El documento discute el endorrascimo en la televisión boliviana, particularmente la representación de mujeres indígenas usando polleras. Mientras que algunos programas y publicidades empoderan a estas mujeres, una publicidad estatal las retrata de una manera estereotipada y denigrante, exagerando sus dificultades lingüísticas. A pesar de una ley contra el racismo, estos estereotipos discriminatorios siguen filtrándose en la televisión. El autor se pregunta por qué se toleran y naturalizan estas muestras

1. En términos sociológicos se entiende como endorracismo al autorrechazo a la
tipología física y cultural de un grupo humano inducido por el proceso de colonización.
Gracias a la Ley 045 contra el Racismo y toda Forma de Discriminación, en Bolivia se han
podido visibilizar y sancionar expresiones de este tipo. Sin embargo, lo que me llama la
atención son ciertas ambigüedades que me hacen cuestionar el endorracismo en la
televisión referido a las mujeres indígenas que visten polleras.
Cuando se ve en la Tv a Clara, personaje de la miniserie Z, como que a uno se le hincha el
pecho de satisfacción y orgullo por aquella mujer presentadora y periodista, quien
cuestiona y reflexiona el drama de los damnificados. ¡Aplaudo! Cuando veo en las
publicidades a la Súper Cholita, personaje que habla de los derechos laborales de las
trabajadoras del hogar, vuelvo a aplaudir por su empoderamiento y fuerza, pero todas estas
sensaciones positivas desaparecen cuando se transmite una publicidad estatal, donde una
comediante vestida con polleras encarna a una mujer de la que todos se ríen y a la que le
exacerban sus dificultades lingüísticas al hablar castellano por sus interferencias con su
lengua materna.
Cuando veo esta publicidad me quedo pasmada ante una muestra tan clara de
endorracismo que está presente y naturalizada, y no puedo creer que a pesar de una ley tan
importante y revolucionaria como es la 045 Contra el Racismo y toda Forma
Discriminación se sigan filtrando contundentemente estos estereotipos sesgados,
discriminadores y denigrantes de grupos humanos. Cuando una presentadora de Tv emitió
declaraciones desafortunadas de una ciudad de nuestro país, inmediatamente se realizó una
denuncia para sancionarla.
Sin embargo, parece que nuestro criterio de lo que es o no es racista fuese flexible y
selectivo porque si una oración que careció de términos que giren en torno a lo
políticamente correcto causó un revuelo y se buscó sancionarla, cómo es posible que
muestras más claras de endorracismo sean toleradas y naturalizadas por Tv.