El documento señala que el tráfico de personas comienza con el reclutamiento de víctimas vulnerables de sectores pobres y desprotegidos, luego las extrae de sus familias y lugares de origen para explotarlas sexual o laboralmente, adoptarlas ilegalmente, comerciar con sus órganos, traficar drogas o forzarlas a participar en conflictos armados. Este negocio ilícito se aprovecha de la pobreza, falta de trabajo, subdesarrollo e ignorancia para obtener su "materia prima".