Fases y pasos que he seguido para la creación de la escultura exenta "Falaz levitación", perteneciente a la exposición "Es-cultura".
Ver vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=EogiauJqMGw
Ver otros procesos de construcción en: http://luisjferreira.es/1-obra-plastica-exposiciones/1-proceso-de-realizacion-de-una-escultura-en-relieve/
Trabajo historia sobre el Renacimiento en la arquitectura
Falaz levitación. Proceso de realización
1.
2. 1. Los materiales que me planteo emplear para abordar la creación de esta escultu-
ra son diferentes formas (trozos) de estos cabeceros de camas. Inicialmente, para
el soporte (pie) de la escultura pienso en hacer uso de la estructura del taburete, o
confeccionar otra parecida que se ajuste a las medidas oportunas.
2.1. Comienzo la preparación de los materiales recortando toda la pieza alargada
superior, con sus curvas laterales, del cabecero delantero que aparece en el mo-
mento anterior (el 1.)
3. 2.2. Seguidamente, corto dicha pieza alargada en tres partes; uno de los fragmen-
tos es la parte central, que constituirá una de las tres piezas definitivas de la obra, y
los otros dos, simétricos, son los laterales. Los cortes que practico son oblicuos.
2.3. Con el propósito de ir acondicionando la presencia de las piezas cortadas, que
constituirán elementos -o componentes- de la escultura, escofino y lijo con lija de
grano grueso las zonas que han experimentado los cortes.
4. 2.4. Y ahora, procedo a desmontar las patas de dos de los cabeceros para em-
plearlas como nuevos elementos de composición que irán unidos a otros.
2.5. Por último, recorto dos curvas de ambos extremos de uno de los cabeceros y
dos trozos de moldura de embellecimiento (a la vista en el paso 1. en el cabecero
posterior), con el fin de usarlas como posibles nuevos elementos para componer la
escultura.
5. 3.1. Una vez preparados en bruto los distintos componentes que integrarán la crea-
ción escultórica, doy comienzo a una nueva fase consistente en ir acondicionando
cada una de las tres partes -o piezas- de que constará la obra. Selecciono una de
las curvas y de los trozos de moldura preparados en el momento precedente (el
2.5.) y una de las patas del instante 2.4.; además, freso en curva saliente el canto
exterior de la forma curva para asemejarlo al que presenta en el lado inferior.
3.2. En uno de los extremos de la forma curva encolo la pata, aprovechando la es-
piga de madera que poseía (ver imagen anterior -la 3.1.-) y ejecutando un taladro
en el lugar oportuno para encajarla, y en otra zona encolo y atornillo uno de los tro-
zos de moldura. Además, practico algunos serrados, rellenos (con masilla elabora-
da con serrín colado de los cortes y cola blanca), escofinados y lijados.
6. 3.3. Prosigo con los enmasillados, y una vez secos los escofino convenientemente
a modo de tallado y los lijo con lijas de granos grueso y mediano (ver flecha). Así
mismo, redondeo con escofina y lijas el contorno externo de la moldura para ase-
mejarlo a la presencia de su otra cara. Detrás aparecen las dos partes de lo que
será una pieza con los elementos -patas- que integraré en ella.
3.4. En este momento, realizo dos tipos de fresados por los bordes del reverso de
las piezas (la del fondo ya completa y las dos delanteras que conformarán una, co-
mo he indicado anteriormente), con la intención de equipararlas a sus otras caras.
7. 3.5. Ahora, abordo la confección de la tercera de las piezas constituyentes de la
obra, anunciada en el momento 3.3., encolando las dos patas en el lugar escogido,
previa reducción de sus dimensiones y de las de las partes donde ensamblan. El
acople está efectuado con espigas de madera y sus correspondientes taladros.
3.6. A continuación, preparo la unión de las dos partes para concluir la pieza final;
está ejecutada igualmente con una espiga, como evidencia el detalle, y lo hago por
la zona que indica la flecha. No obstante, de momento no las encolo.
8. 3.7. Retomo ahora la confección de la pieza cuya preparación inicié en el momento
2.5., y acoplo con cola y un tornillo el otro fragmento de moldura (ver flecha y deta-
lle), previo rellenado con masilla del canal que a ella subyace; luego, suavizo sus
bordes como hice en el instante 3.3.
3.8. A continuación, practico fresados en ambos fragmentos de molduras para ase-
mejar su aspecto al de sus otros lados (ver detalles).
9. 3.9. Aquí muestro las tres
piezas que conformarán
la escultura. Al fondo apa-
rece el material para eje-
cutar su soporte o pie; en
el texto de la imagen 1. -y
en ella- aludo a otro re-
curso para este fin, pero
luego concebí otro y aho-
ra decido emplear uno
diferente, por parecerme
más idóneo. Así mismo,
puede comprobarse que
he desechado una de las
patas preparadas en el
momento 2.4. y una de
las curvas del 2.5.
4.1. Ahora, preparo el basamento de la escultura dándole un corte al resto de viga,
anteriormente mostrado (paso 3.9.), para ajustarlo a las medidas deseadas.
10. 4.2. Posteriormente, relleno los dos huecos gruesos con sendos cilindros de made-
ra y cola (ver flecha, el otro está por atrás), freso las aristas del corte practicado
previamente y lijo todo el bloque.
5.1. Es el momento de comenzar a eliminar el barniz de las piezas aplicando un
producto decapante. La pieza tercera confeccionada en los instantes 3.5. y 3.6.
aparece aún sin encolar (son los dos componentes de la izquierda) para facilitar su
manejo.
11. 5.2. Pasado el tiempo necesario, raspo bien el producto aplicado con espátulas, ce-
pillo de alambre y lana de acero, limpiando posteriormente los restos con agua tibia
y cepillo de nylon.
5.3. Concluida la aplicación de una segunda mano de decapante y limpiados los
restos del producto, doy por finalizada la tarea de decapado del barniz; no obstante,
continuaré eliminando color impregnado en la madera a base de lijado.
12. 6.1. Doy comienzo ahora a la fase del anclaje de las tres piezas en el basamento.
Lo primero que hago es concebir el diseño que me planteo ejecutar. Ésta es una
imagen del diseño aproximado que he concebido.
6.2. Una vez he decidido dónde van a ir las piezas instaladas sobre el pie de la es-
cultura mediante unas varillas provisionales de trabajo (las definitivas tendrán la
misma sección), tomo medidas y taladro en los lugares precisos de dicho pie prepa-
rado en los momentos 4.1. y 4.2.
13. 6.3. Para comprobar la conveniencia de los taladros ejecutados, monto de modo
eventual en la base horadada las seis varillas extraídas de un lateral de cuna
desechada; al ser eventual el montaje lógicamente van sobrepuestas. Preveo hacer
uso de varillas trasparentes y macizas de metacrilato para generar la sensación de
que las piezas están suspendidas en el aire.
6.4. Seguidamente, practico los taladros, con el grueso de la varilla que estoy utili-
zando, en las distintas piezas; naturalmente guardan la equidistancia y la direccio-
nalidad vertical que poseen en el soporte de la escultura. Ver las flechas.
14. 6.5. En este momento,
realizo el montaje provi-
sional de las piezas, para
comprobar como va su
ejecución, previo corte de
las varillas a la altura esti-
mada (las delanteras
iguales entre sí, como las
traseras, pero algo más
bajas, y las del medio
más bajas aún y desigua-
les).
5.4. A continuación, prosigo con la tarea de eliminación del color impregnado en la
madera anunciada en el momento 5.3., y lo hago ahora lijando para conseguir su-
primir lo que queda de tinte y desperfectos del fresado de las piezas (zonas con la
madera erizada y/o quemada).
15. 5.5. Luego, enmasillo desperfectos, desarreglos o zonas que pretendo engrosar,
usando una masilla para remates de madera (las flechas señalan algunos ejem-
plos).
5.6. Seguidamente, lijo las zonas enmasilladas con una lija de grano grueso y des-
pués doy pasadas a todas las piezas con lija de grano medio y, posteriormente, de
grano suave.
16. 5.7. Estando ya bien pulidas las distintas piezas, encolo las dos partes de una de
ellas utilizando una espiga y cola blanca, puesto que hasta este momento habían
permanecido independientes para poder trabajarlas con más facilidad (ver flecha).
6.6. Si en el momento 6.5. realizaba el montaje provisional de las piezas para com-
probar como iba su ejecución, ahora vuelvo a hacerlo para confirmar los encajes de
las barras y hacer el paso a las definitivas de metacrilato macizo transparente.
17. 6.7. Ahora, sustituyo unas por otras una vez cortadas las barras definitivas con las
mismas dimensiones que las provisionales.
6.8. Vuelvo a efectuar el
montaje, que aún conti-
núa siendo eventual, des-
pués de haber modificado
algo la trayectoria (el tala-
dro) de las barras en el
interior de algunas pie-
zas.
18. 7.1. Este es el momento
de iniciar la fase de barni-
zado. Aplico una mano de
barniz tinte algo diluido en
agua destilada, después
de haber limpiado bien el
polvo con un compresor.
7.2. Una vez seca esa primera mano, pulimento las tres piezas y el soporte con un
estropajo 3M.
19. 7.3. A continuación, le
doy una segunda mano al
soporte con el tinte dilui-
do, y sin diluir a las pie-
zas compositivas.
7.4. A las piezas que inte-
gran la composición le
doy varias manos de bar-
niz tinte sin diluir hasta
que quedan con el acaba-
do deseado. Aplico ocho
manos en total, puliendo
las piezas con el estropa-
jo después de las seis pri-
meras, no así en las dos
últimas.
20. 8.1. Por último, para abordar el montaje definitivo de la escultura, comienzo por pre-
parar una plantilla que me sirva para asegurar la verticalidad y equidistancia del an-
claje de las barras de metacrilato en el soporte.
8.2. Encolo, en primer lugar, las barras en el soporte mediante la mencionada plan-
tilla. Previamente, he pegado trozos de cinta adhesiva en las barras para impedir
que la plantilla se mueva.
21. 8.3. A continuación, eli-
mino las cintas adhesivas
que servían de tope y ex-
traigo la plantilla para el
encolado de las barras.
8.4. Seguidamente, enco-
lo las tres piezas en las
barras correspondientes,
empleando cola lógica-
mente pero también masi-
lla para rellenar las zonas
de los huecos más grue-
sas que las barras.
22. 8.5. Acto seguido, relleno los huecos existentes en los anclajes de las barras, tanto
en las piezas (ver flechas) como en el pie (ver detalle); para ello utilizo la habitual
masilla de serrín colado con cola.
8.6. Después de tintada la
masilla aplicada a los
huecos, aplico una mano
de barniz transparente a
las piezas y al soporte pa-
ra rematar la obra.
23. 9. “Falaz levitación” que-
da así concluida después
de todo el proceso de eje-
cución.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO:
“Falaz levitación”.
MEDIDAS:
87 x 18,5 x 88 cm.
FECHA DE CONCLUSIÓN:
Octubre de 2023.
MATERIALES:
Piezas de madera procedentes de tres cabeceros de cama para confeccionar
los tres elementos de composición, un bloque de madera para el soporte, seis ba-
rras de metacrilato macizo y transparente para conectar los elementos de composi-
ción con el soporte distanciándolos de él, barniz tinte para madera color teca y bar-
niz transparente.
INSTRUMENTOS:
24. TÉCNICA:
Construcción realizada con restos de muebles y de viga, barras de metacrilato y
barniz.
COMENTARIO:
Esta obra escultórica muestra tres piezas abstractas de madera oscurecidas
con tinte, montadas separadas en paralelo y en alto sobre un pie, de madera igual-
mente aunque menos tintada, en el que se apoyan ancladas con seis discretas ba-
rras transparentes. Las piezas ofrecen un diseño longitudinal sinuoso basado en
curvas suaves y pronunciadas, y parecen flotar en el aire, como si estuvieran sus-
pendidas levitando en él por el efecto que proporciona la transparencia del material
que las une forzosamente al pie; sin embargo, naturalmente se trata de una enga-
ñosa sensación, porque dicha circunstancia no es posible, lo que explica la denomi-
nación de “Falaz levitación”.
Levitar, a la luz de la RAE, es elevarse una persona o cosa en el espacio sin la
intervención de agentes físicos conocidos, aunque en su origen latino el vocablo
estaba conectado a los significados: ligero, de poco peso o sin peso, como si la per-
sona u objeto que pudiera levitar lo debiera a poseer esas características o se aso-
ciara dicho fenómeno a ellas; de hecho, el término levitar designa la acción de al-
zarse algo o alguien suspendiéndose en el aire como si estuviera falto de peso; no
en vano la voz liviano -que pesa poco- posee la misma etimología que levitar.
En distintas tradiciones religiosas se ha contemplado el prodigio de la levitación
referido a personas, particularmente en la cristiana en su vertiente mística donde se
conoce como éxtasis ascensional, constituyendo para esa religión un hecho sobre-
natural, milagroso, tomado habitualmente como indicio de santidad. La física tam-
bién se ocupa de ella, pero naturalmente lo hace desde una perspectiva científica o
probada y realista. La acción de la gravedad sobre los cuerpos es inexorable y por
ello caen si no se les apoya o sujeta o, lo que es igual, no pueden elevarse y no
caer salvo que cuenten con una fuerza que les mantenga suspendidos; y precisa-
mente la actividad física consigue evidenciar levitaciones que tienen lugar en un
campo gravitatorio, siempre y cuando se introduzca una fuerza que actúe sobre el
cuerpo levitante contrarrestando la fuerza de la gravedad -su peso-, y si se preten-
de que esa suspensión sea estable, se habrá de incluir otra fuerza adicional que
contrarreste los pequeños desplazamientos que experimente dicho cuerpo; de ese
modo se logran diferentes tipos de levitaciones como: electrostática, magnética, ae-
rodinámica, etc.
Considero oportuno aludir a otro tipo de levitaciones: las que se ofrecen en el
mundo del espectáculo, es decir, las que nos presentan los magos con sus trucos
de magia. Pero sabido es que la magia consiste en producir resultados espectacu-
lares contrarios a lo esperado y, como en este caso, a las leyes naturales, hacién-
donos creer que se produce lo que de ningún modo se produce; de manera que un
hábil mago puede conseguir engañar nuestras percepciones y crearnos la ilusión
de levitación; fenómeno que sería igual de irreal o falaz -falso- que el que esta obra
plástica presenta. A propósito de esta conexión que he establecido entre mi escul-
tura y la magia, conviene añadir que cabalmente las artes plásticas se caracterizan
por ejecutar alguna magia y por estar dotadas de cierto carácter mágico.