2. La historia del alfabeto comienza en el Antiguo Egipto, más de un milenio después de haber
comenzado la historia de la escritura. El primer alfabeto formal surgió hacia el 2000 a. C. para
representar el lenguaje de los trabajadores semitas en Egipto (ver alfabetos de la Edad de Bronce
media), y se gestó a partir de los principios alfabéticos contenidos en los jeroglíficos egipcios. La
mayoría de los alfabetos actuales del mundo o bien descienden directamente de esta raíz, por
ejemplo los alfabetos griego y el latino, o se inspiraron en su diseño.
3. Escritos pre – alfabéticos
Existen dos tipos de sistemas de escritura bien documentados que surgen en el IV milenio a. C.:
la escritura cuneiforme de Mesopotamia y los jeroglíficos egipcios. Ambos eran muy conocidos
en la zona del Mediterráneo oriental, donde se desarrolló el primer alfabeto que alcanzó
amplia difusión, el alfabeto fenicio. Existe alguna evidencia que indicaría que el sistema
cuneiforme estaba desarrollando algunas propiedades alfabéticas en algunos lenguajes a los
que se lo había adaptado, tal como se observa posteriormente en el antiguo sistema
cuneiforme persa, pero todo indica que dichos desarrollos fueron líneas laterales y no
ancestrales al alfabeto. El silabario de Biblos posee sugestivas similaridades tanto con el
egipcio hierático, como con el alfabeto fenicio, pero como no ha sido descifrado, no es posible
precisar si es que tuvo algún rol en la historia del alfabeto.
4. Comienzos en Egipto
Hacia el año 2700 a. C. los antiguos egipcios ya habían desarrollado un conjunto de 22
jeroglíficos para representar las consonantes de su lenguaje, más un símbolo 23 que
podría representar vocales al comienzo o al final de una palabra. Estos glifos eran
utilizados a manera de guías de pronunciación en logogramas, para escribir inflexiones
gramaticales, y posteriormente para transcribir palabras y nombres extranjeros. Sin
embargo, si bien el sistema era de naturaleza alfabética, no fue empleado para una
escritura puramente alfabética. Por ello, aunque el sistema permitía ser usado como un
alfabeto, fue siempre utilizado con un fuerte componente logográfico, posiblemente
debido al gran valor simbólico del complejo sistema de jeroglíficos egipcios.
El primer sistema de escritura totalmente alfabético se estima que fue desarrollado hacia
el 1850 a. C. por los trabajadores semíticos en la zona egipcia del Sinaí. Durante los cinco
siglos siguientes se difundió hacia el norte, y muchos alfabetos de Occidente provienen de
él, o han sido inspirados en uno de sus descendientes. El alfabeto meroítico fue una
adaptación en el III siglo a. C. de los jeroglíficos, en Nubia en el sur de Egipto –aunque
muchos estudiosos sospechan que existieron influencias del primer alfabeto.
5. Hacia e! final de! texto se plantean cuestiones que no son tan simples de resolver, pues se
introduce la discusión sobre la adaptabilidad del alfabeto latino para expresar la gama de
sonidos que se usan en cada lengua. Es decir, Moorhouse describe cómo cada lengua
tiene determinados requerimientos fonéticos que no son los mismos para las otras, por lo
que cada una debía tener un alfabeto que reflejara directamente su variedad de sonidos
consonánticos y vocálicos, para lograr así que la escritura de las palabras tuviera
realmente una correspondencia fonética. Por ser de habla inglesa, Moorhouse ejemplifica
con esre idioma y muestra cómo existe una gran disparidad entre su escritura y su
pronunciación, lo que si bien es muy notorio en esta lengua también se presenta en otras,
aunque en distintos grados.
6. Sin embargo, la extensión del alfabeto latino, las raíces etimológicas de las lenguas
modernas, la tradición literaria de todos los pueblos y un sinfín de complicaciones
adicionales hacen muy difícil concebir que algún país se aventure a realizar un
cambio radical del alfabeto que ha utilizado durante siglos, por lo que es
perfectamente factible que sigamos usando este alfabeto durante mucho tiempo