Campañas electorales: acciones de comunicación para influir en creencias y comportamientos políticos
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2.2. Campaña electoral.
Una campaña electoral es un conjunto de acciones de comunicación destinadas
a influir en los públicos en cuanto a sus creencias o comportamientos políticos,
con el propósito de orientar su voto en unas elecciones.
Por eso en el marco de las campañas electorales el rol de la comunicación
política adquiere una importancia particular ya que los actores de la misma tienen
limitaciones de carácter temporal para interactuar de manera veloz y dinámica, en
búsqueda de un resultado determinado.
Las campañas electorales son esfuerzos competitivos hechos por los candidatos
y los partidos políticos para ganar el apoyo de los electores en el periodo que
precede a una elección. Los candidatos recurren a una diversidad de técnicas
para atraer votantes, desde comparecencias en público y mítines hasta el uso
de publicidad en los medios masivos de comunicación.
La campaña para ocupar un cargo público dura más que el periodo de campaña
"oficial" especificado en el calendario electoral, cuando los candidatos pueden
recibir trato especial, normalmente en forma de acceso a los medios públicos de
comunicación o a los fondos públicos para efectos de campaña.
Las campañas en la era actual de los medios pueden costar cantidades enormes
de dinero, lo cual despierta dudas sobre la integridad con respecto a la
recaudación y gasto de fondos y hace pensar que quienes ganan las elecciones
son los candidatos que gastan la mayor cantidad de dinero.
Estas cuestiones se discuten en Financiamiento de las Campañas. Durante la
campaña los candidatos buscan hacer llegar su mensaje y motivar a los
electores para que voten por ellos o por su partido. Hay varias cuestiones de
campaña que afectan la libertad y la equidad de la elección.
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Éstas incluyen la duración de la campaña, la capacidad para hacer una campaña
libremente,la neutralidad de los funcionarios electorales durante la campaña, la
seguridad de los participantes, y Acceso a los Medios.
Debido a estas cuestiones de integridad, la mayoría de los sistemas reglamenta
ciertos aspectos del proceso de la campaña. Sin embargo, algunos sistemas,
tales como el danés, sólo establecen directrices para el acceso equitativo con
los medios y no han establecido reglas para limitar la cantidad de dinero o el
tiempo que tengan que emplear en las campañas electorales.
Calendarización
El calendario electoral estipula fechas para la campaña "oficial", generalmente
el mes antes de la jornada electoral. La campaña real para ocupar un cargo
puede empezar mucho antes, pero los beneficios para el candidato, tales como
financiamiento público, por lo regular sólo están disponibles durante el periodo
oficial de la campaña. La duración de la campaña puede afectar la capacidad de
los partidos y de los candidatos para hacer públicos sus mensajes.
Los periodos cortos de campaña tienden a beneficiar a los partidos establecidos
y a los políticos en ejercicio que los electores ya conocen. Los periodos más
largos de campaña dan a los partidos menos conocidos y a los candidatos más
tiempo para prepararse e informar al electorado sobre sus plataformas y
posturas, pero también necesitan más recursos para sostener la campaña
durante un periodo más prolongado.
Las campañas más largas también pueden afectar negativamente la cantidad
de votantes que se presentan en las urnas puesto que los electores pueden
aburrirse de una campaña electoral que parece no tener fin. Esto sucede
especialmente en los Estados Unidos, donde las campañas activas para la
Postulación de un partido político a la presidencia pueden comenzar más de dos
años antes de la elección presidencial real.
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Libertad de hacer campaña
La capacidad de participar libremente en la campaña electoral es una cuestión
clave en la integridad de la elección. Los candidatos deben poder circular
libremente entre sus simpatizantes y hacer públicas sus plataformas políticas.
Los electores deben poder asistir a los mítines y a otros eventos políticos sin
interferencia y sin miedo. Deben contar con libre acceso a la información política
para que puedan tomar una decisión informada cuando voten. Una campaña
libre y justa depende de la libertad de prensa, de discurso, de reunión y de
asociación.
La libertad de asociarse con fines políticos es un requisito básico para la
integridad. Los electores deben poder reunirse para discutir sobre los candidatos
y otros temas electorales. Los partidos políticos deben poderse reunir y planear
sus campañas electorales con sus simpatizantes. El derecho de asociación no
está restringido salvo para las reuniones organizadas con fines ilegales, tales
como promover disturbios públicos para alterar o manipular el proceso.
La libertad para hacer campaña también se refiere a la libertad de movimiento.
Los candidatos deben poder hacer campaña en cualquier lugar del país. En
países con problemas de seguridad, esto puede significar un conflicto para la
aplicación de la ley. Sin embargo, hay que evitar las restricciones arbitrarias del
movimiento de los candidatos y sus simpatizantes que pudieran interferir con su
capacidad legal para hacer una campaña.
Durante la campaña, el sistema público de radiodifusión tiene la
responsabilidad de asegurar que se brinde una cobertura equitativa y justa del
proceso. Artículo 19, una ONG encargada de asegurar la libertad de expresión,
ha desarrollado lineamientos para la transmisión de la cobertura de las
campañas electorales en democracias en transición.
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Estas directrices incluyen:
informar a los electores sobre cuestiones electorales relevantes,
incluyendo la distribución de la información de educación electoral.
brindar cobertura electoral imparcial y equilibrada.
no censurar artículos y materiales electorales a menos que constituyan
un incentivo claro y directo para la violencia o el odio.
ofrecer cobertura noticiosa imparcial, exacta y equilibrada, así como
programación de temas actuales.
ofrecer a los partidos y candidatos tiempo al aire para que tengan
programas de acceso directo sobre una base libre y no discriminatoria.
brindar tiempos iguales a ambas partes en un voto de referéndum.
Otro conflicto potencial para la integridad consiste en la cantidad de dinero
necesaria para difundir la información. En los países desarrollados, las
campañas se han centrado cada vez más en el uso de los anuncios de televisión.
El costo de estos anuncios ha elevado el de las campañas electorales a tal punto
que en algunos países sólo la gente adinerada o la que cuenta con el apoyo
financiero de los principales grupos de interés puede contender y ganar un cargo
nacional o estatal.
Cada sistema aborda temas de equidad que surgen de los costos de la
publicidad política de diferentes formas. En países como Dinamarca, los
anuncios hechos por los partidos políticos no se permiten en la radio nacional o
regional ni en los canales de televisión.
En Sudáfrica, el material impreso con la intención de influir sobre el resultado
de una elección debe estar claramente marcado con el nombre completo y la
dirección del impresor y del publicador, quien debe comenzar el artículo con la
palabra "anuncio".
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En Irlanda, se ofrece correo libre a los candidatos para que envíen una carta a
todos los electores registrados. Otros sistemas ofrecen financiamiento público
para propósitos de campaña. Para mayor información sobre estos temas,
ver Financiamiento Público de las Campañas.