El documento proporciona recomendaciones para un trabajo sobre liderazgo. Sugiere elegir un personaje histórico o grupo que haya promovido cambios significativos, investigar su biografía y contexto, y justificar su liderazgo analizando cómo supo responder a las necesidades de su época o cómo reinterpretó la tradición. Recomienda centrarse en figuras occidentales indiscutibles y evaluar el liderazgo también por contraste con modelos ideales.
2. Volver a leer la
introducción
Reflexionar sobre el
conjunto global del
módulo
Leer con cuidado las
instrucciones de
evaluación
Elegir una opción de
trabajo
Apuntar las fechas:
borrador hasta el
20/11/16, trabajo
definitivo hasta el
18/12/16
3. Lo que viene a continuación
son indicaciones para los
trabajos de las opciones A y B
4. Ya hemos reflexionado sobre el concepto de liderazgo.
Ahora toca aplicarlo a algún personaje. ¿Quiénes?
Orientativamente, escoged gente que haya sido artífices de
cambios revolucionarios o políticos de renombre, grandes
visionarios de los negocios, hombres adelantados a su tiempo,
descubridores de nuevos horizontes, agitadores sociales,
genios de las artes, conquistadores de tierras, guías
espirituales…
Si no, que haya destacado por haber promovido cambios en su
ámbito de acción, por haber modificado el modo de
comprender su campo profesional o social, por haber ejercido
una influencia notable en la configuración de Europa, de
Occidente en general y, excepcionalmente, de alguna otra
civilización.
En cualquier caso, la primera recomendación que os doy es
que procuréis escoger a personajes de lo más indiscutibles.
5. Para entender bien y justificar mejor un liderazgo, lo más importante es
situar al personaje en su contexto. Recordad que el liderazgo no es
evidente. Sois vosotros quienes tenéis que hacerlo evidente con un
discurso, una prueba, una argumentación, etc.
De ahí mi segunda recomendación: escoged a personajes occidentales,
más que nada porque, aunque sólo sea por cercanía, es la cultura con la
que más familiaridad tenéis.
¿Qué no sabéis nada de Europa? Eso tiene solución:
Enciclopedias: buscad obras serias (aunque puede ser útil, se entiende
que Wikipedia no es material serio a no ser que esté suficientemente
contrastado).
Historia de nuestra idea del mundo, de José Gaos.
Génesis, estructura y crisis de la modernidad, de Carlos Valverde.
La serie Retratos de…, de Gerardo Vidal Guzmán.
Las historias de Grecia, Roma y la Edad Media, de Indro Montanelli.
Europa, política y religión, de Joseph Ratzinger.
Cualquier libro de Christopher Dawson, por ejemplo, Los orígenes de
Europa.
La unidad de la cultura europea, de T. S. Elliot.
El legado del Cristianismo en la cultura occidental, de César Vidal.
6. Una vez escogido el personaje en cuestión, tenéis que realizar un
trabajo de investigación y de reflexión que, esencialmente,
debería tener estos ingredientes:
Biografía, contexto y logros. Se trata de presentar al personaje o al
grupo en su contexto histórico y destacar por qué es conocido.
Deberá quedar claro en qué ámbito de la experiencia humana situáis a
vuestro personaje o grupo: política, religión, pensamiento, ciencia
experimental, medicina, arquitectura, gastronomía, arte figurativo,
literatura, música… Cada campo tiene sus propias reglas y conviene
saber qué es lo que el líder aporta y cuál es su alcance.
En el caso del grupo, ¿qué motivó su surgimiento? ¿A qué necesidad
humana buscaban responder con su acción?
En el caso del personaje, ¿supo leer bien su época? ¿A qué urgencia
de su tiempo respondieron sus acciones?
Una mínima aclaración del enfoque (o combinación de ellos) que
vais a seguir o que os parece más oportuno para justificar el
liderazgo (o la falta de ello) en el personaje o el grupo en cuestión.
7. No es difícil escoger un grupo o personaje y justificar su liderazgo,
especialmente si se trata de gente conocida y respetada. Lo que resulta
más trabajoso es establecer un argumento sobre por qué lo es… o no.
Pero recordad que, muchas veces, aprendemos más por “contraste” que
por “exposición”. O sea, que podéis coger a gente que no sea
especialmente admirable y analizarla por contraste con lo que sería
un líder responsable, proactivo o creador de valor.
Un consejo a este respecto. Ya lo hagáis por “contraste” o por
“exposición”, hay un modo infalible de dar profundidad y rigor a
vuestros análisis. Reflexionad sobre la tradición. ¿En qué sentido?
Ningún líder surge de la nada. Normalmente, los líderes son muy
conscientes del pasado que hay detrás de ellos, el legado en sus
respectivos ámbitos (científico, artístico, político, etc). Algunos, incluso
reconocen explícitamente el ejemplo y la influencia de otros líderes
sobre ellos. De hecho, este es un signo inequívoco de auténtico
liderazgo, a saber, la capacidad del líder para reobrar, reactualizar o
reinterpretar su tradición.
8. El primer punto es obligatorio. El resto, podéis no hacer caso.
1. El trabajo sobre el líder o sobre el grupo debe tener 2.500 palabras, sin contar
portada ni bibliografía. Dada la brevedad del escrito, no es necesario un índice.
2. Huid de celebridades y “fenómenos” contemporáneos o fugaces. Necesitamos
la perspectiva del tiempo para poder estar seguros del liderazgo de alguien. Por
eso, procurad que sea gente o bien ya fallecida o bien que ya no esté en activo.
Si cogéis a alguien en activo, por favor, mirad bien quiénes son sus referentes
(en quién o quiénes se inspira) y, entonces, evaluadlo en relación a ese
referente.
3. Centraros en personajes de Occidente. Lo más importante para evaluar un
liderazgo es atender al contexto, y se puede atender mejor a lo que más cerca
tenemos.
4. Escoged, a ser posible, figuras indiscutibles. Los ejemplos controvertidos
conllevan más espacio de justificación, y el trabajo no debe sobrepasar el límite
estipulado.
5. Si no es una figura indiscutible, evaluad su liderazgo por “contraste” con un
modelo indiscutible o un ideal de líder (el que tengáis).
6. ¡Divertíos! Aprovechad para indagar en algún personaje o grupo de personas
del que siempre habéis oído hablar. Aprovechad para enteraros mejor de qué va
nuestra propia cultura, sus fundamentos e historia. Y, sobre todo, demostrad
que podéis escribir textos reflexivos, interesantes y cautivadores. ¿Un truco?
Plagadlo de preguntas y captad, así, la atención e interés del lector.