Este documento describe los factores que conducen a la degeneración articular como genéticos, ambientales, metabólicos y traumáticos. Además, recomienda ejercicios de cardio, fuerza, flexibilidad y movilidad articular para controlar los síntomas de la artrosis de forma progresiva y gradual.
2. La artrosis no es una enfermedad
sistémica, sino el resultado de un grupo
heterogéneo de factores mecánicos y
biológicos que desestabilizan el
acoplamiento normal entre la degradación
y la síntesis de los condrocitos de la matriz
extracelular del cartílago articular y del
hueso subcondral. Esto produce
manifestaciones clínicas, cambios
patológicos y signos radiológicos comunes.
Todos estos factores conllevan un
3. Algunos autores han llegado a
Entre los factores que postular el porcentaje de
conducen a la degeneración contribución de los diferentes
factores de riesgo en el desarrollo
articular tenemos los d e la enfermedad atribuyendo un
genéticos, ambientales, 40% a la carga de trabajo, un 55%
metabólicos y traumáticos. a la participación deportiva y un
15% al sobrepeso corporal.
4. • La práctica regular de ejercicio
físico es extremadamente
importante para controlar
algunos síntomas. Los Ejercicios
apropiados ayudan a mantener
flexible la articulación, potenciar
y preservar la fuerza muscular y
proteger la articulación así como
a mantenerla íntegra. La mejora
de la rigidez articular o de la
debilidad muscular puede ser
lenta pero si los ejercicios son
realizados periódicamente, el
movimiento de la articulación se
verá facilitado.
5. La prescripción de ejercicio deberá ser personalizada
considerando la historia clínica del paciente y de la articulación
afectada, el grado de deterioro, la movilidad actual y anterior, el
estado de los músculos satélites, el número de brotes inflamatorios
en la articulación, la situación actual de la misma, etc.
Además, como en toda prescripción de ejercicio, es aconsejable
realizar una exhaustiva fase previa de calentamiento de las
articulaciones y músculos que van a ser sometidos a esfuerzo
físico. Deberá incluir medidas para disminuir la sobrecarga articular
como dispositivos de apoyo (bastones), ortesis de descarga y
plantillas para el calzado.
6. CARDIOVASCULAR
CARDIOVASCULAR
MODO Actividades de bajo impacto, como
nadar, caminar o hacer bicicleta.
FRECUENCIA 3 o 4 veces por semana.
DURACION 20 a 30 minutos
INTENSIDAD 60% A 80%
El tipo de ejercicio ha de adaptarse a la patología articular que se
sufra, así, por ejemplo: si una persona tiene artrosis en una
rodilla, tendrá que evitar realizar ejercicios que impliquen un
alto impacto contra la zona de la lesión, tales como correr, saltar...
Sería aconsejable en éste caso que caminase en cinta, hiciese
bicicleta o ejercicios en el agua.
Se aconseja que sean realizados según la tolerancia del paciente
deforma progresiva y gradual.
7. FUERZA
MODO acondicionamiento muscular, ejercicios
con una carga baja y un número alto de
repeticiones.
FRECUENCA 2 A 4 veces por semana con un día
intermedio de recuperación.
INTENSIDAD Submaxima
DURACION De 5 a 6 segundos por ejercicio., con
series de 2 con 10 a 15 repeticiones.
El trabajo específico de la musculatura de la
zona afectada debe ser suave, al menos en la
fase inicial, sobretodo cuando se asocia una
debilidad extrema o una escasa tolerancia al
esfuerzo. Este trabajo debe ser seguido cada día
y supervisado por técnicos especialistas (médico
8. FLEXIBILIDAD
FRECUENCIA Si es de ser posible a diario.
GRUPO MUSCULAR Musculatura paravertebral, escapulo
humeral, parte posterior del muslo y
pantorrilla.
Atención a la zona de los muslos (en su cara posterior), a la
musculatura paravertebral (músculos que van desde el cuello hasta las
lumbares) y zona de los hombros, ya que son zonas que tienen más
facilidad de perder flexibilidad según aumentan los años.
Es aconsejable estirar al inicio y al final del entrenamiento.
9. MOVILIDAD ARTICULAR
METODOS Ejercicios específicos con movilización
en la articulación afectada.
FRECUENCIA Diario si es posible.
REPETICIONES 3 al inicio y luego ir aumentando para
así ganar arco de movilidad.
Se deben realizar ejercicios específicos para la articulación afectada
orientados a recuperar la movilidad y la fuerza. Durante la fase aguda
recomendamos ejercicios diarios con una cadencia progresiva y de amplio
movimiento articular. Pasada esta fase aguda, se prescribe la actividad física
activa respetando el arco de movimiento y sin que haya dolor. Para ello se
pueden utilizar máquinas isotónicas y realizar series de pocas repeticiones y
pesos ligeros. Es aconsejable la utilización de máquinas con pesos libres ya
que el movimiento es menos brusco. Al término de esta fase, se recomienda
la aplicación de hielo 15-20 minutos a nivel de la articulación con
osteoartritis, para prevenir la inflamación y reducir el dolor.
10.
11. • Martín Escudero P, Ejercicio Físico y Patología Osteoarticular, Wyeth :
http://www.pilarmartinescudero.es/pdf/publicaciones/medicos/osteoarticular.pd
f
• American College of Sport and Medicine, Manual de Consulta para el control y la
prescripción de ejercicio, Editorial Paidotribo, Primera Edición.
• Guía del manejo del paciente con artrosis de rodilla en Atención Primaria:
http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application/pd
f&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1181217968106&ssbinary=tr
ue
http://www.medicosypacientes.com/pacientes/2009/01/09_01_06_osteoarticulares