Influencia de alberti en la teoría de la arquitectura
1. INFLUENCIA DE ALBERTI EN LA TEORÍA DE LA ARQUITECTURA
En la ciudad Florencia fue el centro artístico en el que se codificaron los principios de la nueva
arquitectura. Si la obra de Brunelleschi había supuesto un cambio radical a la concepción
espacial del gótico. La influencia de la arquitectura de Brunelleschi se dejó sentir en otros
arquitectos, en algunos como Michelozzo con mucha fuerza en el convento de san Marcos de
Florencia.
Pero el teórico por excelencia de la nueva arquitectura fue León Bautista Alberti 1404-1472.
Sus escritos fueron tan importantes como los edificios que proyectó y además tuvieron una
mayor difusión. Referidos concretamente a las artes escribió De pintura, De statua,
edificaciones y una descripción de la ciudad de Roma. En las edificaciones tomó de Vitrubio la
idea de la proporción, como fuente de belleza y la analogía entre la figura humana y la
arquitectura. Alberti comprobó lo que las fuentes decían mediante el análisis de las ruinas. La
armonía del organismo arquitectónico y es reflejo de una armonía superior referida tanto a la
sociedad como a una armonía cósmica.
Su conocimiento de la Antigüedad, su formación intelectual, el hecho de que ejerciera como
arquitecto también en la práctica y su capacidad para afrontar problemas de tipo teórico, le
convirtieron con frecuencia en asesor de príncipes de proyecto urbanístico o arquitectónico,
exigía el consejo de alguien como Alberti, capaz de proyectar lo monumental con las claves del
nuevo lenguaje que demandaban las nuevos épocas.
Concretando ya en las obras que construyó todo ese bagaje cultural, podemos comenzar con
una obra en la que Alberti completó: una fachada que había sido iniciada con elementos
medievales, incorporándolos a una ordenación perfectamente clásica basada en la proporción.
Se trata de la fachada de Santa María Novella en Florencia, que es una fachada a modo de
telón, delante de una iglesia gótica. Estaba ya realizada la parte del basamento y Alberti la
tomará como punto de partida para construir el resto con el nuevo sistema. El cuadrado,
empleado como módulo para las proporciones, tiene una escala menor en el cuerpo inferior
de la fachada y toda ella se puede inscribir en un cuadrado. Los recursos cromáticos son
fundamento de la arquitectura de Alberti.
Usa la columna con un sentido de ornamento que se repetirá en otros edificios suyos. Sirven
para enmarcar la puerta y por lo tanto el eje central del edificio. Además de la columna, el
empleo de un frontón clásico es otro elemento tomado del repertorio ofrecido por la
Antigüedad, repertorio que Alberti reelaboró siempre con gran libertad. La relación armónica
entre el ancho cuerpo inferior y el mucho más estrecho cuerpo superior de esta fachada la
resolvió el arquitecto con dos aletones, motivo de gran repercusión en la arquitectura religiosa
del siglo XVI.
Alberti utilizaba la tradición, la Antigüedad y su propio ingenio y capacidad creadora para
proyectar sus obras. En el caso del Tempo Malatestiano y por lo que se refiere al primer punto,
la tradición le vino impuesta, él proyectó una especie de camisa de vestido, que envolviera al
edificio gótico sin tener que adaptarse a los vanos y ritmos que ya existían, por lo cual se
puede decir que es una envoltura separada de los muros anteriores.
Alberti redactó su tratado De re a edificatoria entre 1443 y 1452. Se convirtió en un texto
básico para los arquitectos. Ha sido señalado como la libertad con que afrontó Alberti el tema
de la Antigüedad le convirtió en el primer desmitificador de un clasicismo que sin embargo, él
contribuyó a crear. No hace una enumeración de los conocimientos que debe tener el
2. arquitecto, sino que parte ya de la base de que el arquitecto es un científico capaz de calcular,
combinar y distribuir, utilizando la razón y la imaginación para proyectar unas obras destinadas
a ser usadas por los hombres. La arquitectura tiene una función social que contribuye a
explicar la aceptación e incluso la fascinación de príncipes y poderosos por el nuevo sistema
arquitectónico surgido en el Quattrocento, pues resultado de esa arquitectura sería una ciudad
ideal capaz de corresponderse a un sistema político ideal.
La obra de Leone Battista Alberti se encuentra por toda Italia, rasgo poco frecuente en su
época y que indica la progresiva aceptación de las ideas renacentistas. De él se ha dicho que su
labor teórica fue más importante que la práctica, hipótesis que la realidad desmiente. Pero es
cierto que Alberti fue uno de los grandes teóricos del momento. Estudió científicamente la
Antigüedad y sus manifestaciones artísticas y literarias. El fruto de esta actividad humanista se
reflejo en la publicación de diversos tratados (desarrollados más detalladamente a
continuación) sobre arquitectura (De re aedificatoria), pintura (De pintura) y escultura (De
escultura), que sentaron las bases intelectuales de la nueva modernidad.
Sin la matemática ni la geometría no se comprendería sus leyes sobre la proporción
"proporción áurea"-, que fijó de forma admirable. La figura humana es para él la base de estos
cálculos y los edificios se deben diseñar como si fueran organismos humanos.
Trabajo y teorías en arquitectura. Alberti comenzó a trabajar como arquitecto alrededor del
año 1450. Aunque sus edificios están entre los más importantes de la arquitectura
renacentista, se destacó más como teórico que como constructor. Proyectaba todos los
elementos con detalle, pero nunca participó en la construcción real de sus edificios.
En 1447 se le encarga la construcción del Palacio de la familia Rucellai. Su intervención en él se
centra en la fachada, sobre una base que imita el opus reticulatum romano, realizada entre
1450 y 1460, y formada por tres planos superpuestos, separados horizontalmente por
cornisas; la superposición de filas de columnas con distintos órdenes tiene origen clásico, y se
basa en el Coliseo: en el piso inferior dóricas, jónicas en el piso noble y corintias en el segundo.
El palacio pasará a ser modelo para todas las siguientes construcciones de residencias
señoriales. Su obra teórica, De re ¾dificatoria (1450) es un completo tratado de arquitectura
en todos los aspectos teóricos y prácticos relativos a la profesión del arquitecto. La obra no fue
publicada hasta unos años después de su muerte en 1485.
3. Palacio Rucellai
Saltar a: navegación, búsqueda
La fachada del palazzo Rucellai.
El palacio Rucellai en Florencia es un típico ejemplo de arquitectura del siglo XV en
esta ciudad, situado en el 18 de la vía della Vigna Nuova.
Historia
El palacio fue construido entre 1446 y 1451 por Bernardo Rossellino, siguiendo un
diseño de León Battista Alberti. La fachada se terminó cuando ya estaba terminado todo
el interior hacia 1455. Fue encargado por Giovanni Rucellai, miembro destacado de la
familia Rucellai, ricos tintoreros de tejidos.
León Battista Alberti realizó una obra maestra de estilo y sobriedad, y se dice que
proyectó este palacio casi como ilustración de su manual De Re Aedificatoria (Sobre la
Arquitectura) de 1452, en donde se explica que la arquitectura debe imponerse más por
el prestigio de las proporciones que por la demostración de belleza y lujo. Rossellino no
se limitó a ejecutar los planos, sino que aportó un aumento de las dimensiones
originales.
El palacio sigue perteneciendo a la familia Rucellai. En los años 1990 ha sido sede del
Museo de Historia de la Fotografía Fratelli Alinari.
4. Arquitectura
El orden arquitectónico del piano nobile y escudo.
La fachada con mampostería de arenisca uniforme y plana, está subdividida
horizontalmente de modo progresivamente más complejo y está finamente decorada, los
motivos decorativos formales de un correcto orden clásico están sustituidos por las
armas de los Rucellai. En la planta baja lesenas de orden toscano dividen la superficie
en espacios en los que se abren las dos portadas (originalmente sólo había uno, pero se
duplicó simétricamente cuando se duplicó el palacio y la fachada). Los arcos de los
vanos que se alinean en vertical con las puertas son ligeramente más amplios que los
otros y están además rematados por los escudos elegantemente esculpidos sobre las
ventanas del primer piso. Hay delante un banco de calle, un elemento que además de
resultar útil para los viandantes, creaba una especie de base para el palacio, como si se
tratara de un estilóbato. El respaldo del banco reproduce el motivo del opus reticulatum
romano.
En el primer piso (piano nobile) lesenas de tipo jónico con rica decoración, y en el
último piso, lesenas de tipo corintio más sencillas y más correctas, se alternan con
ventanas de medio punto, modeladas por arcos y columnas biforas. Los tres órdenes
hacen pensar de modo bastante claro en la estructura del Coliseo de Roma. También la
mampostería con conchas se inspira de la arquitectura romana, como en el motivo de la
basa imitando el opus reticulatum. Las lesenas decrecen progresivamente hacia los
pisos más altos, proporcionando un efecto perspectívico más lanzado del palacio
respecto a su altura real.
Como se ha dicho la fachada del palacuo está organizada en tres cuerpos, construido en
piedra y dividido por cornisas y a su vez organizados por pilastras, que se han utilizado
para la superposición de órdenes. También hay que mencionar el almohadillado, que
apenas sobresale de la pared lo que remarca su elegancísa. Las ventanas están
geminadas y separadas por columnas, por lo que se hace una alternancia entre pilastra y
columna.
5. La parte superior del palacio está rematada por una cornisa que sobresale poco,
sostenida por ménsulas, detrás de las cuales se halla oculta una logetta adornada por
pinturas monocromas del Siglo XV, según algunos obra de Paolo Uccello. El friso de la
planta baja contiene las armas de la familia Rucellai: tres plumas en un anillo, las velas
infladas por el vento y el escudo familiar, que aparece también sobre los blasones
encima de las puertas.
Sigue al Palacio Medici Riccardi hecho por Michelozzo di Bartolomeo en el año 1444,
siempre introduciendo innovaciones.
Interior
En el interior del palacio hay que señalar el patio renacentista, a pesar de que hoy en día
las arcadas de dos de los lados se han tapiado. Unos amplios arcos de medio punto están
sujetos por capiteles corintios muy elaborados, que recuerdan los de las columnas
superiores de la puerta del Baptisterio de San Giovanni.
Algunas habitaciones se decoraron con frescos de Gian Domenico Ferretti, de Lorenzo
del Moro y de Pietro Anderlini.
Monumentos relacionados
Detrás del palacio se ecuentra la antigua iglesia de San Pancrazio en la que hay otra
obra maestra de Alberti, el templete del Santo Sepulcro, en el interior de la antigua nave
izquierda, el único espacio aún consagrado de esa estructura, que hoy alberga el Museo
Marino Marini. Delante del palacio León Battista Alberti también edificó la Logia
Rucellai. También la fachada de la vecina basílica de Santa Maria Novella fue diseñada
por Alberti por encargo de Giovanni Rucellai.
Nuestros Términos de uso actualizados tendrán vigencia a partir del 25 de mayo de 2012.
Obtenga más información.
Iglesia de Santa María Novella
Saltar a: navegación, búsqueda
6. La fachada, finalizada en 1470 por Leon Battista Alberti.
La Basílica de Santa María Novella es una de las iglesias más importantes de la
ciudad italiana de Florencia, y se encuentra situada en el noroeste de la parte antigua de
la ciudad, en la plaza del mismo nombre y próxima a la Estación de tren de la ciudad.
7. Contenido
1 Historia
2 La fachada
o 2.1 Elementos
o 2.2 Leon Battista Alberti
3 Interior de la iglesia
4 El convento
5 Véase también
6 Enlaces externos
Historia
La nave central de la iglesia, de estilo gótico.
8. Detalle del arco de medio punto central.
En el siglo IX existía un pequeño oratorio dedicado a Santa María de la Viña, y sobre él
se levantó, en 1049, la iglesia de Santa María Novella, concedida, en 1221, a doce
frailes dominicos, quienes, guiados por Fray Giovanni da Salerno habían llegado a la
ciudad provenientes de Bolonia dos años antes. La ampliación de la iglesia comenzó en
1279, y fue proyectada por Fray Sisto de Florencia, Fra Jacopo Pasavanti y Fray Ristoro
de Campi. Se terminó a mediados del siglo XIII y fue consagrada por el Papa Eugenio
IV en 1420.
La fachada
La fachada de mármol se encuentra entre las obras más importantes del Renacimiento
florentino. Se finalizó en 1480. La primera intervención se realizó en 1350, cuando la
zona fue recubierta de mármol blanco y verde gracias al mecenazgo de una tal Torino
Del fu Baldese, muerto un año antes. De esa época datan los seis nichos de las dos
portadas laterales, de estilo gótico, así como la ornamentación de mármol a recuadros.
En uno de esos nichos Giovanni Boccaccio ambientó uno de sus relatos del Decamerón
(VIII 9). Los nichos continuaron a lo largo de la pared oriental externa de la iglesia y
alrededor del recinto del cementerio. En uno de ellos está enterrado el pintor Domenico
Ghirlandaio.
Por encargo de la familia Rucellai Leon Battista Alberti, diseñó la gran puerta central,
los frisos y el complemento superior de la fachada, en mármol blanco y verde oscuro (se
terminó en 1470). Alberti armonizó los elementos previos góticos con los nuevos,
puramente renacentistas. Las incrustaciones bicolores se inspiran en el románico
florentino, en concreto en la basílica de San Miniato al Monte. Alberti también ideó las
dos volutas que permiten salvar la distancia existente entre la nave central y las
laterales. La voluta de la derecha fue recubierta de mármol en 1920
Elementos
La fachada consta de dos volutas que unen el cuerpo central con los laterales, dando así
proporción y armonía a la obra, que al fin y al cabo, es la característica principal del
renacimiento. El empleo de un frontón clásico es otro elemento tomado del repertorio
ofrecido por la Antigüedad, repertorio que Alberti reelaboró siempre con gran libertad.
La relación armónica entre el ancho cuerpo inferior y el, mucho más estrecho, cuerpo
superior de esta fachada, la resolvió el arquitecto con las dos volutas ya mencionadas,
motivo de gran repercusión en la arquitectura religiosa del siglo XVI. Se puede observar
el empleo de muchas formas geométricas en la obra, como los cuadrados que hay entre
las pilastras de la parte superior de la fachada; círculos, como los que hay en las volutas
y en el frontón, etc. Para Alberti, las formas geométricas, impulsan a meditar sobre las
verdades de la fe, idea que anticipa las corrientes estéticas neoplatónicas que serán
dominantes en la cultura florentina, ya que demuestra cómo las formas visibles son
portadores de significaciones ideológicas precisas y porque la incrustación geométrica
realiza el ideal de la reducción de la forma al puro "diseño". La fachada tiene un arco de
medio punto característico de la arquitectura clásica. En el semicírculo delimitado por
los capiteles de las pilastras y el arco de medio punto, hay representada una moldura con
una escena religiosa, como se aprecia en la foto adjunta. Al mismo tiempo, la
combinación de rectángulos y los materiales empleados, de acuerdo con la tradición
9. medieval florentina, prestan particular belleza al conjunto.Se recuperan las superficies
con incrustaciones geométricas del románico florentino, de San Miniato por ejemplo,
pensando quizás que el románico florentino era la última expresión o la primera joya
renacida de lo "clásico". Pero elabora el tema románico a partir de los principios,
deducidos de Vitruvio, de la composición modular, asumiendo como módulo
compositivo el cuadrado. Se puede apreciar la intención de resaltar el portón de la
iglesia por la colocación de múltiples elementos decorativos:
Pilastras que dan estética y proporción al espacio ocupado por el portón.
El arco de medio punto que le da estabilidad y lo dota de armonía y belleza.
La colocación de molduras de color marrón oscuro con formas irregulares
alrededor del portón consigue contrastarlo con las otras formas ya
mencionadas.
La colocación final de dos grandes pilastras de mármol verde de capitel
corintio encuadra todo los recursos decorativos del portón al conjunto de la
fachada.
Cerca de la base de la fachada se encuentran diversos arcos apuntados
adornados con mármol blanco y rojo alternativamente. Esto hace a la obra
más proporcionada, ya que si no existieran dichos arcos, la obra quedaría
similar a un bloque gigantesco de mármol, de esta forma, se consigue hacer a
la obra más proporcional, más humana.
En la cumbre tenemos una cruz latina hecha de un núcleo de hierro y
recubierta de oro puro.
Elementos de la fachada.
Leon Battista Alberti
Artículo principal: Leon Battista Alberti.
Nacido en Génova hacia 1404, se formó en Humanidades en Padua y Derecho en
Bolonia. En 1435 redactó un "Tratado de la pintura", donde teoriza sobre los gustos
estéticos de los pintores florentinos y su deseo de superar las realizaciones de griegos y
romanos. En 1452 escribe su "Tratado de arquitectura", un ensayo sobre el arte
edificatorio incluyendo aspectos técnicos y que influirá en la tradición arquitectónica
renacentista. Realizó la iglesia de San Andrés, en Mantua (1470), cuyo modelo será
adoptado más tarde por los jesuitas; también construyó el palacio Rucellai (1453) y la
10. fachada de la Santa María Novella (1458), ambas en Florencia. La figura de Alberti será
tomada como modelo de erudición humanística en la primera mitad del siglo XV, al
modo en que lo hará Leonardo algo más tarde. Murió en Roma en el año 1472.
Interior de la iglesia
La iglesia presenta una planta de cruz latina, con características típicas de la arquitectura
gótica cisterciense, dividida en tres naves. Contiene numerosas obras de arte,
destacando el fresco de La Trinidad, obra de Masaccio, obra experimental en el uso de
la perspectiva. Es de reseñar así mismo la Capilla Tornabuoni, que contiene los frescos
de Ghirlandaio (entre ellos, su Natividad de María), y la capilla Gondi, que alberga la
única obra en madera de Brunelleschi, el famoso Crucifijo. Giorgio Vasari fue el
arquitecto que llevó a cabo la reforma entre 1565 y 1571, renovó el recinto del coro y
reconstruyó los altares laterales, lo que propició la construcción de la ventana gótica. De
nuevo se reformó entre 1858 y 1960 bajo las órdenes de Enrico Romoli. Dentro
podemos ver la farmacia más antigua de Europa que data de 1221 y una actividad
continuada de más de 4 siglos.
El convento
Anexos a la iglesia se encuentran los edificios conventuales, que contienen tres
claustros, que forman parte del Museo de Santa María Novella.
Es de destacar la sala capitular, conocida también como capilla de los españoles, pintada
al fresco por Andrea de Bonaiuto en torno a 1365. Esta capilla fue destinada por el Gran
Duque Cosimo I a las funciones religiosas de los españoles que pertenecían al séquito
de su esposa Leonor de Toledo.