una
justificación racional. El desequilibrio entre ambos aspectos es lo que le impide
disfrutar equilibradamente de cada uno de los aspectos; porque no conoce las
limitaciones de la ciencia y porque no puede frenar lo irresistible de sus deseos y
estímulos sensitivos.