2. LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR.
Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y
se le juntó mucha gente; y entrando Él en la barca, se
sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló
muchas cosas por parábolas, diciendo: «He aquí, el
sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte
de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la
comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había
mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía
profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y
porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos;
y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en
buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y
cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.
3. La Parábola del Sembrador aparece en tres de
los Evangelios: Mateo, Marcos y Lucas. En los
tres evangelios, sus escritores inspirados por el
Espíritu Santo presentan la parábola y su
interpretación como fue provista por el Señor
Jesús.
4. Según la parábola, cuando se siembra la semilla,
esta puede caer en cuatro tipos de
ambientes: junto al camino, sobre la roca, en
medio de los espinos y en tierra buena. ¿Qué
representa cada uno de estos ambientes? ¿Qué
le sucede a la semilla que es sembrada en cada
ambiente? Veamos cada uno de estos
ambientes para ver qué tipo de corazón o
persona representan.
5. Primer Ambiente – Junto al Camino.
La que es sembrada junto al camino, es pisoteada y las aves del cielo se la comen.
Sembrar cerca del camino equivale a oír (escuchar) la Palabra. En otras palabras, estas
son las personas que escuchan la palabra, pero la misma no halla lugar en el corazón
de ellos – se queda fuera en la superficie. El corazón de estas personas está
completamente endurecido. Son duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de
oídos, resisten al Espíritu Santo (Hechos 7:51).
El texto indica que estas personas se quedan en la etapa auditiva; de hecho, oyen con
dificultad porque su corazón es malo. Ellos no logran entender la palabra. Como
consecuencia de sus actitudes, el diablo arrebata la palabra de sus corazones para que
no crean y se salven. El evangelista Marcos dice que el diablo les arrebata la palabra al
instante. Esto sucede así porque sus corazones están completamente endurecidos.
Estas personas terminan con el entendimiento entenebrecido, ajenos a la vida de Dios
por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón. [Efesios 4:18]. El
corazón de estas personas está engrosado, oyen pesadamente, sus oídos están
tapados; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón,
y se conviertan, y yo los sane. (Hechos 28:27).
•
OYE CON DIFICULTAD, NO ENTIENDE, NO CREE.
6. Segundo Ambiente – Sobre la Roca
(conflicto y tentación)
La que fue sembrada sobre la roca, tan pronto creció, se
secó, porque no tenía humedad. En ocasiones, sobre las
rocas hay capas delgadas de tierra en donde una semilla
puede crecer. En este caso la semilla crece por un
tiempo, pero cuando las circunstancias del tiempo
comienzan a manifestarse (sale el sol), la semilla se seca
debido a que no tiene agua. A esta semilla le faltó agua,
que es ingrediente de vida.
Estos son mas nobles que los anteriores, puesto que no
solamente oyen la palabra sino que además la reciben
con gozo.
• OYE, ENTIENDE, RECIBE (CREE POR POCO TIEMPO)
7. Tercer Ambiente – Entre los Espinos
(el mundo y sus deseos)
La que fue sembrada en medio de los
espinos, los espinos crecieron con ella, y la
ahogaron. En este caso la semilla crece junto a
otras formas de pensamiento y actitudes que
eventualmente la ahogarán, no la dejan que
entre al corazón y produzca raíces. De manera
que este también
OYE, ENTIENDE, CREE – CONTAMINADO.
8. Cuarto Ambiente – En Buena Tierra
(mucho fruto)
La que fue sembrada en la tierra buena, creció y
produjo una cosecha a ciento por uno, otra a
sesenta y otra a treinta. Este es el verdadero
creyente. ¿Qué caracteriza a un verdadero
creyente?; da fruto. El árbol es conocido por su
fruto. De este creyente no se puede decir: lo
que haces no me deja oír lo que dices.
OYE, ENTIENDE, CREE, RETIENE, DA MUCHO FRUTO.
9. ¿Qué nos enseña el Señor Jesús en
esta parábola?
• Necesitamos tener un corazón recto y bueno para poder dar mucho
fruto.
• El que tiene este tipo de corazón persevera en la doctrina de Cristo
especialmente cuando vienen los conflictos.
• Un corazón recto es uno que no se involucra en los negocios de la
vida – no ama las riquezas ni los placeres de la vida (no busca
que le sirvan y tener paz personal).
• Un corazón bueno es aquel que no cede ante las tentaciones y que
no cambia de opinión cuando vienen los problemas.
• Los verdaderos creyentes se caracterizan porque dicen presente,
especialmente cuando hay necesidad, su propósito en la vida es
servir a otros.
• Los verdaderos creyentes deben examinarse cada día, para evitar
que sus corazones se contaminen.
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10. Para llegar a dar
mucho
fruto el corazón del
creyente tiene que ser
11. El caminante y el sembrador.
Un día un joven caminando muchos años y llegando a tierras muy
lejanas encontró un labrador trabajando la tierra y le preguntó: ¿Cómo
puedo aprender lo que haces tú? Yo te puedo enseñar le contesto
aquel hombre sudoroso y cansado, el aire y sol habían envejecido su
rostro. Le contesta el caminante: hace muchos años recuerdo, mi
padre lo hacía, pero yo lo abandone desde que era muy pequeño y me
fui por el mundo a navegar y nunca he podido encontrar el camino
para regresar con mi Padre que abandone.
Al labrador se le alegró la mirada hacia mucho tiempo su hijo lo
abandono y siempre le pidió a Dios que le regresara su pequeño.
¡Gracias Señor por este milagro tan grande! ¡Su hijo había regresado!
Cuantas veces nos vamos por un camino equivocado y Dios espera
nuestro regreso arrepentido y recibirnos entre sus brazos. “Señor
enséñame el camino para poder llegar a ti como el caminante y el
sembrador”.
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