El agua cumple múltiples funciones vitales en las plantas. Representa entre un 50-90% de su contenido, transporta nutrientes y gases a través del suelo y las plantas, disuelve sustancias, da turgencia a las células y regula la temperatura. Además, su estructura molecular le otorga propiedades como la adhesión, cohesión, humectación, tensión superficial y capilaridad que permiten el movimiento del agua a través de las plantas.