La literatura hebrea post-bíblica se originó después de la redacción del Antiguo Testamento y la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. Sus principales libros sagrados son el Mishná, que clasifica y resume las leyes orales judías, y el Talmud, que se originó a partir del Mishná y se divide en el Talmud de Palestina y el de Babilonia, abarcando todo el saber del pueblo judío.