1. LA RESISTENCIA BACTERIANA, UNA REALIDAD LATENTE
Oscar Javier Alvarez A1
Durante el paso del tiempo, el hombre ha intentado analizar y comprender fenómenos que
ocurren a su alrededor, en esta lucha y búsqueda del conocimiento ha desarrollado
técnicas, modelos, teorías, y toda clase de argumento que permita entender y dar solución
a los interrogantes y problemas que surgen en el transcurso del desarrollo de la historia, el
cuidado, la prevención y cura de la enfermedad han sido objetos fundamentales de
investigación para la ciencia, estas premisas también han estado enmarcadas bajo la lógica
del desarrollo tecnológico de nuevas alternativas de tratamiento de la enfermedad.
Parte de los avances académicos y científicos desarrollados por el hombre con el fin de
abordar de manera más precisa las problemáticas que aquejan a la sociedad mundial, ha
sido el desarrollo de instrumentos y diferentes áreas del conocimiento, como herramientas
y ciencias de estudio para el análisis particular de los diferentes seres vivos que habitan el
planeta tierra. De este modo, el desarrollo del microscopio hacia el año 1965 por el físico
inglés Robert Hooke permitió la exploración de un mundo desconocido, un mundo
microscópico. Posteriormente Van Leeuwenhoek adelantaría trabajos sobre el
mejoramiento del aumento y resolución del microscopio entregando al mundo una gran
herramienta para el estudio y análisis de los microrganismos.
La microbiología surge como una ciencia encargada del estudio de los microrganismos,
seres vivos “invisibles” a simple vista, cuando se habla de los padres de la microbiología se
vienen a la mente los nombres de Koch y de Pasteur, no obstante, personajes como Edwin
Klebs, (teorías sobre la enfermedad infecciosa) y el inglés Joseph Lister, (padre de la
antisepsia)1
son reconocidos como figuras importantes en el desarrollo de la microbiología.
Gracias a la existencia útil del microscopio se adelantaron diferentes observaciones y a su
vez se desarrollaron técnicas de microbiología que han permitido el conocimiento más
cercano de los agentes responsables de enfermedades infecciosas, a finales del siglo XIX
y principios del siglo XX. (Agentes causales de gonorrea (Neisser, 1879), difteria (Klebs,
1883 y Loeffler, 1884), tétanos (Nicolaier, 1885 y Kitasato, 1889), neumonía (Fraenkel,
1886), meningitis (Weichelbaun, 1887), peste bubónica (Yersin, 1894), leishmaniasis
1
Estudiante Química Farmacéutica, Universidad Nacional de Colombia. ojalvareza@unal.edu.co
2. (Leishman y Donovan, 1903), sífilis (Schaudinn y Hoffman, 1905), y la fiebre de las
montañas rocosas (Ricketts, 1909))2
Del mismo modo y paralelo al desarrollo de la microbiología como ciencia, se adelantaron
investigaciones acerca de compuestos capaces de inhibir el crecimiento y desarrollo e
incluso causar la muerte de los microrganismos causantes de las infecciones, los
antibióticos. Después del descubrimiento de los antibióticos como agentes para el
tratamiento de patologías infecciosas, el mal uso de los antibióticos se ha popularizado
como una práctica indiscriminada entre la población lo cual nos ha conducido en la
actualidad a fenómenos de resistencia bacteriana, por lo cual cabe preguntarnos ¿qué
papel desempeña la microbiología en el estudio de los mecanismos de resistencia
microbiana y desarrollo de nuevos agentes antimicrobianos? ¿Qué estamos haciendo para
identificar y combatir la resistencia microbiana? ¿Cuáles es el papel del farmacéutico en la
lucha contra la resistencia microbiana?
Actualmente existe una creciente preocupación de talla mundial alrededor del uso de los
antibióticos en la población en general y a su vez en animales sobre todo los de consumo
humano, ¿a qué se debe dicha alarma? a lo largo de las últimas décadas, el uso irracional
de los antibióticos ha llevado a que las bacterias desarrollen resistencia a estos agentes
químicos, creando el riesgo de que infecciones comunes viren a estados de alta resistencia
a los tratamientos propuestos. “En 1940 se empezó a observar que los pacientes
tuberculosos tratados con un solo fármaco recaían rápidamente debido a la aparición de
resistencias al mismo. Se propuso entonces utilizar dos fármacos simultáneamente,
creyendo que no era posible que ningún microorganismo fuera resistente a dos fármacos a
la vez. En 1990 los neumococos resistentes a penicilina son habituales en un gran número
de países y aparecen cepas resistentes a cefalosporinas de tercera generación. Se
detectan enterococos con resistencia de alto nivel a aminoglucósidos y vancomicina;
aparecen los primeros estafilococos con resistencia moderada a la vancomicina y las
micobacterias multirresistentes se hacen comunes en algunos grupos de población”.3
de
este modo queda en evidencia la capacidad biológica de las bacterias para mutar y
desarrollar mecanismos de defensa y resistencia ante un ataque con sustancias químicas
y lograr la supervivencia, lo que para las bacterias configura una ventaja, para el ser
humano representa serios problemas.
3. Por esta razón instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro de
Prevención y Control de Enfermedades (CDC) y otras a nivel Europeo, han diseñado
nuevos programas y sistemas de vigilancia de la resistencia bacteriana.4
La microbiología se ha convertido en una herramienta fundamental para el estudio de los
mecanismos de resistencia de los microrganismos y el diseño de nuevos agentes
antimicrobianos, métodos como el antibiograma y su correcta lectura interpretativa, además
de la utilización de técnicas microbiológicas de acuerdo con el tipo de bacteria permiten
establecer mecanismos de resistencias prevalentes y medidas de control.
Diferentes métodos comerciales de antibiograma utilizados en la rutina de trabajo del
laboratorio de Microbiología Clínica se han aplicado directamente a partir de diferentes
muestras clínicas. Las tiras comerciales con un gradiente de antibiótico se han utilizado
para realizar un antibiograma directo a partir de muestras respiratorias. Para ello, la muestra
se siembra en masiva en placas de agar Mueller Hinton y seguidamente se depositan las
tiras con antibiótico. Las placas son incubadas durante 24 h y, una vez crecidas las colonias,
se obtiene la CMI (concentración inhibitoria minima). Los métodos de microdilución en caldo
semiautomatizados (MicroScan, VITEK2 y Phoenix) permiten obtener la identificación
bacteriana y el antibiograma directamente a partir del frasco de hemocultivo crecido. Para
la identificación bacteriana se requieren 3 h, con pobres resultados en bacterias
grampositivas y aceptables en gramnegativas; para obtener el antibiograma se precisan 14
h, obteniendo buenos resultados en bacterias tanto grampositivas como gramnegativas.5
La complejidad de las investigaciones científicas conduce al estudio interdisciplinar, lo cual
permite abordar las investigaciones desde diferentes perspectivas, de este modo
encontramos que se han desarrollado diferentes métodos rápidos para la detección de la
resistencia bacteriana a antibióticos basados en diferentes herramientas y áreas del
conocimiento sobre la base fundamental de la microbiología, es así que encontramos
técnicas moleculares, microarrays, métodos comerciales utilizados en el trabajo de rutina,
técnicas inmunocromatográficas, métodos colorimétricos, métodos de imagen,
nefelometría, espectrometría de masas MALDI-TOF, citometría de flujo,
quimioluminiscencia y bioluminiscencia, microfluidos y métodos de lisis bacteriana,5
todos
orientados a la identificación de resistencias bacteriana a nivel de laboratorio clínico o de
investigación.
4. A nivel farmacéutico esta problemática de resistencia antimicrobiana representa un gran
desafío para la industria y la profesión, el diseño y desarrollo de medicamentos a partir de
nuevas moléculas con actividad antimicrobiana es una constante en el quehacer
farmacéutico, desde la microbiología el farmacéutico puede acceder al conocimiento de las
diferentes dinámicas biológicas de las microrganismos y articular estos conocimientos con
las diferentes áreas del conocimiento de la farmacia (farmacocinética, farmacología,
farmacodinamia, farmacoepidemiologia, farmacotecnia, farmacia clínica, ect.) y establecer
estrategias, que permitan abordar las problemáticas referentes a la resistencia de
antibióticos desde diferentes campos y así contribuir con alternativas, para mitigar el
impacto de esta problemática sobre la sociedad.
Cabe resaltar que la lucha contra la resistencia no radica simplemente en el estudio y
análisis de los modelos de resistencia y nuevos agentes antimicrobianos, si no que va más
allá del uso racional de los medicamentos, se debe generar conciencia sobre el peligro que
representa el uso indiscriminado de los antibióticos y evitar el uso irracional de los
antibióticos.
Bibliografía.
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3. Güerri Santos, María Luisa (2004) Estudio de la resistencia a antibióticos [beta]-lactámicos en
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4. Crespo Ortiz, María del Pilar, La lectura interpretativa del antibiograma: una herramienta para
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Médica [en linea] 2002, 33 [Fecha de consulta: 31 de mayo de 2018] Disponible
en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28333406> ISSN 0120-8322
5. Gabriel Alberto March-Rosselló, Métodos rápidos para la detección de la resistencia
bacteriana a antibióticos, enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, Volume 35, Issue
3, 2017, Pages 182-188, ISSN 0213-005X,
https://doi.org/10.1016/j.eimc.2016.12.005.(http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0
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