Este documento describe cómo grupos humanos que anteriormente se sentían reprimidos ahora están haciendo oír sus voces y demandando un espacio en la sociedad. Incluye ejemplos como rehabilitados de drogas, madres solteras, divorciados, y minorías religiosas. También discute la importancia de aceptar a los demás, ponerse en sus zapatos, y no juzgarlos o marginarlos. Finalmente, señala que la Iglesia debe prestar más atención a estos grupos emergentes para mantener su credibilidad.
Disciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptx
Grupos emergentes
1.
2. Cientos de agrupaciones humanas, que
anteriormente no se atrevían a hacer presente su
voz por miedo a la represión, están intentando
tener, una clara presencia social. Han dejado de
lado el miedo a la intolerancia y a la falta de
espacios para el diálogo, para decir: “Estos somos
nosotros y esto demandamos de la sociedad”.
3. • Rehabilitados de la droga
• Madres solteras
• Divorciados
• Mujeres contra el maltrato
• Orientación sexual distinta
• Inmigrantes
• Enfermos de SIDA
• Niños de la calle
• Minorías religiosas
• Prostitutas organizadas
4. • Siendo humanos
• Empatizar (ponerte en los zapatos del otro)
• No juzgar, no rechazar, no marginar
• Hacerle sentir que es amad@ por Dios
• Hacer sentir la posibilidad de salvación
5. Brinda la oportunidad de conocer más a fondo
la naturaleza humana, al menos en sus aspectos
más fácticos, a la vez que posibilita respuestas
más favorecedoras de un clima de
autodescubrimiento y desarrollo.
6. Se debe tener tres actitudes básicas en todo
orientador:
Aceptación positiva incondicional
Empatía
autenticidad
7. Los grupos sociales que van emergiendo
demandan mayor atención por parte de la
Iglesia y en ello, ésta se juega parte importante
de su credibilidad en el mundo actual.