Este capítulo discute la necesidad de ciudades sostenibles debido al crecimiento desmesurado y la contaminación excesiva de las ciudades actuales. Propone que las ciudades deben planificarse como sistemas ecológicos integrando la economía, la sociedad y el medio ambiente. También sugiere que para lograr la sostenibilidad, las ciudades deben reducir el consumo de energía, fomentar las energías renovables, mejorar los sistemas de transporte público y residuos, y equilibrar el uso del espacio entre

1. CAPITULO II
CIUDADES SOSTENIBLES
Las ciudades actuales consumen energía y su contaminación es de manera exagerada, la
congestión en vías de desarrollo, la población urbana, el progreso económico y las
migraciones del mundo rural están provocando un crecimiento desmesurado y la
polarización global de la sociedad dividida entre ricos y pobres.
Este capítulo señala que la tierra es un organismo vivo, por lo que pretende analizar
ciudades que ofrezcan oportunidades sin hipotecar su futuro ni el de futuras
generaciones; las ciudades deben concebirse como sistemas ecológicos y es de esta
manerala que debe dirigir nuestro enfoque para planificarlas y gestionar la explotación
de sus recursos; debemos reciclar materiales, reducir el gasto, conservar las energías
agotables y experimentar con las renovables.
Para que una ciudad genere una auténtica sostenibilidad, todos esos factores deben
entrelazarse, la economía y la sociología queden integradas en la planificación urbana,
pero depende de la buena motivación de los ciudadanos; las soluciones ecológicas y
sociales se retroalimentan mutuamente, para construir sociedades más sanas, vivas y
abiertas; con la disponibilidad de fabricación ecológica, fuentes de energía más limpia,
sistemas de transporte público y avanzados sistemas de alcantarillado y de deposición
de residuos; una ciudad zonificada por sus funciones con áreas de oficinas en el centro,
centros comerciales y de ocio en las afueras y barrios residenciales, conectados por
autopistas y buscar la implantación de sistemas de transporte ecológico y equilibrar la
utilización de los espacios públicos en favor del peatón y de carriles para las bicicletas,
donde las actividades se entremezclan, resulta más fácil transferir el calor de los
residuos de una actividad a otra.