Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #3.pptx
Messaggio della Consigliera per le Missioni _ ESP
1. Queridas hermanas,
Os saludo con gratitud y tanta alegría después de haber vivido la bella experiencia de los
Ejercicios Espirituales en Tierra Santa. Allí os he recordado con mucho cariño, pidiéndole al Señor
por cada una el don de la fidelidad y también el don de nuevas vocaciones misioneras ad gentes,
para la Iglesia y para el Instituto.
Las Neo-misioneras de este año ya están por partir: algunas para el aprendizaje de la lengua,
otras para la Inspectoría de destino y otras todavía esperando la visa para comenzar a vivir como
verdaderas misioneras ad gentes. En nombre de cada una, os agradezco por el acompañamiento y la
cercanía durante este tiempo de preparación y estudio en Roma.
En el mes de enero, os había señalado algunos eventos y celebraciones que tocan
directamente la vida del Ámbito Misiones en este 2019. Entre estos, había indicado el 50°
aniversario de la creación de la Oficina Misionera Central (hoy Ámbito Misiones) y del
nombramiento de una Consejera General con la responsabilidad específica para las misiones,
durante el Capítulo General XV Especial, que entonces tenía la tarea de reelaborar las
Constituciones según las orientaciones del Concilio Vaticano II. El CG XV tuvo lugar del 16 de
enero al 29 de mayo 1969.
Por tanto, os invito a uniros al Ámbito Misiones durante la oración de las Vísperas de este
14 de junio para cantar el Magníficat, agradeciendo al Señor por las Consejeras Generales que me
han precedido y que han animado el corazón misionero del Instituto con tanta donación y entrega.
- Sor Lidia Carini (1969-1981) y Sor Carmen Martín-Moreno (1981-1984), in memoriam!
- Sor Lina Chiandotto (1984 - 1996), todavía misionera ad gentes en Camboya y Sor Ciri
Hernández (1996 - 2008), ahora misionera inter gentes en España.
Mujeres emprendedoras que han dado un verdadero desarrollo a la dimensión misionera del
Instituto según el Vaticano II. A ellas nuestro GRACIAS y nuestra oración.
La Carta Apostólica “Maximum Illud”, cuyo centenario es en el mes de noviembre 2019,
insiste para que el misionero/a se recuerde que es necesario propagar con la vida el reino de Cristo y
no aquellos de los hombres, es necesario acrecentar ciudadanos a la patria celeste y no a aquella
terrena. Un misionero, según la “Maximum Illud”, debe olvidar su patria terrestre y tener la mirada
en aquella celeste, y jamás preocuparse de “dilatar” el poder y la gloria de su patria, porque las
personas del lugar comprenden muy bien qué desea y qué busca de ellos el misionero, si «busca,
por acaso, otras cosas fuera de su bien espiritual».
Un misionero/a es siempre «un enviado de Cristo», jamás «un enviado de su patria». «El
Misionero católico, digno de este nombre […] se comporta de modo que cada uno pueda
indudablemente reconocer en él a un ministro» de la religión que, «abrazando a todos los hombres
que adoran a Dios en espíritu y verdad, no es extranjera en ninguna nación, “donde no hay griego ni
Roma, 14 de junio de 2019
2. judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y
en todos”».
La Beata Sor María Troncatti, en la carta (69) a la sobrina sor Candida Savardi, de las
Hermanas de María Niña -quien le había expresado una afectuosa petición en nombre de los
familiares, de aceptar la propuesta para regresar a Italia- le responde recordando el tiempo del
radical ofrecimiento de su vida al Señor para las misiones y señala el precio y la fatiga de aquel
desprendimiento de todo.
«Mi querida…, me dices que siempre conservas la esperanza de [verme] regresar a la patria:
a mi edad es imposible, no por culpa de mis superioras. Tantas veces me han dicho, tantas veces,
que si yo deseara regresar a Italia a ver a los míos, me lo permitirían. Yo jamás he aceptado por este
simple motivo, porque yo he rogado a las superioras que aceptaran mi petición de enviarme a las
misiones, propio con los indígenas: este siempre ha sido mi deseo. Llegado el día de la partida, el
desprendimiento de las superioras me ha costado mucho; desprendimiento de mis papás, de las
superioras, de la patria, del idioma, de todo todo; al entrar en el barco he dicho adiós para siempre:
¡en el cielo nos veremos!».
¿Qué decir delante de tanta radicalidad? Solo un corazón enamorado del Señor es capaz de
sentir Su llamada y partir... para ser signo y expresión de su amor preventivo (C 1), signo de la
gratuidad del amor de Dios (C 18), signo y mediación de la caridad de Cristo Buen Pastor (C 63).
Queridas hermanas,
En este 14 de junio, os invito a rezar también por la comunidad “B. María Troncatti” de
Tolo (República Democrática del Congo), fundada el 15 de agosto de 2013 y perteneciente a la “N.
S. de África” (AFC). Un cariñoso saludo a las hermanas de esta comunidad y la certeza de nuestra
oración, invocando sobre todo el don de la paz y de la justicia para su nación.
Quisiera concluir este mensaje recordándoos que la Iglesia va adelante con el paso seguro en
la preparación del Sínodo Panamazónico -“Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una
Ecología integral”- que se desarrollará en Roma del 6 al 27 de octubre. También el Mes Misionero
Extraordinario se proyecta como un fuerte de Kairós, “tiempo” de dinamismo misionero, en el
cual la Iglesia desea llegar a todos para llevar ¡la Buena Noticia de Jesús, de la vida y de la
esperanza! Auguro que todo esto sea vivido con gozo y sentido de pertenencia eclesial, no para
llenar nuestras agendas, sino para llenar el corazón de la pasión misionera.
Un abrazo con mucho cariño y la comunión de siempre en la oración y en la misión.
Consejera para las Misiones