La música en la Biblia siempre ha tenido un lugar importante, David, el cantor, antes de ser rey fue llevado a la presencia misma de Saúl, primer monarca de Israel; pues, este, era atormentado por espíritus inmundos. Pero en el momento mismo en que las manos de David entonaban el arpa, dice la Biblia, Saúl encontraba paz, porque la música puede conducir al cristiano hacia los más elevados pensamientos, allí, hacia el reino de los Cielos, donde los coros angelicales alaban con aleluyas, hosannas y bendiciones al Altísimo; pero al mismo tiempo, la música también puede tener un poder terrible, como lo expresa Daniel Duarte: “La música puede llevar al cristiano a revivir al viejo hombre, viejas costumbres y vagos recuerdos que deberían ser sepultados en lo profundo de la mar, donde nadie pudiese recordar jamás”. Hebreos 12:5 dice: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios...” y Romanos 14:20,21, nos invita a no ser “tropiezo de nuestros hermanos...”
1. Nº 0003 (11.9.2015)
Una Reflexión acerca de la
Música
Presentado en marco del I Recital de Música
Cristiana “Alabad a Dios” , Chosica-Lima
No soy músico pero por la gracia de Dios llevo
en mí la preciosa responsabilidad de servir a mi
Señor desde el púlpito, porque considero que he
sido llamado al ministerio pastoral para el servi-
cio de su iglesia. Creo que este hecho me da la
oportunidad de poder instruir a mis hermanos en
lo que concierne a la Palabra de Dios. Para mí,
considerar la música como parte importante en
el contexto de la proclamación del Evangelio, es
lo mismo que abrir los labios para predicar el
mensaje de salvación. En este sentido, la música
y tanto el que canta deben tener una buena pre-
paración previa, porque a Dios se le debe entre-
garlomejor.
La música en la Biblia siempre ha tenido un
lugar importante, David, el cantor, antes de ser
rey fue llevado a la presencia misma de Saúl,
primer monarca de Israel; pues, este, era ator-
mentado por espíritus inmundos. Pero en el
momento mismo en que las manos de David
entonaban el arpa, dice la Biblia, Saúl encontra-
ba paz, porque la música puede conducir al cris-
tiano hacia los más elevados pensamientos, allí,
hacia el reino de los Cielos, donde los coros
angelicales alaban con aleluyas, hosannas y
bendiciones al Altísimo; pero al mismo tiempo,
la música también puede tener un poder terrible,
como lo expresa Daniel Duarte: “La música
puede llevar al cristiano a revivir al viejo hom-
bre, viejas costumbres y vagos recuerdos que
deberían ser sepultados en lo profundo de la mar,
donde nadie pudiese recordar jamás”. Hebreos
12:5 dice: “Mirad bien, no sea que alguno deje
de alcanzar la gracia de Dios…” y Romanos
14:20,21, nos invita a no ser “tropiezo de nues-
troshermanos…”
En cuanto a la música “sacra” que todo cristiano
debiera procurar, cierto día un joven me pregun-
tó: Pastor ¿Cuál es la música sacra que debo
escuchar? -Esta pregunta me dejó perplejo,
pues, ciertamente nunca antes me la había
hecho, sin embargo, después de un breve silen-
cio, por la gracia del Señor le pude responder- la
música sacra que debes escuchar, es aquella
música que Dios te impulsa a que escuches…
porque solamente una mente consagrada va a
poder escuchar al Espíritu Santo dirigiendo a
nuestra conciencia hacia su voluntad, y sola-
mente una mente dispuesta a recibir, aún las
amonestaciones de lo alto, va a saber discernir
cuál es el propósito de Dios para su vida, y esto
se aplica en el todo de la vida cristiana, aún para
la música. Sin embargo, no en vano Dios recla-
ma exclusividad en lo que concierne a la adora-
ción (Éxo. 30:37,38), requiriendo así la santidad
del adorador (Sal. 29:2; 95:6,7; 96:7-9), pues
solo de este modo se podrá exaltar su grandeza;
porque la música sacra se inicia en la mente de
Dios, se transmite a través de la santidad del
adorador, trascendiendo así en el corazón del
que lo escucha, siendo este el objetivo, el motivo
yelfin.
El problema de Lot, no fue que puso su tienda
“hacia Sodoma”, su problema radicó en que aún
conociendo las consecuencias lo haya hecho;
15
2. 16
pues, poco tiempo después, fue absorbido por
esa cultura motivo por el cual terminó viviendo
dentro de la misma ciudad de Sodoma. Este
puede ser tanto tu problema como el mío, el
querer amoldarnos, adaptarnos, y lo que es peor,
conformarnos con el mundo, con prácticas que
ensalzan más al hombre que a Dios. Si nuestro
Señor Jesucristo pidió a su Padre que no nos
saque de este mundo sino que nos “guarde” de Él
(Juan 17:15) ¿Por qué muchos hoy en día hacen
caso omiso a ese llamado celestial y corren a los
brazosdeltentador?
Por cierto el diablo ya fue sentenciado, su sen-
tencia es la muerte. Él sabe que desde el momen-
to mismo que ha sido echado del Cielo ya está
perdido. Pero este es un ser egoísta, no quiere
perderse solo. Primero tentó a la tercera parte de
los ángeles del Cielo, a los cuáles, con sus arti-
mañas,lossentenciójuntamenteconélalamuer-
te; y cuando vio que en el hombre Dios guardaba
su imagen conforme a su semejanza, buscó
tentar a la primera pareja humana, habiéndolo
logrado pero sin considerar que había un plan
preparado desde la eternidad para nuestra res-
tauración. Hoy en día el enemigo de Dios tam-
bién te mira y ve en ti la preciosa semejanza que
llevas del Creador y busca hacerte caer, porque
no quiere morir solo, sino quiere llevarse consi-
goatodosloshombresymujeresquepueda.
Te invito mi querido amigo, mi querida amiga a
que reflexiones en esto. Que busques al Señor
“con todo tu corazón, con toda tu mente y con
toda tu alma”, busca agradar a Dios antes que a
los hombres, permite que el Espíritu Santo
colme tu vida y sólo así podrás discernir los más
elevados propósitos que Dios tiene preparado
para ti en este día. A ti mi querido amigo, mi
querida amiga quien Dios puso en tus cuerdas
vocales ese precioso don de la alabanza, busca
ser ese instrumento elegido para la sinfonía
celestial, que tu vida sea la más excelsa ofrenda
de adoración y testimonio, que en tu ser se ento-
nen las gloriosas notas de bendición para dar a
conocer al mundo el mensaje infalible de salva-
ción. Sé digno de reflejar el rostro de Cristo en tu
vida y verás que en ti se cumplirá la inigualable
promesa de ser apartado para su propósito santo.
Da gloria a Dios esta noche a través de un carác-
ter semejante al Maestro, y honra su nombre
siendo fiel testimonio de su reino… Dios te
bendiga…Amén...JOP
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