COMUNICADO CNE-CAMPAÑA Y PROPAGANDA ELECTORAL 20240423.pdf
Defensor del Pueblo de Bolivia pide al Papa Francisco apoyo contra la violencia a mujeres
1. DEFENSORíA DEL PUEBLO
ESTADO PLURINACIDNAL DE BDLIVIA
La Paz, 7 de julio de 2015
D.P. 2104/2015
Su Santidad
PAPAFRANCISCO
Presente
De mi más alta estima y consideración:
A nombre de la Defensoría del Pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia y mío propio, me es
grato hacerle llegar nuestra más cálida bienvenida y desearle que en su estada en nuestro país,
sienta de cerca el gran cariño, simpatía y aprecio que las bolivianas y bolivianos que profesan el
catolicismo, y el pueblo de Dios que abraza otros credos del cristianismo y otros credos universales
de nuestra Patria.
Nuestro pueblo, como Usted conoce hermano Francisco, tiene un sólido cimiento en la fe y el
sentido de lo divino, lo que nos ha permitido construir sociedades con profundos valores
espirituales desde épocas pretéritas, y se han expresado de varias maneras; primero, en nuestros
pueblos indígenas a través de un respeto profundo por la naturaleza y el universo, y más tarde en
la construcción de un cristianismo en su más amplio espectro, que hoy compartimos la mayoría
del pueblo boliviano. Sin embargo, es de reconocer que esta tradición desde la vertiente católica
que su Santidad representa, ha alimentado y nutrido de los valores ancestrales que rescatan la
indivisibl~'relación entre ~a madre tierra - los pueblos indígenas, y la vida como un don de Dios
tan presente en las, comunidades y pueblos en su conjunto.
Pero para nosotros también son altamente valorados los principios del respeto y la vigencia de los
derechos humanos, entendidos como intrínsecos de la dignidad de las personas que, en tanto
guías y valores, nos orientan a alcanzar la justicia, y la construcción de la democracia. Yson
precisamente estos derechos, construidos y conquistados a través de la lucha y el sacrificio de los
pueblos indígenas, de los pueblos afro descendientes, las organizaciones obreras y populares, los
movimientos de mujeres y de poblaciones en situaciones de vulnerabilidad; los que han conducido
a nuestro pueblo en este proceso de transformaciones profundas, expresadas en la aprobación de
la nueva Constitución y en el nacimiento del Estado Plurinacional.
No obstante, los importantes avances en la normativa, cuando estos derechos son vulnerados, o
concedidos como una dádiva o simplemente negados; no solamente se violentan las normas de
convivencia, sino que son las personas, especialmente las más pobres y vulnerables, quienes
sufren las consecuencias y padecen los abusos de 8uienes detentan cualquier forma de poder, y";..o,~,,,,",,~¡-'¡'<J:O~w.~,~.~--
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2. ejercen laviolenciacomo mecanismoparaimponer su voluntad,apartándose de la vocación del
servicio, y de humildad que debiera ser propio de quienes ejercen el poder desde todos los
ámbitos.
Es precisamente desde este ámbito que, quiero expresarle a Usted un fraterno llamado para
que, en su condición de guía espiritual del catolicismo en el mundo, pero especialmente en Bolivia,
quiera intervenir para apoyar las legitimas causas que diversas organizaciones sociales y
comunidades de mi país le harán llegar, en los encuentros con su Santidad, en Lasciudades de La
Pazy Santa Cruz.
Hermano Francisco, en los tres últimos años en Bolivia, se han producido más de 350 feminicidios,
y tan solo en este año casi alcanzan los 50. En 2014 hemos identificado más de 70 infanticidios y la
cantidad de abusos y violaciones sexuales, superan las 14.000 por año, convirtiéndonos, según
datos de las Naciones Unidas en el país de Latinoamérica, con mayores niveles de violencia física y
el segundo en violencia sexual contra las mujeres. Las personas que sufren más este flagelo social
son las niñas y adolescentes mujeres, que padecen más del 90% de los casos de violaciones,
muchas de ellas, además son sometidas a torturas y tratos crueles e inhumanos y tienen que
padecer el suplicio de ser vejadas por sus propios familiares o su entorno cercano. En más del 80%
de los casos, estos crímenes atroces quedan en la impunidad. Según datos de Misión Justicia
Internacional, tan sólo el 5% de los casos de violencia sexual contra mujeres se denuncia, menos
del 0.4% de los casos, llega a sentencia y un porcentaje aún mayor, no recibe terapia de ninguna
naturaleza.
Todas está~ aberraciones sociales ponen al descubierto que somos una sociedad profundamente
degradada, con familias diezmadas por la violencia y lo que es peor cuadros inhumanos de
naturalización de la misma; y frente a esta situación, un Estado con normativas dispersas y
deficiente gestión pública, les lleva a posiciones insensibles para enfrentar de manera estratégica
una crisis estructural.
Estudios especializados señalan que en Bolivia, ocho de cada diez mujeres, niñas, niños y
adolescentes, sufren algún tipo de violencia de manera recurrente en todos los ámbitos de sus
vidas en sus hogares, las Unidades Educativas, las calles, los espacios de trabajo e incluso los
medios de comunicación, mostrándonos que esta violencia en Bolivia es estructural, transversal y
creciente.
Esta situación, que es permanentemente difundida por los medios de comunicación social,
informada por instituciones de derechos humanos, como la Defensoría del Pueblo, ha generado
que en ocho de los nueve departamentos se declare alerta contra la violencia hacia la mujer; sin
embargo la carencia de políticas públicas efectivas, y de recursos económicos, hacen que las
3. medidas políticas o legislativas, no alcancen a proyectar soluciones; frente a esta situación los
esfuerzos que hacen las diferentes instancias del Estado, acaban en iniciativas aisladas.
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Por eso es que en esta oportunidad acudo a usted, como hombre de paz y articulador de la
Esperanza que, en su trayectoria de liderazgo espiritual ha demostrado su indignación ante la
injusticia y la violencia, pueda exhortar para que todos los religiosos y religiosas, los movimientos
laicos, los colegios y universidades católicas, los movimientos juveniles, y los fieles en general;
pero también conociendo su vocación ecuménica, instar en su estilo pastoral, a que todas las
tradiciones cristianas universales y locales, y credos de otras religiones, asuman como prioritaria
una acción conjunta, diaria y comprometida para disminuir y ojalá contribuir a la erradicación de
laviolencia en nuestro país, contra las mujeres, las niñas, los niños y adolescentes.
Creo firmemente que este problema no puede enfrentarse únicamente emitiendo leyes o
priorizando el enfoque punitivo de la justicia. Estoy persuadido Santo Padre, que si no
participamos en esta ardua batalla como Estado y sociedad en su conjunto en este propósito;
cualquier esfuerzo y cualquier norma se convertirá en una acción estéril y un esfuerzo vano. Con
esta constatación, le pido fraternal y respetuosamente que, a través de su palabra y su guía, que
arranca del Dios viviente, la Iglesia Católica profundice una prédica sistemática y constante; una
vigilancia y exigencia para que dentro de las familias se tome conciencia que cualquier forma de
violencia contra mujeres, niñas, niños y adolescentes, se constituye en una afrenta a Dios; una
degradación de la condición humana y una negación de toda fe, de toda doctrina, y de toda
religión. Pero también es importante que no solamente las personas se abstengan de ejercer
violencia, sino que además impidan que, otros las cometan porque todos somos corresponsables
de lavida, de la integridad, la dignidad de nuestros semejantes.
Hoy más que nunca necesftamos en Bolivia,de un compromiso de fe capaz de traducirse en un
Pacto social de defensa de los más débiles, de los desvalidos, un acuerdo de acción y de
esperanza; por eso considero que la acción de la IglesiaCatólica, pueda Diosmediante, en diálogo
y cooperación con el Estado y todos las confesiones cristianas, las religiones andinas, amazónicas
y todos los credos religiosos universales presentes en El Estado Plurinacional, puedan jugar un
papel fundamental en esta lucha tan enorme y tan desigual, donde las grandes víctimas, son los
pueblos indígenas altamente vulnerables muchas veces invisibles, así como son las niñas, niños,
adolescentes y mujeres que han sufrido y sufren una forma sistemática e injusta de violencia que
le quita todo sentido a la humanidad y todo contenido a lajusticia.
Sé que su venida no es producto de la casualidad ni del azar y espero con todo mi corazón que
Usted pueda dejarnos en su visita el legado de su compromiso, más allá de los eventos masivos, el
protocolo y las actividades en las que las bolivianas y bolivianos le expresarán su aprecio y su
respeto como pueblo sencillo, humilde y de paz. Creo que este legado puede aportar para que su
4. visita no deje solo un grato recuerdo, sino un pacto por la justicia y la vigencia plena de los
derechos humanos, para una vida libre de violencia de las mujeres, la dignidad de los pueblos
indígenas y una decisión para garantizar la vida y la integridad de las niñas, niños y adolescentes
que, muchas veces no tienen más que grandes preguntas y el dolor de ser víctimas impunes.
Con este motivo hago propicia la oportunidad para reiterarle mis saludos plenos de mi más alta
estima,
Rolando Vi11ena Vi11egas
DEFENSOR DEL PUEBLO
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