Este documento describe el proceso de creación de una construcción fotográfica titulada "Obsesión" que muestra a una mujer con burka mirándose en un espejo que refleja tres imágenes de ella girándose. También refleja un reloj de arena con la arena petrificada colgando del techo. El documento explica cómo se utilizaron diferentes fotografías propias y técnicas digitales para crear esta escena en capas que explora temas de obsesión y opresión.
2. 1. Se inicia el trabajo empleando una fotografía
propia tomada de la pared exterior de una ca-
sa. Se va a utilizar para crear el espacio donde
tendrá lugar la escena (la pared de fondo y la
recogida por el espejo).
2. Una vez concebida como pared interior, se mejora
el enfoque y se disminuye la luz. Se hace una copia
de ella y se recorta una porción para convertirla en
el espacio del espejo, aumentándole la luz.
3. 4. Comenzamos recortando el marco y suavizando
sus líneas. Luego, se modifica su perspectiva y di-
mensiones. Después, se mejora el enfoque y se
retoca la imagen, dándole brillo, contraste, más luz,
intensidad cromática y tono rojo. Por último, se si-
túa sobre la pared haciéndole coincidir con la parte
reflejada en el espejo y se elimina la fracción que
queda fuera de la escena.
3. Se captura la imagen de un espejo real que se va
a usar, aprovechando solamente su marco, en la
confección de un espejo ficticio.
4. 5. Para representar la petrificación del tiempo, con-
tamos con la fotografía original de un reloj de
arena, tomada en una calle de Praga, y de unas
rocas de Tenerife.
6. Se mejora el enfoque de las dos imágenes y se re-
corta el reloj, moderando sus bordes. Para sustituir
la pared que se ve a través de su vidrio, se recorta
de una copia de pared (imagen 4) la parte que
queda detrás de él en el espejo, se oscurece y se
reduce su opacidad. Encima se crea una capa,
ajustada al reloj, clonando trozos de roca, y sobre
ella se coloca recortada la arena originaria y se
aplica una fusión de aclarado. Por último, se sitúa
el reloj en el sitio elegido con el tamaño adecuado.
5. 7. La enigmática personaje obsesiva
se origina a partir de la fotografía
propia de una mujer con burka, de
espaldas.
8. Tomando como base la imagen modificada 6, y una vez aumen-
tado un poco el enfoque de la mujer con burka, recortada y con
el contorno suavizando, se coloca en el lugar deseado ajustan-
do su tamaño.
6. 9. Fotos originales de una mujer con burka, de frente, en diferentes posiciones, girándose hacia la cámara. Se
emplean para crear las irreales imágenes que recoge el espejo de una sola mujer.
7. 10. Se procede del mismo modo, con cada una de las mujeres, que en la imagen modificada 8. Para resolver la
parte negra que quedaba en la zona inferior del burka de la mujer derecha, se elimina y se coloca bajo ella
un trozo de los pliegues de esa zona, ajustándolo con transformaciones de distorsión y clonados.
8. 11. Este sería el resultado final de la construcción fotográfica, después de estar dispuestos convenientemente
en capas y activados todos sus componentes. En esta ocasión no ha sido necesario aplicar ajustes poste-
riores.
9. TÍTULO: “Obsesión”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE CONCLUSIÓN: Mayo 2012.
FOTOGRAFÍAS EMPLEADAS: Ocho tomas propias proce-
dentes de: una pared, un marco, unas rocas, un reloj de are-
na y cuatro mujeres con burka en distintas posiciones.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
Esta inquietante construcción fotográfica, emparentada
con otras dos previas, muestra a una mujer con burka que se
mira en un espejo y éste, extrañamente, le refleja tres imáge-
nes de sí misma, cuyas posiciones evolucionan girando
hacia una supuesta cámara fotográfica. Se supone, así mis-
mo, que del techo de la habitación cuelga un inusual reloj de
arena puesto que el espejo lo evidencia, y que sorpresiva-
mente su arena se ha tornado en piedra, pero no se sabe si
en la realidad el reloj está presente, ni si está petrificado, o
se trata de fenómenos que están en la mente de la protago-
nista de tan enigmática escena, del mismo modo que su mul-
tiplicada imagen. Todas estas incertidumbres pueden alber-
garse al observar este simulacro de fotografía, pero al cono-
cer su título se disipan inevitablemente. La mujer, entonces,
está obsesionada y percibe varias imágenes de sí, el reloj
paralizado e, incluso, una cámara oculta que testimonia no lo
que no se produce ni puede producirse; pero el haber vestido
a ese personaje con una indumentaria ligada en la actualidad
a la opresión de la mujer en la cultura fundamentalista islámi-
ca, nos puede hacer pensar que la obsesión no alcanza a ser
un trastorno psíquico y que su entorno perfectamente puede
alimentar el desarrollo de sus normalizadas obsesiones.
Si “Anhelo frustrado” (de marzo del 2012) contenía visos
liberadores, ya que la percepción de la mujer en el espejo
fantaseaba con una imagen irreal anhelada (la fantasía sien-
pre tiene connotaciones liberadoras), y “Temor de sí mis-
ma” (de marzo, también, del 2012) mantenía alguna esperan-
za liberadora, aunque quedara seriamente comprometida
esa posibilidad, la obra actual “Obsesión” expresa la idea
contraria, pues abunda en el pensamiento del sometimiento y
la dominación mediante la multiplicación obsesiva de su ima-
gen reflejada (podría, incluso, contener más de 3 si la escena
nos permitiera ver todo el ancho del espejo, pudiendo ser la
obsesión más grande cuanto mayor fuera la superficie refle-
jante). La obsesión no es otra cosa que un reflejo repetido,
pero en este escenario la imagen reflejada no es propiamen-
te la misma, pues va girándose hacia el observador, consi-
guiendo amedrentarle al comprobar éste que es buscado in-
sistentemente (obsesivamente) con la furtiva mirada de quien
se oculta bajo la hermética indumentaria islámica. En esta
construcción se produce la paradoja de que si bien el obser-
vador-fotógrafo irrumpe en la privacidad espacial y mental de
esta obsesiva mujer, ejerciendo de espía y de voyeur (como
suele hacer la fotografía indiscreta -quizás obsesiva también-
), éste, al tiempo, siente ser espiado, observado e, incluso,
perseguido por la mirada incierta agazapada tras el burka,
como si el cazador furtivo sintiera ser cazado por su presa.
La obsesión de la mujer, que es reflejo de una imposición ob-
sesiva de la macro o micro sociedad donde habita, busca el
contagio del propio observador, consiguiendo que las obse-
siones se multipliquen.
El reloj, con la arena petrificada, simboliza la paralización
del tiempo en un sistema religioso-socio-político-jurídico-
cultural opresivo, y denuncia su anacronismo. El hecho de
que se encuentre colgado del techo redunda en la misma
idea, ya que imposibilita el ser girado y, por consiguiente, po-
der medir el inevitable paso del tiempo, permaneciendo im-
pasible ante esa inexorable realidad, como el propio sistema.