Historia de un deshaucio que ocurrió en una pedanía de Murcia en el que Rosario, dueña de la casa, tenía que ser desalojada de su casa por unas deudas impagadas.
3. Varios vecinos apoyando a Rosario Una de las consecuencias inevitables de la crisis económica global de estos últimos han sido los desahucios. Gente que se marcha de sus casas por no poder paga una hipoteca al estar todos sus miembros en paro para afrontarla. Cada día, por desgracia, en el territorio nacional siempre se produce algún acto de este tipo. Amistades, vecinos, plataformas contra desalojos, intentar parar los desahucios pero más pronto que tarde saben que la sentencia judicial y la fortaleza de los bancos terminará imponiéndose.
4. El abogado de Rosario en las cercanías de la vivienda. Todo ello se produce por el modelo económico anterior basado en la especulación y el pelotazo urbanístico donde casi toda la sociedad vivía (y lo sabia) por encima de sus posibilidades. También es de achacar, la veda abierta por los bancos en la época de bonanza artificial a la hora de adquirir un préstamo o una hipoteca. Cualquier persona que se acercaba a un banco conseguía financiación para una casa con un coche. No hacía falta presentar apenas un aval para obtener dicha financiación. Con el pretexto del ‘ya me lo pagarás’, multitud de gente sin recursos económicos obtenían su propósito .
6. El juez empezó a emitir las órdenes de desahucio para desalojar a Antonio y a Rosario de la que realmente era su casa. Fueron cinco los desalojos realizados para echarlos de su domicilio. El primer desahucio fue, lógicamente el que más repercusión mediática tuvo. Fueron muchos los medios de comunicación desplazados para cubrir la noticia; incluso canales nacionales también se hicieron eco de la noticia. Ana Rosa Quintana en su programa matinal conectó con la noticia y varios medios y distintas agencias también cubrieron la noticia
7. La ambulancia tuvo que venir para atender a Rosario. No hubo problemas para impedir el primer intento de desalojo ya que la juez encargada de emitir la orden de desahucio fue solo acompañada de un Policía Local. Ante la presión vecinal no se consiguió efectuar tal desalojo y el juez emitió otra orden de desahucio para una semana después. El segundo y el tercer desahucio fue más de lo mismo. Esta vez fue en la casa nueva, por la parte de atrás de la calle. Se congregó más gente que en el primer desahucio. La presencia de los medios de comunicación. Solo se acercaron para cubrir la noticia y darle un posterior tratamiento en otros programas. La juez no pudo emitir tampoco la orden de desalojo y ni Verónica ni su novia pudieron acceder al domicilio.
8. La guarda civil acordonando la calle. Los problemas comenzaron a acrecentarse en el cuarto y quinto intento de desahucio que fue el definitivo. Ante la imposibilidad de no poder efectuar el desalojo, el juez dictó una orden enviando a un contingente de guardias civiles para echar a Rosario de su casa. En el cuarto desahucio se desplazaron cinco coches y unos 25 guardias civiles aproximadamente. Dos agentes se acercaron pero la presión vecinal y las pocas ganas, en eso momento, de echar a Rosario impidieron una vez más el desahucio. Rosario necesitó de asistencia médica. Hubo un quinto desahucio, en el cual las fuerzas de seguridad del Estado nos impidieron ejercer nuestra libertad de tomar fotografías en un lugar público
Notas del editor
Gran parte del pueblo de Sangonera apoyando a Rosario.