2. Os voy a contara
la historia de un
niño llamado
Martín. Martín
era muy alegre y
divertido,
siempre estaba
feliz y contento,
además, lo que
más le gustaba
en el mundo era
hacer reír a la
gente que le
rodeaba.
3. Un día como otro cualquiera, la madre de
Martín fue a despertarlo, por la mañana,
para ir al colegio, pero ella tenia que
darle una mala noticia.
4. Madre:¡ Martín despierta, es hora de ir al colegio!
Martín: ¡Buenos días mami!
Madre: Hijo tengo que decirte una cosa…
Martín: ¿Qué pasa mamá?, dijo algo asustado.
Madre: Tu perrito Rufo está malito, pero no te preocupes por que lo
voy a llevar al veterinario, allí lo van a curar y se pondrá bueno.
Martín: de acuerdo mamá…
5. Martín no se
quedó muy
convencido con
lo que le había
dicho su
madre, pero se
despidió de su
familia y de su
querido perrito
Rufo, y se fue
al colegio
bastante
triste.
6. Al llegar allí sus compañeros notaros su pena, así
que intentaron animarlo con canciones, bailes y
juegos.
7. Pero Martín en lugar de alegrarse por el esfuerzo de sus
amigos y compañeros , se puso de mal humor y les gritó.
Martín: ¡Dejadme en paz!, grito muy, muy , muy enfadado.
8. Su profesora escuchó el grito y le
dijo a Martín que saliera de clase
para hablar con él.
Profesora: Martín, ¿Qué te pasa?,
¿Por qué has gritado a tus
compañeros?.
Martín le respondió desanimado y
triste: No me pasa nada.
Profesora: Eso no es verdad, por que
tu no eres así. Tienes que contármelo
para poder ayudarte con tu problema.
Martín pensó lo que le acababa de
decir su profesora y le respondió: Es
que mi perrito está malito.
Profesora: que pena Martín, pero tu
tranquilo que seguro que no es nada
y tu perrito se pondrá bien . Aunque
debes saber que tus amigos querían
animarte por que te quieren y tu no
les puedes tratar así.
Martín: lo se profesora, tienes
razón.
Profesora: vale Martín, ahora
puedes entrar en clase y pedirles
perdón .
También tienes que saber que es
bueno contar lo que te pasa y
expresar tus sentimientos, así te
sentirás mejor y más tranquilo.
Martín: ¡De acuerdo profesora!
9. Martín pidió
perdón a sus
compañeros
y amigos, y
entre todos
consiguieron
animarlo.
10. Al finalizar el colegio la mamá de Martín fue a recogerlo junto con su perrito
Rufo, que ya estaba bien y muy contento.
Martín lo vio y se puso muy feliz; también su mamá le explicó que no le
pasaba nada a Rufo, por lo que Martín volvió a ser el mismo niño alegre y
divertido de siempre.
Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO DE EMOCIONES SE HA
ACABADO…