2. El perro es la mascota por excelencia. Se le considera un fiel y buen
amigo. Sin embargo, cuando nos planteamos la posibilidad de adquirir
uno, tenemos que tener presente que además de encontrar un compañero
al que ofrecer y del que recibir cariño, alegría, respeto y complicidad, la
decisión incluye un alto grado de compromiso
3. La alimentación que a partir del destete le demos a nuestro
cachorro debe ser formulada específicamente para él. Una buena
alimentación en esta etapa marcará su crecimiento y su educación
a la hora de alimentarse en años sucesivos.
4. La falta de higiene diaria supone, en un alto porcentaje de los casos, un
riesgo para la salud de nuestro perro. Si desde su etapa de cachorro
recibe los cuidados básicos, nos será más fácil detectar y evitar los
contagios e infecciones en sus órganos externos.
5. Tanto si se trata de un cachorro como de un adulto, tras la compra
o adopción de un perro, debemos llevarlo al veterinario para
informarnos de los conocimientos básicos.
En una primera visita el veterinario se le realiza una exploración
completa al animal y se abre la ficha técnica en la que quedará
registrado todo su historial clínico
6. La educación del perro es clave para que se convierta en un
miembro más de la familia y no corra el riesgo de ser un elemento
perturbador.