Hunter

MairimSoledadGonzález Hunter
 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. Charallave – Venezuela. 2013
Hunter

Recomendación
No leas “Hunter” sin haber leído los 6 primeros libros
de Mairim Soledad
Saga CIELO, TIERRA E
INFIERNO
*Todas las historias se interrelacionan y siguen una secuencia
Serpentibus

MairimSoledad
Mairim Soledad Gonzalez-Literatura
ereratura
Nació en Caracas – Venezuela el 12 de abril de 1988,
graduada en el Colegio Universitario de Caracas en la carrera de
turismo y ahora estudiante de Comunicación Social en la
Universidad Católica Santa Rosa.
Actualmente vive con sus padres en un poblado muy cerca de
Caracas, es la menor de 5 hermanos, es gerente de una agencia de
viajes y coordinadora de una agencia de eventos, campamentos
vacacionales para jóvenes y niños. Animadora, planeadora de
eventos, amante de la lectura y la escritura ya ha logrado escribir
sus 5 primeros libros, sensible a la música siempre busca en ella y
en sus sueños la inspiración para escribir cada una de sus historias
y afirma que “no cree en los finales felices”.
Nació en Caracas – Venezuela el 12 de abril de 1988,
graduada en el Colegio Universitario de Caracas en la
carrera de turismo y ahora estudiante de Comunicación
Social en la Universidad Católica Santa Rosa.
Actualmente vive con sus padres en un poblado muy
cerca de Caracas, es la menor de 5 hermanos, es
coordinadora de una agencia de eventos, campamentos
vacacionales para jóvenes y niños. Animadora, planeadora
de eventos, amante de la lectura y la escritura ya ha logrado
escribir sus 7 primeros libros, sensible a la música siempre
busca en ella y en sus sueños la inspiración para escribir
cada una de sus historias y afirma que “no cree en los
finales felices”.
Mairimsoledadg90@gmail.com

NOTA AL LECTOR
Aquí estoy de nuevo, con una nueva historia, volvemos a nuestro SIMON, el que
alguna vez perdimos… si lo sé, fui yo quien lo asesinó entre mis escrituras. Pero volvió una vez más.
No es un secreto para nadie que es uno de mis personajes favoritos, fue mi primer personaje creado
para amar, lo cree para mí, luego pensé en entregárselo a ustedes, mis lectores. Espero que me
acompañen una vez más en mis viajes mágicos y literarios, que se adentren de nuevo en mis locuras,
en mis fantasías de amor y supernaturales.
Gracias por estar, gracias por leer, gracias por recomendar.
Mairim Soledad

“La literatura es magia, es aparecer entre la gente sin estar físicamente, es entrar en las almas
sin tener que tocar la puerta.”
Domenico Cieri Estrada

Prefacio
Sus ojos se cerraron, su cuerpo se tornó pálido (más de lo habitual), muchas venas de
color oscuro brotaron en su piel. Tenía la desesperación, el dolor, la ira atascados en la garganta,
frenéticos por salir
<<La asesiné>>
<<Era inocente>>
<<Asesiné a la mujer que amaba>>
<<Asesiné a un vampiro>>
Muchas cosas se amontonaban en mi cabeza, yo yacía en el suelo a su lado, aun
sujetando su mano, estaba en shock, al igual que todos en el lugar. Su hermana lloraba en silencio,
ahogando el ruido que producía su garganta producida por el llanto
-¡ES-TO ES TU CULPA!_ me despertó del shock la reacción de Adam, me tomó por
el frente de la camisa y me levantó con una sola mano. Sus ojos llameaban
-¡ADAM SUELTALO!_ dijo la que conocía por Vanessa_ No es su culpa Adam. El
culpable ya murió, eso no cambia las cosas. Alex ya no está_ su última frase quebró su voz. Adam me
liberó, su mirada cambió de furia a tristeza. Salió de la cabaña con los puños cerrados.

…
Ya habían transcurrido 3 meses desde la muerte de Alex. No había tenido contacto
alguno con su familia, muy poco con la mía. Hoy era mi cumpleaños número 23. Aún continuaba en
San Francisco.
Sí, yo fui su asesino. Una idea que carcomía mi alma, mi tranquilidad. Su rostro se
repetía en mi mente todo el tiempo
<<-No tienes idea de cuánto sufrí tu perdida Simon, me ha costado años
recuperarme, me volví lo que soy por el dolor que tu muerte me produjo, yo hice que te
quitaran tus alas, siempre me amaste sin condiciones y nunca te correspondí. Por seres como
yo murieron tus padres, por mi culpa murieron Andrew y Verona, que eran mis amigos>>
Se repetía una y otra vez. El pecho me dolía. Aun no entendía nada de lo que había
sucedido. ¿Quién fue Alex para mí que yo nunca supe? Teníamos mucha historia juntos, pero no la
recordaba, no hasta el momento que la atropellé en el parque. Conservé su álbum de fotografías, la
miraba cada noche, en todas las fotos se le veía feliz, muchas de ellas conmigo y allí estaba esa mirada
sobre ella, esa mirada compasiva, tierna, llena de tantos sentimientos.
¿Qué debería hacer ahora? Era una pregunta que me hacía diariamente desde que
descubrí que existían los vampiros. Zach me había guiado de cierta manera para matar lentamente
vampiros, había sembrado en mí un odio hacia ellos, había asesinado a mis padres, el mismo que
provocó que asesinara a una mujer inocente de ello, que por cierto, también era un vampiro
<<toc, toc>>

Tocaron la puerta de la habitación que tenía rentada. Fruncí el ceño ante la sorpresa,
no esperaba visitas. Estaba sentado en el suelo con varios libros abiertos, la laptop encendida en
Google y cientos de documentos regados en el suelo. Fui a ver de quien se trataba
Abrí la puerta
-Hola Simon_ su expresión... Quería ser amable
-¿Qué haces aquí?
-¿Puedo pasar?_ miré a su alrededor, aparentemente estaba sola. Me aparté de la
puerta dejándola entrar. Cerré la puerta a su paso. Observó mi pequeño desastre. Traía un paquete
pequeño en las manos
-¿Vanessa, no?_ nunca tuve la oportunidad de conocerla, sólo sabía que era parte de
la familia vampírica de Alex
-Aun continuas investigándonos…_ dijo dándose vuelta, mirándome de frente. Aun
conservábamos distancia_ puedes despreocuparte
-¿Cómo me encontraste?
-Ambos sabemos que eso no es lo que realmente quieres saber_ tenía razón
-¿Y bien…?_ me relajé un poco. Mi instinto no la apuntaba como una amenaza para
mí
-¿Cómo has estado?_ no esperaba esa pregunta. Su expresión cambió a una de
lastima
-¿A qué has venido, Vanessa?
-Desapareciste luego de lo de Alex, no fuiste a su funeral
-¿Debía ir?_ pregunté de forma amarga. Sonrió de la misma forma. Suspiró
-Nadie te culpa por lo que sucedió, Simon_ hizo una pausa_ ¡Dios! Eres tan igual a
ella_ sonrió una vez más, pero esta vez de forma alegre y nostálgica_ ella te adoraba, ¿sabías? Cuando
te perdió hace 24 años sufrió como ninguno de nosotros. Podría jurar que te amaba. Diste muchas

cosas por ella, hasta tu propia vida. Nunca se repuso de tu muerte. Aun habiéndote encontrado más
tarde siendo un bebe. Nunca volvió a ser la misma_ no identificaba a ciencia cierta la sensación que
producía escuchar aquello; si alivio, felicidad, amargura, tristeza_ sé que tienes muchas preguntas que
necesitan respuesta que nadie te ha podido responder, sé que todo es confuso_ me miró a los ojos. No
dije nada_ Siempre fuiste un héroe, no has dejado de serlo, a pesar de todo lo que sucedió. Sé que
debes estar confundido. Tu aislamiento lo dice por sí solo. Sé que no es fácil descubrir que existimos.
Tienes madera para muchas cosas que tienen que ver con nosotros_ la idea me escandalizó. No me
estaba agradando el norte de la conversación_ ¡Oh! Creo que no utilicé las palabras correctas. Lo
siento, me malinterpretaste
-¿A dónde quieres ir con todo lo que dices?
-Como sabrás ya, no todos los vampiros somos malos. Me apena decir que somos
una gran minoría y que la mayoría son demonios, convirtiendo humanos en lo que somos,
asesinando para alimentarnos_ hizo una pausa_ podrías ser el héroe que muchos necesitan
-¿A qué te refieres?
-Cazar_ hizo una nueva pausa tratando de descifrar mi expresión_ sé que no
erradicarías a todos los vampiros del planeta, pero ayudarías mucho
<<¿Ser cazador de monstruos?>>
Hizo silencio unos segundos
-Hay alguien que te puede ayudar_ dejó el paquete sobre una pequeña mesa que
había en un costado, buscó un papel de los que tenía tirado en el suelo y un bolígrafo_ ¿te importa?_
dijo mientras los tomaba. Negué con la cabeza, aun no entendía de qué iba todo aquello. Escribió
rápidamente una dirección en el papel_ ve con él, pertenecía a la Sociedad de Leopoldo, él te puede
entrenar y te enseñará todo lo necesario para que te conviertas en ese héroe que queremos que seas,
que fuiste una vez_ me entregó el papel. Permanecí mudo. Tomó su cartera y se dirigió a la salida_
Espero verte pronto Simon_ sonrió amablemente_ Por cierto. Feliz cumpleaños_ dijo señalando el
paquete que había dejado sobre la mesita. Se fue. Abrí el paquete, era un pastel pequeño de
cumpleaños.

Capítulo 1
Como era de esperarse, esa noche no pude conciliar el sueño. Dylan había insistido
en hablar conmigo vía Skype, fue una conversación divertida, evité preguntarle alguna cosa referente
a los vampiros, quería el tema fuera de mi mente al menos esa noche, pero sabemos que eso era
imposible
-Mañana iré a casa. Voy a recoger unas cosas, me voy a Nueva York
-¿Te mudas? ¿Tan lejos?_ su expresión divertida cambió bruscamente
-Por los momentos sólo voy a investigar unas cosas. Veremos luego si me tengo que
mudar
-Quiero irme contigo
-¡No! Definitivamente no
-Si… tonto, pero tenía que intentarlo. Apenas puedes contigo mismo…_ soltó una
sonrisa burlona que me sensibilizó aún más. Era verdad lo que decía
-Es hora de irte a dormir, ya es tarde
-Está bien. Nos vemos mañana_ se dio fin a la video llamada. Minimicé Skype,
quedando el explorador abierto. Decidí buscar una aerolínea que me permitiera comprar en línea un
boleto a Nueva York para mañana, esperaba conseguir disponibilidad.

La noche transcurrió exageradamente lento. Al amanecer recogí todo lo que tenía en
el lugar alquilado. Conduje hasta casa, me había alejado lo suficiente. Al entrar, tía Annie estaba en la
cocina, la sorprendí por mi entrada silenciosa
-¡Simon! ¡Te he dicho cientos de veces que odio que me asustes de esa manera!_ dijo
de forma furiosa. La miré con vergüenza_ Ven aquí_ me ofreció un gran abrazo. Lo necesitaba_ me
tenías preocupada. ¿Estás bien?
-Sí tía Annie. Estoy bien_ le sonreí con debilidad. Hice una pausa_ Tía, me voy a
Nueva York… hoy
-Simon…
-Estoy bien tía_ le interrumpí antes que me abrumara con su discurso de dolor y
superación_ sólo voy a investigar unas cosas de trabajo, quizás me quede_ hice una nueva pausa_ no
quiero dejarles… a Dylan, él es mi responsabilidad. Me estableceré allá y luego vengo por…
-Simon… estás en todo el derecho de construir tu vida donde quieras. Eres un
hombre increíble, inteligente, con muchas cosas que hacer en su vida. Me recuerdas mucho a
Andrew_ sonrió acariciando mi mejilla_ Por Dylan no te preocupes, ¡por Dios! Estamos
perfectamente con él. Aceptamos su custodia sin ningún problema. Si tienes que irte a otra ciudad, del
otro lado del país, hazlo, no te lo vamos a impedir, Dylan estará bien_ una gran parte de mi estaba
aliviado, saber que tenía el apoyo de mi familia era imprescindible, más cuando no tendría que
preocuparme por Dylan, la verdad no creía poder lidiar con él
-Voy a subir por algunas cosas. El vuelo sale en algunas horas
-Está bien. Nosotros te llevaremos
Recogí mis cosas en cuestión de pocos minutos. Sólo ocupé dos grandes bolsos,
pensé que se llevaría más. Mis tíos y Dylan me escoltaron hasta el aeropuerto. Por un lado me sentía
nervioso, nunca había ido a Nueva York. Pensándolo bien, no me montaba en un avión desde la
muerte de mis padres, era muy malo asociar ambas situaciones, en ambas había perdido a alguien. Al
sentarme en mi asiento saqué de mi chaqueta el papel que me había escrito Vanessa, la dirección era
en Manhattan y el nombre del sujeto era el Dr. Howard Jobs.

Aún quedaban 5 minutos antes de que mi vuelo despegara. Decidí investigar quién
era el sujeto, introduje en internet su nombre, varios artículos se referían a él como una eminencia de
la medicina endocrina, aparentemente retirado, en ningún lugar se exponían los motivos. La noche
anterior había investigado que era la Sociedad de Leopoldo, algo bastante rebuscado la verdad.
Decidí apagar mi antena, ya que se estaban dando las instrucciones de despegue.
Me dormí durante el vuelo, me despertó el movimiento de mi compañero de viaje, la
azafata estaba anunciando la llegada al J.F. Kennedy Airport. Al bajar todo estaba revuelto, gente por
todos lados, todo era acelerado
<<Bienvenido a Nueva York>>
Pensé mientras miraba todo lo que estaba a mí alrededor. De pronto me emocioné
un poco al sentirme en La Gran Manzana. Salí y tomé un taxi
-Por favor al Beaux-Arts Prasada en Manhattan_ la noche era bastante concurrida en
la ciudad. Supe que habíamos llegado al ver el Central Park, uno de los lugares que siempre había
querido conocer. El chofer del taxi me sorprendió entre mis pensamientos al anunciarme que ya
habíamos llegado. La entrada del edificio era imponente, antiguo, impactante. Fui hacia la puerta
principal en búsqueda del intercomunicador. Busqué con mis dedos el penthouse
-¿Quién es?_ dijo una voz femenina con autoridad
-Simon Morris. Busco al doctor Jobs
-No está disponible para visitas. Si viene por asuntos médicos diríjase a…
-Vengo de parte de Vanessa Adams_ la interrumpí. Sólo se oyó cuando colgó la
bocina.
<<¿Me va a dejar colgado?>>

Se escuchó un pequeño timbre abriendo la puerta inmensa de hierro y cristal, la abrí
con temor e ingresé al edificio en búsqueda del ascensor. Estaba nervioso. Las puertas del ascensor se
abrieron y estaba dentro apartamento. Ingresé con temor, no veía nadie alrededor
-Usted debe ser el Sr. Morris_ dijo la misma voz femenina a mis espaldas. Brinqué
por el asombro, no la esperaba venir. Fue entonces cuando la vi.
<<¿En dónde estoy?>>
<<¿Quién es ella?>>
<<¿Es real?>>
Mujer de complexión delgada (no demasiado), tez blanca (como de porcelana),
cabello oscuro y ESOS ojos verdes asombrosamente claros. Iba bien vestida, falda de tubo bien
ajustada color negro, camisa blanca con mangas largas acorde a su figura y unos tacones
asombrosamente altos y delgados
<<¿Cómo puede caminar con ellos?>>
-¿Señor Morris?_ dijo frunciendo el ceño
-¡Oh! Sí. ¿Usted es…?
-Dijo que venía de parte de Vanessa Adams
-Así es…
-¿Son amigos o algo parecido?
-Teníamos una amiga en común que falleció hace unas semanas
-Umm…_ dijo examinándome con suspicacia_ pareces “normal”

<<¿Normal? ¿Qué quería decir con “normal”?>>
<<¡Oh!>>
-¡Si! Soy humano
-¡Oh!_ dijo con alivio_ ¿Te importaría si… hago una llamada rápida?_ hice un gesto
de que no. Fue hacia un extremo del hall y habló por teléfono unos pocos minutos, yo continuaba
congelado observando el lugar y a ella de espaldas
<<¡Simon…!>>
-¡Bien Sr. Morris! Discúlpeme, debía despejar dudas_ dijo agitando su celular, sonrió
un poco_ Hablé con Vanessa y me explicó el motivo de su visita

Capítulo 2
-Por desgracia no podrá ser atendido por el Sr. Jobs el día de hoy. Ya se encuentra
descansando_ era de esperarse. Ya eran las 9.30pm. ¿Por qué había ido a esa hora? No era decente.
Supongo que porque no tenía otro lugar donde ir. Tomé mis cosas del suelo donde las había tirado_
Sr. Morris, supongo que no tiene donde pasar la noche
<<¿Ésta mujer leía mentes?>> (risas para mi)
-Estoy seguro que me las arreglaré_ llamé el ascensor
-Sr. Morris_ dijo con ansiedad_ no… no conoce Nueva York. No me parece
prudente que recorra la ciudad justo a esta hora en búsqueda de hospedaje. Puede quedarse aquí ésta
noche, mañana puede buscar un sitio para usted_ me dedicó una media sonrisa nerviosa_ tenemos
espacio de sobra…_dijo señalando algún lugar en el pent house
-No lo dudo. Pero debo irme_ se abrió el ascensor. Le di la espalda
-¿Qué le parece si desayuna con el Sr. Jobs mañana?_ voltee a verla con el ceño
fruncido en muestra de interrogación

-No va a dejar de insistir en que me quede, ¿cierto?_ alzó ambos hombros. Fue un
gesto gracioso la verdad. Puse mi cuerpo dentro del pent house nuevo, cerrándose el ascensor a mis
espaldas
-Venga conmigo_ decidí seguirla por el gran pent house. Llegamos al final de un
corto pasillo donde había una puerta blanca como las paredes. La abrió para mí, dándome paso_ Si
desea comer algo, se puede servir usted mismo en nuestra cocina. No tenemos servidumbre, sólo por
el día y no espere que yo lo atienda. Tengo asuntos importantes que atender. Buenas noches Sr.
Morris_ desapareció a paso acelerado por el pasillo. No, no entendí nada.
De alguna manera me sentía como un intruso en el lugar, quise llamar a Vanessa
para pedirle más referencias de ésta gente. Pero no lo hice.
Abrí los ojos de golpe, el sol estaba radiante, me hirió la vista la verdad
<<¡Mierda! ¿Qué hora es?>>
7.10am, no es educado dormir hasta tarde en casa de huésped. Tomé una ducha fría
rápida a ver si me encontraba con la mujer en cuestión o con el Dr. Jobs, que era con quien en
realidad me interesaba hablar. Salí de la habitación que me había hecho sentir como en una jaula y el
sol entraba por todos los ventanales, todo era tan “blanco”. Fui hasta la cocina por el ruido que había,
alguien cocinaba
-Buen día Sr. Morris. La señorita Nina y el Dr. Jobs lo esperan en la terraza_ sólo me
le quedé mirando a la señora. ¿Quién era? ¿Qué terraza? ¿Debía descubrirlo por mí mismo? ¿Quién
era Nina?
-¿Y usted es…?
-Chantal… suba las escaleras. La terraza es arriba_ sonrió un poco. Debió ser por mi
expresión.

Abandoné la cocina en búsqueda de las escaleras según me había señalado Chantal.
Al llegar arriba los vi sentados en una esquina de la inmensa terraza. El señor en cuestión estaba de
espalda leyendo la prensa, la mujer de anoche leía algo en su tablet súper sofisticada
-¡Sr. Morris! Buen día_ la mujer me saludó con entusiasmo y elegancia. Se levantó a
darme la mano, le correspondí, estaba algo abrumado, ¿era por ella? No lo creo…_ le presento a mi
padre, el doctor Howard Jobs_ fruncí el ceño de inmediato, no tuve momento para la reacción, en
seguida me volví hacia el señor canoso, cabello largo y alborotado que nos daba la espalda
<<¿Su padre? ¿Por qué no me lo dijo desde el inicio?>> (gruñido interno, odio las sorpresas)
-Gusto en conocerlo Sr. Morris_ se levantó el hombre en cuestión, era mayor, de
unos 60 y tantos, sus ojos eran exactos a los de “su hija”
-El gusto es mío Dr. Jobs
-Por favor tome asiento y desayune con nosotros_ obedecí. Apareció Chantal
mágicamente
-¿Que prefiere tomar? Café oscuro, con leche, té, jugo de naranja_ de pronto me sentí
en un restaurante y me ofrecían en menú
-Café por favor_ Chantal sirvió el café con sumo cuidado
-Hablé hace unos minutos con Vanessa por teléfono, me dice que lo ha enviado
-Ehm ¡sí!_ ¿cómo le decía que quería que me entrenara como cazador de vampiros?
Esperé a que se fuera Chantal_ me envió asegurándome que usted podría entrenarme
-Vampiros, claro_ lo dijo con tal serenidad y naturalidad que me encrispé. Lo notó_
Vampiros, señor Morris. Debería acostumbrarse a nombrarlos, son más normales de lo que cree_
desvié la mirada hacia “ella” sus ojos enormes y azules me miraban, tuve que ver en otra dirección
rápidamente_ El padre de Vanessa, Douglas ha sido un gran amigo durante muchos años, los
conozco desde siempre prácticamente. Sé que no me enviarían a alguien de no estar seguros quien es
y Vanessa me habló muy bien de usted, Sr. Morris_ ¿por qué tendría que hacerlo? No me conoce_ me
contó cosas interesantes sobre usted

-Me tiene intrigado. ¿De que le podría hablar? ¿Qué asesiné a alguien de su familia?_
el recuerdo de Alex me heló la sangre, se me hizo un hueco en el estómago. Bebí el primer sorbo de
café, debía callarme
-Sí, y que el hecho no fue fácil para usted. Fue alguien que le importaba_ no dije
absolutamente nada_ es interesante hablar con un ángel guardián que se convirtió en mortal, falleció
y reencarnó en un cuerpo exacto al que llevaba en su “otra vida” y éste ahora quiera ser cazador de
vampiros_ si, había olvidado ese pequeño detalle de mi vida o de mis vidas, mejor dicho. Raro, muy
raro
-¿Tiene usted idea de la clase de fenómeno que es, señor Morris?_ dijo “ella”. No
daba crédito a lo que había escuchado
-¿Disculpa?
-Nina, cariño. ¿Dónde están tus modales?
-¡Oh! ¡Lo siento! No quise ser grosera. No quise sonar como una imbécil, señor
Morris_ <<menos mal>>_ Es sólo que su historia es extraña. Fenomenal
-Sí, supongo…_ dije inexpresivo
-Lo cierto es Señor Morris, que para mí sería un placer enseñarle todo lo que sé, pero
debe saber el peligro inminente que correrá si decide entrar en esta “profesión”
-Estoy consciente de ello
-Bien, las cosas serán bajo mis condiciones entonces y no hay espacio para reclamos
ni objeciones, las cosas se harán como yo determine_ de pronto sentí que hablaba con mi abuelo
Maurizio, me hizo gracia
-¿A qué se refiere con eso?
-Vivirás aquí con nosotros, necesito vigilarte
-¡Oh no! De ninguna manera_ salté enseguida
-Y aquí vamos…_ dijo Nina en tono burlón, me ignoró y fijó su mirada en su tablet
-No puedo hospedarme aquí. Puedo buscar apartamento cerca

-No creo que tengas capacidad económica para cubrir el alquiler de un apartamento
en Manhattan_ era cierto
-Te investigamos_ abrí los ojos de forma exagerada_ teníamos que hacerlo.
Teníamos que saber quién se metía en nuestra casa_ Nina tendió un documento bastante sustancioso
en mi frente. Era un informe sobre mí: estados de cuenta, record académico, datos electorales y
fiscales, datos familiares, fotos de mis padres, tía Annie, Dylan. Mi carnet de conducir. Mi multa por
manejar ebrio el año pasado, fotos de mi casa en Sioux Falls y otras fotos que no reconocía. Dejé de
hojear el documento
-No voy a aceptar vivir aquí_ Nina y su padre se vieron
-Bien. Inteligente, eso me gusta_ dijo el doctor Jobs sonriendo un poco_ vivirás muy
cerca de aquí
-Pe…
-Esta vez no podrás negarte. Si no, no tendrás nada que ver conmigo_ sonó el celular
de Nina
-¡Lo siento! Tengo que irme. Salió una emergencia en el hospital_ se levantó y besó
en la frente al doctor Jobs (su padre)_ lo veo pronto señor Morris_ salió a toda prisa de la terraza
-¿Emergencia en el hospital?_ me atreví a preguntar
-Es pediatra
<<¡Oh!>>

Capítulo 3
-Bien Sr. Morris. Supongo que hoy tendrá mucho en que ocuparse antes de iniciar
con nuestro entrenamiento_ no entendía a qué se refería a que tengo mucho en que ocuparme_ aquí
tiene las llaves de su nuevo apartamento. El día de hoy me ocuparé de su ingreso en Columbia para
que continúe sus estudios en Astronomía, debe encontrar un empleo_ <<¿Columbia?>>
-¿Columbia? ¿Continuar mis estudios? ¿Un empleo? ¿Un apartamento?_ hice una
pausa confundido_ no lo sigo Dr. Jobs
-Vas a terminar tus estudios universitarios en Columbia y debes trabajar para
mantenerte. No esperes que también lo haga_ sonrió abiertamente
-¿No se supone que voy a entrenar para ser cazador?
-Ser cazador no es una profesión rentable Sr. Morris. Y como usted bien lo ha
dicho, vamos a entrenar, no a cazar_ tenía sentido, no había pensado en ningún momento que haría
para mantenerme
-Ok. Señor… ¿pero Columbia? Agradezco su ayuda para mi ingreso allí, pero dudo
poder pagarme la universidad, es muy costosa
-Nadie ha dicho que tú la pagaras. Tu educación y tu alojamiento, déjamelo a mí.
Ocúpate de lo demás
-Doctor, Baxter está abajo esperándolo_ apareció Chantal detrás de nosotros. El
doctor Jobs se levantó

-Mañana haré que te lleguen los registros de la universidad para que los rellenes.
Debes reenviarlos mañana mismo
-Pe…_ me dio la espalda y se echó a andar
-Un placer conocerlo Sr. Morris. Nos vemos pronto_ dijo agitando con elegancia su
mano derecha dándome la espalda en señal de despedida. Chantal lo siguió y yo quedé solo en la gran
terraza. Estaba confundido, aturdido quizás. Vi las llaves que me había dejado en la mesa de vidrio.
Ahora que lo pensaba, no me había dicho la dirección. ¿Que debía hacer ahora? ¿Llamarlo por
teléfono? ¿A Nina? Bien, no tenía el número de ninguno. ¿Debía permanecer en el pent house hasta
que aparecieran? ¿Qué demonios se supone que debía hacer? <<¡Chantal!>>
Bajé las escaleras en búsqueda de Chantal y di con ella en lo que parece ser su lugar
predilecto. Volteo a verme con una expresión amable y tranquila mientras fregaba unos trastos
-Chantal…
-Sr. Morris…
-¿Sabrás dónde queda el apartamento que abre esta llave?_ le mostré las llaves
-Está en 155 E 29th Street, Kips Bay_ dejó lo que estaba haciendo y fue hasta el
teléfono de la cocina_ le voy a llamar un taxi para que lo lleve_ le sonreí sin mostrar la dentadura. Fui
hasta la habitación donde me había alojado la noche anterior. Recogí mis cosas, la cabeza me daba
miles de vueltas en miles de cosas
<<Toc, toc>>
-Sr. Morris. Ya llegó su taxi_ anunció Chantal abriendo la puerta de la habitación,
asentí con la cabeza. Tomé mis cosas y salí del pent house montándome en el típico taxi amarillo de
Nueva York indicándole la dirección que me había dado Chantal al chofer.
Llegamos en cuestión de 30 minutos a la dirección que le había dado. Estaba a una
calle de la bahía del Rio Este. El vecindario era agradable y si, al llegar al que era mi apartamento
nuevo, era de esperarse, era “modestamente lujoso”.

Tiré mis cosas en lo que era la sala que quedaba al fondo del pequeño apartamento,
saqué mi laptop y decidí buscar empleo vía online. Me postulé a uno en Starbucks de la calle
Broadway como mesero, era lo mejor que pude conseguir para medio tiempo. Imprimí mi hoja de
vida y me fui directo a la cafetería. La afluencia de gente era brutal a pesar que eran las 10.30am.
La entrevista fue corta y si, obtuve el puesto, empezaba la semana próxima a las
8.00 am.
Al día siguiente recibí correspondencia, cosa que no esperaba hasta que recordé los
papeles de la universidad. El sobre era cargado, el cartero me miraba con curiosidad, le firmé
rápidamente el recibo y cerré la puerta. Estaba emocionado, allí estaba mi carta de aceptación, debía
rellenar la planilla de inscripción y anexar mis notas originales de mi otra universidad. De igual
forma, mi trayecto por la Universidad de Columbia no sería larga. Ya me quedaba poco de carrera
para graduarme. Era algo en lo que estaría en deuda con el Doctor Jobs de por vida. Fue entonces
cuando decidí investigarlo a fondo, a fin de cuentas, él me había investigado a mí, lo variable eran los
recursos que utilizaríamos para investigarnos mutuamente. Yo me limitaría a internet nada más, no
tenía dinero para gastarlo en investigadores privados.
Luego de una corta ducha me eché en la cama y abrí mi portátil en el explorador,
coloque DOCTOR HOWARD JOBS y salieron los mismos artículos que había visto la primera vez
que lo investigué, una llamada telefónica interrumpió mi breve investigación
-Sr. Morris, buenas noches. Espero que haya sido de su agrado el apartamento_ sin
duda era Nina (¡extraña mujer por cierto!) me hizo gracia escucharla
-Buenas noches Dra. Jobs. Y si, bonito apartamento, por el que pagaré una
mensualidad al igual que la universidad
-Ambos sabemos que eso no está sometido a discusión, mi padre debió darle los
detalles de las condiciones, le aconsejo no entablar una discusión con él por éste tema_ hizo una
pausa y rio_ la verdad no le recomiendo discutir con él por ningún motivo, él siempre ganará_ sonreí
abiertamente_ ¡Bien Sr. Morris!_ aclaró la voz_ el motivo de mi llamada es para citarle mañana a las
9.00am en mi casa. Necesita empezar a entrenar
<<¡Cierto! ¡A eso vine!>>

-Está bien doctora Jobs. Allí estaré
-Que tenga buena noche entonces_ colgó sin darme chance a responderle

Capítulo 4
La primera noche en el apartamento había sido como cualquier otra noche recién
mudado, llámese algo nuevo y extraño, sólo era cuestión de tiempo acostumbrarse al lugar y
despertar en un lugar nuevo. Desayuné cereal, decidí ir en ropa deportiva a mi primer entrenamiento.
Llegar al “modesto” hall del penthouse era incómodo para mí. Me recibió Chantal
-Buen día Sr. Morris. Lo esperan en el estudio del Dr. Jobs_ me brindó un sonrisa
amable_ ¿Desea desayunar algo?
-¡Oh no! Chantal, desayuné antes de salir de casa. Gracias_ le devolví la sonrisa_
¡Ehm! ¿Me podrías decir dónde queda el estudio?_ amplió su sonrisa
-Yo lo acompaño. Sígame_ ¡no dudé en hacerlo! Llegamos a una puerta igualmente
blanca como las paredes y Chantal me anunció. Al entrar estaban ambos, Jobs y Nina
-¡Buen día Sr. Morris!_ dijo con entusiasmo el Dr. Jobs. Se levantó a darme la
mano. Traté de imitar su entusiasmo
-Buen día Dr. Jobs_ la miré luego a ella_ Dra. Jobs_ sonrió amablemente dejando a
un lado unos documentos y sus lentes para leer
-¡Bien Sr. Morris! Tome asiento_ dijo señalando un sofá en una esquina del estudio.
Le obedecí_ Debo admitir que estoy emocionado, tenía muchos años sin tener un aprendiz. No desde
Nina_ volteamos a verla. Ella sonrió apenada por poner la atención sobre ella en ese instante_ Como

conversamos ayer, Vanessa y su familia son grandes amigos nuestros. En su momento dediqué mi
vida a cazar para la sociedad
-Disculpe… ¿pero que sociedad?_ pregunté intrigado. Vanessa me había hablado de
una Sociedad de Leopoldo
-La Sociedad de Leopoldo_ hizo una pausa recostándose de su escritorio_ Es una
sociedad secreta del Vaticano que se creó en la Inquisición por Leopoldo Murnau_ Nina tomó un
pequeño control, seguido se cerraron todas las cortinas del estudio quedando completamente a
oscuras, encendiéndose un video proyector frente a una gran pantalla. Apareció la foto de un sujeto
antiquísima (supongo que es el tal Leopoldo)_ La sociedad fue aperturada con el consentimiento del
Papa Inocencio VIII, evidentemente se mantuvo en secreto por protección al Vaticano y su
reputación. Sinceramente me reservo mi opinión sobre religión e historia del Vaticano. No estoy de
ánimos para debatir_ dijo sonriendo amargamente_ La cuestión es Sr. Morris, que continuaron
pasando los años y aun continuamos cazando vampiros. Lastimosamente no estoy activo. Pero para
desgracia de la humanidad si existen. Bueno… eso usted lo sabe. No somos los únicos que cazamos
cosas Sr. Morris_ apareció una dispositiva con una foto de la época de una mujer en una hoguera una
multitud rodeándola. Tragué grueso
<<Salem>>
-¿Las brujas existen?
-Sr. Morris, ¿no le parece absurdo que existan los vampiros pero me pregunta si
existen las brujas?_ rio con humor. Tenía sentido su pregunta_ Datos erróneos de los vampiros que
son leyendas gracias a la literatura:_ hizo una pausa_ No pueden andar bajo la luz del día: ¡claro que
pueden andar bajo la luz del día! Sólo deben tomar la precaución de estar “bien alimentados”,
evidentemente son más débiles de día que de noche, el motivo, el sol
-¿El sol?_ pregunté
-Les causa un efecto debilitador y desgastante en su organismo, como si
consumiesen alguna droga. Como Superman con la kriptonita. Sólo que no es tan grave SIEMPRE Y
CUANDO ESTEN BIEN ALIMENTADOS_ me explicó Nina

-¡Oh!_ hice una pausa para procesar lo que tenía que preguntar_ Sé que pueden
beber sangre animal o de humanos que no venga directo del cuerpo. ¿Cuál es la diferencia? ¿Cuál es el
beneficio?
-Es cierto que los vampiros se alimentan principalmente de sangre. Pero también
pueden consumir otras cosas, como carne cruda, son bestias después de todo. Nina te puede explicar
mejor los aspectos científicos, ya que ella se ha ocupado de estudiarlos
-¿Estudiarlos? ¿Cómo un experimento?
-¡Exacto! Soy médico y cazadora de éstas cosas. Debo satisfacer mi curiosidad_ dijo
sonriendo_ Bien, como sabrás, los vampiros son por decirlo de cierta manera “muertos andantes”
muy distinto a lo que la cultura popular conoce como zombies, OJO con eso_ hizo una pausa
haciendo una mueca divertida al referirse a los zombies, ¡hey! Un segundo, ¿los zombies existen?_ y
antes que lo pregunte Sr. Morris, no, los zombies no existen_ es como si hurgara en mi mente, eso me
incomodó un poco. ¿O simplemente era tan obvio? Prefiero inclinarme por la segunda opción_ En fin,
su corazón no late, pero extrañamente su sistema digestivo, su proceso de asimilar los nutrientes
básicos para ellos se mantiene intacto, aunque su sistema digestivo sufre variantes, a pesar que pueden
comer “comida” se les dificulta bárbaramente digerirla para luego excretarla_ la idea de “excretar” no
me hizo bien la verdad_ Sus hábitos son perfectamente humanos, duermen, porque necesitan
descansar, se alimentan porque su cuerpo necesita nutrientes. La sangre humana es su frenesí. Desde
el punto de vista científico, es igual si consumen sangre humana o sangre de animales de sangre
caliente o sangre roja, los componentes sanguíneos son básicamente los mismos, la diferencia es “el
sabor”. Es como comer atún natural a comer atún de lata, es exactamente lo mismo, lo que varía es la
forma de llevarlo al mercado y el sabor desde luego, además que uno es más saludable que el otro.
Los animales de sangre caliente comparten glóbulos rojos y blancos, plaquetas, etc. El secreto está en
la hemoglobina que es lo que le da energía al cuerpo. ¿Por qué consumirlo en un humano es más
sano? Porque el humano se alimenta 3 veces al día, obedeciendo un régimen alimenticio que le
permite ingresar al cuerpo absolutamente todas las proteínas, minerales y vitaminas que se necesita.
Por el contrario un animal come cada vez que la naturaleza y sus destrezas se lo permiten, esa es la
gran diferencia_ hizo una pausa para beber un poco de agua_ evidentemente los vampiros evitan
atacar gente enferma, vagabundos, etc. Por razones obvias. A nadie le gusta que su comida esté
contaminada
-Gracias hija_ le sonrió el doctor Jobs a su hija. Volvió a sentarse_ ¿Tiene alguna
pregunta hasta los momentos Sr. Morris?_ de pronto me sentí en una clase de vampiros, pero una real

en la universidad, como si fueran a entregarme un diploma por esto, ¡ja! Negué con la cabeza_ Como
sabrá, los vampiros tienen habilidades bastante peculiares y muy útiles. Tienen una súper velocidad
que es prácticamente imposible verlos. Manejan mentes. Además de poseer la gran bendición de
nunca enfermarse por su fabuloso sistema inmune_ rio dejando de hacerlo de forma brusca
frunciendo su ceño, cerró sus ojos tambaleándose. Nina abrió las cortinas con el control remoto
rápidamente_ Nina, hija, dile a tu madre que se apresure_ esta vez yo fruncí el ceño. ¿Su madre?
Dirigió la mirada hacia mi_ ¡Oh lo siento! Sr. Tanner. ¿Podemos proseguir en otro momento? Debo
llevar a cenar a mi esposa por nuestro aniversario y se nos hace tarde_ hizo una mueca graciosa_ ya
sabe cómo son las mujeres. Tardan horas arreglándose_ no entendía nada. Miré a Nina
desconcertado. Ella se dirigió al teléfono y habló en tono muy bajo, apenas pude escuchar lo que
decía, las palabras del Dr. Jobs (que por cierto ignoré por depositar mi atención en Nina)
ensordecieron mis intentos de escucharla a ella. Llegó Chantal rápidamente
-Vamos papá. Chantal te acompañará
-¡Oh! ¡Hola Chantal!_ dijo el Dr. Jobs contento al verla_ vamos a ver a Lucía.
¿Recuerdas donde dejé la llave del auto? Olvidé donde la dejé
-Vamos Doctor…_ se lo llevó con sumo cuidado, cerrando la puerta suavemente
quedando Nina y yo solos en el estudio. Quedó un silencio incomodo en la habitación
-Sr. Morris, creo que llegamos al final de la lección del día de hoy_ dijo inexpresiva.
Algo se había quebrado dentro de ella
-Pero…
-Por favor disculpe a mi padre. Mañana continuaremos. Le enviaré los detalles de
entonces. Gracias por venir_ extendió su mano derecha, la estreché algo confundido. Me brindó una
sonrisa débil y forzada
<<¿Que le sucede?>>
-Está bien_ dije a secas yéndome sin voltear a verla de nuevo a pesar de mis
incontrolables ganas de ir a abrazarla por alguna estúpida razón que aún no canalizaba muy bien.

Capítulo 5
La clase de los Jobs me había dado material para pensar. Los términos científicos
de cómo funciona el cuerpo de un vampiro. Los inicios de los cazadores. El raro episodio del doctor
Jobs. ¿Por qué me llamó Sr. Tanner? ¿Dónde estaba la madre de Nina que no la había conocido hasta
el momento? ¿Debería estar en su casa, no? Me quedó el resto del día para ir personalmente a la
universidad a llevar mis papeles y realizar el registro. Nina no salía de mi mente, me preocupaba, a la
vez recordaba una y otra vez lo que me había expuesto sobre el cuerpo de los vampiros “Es cierto que
los vampiros se alimentan principalmente de sangre. Pero también pueden consumir otras cosas, como carne cruda
[…]” recordé entonces a Alex, se me revolvió todo por dentro, se me hizo un hueco en el estómago
porque la recordé en nuestra primera cita cuando pidió un trozo de carne prácticamente crudo
asegurando que tenía gustos raros. Sus ojos suplicantes estaban allí, de que no la lastimara, que la
oyera, pero no hice ninguna de las dos.
Comparar lo que sabía de vampiros antes de la muy nutrida clase de los Jobs era
ridículo, era darme cuenta que no sabía nada. Zach sólo me enseñó que eran seres malignos que
asesinaban personas, o mejor dicho, que asesinaron a mis padres y supongo que eso era lo único que
me interesaba saber.
Regresé a casa luego de trotar por más de una hora por el Central Park. Eran más
de las 6.30pm. Decidí tomar una ducha larga. Al salir sonó un mensaje en mi celular. Número
desconocido

Mañana espero verlo a las 5pm en 124 East 40th Street
en el gimnasio. Vaya con ropa cómoda.
Nina L. Jobs
Se me escapó una sonrisa que me forcé a borrar. Guardé su número de teléfono en
la agenda de mi celular.
<<¿En un gimnasio?>>
No entendía muy bien de que iba todo aquello la verdad. Todo se volvía cada vez
más confuso
Al día siguiente me dirigí puntual como siempre al gimnasio que me había indicado
Nina. Era un gimnasio pequeño. Había música en el interior. Me adentré y allí estaba ella, haciendo
Tae-box de forma enérgica, sola al ritmo perfecto de la música frente a un espejo. Me quedé como un
perfecto idiota observándola. No recuerdo alguna escena tan particularmente sexi en mi vida. Fue
cuando se dio cuenta de mi presencia luego de dar una patada en diagonal. Tomó un control remoto
y apagó la música
-¡Sr. Morris!_ dijo algo apenada. Se sonrojó_ ¿Cuánto lleva allí?_ ¿le digo la verdad?
-Acabo de llegar_ dije apresuradamente

<<¡Bien Morris! ¡Bien!>>
-Sólo entrenaba un poco
-Ya veo_ dije inexpresivo
<<¡No muestres hambre Morris! ¡Eso no!>>
Reí ante mi pensamiento
-¿Está listo para seguir aprendiendo?_ dijo secándose el sudor con una toalla
pequeña
-¿Dónde está el Dr. Jobs? ¿Por qué vernos en un gimnasio?
-Hoy no veremos teoría Sr. Morris
<<¿Eh?>> <<¡Oh!>>
-¿Haremos ejercicios?_ pregunté confuso
-De alguna manera, si_ dijo de forma divertida. Creo que algo perversa
<<¡Simon basta!>>
Debía desviar la naturaleza que estaban tomando mis pensamientos. Decidí dejar
mis cosas a un lado. Me quité la chaqueta que llevaba.

-Según sus datos, usted es un gran quaterback. Le dio varios triunfos a su antigua
universidad y High School_ era incomodo saber que alguien te investigaba. Al menos no ocultaba
que fuera así. No dije nada al respecto, no quería parecer pretencioso
-¿Que haremos?
-Bien Sr. Morris. Para ser un cazador, debe dominar su cuerpo además de reunir
bastante poder físico. Ya sabe que los vampiros son bastante fuertes_ me escandalicé al escuchar la
palabra vampiros en ese lugar
-¿Estamos solos?_ tuve que preguntar
-Sí. Tranquilo. El gimnasio es mío. Sirve como escuela de ballet para niñas_ eso
explicaba muchas cosas dentro del gimnasio. ¡Puf! Me golpeó bruscamente derribándome en el suelo
<<¿Qué carajo?>>
-Guardia arriba Sr. Morris_ dijo levantándose y sonriendo de forma malévola. Pero
¡hey! No iba a golpear a una mujer
-Dra. Jobs…_ dije levantándome y correspondiéndole la sonrisa
-¿Alguna vez ha practicado alguna disciplina de defensa personal?_ negué con la
cabeza_ Bien. Empecemos con lo básico entonces. Adopté una posición de lucha_ la obedecí.
Empuñé hacia ella. Sonrió al ver mi posición_ ¿Ha peleado alguna vez Sr. Morris?_ vino a mi mente
una vez que pelee por una chica en la secundaria contra Chandler Swan. Y si, gané
-Si
-Bien. Enderece la espalda_ puso su mano derecha en mi pecho y la izquierda es mi
espalda, enderezando mi torso. Acción que produjo que se acelerara mi corazón inmediatamente_
Inhala y exhala con tranquilidad. Cálmate
<<¿Me descubrió! Que embarazoso>>

Pensándolo bien, era la primera vez que me tuteaba, me miró a los ojos con
amabilidad
-Necesita canalizar su energía y su fuerza. Tranquilizarse_ me liberó de su contacto.
Y volvió con sus palabras formales_ ¿Es diestro o zurdo?
-Diestro
-Entonces su puño izquierdo debe estar en frente. Ya que al momento de atacar, el
brazo izquierdo le dará el impulso para golpear_ obedecí. Se colocó en frente de mi adoptando la
misma posición_ Quiero apostar con usted_ dijo de nuevo de forma divertida
-¿Apostar?
-Sí. Me imagino que es del tipo de hombres que dice que es incapaz de golpear a
una mujer_ era verdad_ apuesto a que no me vence
<<¡Oh mierda!>>
-¿Quiere que la venza?_ pregunté incrédulo
-Es la esencia del entrenamiento, ¿no?_ subió ambos hombros_ además que se me
hace divertida la idea
-¿Que obtengo si la venzo?
-¿No le parece suficiente el hecho de aprender?
-La verdad esperaba algo más_ dije con exceso de picardía
<<¡Retráctate!>>
-Lo que quise decir es que…

-Está bien Sr. Morris_ dijo sonriendo abiertamente interrumpiendo mi disculpa_
¿qué quiere en caso que gane?
-Podríamos empezar por dejar de llamarme SR. MORRIS. Llamarme Simon como
lo hacen las personas normales, dejar las formalidades a un lado, ya que por lo visto nos vamos a ver
bastante seguido_ respiré al decir aquello. Nina sonrió con menos energía
-Está bien_ al parecer lucía decepcionada por algo
-Y si ganas. ¿Qué querrás como premio?_ tuve que preguntar. Frunció los labios
desviando la mirada al techo en señal de que estaba pensando
-Mmmm… dejemos mi apuesta abierta
-¡Eso no se vale!
-Es mi juego. Claro que se vale_ me guiñó el ojo_ Posición_ ordenó y obedecí y
rápidamente puso su pie derecho sobre mi fémur izquierdo escalando en mi cuerpo haciendo una
llave con sus piernas en mi cuello derribándome al suelo. Bastante impresionante como podía
colarse tan rápido y con tanta agilidad_ Tienes que ser rápido. Recuerda que no peleas contra
humanos. Debes evitar que lleguen a tus puntos débiles: cuello, corazón, arterias principales. Evita
este ataque que te acabo de hacer con vampiros_ dijo levantándose y dándome la mano para
ayudarme a levantar
-¿Por qué?
-En el entre pierna pasa la carótida y si le pones tu entrepierna en la cara a un
vampiro no es buena idea. Le das completo acceso a tu mayor torrente sanguíneo
-¡Um!_ continuamos entrenando por bastante tiempo. Al principio ella llevaba la
delantera, hasta que descubrí la caída de sus ataques, era cuestión de concentrarme en cada
movimiento y me fui emparejando. Recordé entonces a Alex sonriendo en la playa, luego su mirada
de despedida mientras estaba tirada en el suelo de aquella cabaña. Nina vino hacia mí a atacarme.
La tomé de frente por el cuello, la di un rodillazo por el abdomen, dándole vuelta hasta caer de
espalda en el suelo, gritó. Su grito me volvió a la realidad_ ¡Nina! ¿Estás bien?
-No recuerdo muy bien si ya ganaste para que me llames por mi nombre_ dijo
riendo mientras se quejaba de algún dolor tirada boca arriba en el suelo cubierto con una
colchoneta. Sonreí un poco

-Discúlpame. Me excedí
-No. Está perfecto. Usaste algún recurso que te sirvió para defenderte y me
derribaste
-Estás bien. ¿Quieres que vayamos a algún hospital?
-Estoy bien. Sólo me sacaste el aire… Simon_ dijo mirándome a los ojos y
sonriendo. Le correspondí el gesto ayudándola a levantar_ ya es tarde. Es suficiente por hoy y tengo
guardia en el hospital dentro de poco_ ¿Estás bien? Se te ve abatido a pesar que fui yo la golpeada
-Ehm ¡sí!
-¿Seguro?
-Sí, sí. Sólo recordaba a alguien que perdí hace poco
-¿Alexandra?_ claro… ella también sabia de Alex. Sólo afirmé con la cabeza_
Mañana tienes el día libre. El sábado iremos a que continúes “aprendiendo”
-¿Iremos? ¿A dónde iremos?
-Otro módulo de entrenamiento. Mi parte favorita la verdad_ y me volvió a guiñar
el ojo. Tomó sus cosas y yo las mías saliendo del gimnasio. La ayudé a bajar la Santamaría. Como
era de esperarse ya era de noche. Consulté mi reloj, eran las 8.45pm. Sonó su teléfono
- ¿Max?_ hizo una pausa supongo que escuchando lo que decían_ llego en una hora
y media. Guárdame un poco. Nos vemos al rato_ sonrió un poco
<<El novio>>
Trancó la llamada
-¿Quieres que te lleve a casa?
-¡No! Yo tomo el autobús. Gracias
-Buena clase. Disfruta de tu día libre mañana, Simon_ sonrió una vez más

-Disfruta de tu guardia… Nina_ le sonreí_ saludos a tu padre_ Me dio la espalda
yendo hacia su auto. Me despedí con la mano echándome a andar hacia la parada de autobus

Capítulo 6
Nina me había dejado más trabajo para casa, pensar en todas las cosas que me
había enseñado hoy. Pensaba en su clase de biología de vampiros, en las cosas que me había
explicado el Dr. Jobs. ¿Dónde estaba? Supongo que la clase de defensa de hoy no podría darla él por
razones obvias. Sin embargo seguía preguntándome lo del episodio del día anterior al llamarme Sr.
Tanner.
Llegué a casa y tomé una larga ducha como era de esperarse. El agua tibia avivó
mis dolores corporales por los golpes de Nina en el entrenamiento. Recordarla así de ruda,
desaliñada, sudada, divertida; era un aspecto nuevo de ella para mí. Las pocas veces que la había
visto estaba perfectamente vestida, maquillada y peinada. La parte divertida la conserva en ambos
aspectos (sonreí para mis adentros al pensar en ello). Fue entonces cuando recordé su llamada casual
al salir del gimnasio
Tomé mi portátil y me recosté de la cama encendiendo la tele mientras daban
“Brave Heart” de Mel Gibson. Un verdadero clásico. Una de mis películas favoritas. Pero mi
atención la captó la siguiente investigación que estaba por realizar (estaba hecho todo un detective).
Esta vez investigaría a Nina; buscaría su perfil de Facebook, Instagram, lo que sea que me diera
señales de su vida personal. Necesitaba saber quién era ella (todos sabemos que es una excusa
autoimpuesta)
<<¿Y si es lesbiana?>>

<<¡Simon!>>
<<No es tan descabellada la idea…>>
Sacudí la cabeza para sacar esos pensamientos de mi cabeza. Prefería la idea de que
tuviera una relación con un hombre que con una mujer. Supongo que sería más fácil rivalizar con un
hombre que con una mujer. ¿De que estoy hablando? ¿Estoy dando por hecho que la voy a pretender?
<<¡Oh no Simon Morris! ¡Eso no!>>
Pero en el fondo eso es lo que quiero.
Ingresé su nombre en Google: Dra. Nina L. Jobs. No había perfil de Facebook, ni
Instagram, ni Tumblr, ni Pinterest. NADA. Sólo un artículo del New York Times de la sección de
personalidades de Nueva York, algo así como Sociales, dedicado a ella
La Dra. Nina Jobs, doctora pediatra de 26 años de edad del Bellevue
Hospital Center a cargo de los médicos residentes de dicho hospital, ha logrado grandes cosas
por los pequeños que allí acuden. Ha servido como benefactora de casos realmente
preocupantes. Se ha hecho cargo del seguro médico de al menos 5 niños de escasos recursos,
creando entonces su Fundación Pequeñas Sonrisas, donde niños de todo el país pueden acudir
y estos padezcan de cualquier enfermedad y necesiten recursos para cubrirlas, atendidos por
especialistas de primera línea, como el Dr. Maximillian Monroe encargado del área de
cardiología. La Dra. Nancy Ramos encargada de nefrología y el Dr. Dominic Washington
encargado del área de Oncología anteriormente comandada por su padre el Dr. Howard Jobs.
Es una doctora bastante joven para sus logros médicos, soltera y sin
alguna relación conocida. Dentro de sus proyectos de fundación está la creación de una
academia de danza y ballet para niños de escasos recursos y la creación de su pequeña clínica

a cargo de su fundación donde se atenderán de forma gratuita todas las especialidades antes
nombradas.
Terminé de leer el artículo algo impresionado. La verdad no esperaba leer algo así
de ella, no sabía que el altruismo era parte de su personalidad. Vi la fecha de publicación del artículo
y era de hace un año y unos meses. La foto del artículo era una foto original del periódico, ella
sonriendo con su típica bata blanca, su estetoscopio guindando de su cuello y una sonrisa tímida
dibujada en su rostro. Más abajo aparecía una foto de tres doctores más y ella con varios niños en lo
que parecía ser el hospital. Investigué el hospital donde trabajaba y quedaba muy cerca de aquí de
hecho, a dos calles
<<Vamos a continuar esta investigación>>
El articulo a pesar de que me había dicho muchas cosas sobre la personalidad de
Nina, la verdad no me dijo mucho sobre su vida ni la de su padre. Sólo que estaba a cargo del área de
Oncología de su fundación. Busqué en internet un modelo de carnet de algún diario y lo imprimí. Me
vestí y decidí ir hasta el hospital donde trabajaba. Quedaban 40 minutos para que llegara a su guardia
según había escuchado en su llamada casual a las afueras del gimnasio, eso me daría tiempo para
investigar un poco.
Llegué al hospital y la verdad no estaba muy concurrido, se escuchaban pocas
ambulancias. En el gran lobby había un cartel indicador pegado al lado de los ascensores al lado
izquierdo. Mi lugar era el tercer piso donde quedaba pediatría. Sólo había tres personas con niños en
el piso. Me dirigí a la recepción que indicaba 3B a mi lado derecho. Una enfermera joven de unos 21
años me recibió
-Hola buenas noches_ le sonreí seductoramente
-Buenas noches señor…_ me devolvió la sonrisa y batió sus largas pestañas rubias
<<¡Oh si Simon! Tienes el toque>>

<<¡Cerdo!>>
-Simplemente Scott. Scott Pierce
-Bien Scott, ¿en qué puedo ayudarte?
-Me alegra que lo digas. La verdad estoy buscando a la Dra. Nina Jobs_ pareció
decepcionarse al escuchar a quien buscaba. Pero yo sabía la respuesta a eso
-¿Tienes cita con la Dra. Jobs?
-No
-Soy del Diario de México y quisiera una nota sobre la doctora_ subió ambas cejas
en señal de sorpresa
-Claro… pero la doctora no ha llegado. Deberá esperar_ hizo una pausa viendo el
reloj_ aunque es un poco tarde para entrevistas
-Mi día ha estado realmente complicado_ vi su placa guindada de su lado izquierdo
del pecho_ Bonnie_ le volví a sonreír. Ella me correspondió
<<¡La tienes de nuevo Simon!>>
-Sería de gran ayuda si al menos tú podrías darme detalles
-¿Darte yo la entrevista?_ se puso colorada
-Los créditos serian tuyos_ se sonrojó un poco más
-Creo que no podría darte muchos detalles de su vida más de los que ya han salido
-Sí, sé que es de gran corazón y hace muchas cosas buenas por niños. ¿Pero que
sabes de su vida personal?_ hizo un gesto gracioso en muestra de ignorancia
-La verdad no mucho. No muestra ese lado de su vida

-¿Sabes qué pasó con su padre? El Dr. Jobs
-Sólo sé que se retiró hace un par de años. Se dice que está enfermo. Pero nadie
sabe de qué_ quedé pensando en lo que me había dicho “Sr. Tanner” “Lucía” “Su esposa”
-¿Y la madre de la Dra. Jobs?
-Nunca la conocí. Murió hace varios años de leucemia_ ¿murió? Eso explica
menos_ ¿por eso estás aquí?_ no entendí su pregunta
-¿A qué te refieres?
-Eres del Diario de Mexico, ¿cierto?
-¡Si! Así es
-Buscas reportajes de personalidades mexicanas. He leído varias de sus columnas
<<¿Personalidades mexicanas?>>
<<¿Que se supone que debía responder?>>
<<Lucia… nombre latino>>
-¿Sabes cuál era el apellido de soltera de la madre de la Dra. Jobs?
-Duran… creo_ dijo confundiéndose. Tenía que hacerle caso a mi intuición.
Esperaba no cagarla
-¿Y sabes cuánto tiempo llevaba en Estados Unidos?
-La verdad no lo sé. Nunca la conocí. Yo era apenas una niña cuando ella falleció y
ni cerca estaba de yo trabajar en este hospital o de ser enfermera_ la miré, tenía que sonreírle para
retomarla
-¿Y ella no sale con nadie? ¿Planes de boda?
-Exageradamente hermética con ese tema. Nunca le he conocido novio. Aunque
aquí entrenos… Algo se trae con el Dr. Monroe_ dijo de forma picara
-¿Dr. Monroe?

-Sí. El Dr. Max Monroe_ recordé su llamada casual del gimnasio y el artículo de
New York Times sobre los doctores que encabezaban las especialidades
-¿Cómo sabes que se traen algo?_ dije imitando su tono pícaro
-¿Eso no lo publicaras o sí?_ dijo preocupada
-¡No! No… Bonnie. Solo es para satisfacer mi curiosidad
-Jura que no le contaras a nadie que yo te lo dije_ levanté la mano derecha en señal
de promesa
-Una vez los encontré en el cuarto de médicos besándose acaloradamente y con
varias prendas de ropa en el suelo. Creo que interrumpí una clara escena sexual_ dijo sonrojándose.
Le sonreí forzadamente_ ¿no deberías tener una grabadora o anotar todo lo que te estoy diciendo?
-Ehm… si, debería, pero puedo recordar todo lo que me has contado. Creo que es
mejor que regrese mañana por la entrevista con la Dra. Jobs. No creo que sea adecuado acosarla a
esta hora cuando debe tener mucho que hacer en urgencias_ Bonnie frunció el ceño_ me has dado
buena información_ le tomé las manos guiñándole el ojo. Sonrió sonrojándose
-Te agendaré para mañana_ dijo de forma amable
-Te lo agradezco mucho_ dije alejándome de la pequeña recepción sonriéndole.
Salí rápidamente del hospital de camino a casa de nuevo. Era hora de repasar todo
lo que Bonnie me había contado: La madre de Nina había fallecido hacía un tiempo de leucemia. Al
parecer su padre también estaba enfermo y Nina se “entendía” con uno de sus compañeros.

Capítulo 7
Desperté temprano. Fui a trotar al Central Park para drenar. Tenía un montón de
cosas en la cabeza. Una llamada interrumpió mis pensamientos
-Hola enano
-Hola nerd_ hizo una pausa_ no hemos sabido de ti_ era cierto. No llamaba a casa
desde el día que llegué a Nueva York el martes pasado
-He estado ocupado con las cosas de la universidad, buscando trabajo y esas cosas
-¿Y has conseguido?
-Voy a estudiar en Columbia. Ya tengo apartamento y ya tengo trabajo en una
cafetería
-¿Columbia? ¡Wow! ¡Vaya que eres Nerd!_ dijo a forma de sorpresa y burla a su
vez. Me hizo reír
-¿Y tía Annie? ¿El tío Albert?
-Tía Annie en sus clases de yoga de los viernes y tío Albert trabajando en Seattle
-Le tocó lejos esta vez. Quiere decir que estás encargado de tía Annie
-¡Seh! Soy el hombre de la casa ahora_ dijo con tono gracioso
-Hace un par de días una prima de Alex estuvo hablando con tía Annie_ Vanessa

-¿Ah sí? ¿Quién?
-No lo sé. No la conozco
-¿Sabes de que hablaron?
-Ni idea
-Um…_ quedé pensando en el asunto_ debo irme Dylan
-Llama más seguido Simon. Tía Annie te extraña. Yo también lo hago… a veces_
rio
-Procuraré hacerlo_ colgué la llamada. Me agradaba hablar con mi hermano
menor. Su cumpleaños número 13 estaba cerca al igual que las vacaciones de verano
Mi día estuvo aburrido la verdad. Fui a la librería a comprar algunos libros que me
harían falta para la universidad. Caminé las calles de Nueva York y decidí irme a casa. Al subir las
escaleras me llegó un mensaje de Nina
Mañana te recojo a las 7.00am. Lleva ropa cómoda
Nina L. Jobs
¿A dónde pensaba llevarme mañana? ¿Qué haríamos? ¿De qué se trataba este
entrenamiento? Supongo que debía esperar hasta mañana.
El despertador me despertó bruscamente. El corazón estaba por salir por mi boca o
iba a estallar dentro de mi pecho. Me dolió la cabeza. Era desagradable la sensación. Odiaba
despertar así

<<¡No más radio reloj!>>
Pensé de mal humor. 6.00am.
Tomé una ducha rápida y me coloqué ropa cómoda como me había indicado Nina
la noche anterior por su mensaje de texto. A las 7.01am sonó el intercomunicador
-¿Si?
-Estoy abajo
-Ya bajo_ tomé mis cosas y bajé a toda prisa las escaleras.
<<¿Estaba ansioso por verla?>>
<<Pues no lo demuestres>>
La conseguí en la entrada del edificio con un Jeep idéntico al mío. Me tendió las
llaves
-Buen día Sr. Morris_ le fruncí el ceño_ Simon
-¿Y esto que es?_ pregunté tomando las llaves
-Tu jeep. Pensé que lo necesitarías… no puedes estar en autobús siempre_ ¿mi jeep?
Pero si estaba en San Francisco.
-¿Mi Jeep? Pero si lo dejé en San Francisco_ hice una pausa_ ¡No me digas que me
compraste uno!_ dije mirándola de forma acusadora. Sonrió abiertamente
-No. Es tu Jeep. Lo mandé a traer por avión de carga
-Eso debió costarte mucho
-No lo estoy mencionando_ me dio la espalda y se subió al copiloto_ no está
sometido a discusión. Solo agradécelo. Hora de irnos_ dio dos golpes a la parte posterior de la puerta
del copiloto. Fruncí el ceño de mal humor. Esta mujer era exasperante. Me monté en mi jeep

-¿A dónde vamos?
-A las afueras de Connecticut_ fruncí el ceño de nuevo en señal de no entender
-El GPS te guiará. Tranquilo
-No me preocupa cómo llegar. Sino que haremos en Connecticut
-Practica de tiro al aire libre. También tendremos un día de campo_ dijo sonriendo
señalando la parte de atrás de la camioneta. Había una cava mediana y una cesta de picnic. Voltee a
verla_ Debemos comer algo, ¿no?_ puse los ojos en blanco. Encendí el motor y conduje hacia la
autopista que salía de Nueva York hacia Connecticut_ ¿qué tal tu día libre?
-Bien. Algo aburrido
-Tus días dejaran de ser aburridos, Simon. Te lo aseguro_ dijo sacando su tablet de
su bolso_ ¿te molesta si trabajo mientras viajamos?
-En absoluto_ gran parte del viaje estuvo en silencio. La vía hacia Connecticut era
agradable. Me gustaba viajar por carretera. También me gustaba conducir. Me relajé recordando a
papá cuando conducíamos hasta Chicago. Cada mes hacíamos un viaje de “hombres” sólo íbamos
Dylan, él y yo. A mamá la dejábamos en casa de la abuela. Era más que agradable estar con él. Lo
extrañaba con todas mis fuerzas, al igual que Alex
-¿Por qué la sangre de personas muertas le es tan letal a los vampiros?_ la despegue
de una lectura al parecer bastante interesante
-¿Ah? ¿La sangre de personas muertas?
-Sí. Fue lo que terminó matando a Alex
-Pensé que sólo era un mito
-No lo es
-¡Um! Supongo que debe causarles el mismo efecto que nos lo inyectáramos
nosotros los humanos. Es sangre podrida. Los enferma. Por ende los debilita
-Ummm ya…

-Me diste algo nuevo que investigar Sr. Morris_ decidí ignorar que me había
llamado Sr. Morris. Se hizo un silencio breve_ Supongo que debió ser difícil para ti matar a alguien
que querías
-Más de lo que puedas imaginar
-¿La amabas?_ ¿me había preguntado si la amaba? Voltee a verla con cierto disgusto
<<¿Me está preguntando sobre mi vida personal?>>
-¡Oh! Lo siento… no quise entrometerme_ se disculpó al ver mi reacción
-Sí, la amaba_ decidí responderle con algo más que un gesto_ y sí, me siento
culpable por lo que le hice. Mi única excusa es que creí que ella había asesinado a mis padres
-A mí me parece una buena razón
-Ella no lo hizo
-El hecho que te hayan engañado no te hace culpable. Te hace culpable que no
creyeras en ella. Que no la investigaras. Que solo te quedaras con una versión_ hizo una pausa
volteando su cuerpo hacia mi_ Simon, los vampiros son muy astutos. No pensaba darte esto hasta
más adelante. Pero ya que tocamos el tema_ no entendía de qué hablaba. Sacó de su bolso una
cadena diminuta de plata con un crucifijo_ ten, es para ti
-¿Me das regalos religiosos ahora?_ sonrió liberando un bufido
-Si me viera mi padre… odia la religión
-¿Y por qué tu no?
-Mi madre me enseñó a creer en ella_ me mostró un dije que traía puesto con la
Virgen de Guadalupe
-¿Que sucedió con ella?

-Falleció cuando yo tenía 15 años de leucemia_ hizo una pausa volviendo a verme_
pero eso ya lo sabias…_ su gesto se tornó serio_ Me estuviste investigando. Entrevistando a mis
empleados
<<¡Me atrapó! ¿Pero por qué no está molesta?>>
-Nina, yo…
-No te disculpes. No te culpo por querer saber más de nosotros. Si querías saber de
mí, lo hubieras preguntado. No acosar a una de mis enfermeras
-Lo siento Nina
-Enfermera que fue despedida ayer, por cierto…
<<¡Oh no Bonnie!>>
-Nina, no quería que la despidieran por mi culpa
-Es un código que hay en el hospital. Es antiético_ me sentía una mierda al saber
que habían despedido a Bonnie por mi culpa
-¿Cómo sabes que estuve investigando?
-Lo sé todo a mi alrededor, Simon. Tengo ojos y oídos por todos lados_ llegamos al
punto de Connecticut donde me quería llevar Nina. Apagué el motor y bajé del jeep rápidamente_ Sé
que también preguntó sobre mi vida sentimental y que Bonnie le contó sobre el Dr. Monroe
<<¡Mierda!>>
El corazón se me iba a salir del pecho

-Ehm…_ ella sonrió abiertamente
-Vamos a lo nuestro Sr. Morris_ dijo negando con la cabeza con humor. Abrió la
parte trasera de mi jeep y sacó un bolso inmenso. La ayudé con eso
-¿Qué es esto?_ dije mientras caminábamos
-Aquí estamos bien_ estábamos en una especie de parque. Árboles y maleza era lo
que abundaba a nuestro alrededor. Estábamos bastante alejados de la civilización, hacía bastantes
kilómetros atrás que dejé de ver personas. Tiré el bolso al suelo. Nina lo abrió, estaba colmado de
armas de fuego. Tomó una pequeña_ Este es un revolver M9 corriente_ hizo una pausa viéndome a
los ojos_ ¿has disparado un arma alguna vez?
-Sí. Mi abuelo me enseñó cuando era adolescente. Es veterano de la marina
-¡Bien! No se te hará entonces tan repugnante manejar un arma entonces_ aún
estaba un poco confundido. Nina tomó un arma para ella. Me entregó unos lentes transparentes y
unos audífonos_ Lo primero que debes saber es que no le disparamos a los vampiros a menos que sea
exageradamente necesario y no le disparamos balas corrientes. Sino balas de madera_ me mostró
una_ Kevin Patterson diseñó una bala bastante ingeniosa de madera rellena con agua bendita_ sonó
doloroso_ Siempre usamos silenciadores. Matar vampiros no debe llamar la atención y un arma llama
demasiado la atención. Por eso evitamos utilizarlas. Ven aquí_ me ordenó ponerme a su lado.
Obedecí como de costumbre. Fue a colocar unas latas a la distancia_ Trata de darle al menos a una
lata_ trotó hasta a mí. Disparé. Sólo acerté una. Ella disparó un par de veces y derribó las otras dos
latas. Me miró inexpresiva
<<Presumida>>
Trajo luego un cuerpo hecho con sacos y unos blancos hechos con pintura
-Ayúdame a guindarlo del árbol_ lo colgamos juntos_ vamos a practicar con un
cuerpo. ¿Ves los blancos dibujados con pintura?_ afirmé con la cabeza_ si disparas al corazón, los
matas. Puntos débiles: cabeza, costado del abdomen, muslos. No trates de dispararles en otra zona.
No sirve de nada. Sólo les duele, pero les permite andar. Los puntos débiles los detienen, aunque un
disparo en la cabeza es bastante efectivo_ apunté con el arma el corazón de cuerpo. Me desvié por

varios centímetros. Lo intenté varias veces_ sube tu codo izquierdo, respira un poco. Ve el objetivo,
no el arma_ disparé tres veces más, en el tercer intento atiné_ ¡Bien!_ chocamos las manos
-Había olvídalo lo divertido que era practicar tiro_ dije sonriendo. Me sentía
GRANDE y PODEROSO por alguna estúpida razón. Ego masculino, supongo. Continué
practicando alrededor de 40 minutos con esa arma
-Bien Simon. Otra arma útil es esta Ithaca 37 modificada. Se ensanchó el cañón
para en lugar ser cargada con balas, se hiciera con estacas. Prueba con ella_ la tomé y disparé un par
de veces al cuerpo colgante falso que tenía en frente. Atiné uno al corazón_ Otra forma de matar
vampiros es cortándole la cabeza. Tenemos machetes para eso_ me mostró los que tenía en el maletín
-¿Estos frascos que son?_ pregunté al ver unos francos medianos en una caja dentro
del bolso
-Son agua bendita con ajo. Su vidrio es delgado, apenas golpea un objeto
medianamente contundente, se quiebra. Con esto bombardeamos a los vampiros_ el sonido de unos
neumáticos contra la tierra interrumpieron nuestra clase. Nina cerró el maletín llevándolo
rápidamente al Jeep quedando solo con una escopeta en la mano. Un policía se bajó de una patrulla
con la mano sobre su revolver sin desenfundarla
-Buen día
-Buen día oficial_ le respondió Nina totalmente relajada. Yo estaba algo nervioso
-¿Practicando tiro?
-Sí. Enseñaba a mi novio a cazar. Quiere impresionar a mi padre por temas de
caza_ una vez más relajada
-¿Saben que ésta es zona prohibida para practicar tiro?
-¡Oh! No, no lo sabíamos
-¿Problemas chicos?_ una voz femenina nos espantó a espaldas del oficial. Éste
desenfundó su arma apuntando a la mujer. Ella levantó ambas manos en señal de desarme_
Tranquilo oficial
-Ella es mi hermana. Está con nosotros_ dijo Nina. La mujer vino en un pestañeo
hasta el oficial y lo tomó del rostro fijando sus miradas

-Se va a ir. No va a recordar que nos consiguió acá y va a seguir su patrullaje lejos
de nosotros_ el oficial enfundó su revolver relajando expresión
-Que tengan buen día
-Igual oficial_ dijo Nina despidiéndose con la mano_ ¡Bien! Hora de irnos, los
disparos debieron llamar la atención_ ¡Bienvenida a casa Vanessa!_ dijo abrazando a la prima de
Alex. Yo estaba completamente descolocado

Capítulo 8
Conduje a velocidad media de regreso a Nueva York
-¿Que hace Vanessa aquí?_ decidí preguntar. Vanessa venía en su auto detrás de
nosotros
-Decidimos que ayudaría en tu entrenamiento. Nada mejor que un vampiro real
para ayudar con ello_ no dije absolutamente nada. Fruncí el ceño con la vista puesta en la carretera_
¿Te molesta?
-Odio las sorpresas_ dije de forma brusca
-Sí, debí habértelo dicho. Lo siento_ hizo una pausa viendo su celular_ Espero
mejorar tu humor. Ya estás listo para tu primera caza_ fruncí aún más el ceño
-¿Cazar?
-Sí, vamos a cazar vampiros esta noche
-¿Qué?
-Iremos de fiesta
-¿Que tiene que ver eso con cazar?
-Los vampiros suelen cazar en la soledad o donde hay multitudes. En ambos casos
es difícil notar que alguien falta o que alguien fue atacado de forma sobrenatural_ tenía sentido_

Iremos al Webster Hall_ dijo de un excelente humor_ ¡Vamos Simon! Sonríe…_ me dio una palmada
por la rodilla derecha. Sólo negué con la cabeza liberando una media sonrisa.
Quedé en recoger a Nina por su pent house a las 9.00pm, Vanessa nos
acompañaría. Era algo bastante extraño para mi gusto. Mi espera en el auto en la entrada del edificio
no fue tan larga como esperaba; fue entonces cuando las vi saliendo, literal se me salía la baba,
estaban hermosísimas, Nina llevaba una braga corta con mangas largas como de cuero negro,
brillaba, el cabello “alocado” y un sexy labial rojo
<<¡Para Simon!>>
Vanessa unos shorts de animal print y un corset negro acompañado de un blazer del
mismo color. Ambas llevaban unos zapatos que para mi gusto eran súper incomodos pero bastante
bonitos (nada prácticos). Tuve que bajar a abrirles la puerta como todo un caballero. Mi padre se
había ocupado de enseñarme todas esas cosas
-¡Buenas noches, Simon!_ dijo Vanessa abrazándome y dándome un beso en la
mejilla. Me sonrojé_ no había tenido oportunidad de saludarte_ me sonrió_ ¡Aw! Está nervioso. ¿No
es tierno?_ dijo mirando a Nina. Ella solo me sonrió. Subimos al auto y me encaminé al Webster
Hall. Nina sacó un arma pequeña para mí y conservó una para ella
-¿Cómo piensan cazar con semejantes tacones?_ dije al bajarnos del auto yendo
hacia la fila para entrar
-Te impresionaría ver todo lo que es capaz de hacer una mujer con tacones Simon_
dijo Vanessa de forma divertida
-Vamos al frente_ dijo Nina
-Pero está la fila. Debemos esperar, ¿no?_ dije de forma inocente
-De algo tiene que servir ser quien soy, ¿no?_ dijo guiñándome el ojo. Fuimos a
paso apresurado hasta los guardias de seguridad del club, la fila era enorme de chicos eufóricos_
¡Hola Trevor!_ dijo saludando al grandulón de la entrada con apariencia de estatua

-¡Dra. Jobs! Días sin verla por aquí…
-No he tenido mucho tiempo libre. Vengo con amigos. ¿Nos dejas pasar?
-Desde luego. Ya ordeno que le habiliten su lugar habitual_ dijo algo por su
“walkie-talkie” mientras abría el cordón de seguridad para nosotros y para mi sorpresa, no nos
registraron. Nos adentramos en el club, estaba repleto de personas
-Vamos hacia la parte de arriba_ dijo Nina gritando para que pudiéramos
escucharla por encima de la música que estaba a todo lo que daba. Había un DJ en tarima animando
a la multitud eufórica. Subimos al balcón, supongo que era el lugar favorito de Nina, en realidad todo
se veía mejor y había menos personas
-Tenía mucho tiempo sin irme de fiesta _ dijo Vanessa entusiasmada mientras
bailaba al ritmo de la música
-Teníamos tiempo que no lo hacíamos, ¿eh?_ sólo las vi sin comprender de que
hablaban. Se veía que eran muy buenas amigas_ Vanessa me ayudó en mis técnicas de caza cuando
yo tenía 12 años, lo realmente asombroso del vampirismo es que han pasado 16 años y luce
exactamente igual_ ambas rieron a carcajadas
-¡Voy por cocteles! ¡Ya regreso!_ dijo Vanessa perdiéndose dentro de la multitud
-¡Bien Simon! ¡Vamos a bailar!_ me haló Nina por un brazo
-¡Ehm! ¿No… se supone que vinimos a otra cosa?_ la verdad no sabía bailar
-Sí, pero podemos divertirnos en el proceso. Nadie dijo que tenía que ser aburrido_
dijo gritándome en el oído, ella ya estaba bailando_ ¡Vamos Simon!_ volví a negar con la cabeza y
sonreí
<<Nina… Nina…>>
Bailamos varios minutos al ritmo de la música electrónica. Nina se divertía.
Vanessa llegó con tres vasos. Venia sonriendo

-Un vodka tonic para ti_ se lo dio a Nina_ y una cerveza para ti_ me la dio a mí.
¿Cómo sabia de mi amor por la cerveza? Supuse que en otro momento se lo preguntaría
-¿No deberíamos estar sobrios?_ pregunté antes de tomar el primer sorbo
-Una cerveza no te hará daño, Simon_ dijo Nina chocando nuestras bebidas_
¡Salud!_ bailamos los tres un largo rato, me había dejado llevar por el sentido de la diversión de ésta
dos mujeres. Ellas sí que sabían hacerlo muy bien_ Mira aquella pareja que está en aquella esquina_
me dijo Nina al oído, apenas pude oírla. Voltee a ver a la pareja que me decía. Una chica rubia,
delgada luchaba por separarse de un chico
-¿Que tienen de raro?
-Ya verás…_ el chico la miró a los ojos mientras le decía algo. Ella dejó de forcejear
con él, él le tomó la mano y salieron de donde estaban_ ¡Andando!_ ordenó Nina. Fuimos detrás de
la pareja, hasta que salimos por la puerta trasera del club. No vimos a nadie. Nina decidió sacar su
revolver de la diminuta cartera que llevaba esa noche. Yo imité su gesto. Fue cuando escuchamos un
golpe contra un auto. Corrimos hacia el lugar. El sujeto tenía recostada contra el auto a la chica
media desnuda, golpeada y con sangre corriendo por su pecho desde su cuello. El sujeto al vernos se
asustó, yo también lo estaba. Nina le disparó sin tener éxito. Vanessa fue detrás de él, los perdimos de
vista. Fui hasta la chica, aun respiraba_ Vamos Simon, debemos salir de aquí
-No podemos dejarla aquí
-Sí, si podemos. Llamaremos al 911
-¡Es inhumano dejarla aquí!_ dije levantándome hacia ella
-¡MANOS ARRIBA Y SUELTEN SUS ARMAS. FBI!_ una mujer nos
sorprendió_ Nina corrió inmediatamente. La imité_ ¡ALTO!_ la mujer policía liberó un par de
disparos. Todo estaba oscuro, había poca luz. Nina iba bastante adelantada en pasos en comparación
a mí. Decidí detenerme. No tenía caso huir del FBI. Me detuve y levanté mis manos sin soltar mi
arma_ Pon tus manos donde las pueda ver. No intentes nada inteligente_ obedecí. Era una mujer
joven. Delgada, trigueña. Una luz callejera le alumbraba el rostro, era de rasgos sencillos pero
delicados, iba vestida de negro. No parecía policía, pero su gran placa en su pelvis la identificaban.

De pronto algo me abatió y en un pestañeo estaba 6 calles lejos de donde estuve un
segundo antes. Al poner mis pies en el suelo me di cuenta que había sido Vanessa quien me había
llevado hasta ese lugar. Nina estaba allí también
-Dame las llaves de tu jeep. Lo traeré hasta aquí. Entren a la cafetería y espérenme
allí_ estaba agitada al igual que nosotros. No comprendía del todo que había sucedido.

Capítulo 9
Y en ese instante desapareció de mi vista, en un chasquido. No lo podía creer.
Quedé petrificada. Me despertó del pequeño shock el sonido de las sirenas de los refuerzos que había
pedido hacía pocos minutos atrás. ¿Cómo desapareció el sujeto? Estaba acompañado por una mujer,
pero a ninguno de los dos logré divisar por la poca iluminación del callejón
-¡Maldición!_ dije en voz alta pateando un bote de basura que había a un costado.
Fui hasta el cuerpo. Tomé sus signos vitales. Aún vivía
-¡SUELTAME! Su-eltame…_dijo la chica de repente. Cosa que me espantó por
completo. No esperaba aquello
-Tranquila. Soy la Agente Cox del FBI, ya vienen por ayuda
-El de-mo-nio… está cerca… ¡Sáqueme de aquí por favor!_ miré su cuello, estaba
desgarrado
-¿Quién te hizo esto?
-Un demo-nio_ dijo con dificultad_ Se desplomó. Tomé su pulso de nuevo. Sólo se
había desmayado. ¿Un demonio? Esto respaldaba mis locas teorías de vampiros que había tenido
desde hace meses atrás

-¡Marie! ¿Estás bien?_ Nathan y Justin llegaron a paso apresurado hasta mí y el
cuerpo de la chica
-Sí, lo estoy
-¿Que sucedió?
-La chica fue atacada por un hombre y una mujer. Huyeron. No los pude detener.
Tampoco pude verles bien el rostro, todo está tan oscuro_ dije señalando el lugar. Los paramédicos
atendieron a la chica y se la llevaron al hospital
-Voy a ver si hubo testigos_ dijo Justin. Mi compañero. Un chico de 27 años de
descendencia coreana
-Tranquila, deben haber dejado algún tipo de rastro
-No lo entiendo. El sujeto estaba por entregarse y de pronto desapareció
-¿Desapareció?_ me preguntó Nathan
-Sí. Se esfumó ante mis ojos_ puso los ojos en blanco
-Más vale que no sea otra de tus ideas incongruentes, Marie. No puedes presentarte
con esa excusa ante James_ lo miré suplicante_ No me mires así, sabes que lo odio
-Sabes que no estoy inventando nada, Nathan. Nick tiene que creerme
-Tu falta de pruebas hacen que sea difícil creerte_ ¿pruebas? Pruebas era lo que
había estado buscando desde hacía meses. No tenía ninguna y evidentemente nadie me creía.
Terminamos de recoger la evidencia de la escena del crimen en dos horas que estuvimos allí. Estaba
agotada, había sido una semana extenuante
-¿Conseguiste algo?_ le pregunté ansiosa a Justin
-No, nada. Una de las anfitrionas del Webster Hall vio saliendo a la chica con otro
sujeto de piel oscura, cabeza rapada. Fue lo que pudo ver a la distancia_ la descripción que me daba
Justin no concordaba en absoluto con lo que pude ver del sujeto que estaba junto a la chica. El que vi
sin duda era blanco y tenía cabello. Fruncí el ceño, me dolí un infierno la cabeza. Tenía jaqueca_
nadie escuchó gritos ni golpes_ golpee ligeramente el techo del auto de Nathan y me llevé las manos a
la cabeza

-Nada tiene sentido_ dije jadeando, de mal humor
-Creo que debo llevarte a casa a descansar, Marie_ me dijo Nathan frotando mis
hombros. Lo vi mal encarada_ sabes que ya es suficiente
-Si Marie, veré que puedo calzar de todo esto y te estoy informando_ se ofreció
amablemente Justin
-Está bien_ dije abriendo la puerta del copiloto del auto de Nathan cerrándola de
mala gana
-¡Hey! Mi auto no tiene la culpa…_ dijo tratando de calmarme
-Lo siento. Sólo llévame a casa_ encendió el motor y obedeció. Afortunadamente lo
hizo en silencio. No tenía ganas de charlar. Él me conocía muy bien. Llegamos y todo estaba
tranquilo como era de esperarse. Eran las 2.00am_ Me voy a dar una ducha
-¿Quieres que te acompañe?_ voltee a verlo. Allí estaba su sonrisa pícara. Me hizo
sonreír. Fui a abrazarlo. Me robó un corto beso_ ¿Eso es un sí?_ volví a sonreír
-Prefiero quedarme sola ésta noche. Quiero descansar
-Está bien. Prométeme que descansaras y no te desvelarás pensando en tus casos
-Tomaré una píldora para dormir. Lo prometo_ lo besé de nuevo y salió de mi
pequeño apartamento, quedé sola parada en la sala. En efecto, mi prometido me había hecho sonreír
de forma sincera, pero mi cabeza estaba tan cargada, quería sólo ducharme.
Nathan y yo llevábamos comprometidos varios meses y 2 años de “hermosa”
relación. Mi nombre es Marie Cox, tengo 25 años y soy Agente de campo del FBI. Vivo sola hace
más de un año. A decir verdad, no vivo del todo sola; mi padre vive en el piso de arriba en un
apartamento igual de pequeño que éste. Habíamos vivido allí desde… siempre, un día decidí que
debía tener mi propio espacio, sin embargo siempre lo visito y cocino para él. Nick es mi padrastro; es
una historia bastante triste y corta. Mi padre murió cuando yo tenía 4 años en un tiroteo, era policía
de Nueva York, a los dos años mi mamá conoció a Nick y se casó con él, él robó mi corazón de
inmediato, no tuvo que trabajar mucho para conseguirlo, supongo que tener 6 años lo hacía más fácil
y no tener recuerdos solidos de mi padre también. Creo que le estoy quitando crédito a Nick, él era el

único que había conocido como mi padre en todos estos años y había hecho un trabajo impresionante
con eso. No tenía hijos propios, estuvo casado una vez, pero no tuvo hijos con aquella mujer, su
matrimonio había durado muy poco, además que fue mucho antes de conocer a mamá. Mi madre
murió cuando yo tenía 10 años de Síndrome Lesch-Nyhan1
, fue bastante doloroso verla morir de ese
modo. Lo admirable de Nick fue quedarse con mi madre a pesar que sabía que ella padecía dicha
enfermedad al momento de conocerla y él ha estado conmigo desde entonces, sólo él y yo. Sólo ha
tenido un intento fallido de salir con una mujer en estos 14 años de viudez, lo he alentado a hacerlo,
pero ha sido inútil y vaya que Nick es realmente guapo a pesar de su edad: ojos azules, cara perfilada,
corpulento, alto, gentil, varonil y el mejor padre que se puede pedir en la vida, aunque debo admitir
que su carácter no es precisamente el mejor. Otro punto para Nick, es que era mi jefe. Es el jefe de
detectives del FBI y a decir verdad, es increíblemente bueno en lo que hace y bastante exigente
conmigo, por él decidí ser agente. Nathan era Detective, un cargo por encima del mío, así que en
teoría, era mi jefe también y sí, nos conocimos dentro del FBI, poco romántico, pero era esa clase de
hombre con la que podía hablar de cualquier cosa, tenía la gran habilidad de “escuchar”, una
habilidad que apreciamos muy bien las mujeres.
Lo cierto es que hace unos 5 meses aproximadamente, mientras acudíamos a un
llamado del 911 por presunto disparo y gritos en una vivienda en el Bronx, empezaron los
acontecimientos extraños a mí alrededor. Estar en la división de asesinatos no ha sido lo más bonito
que me ha tocado vivir, quizá haber elegido la división de crímenes de cuello blanco hubiera sido
menos “traumático” para mí, pero en algún momento de la vida decidí elegir asesinatos e iba “bien”
con ello. Lo cierto era que esa noche en el Bronx al ver una pareja joven tirada en el suelo sobre un
charco de sangre, ambos con el cuello desgarrado, con el cuerpo aparentemente drenado de un 90%
de su sangre, cosa que me parecía de lo más extraña, activó mis alarmas, ya que nunca logramos
resolver el caso. O’Connor, quien era mi compañero para entonces, fue encarcelado y destituido por
ser descubierto chantajeando a personalidades políticas. Justin Lee es mi compañero hace 7 meses y
lo llevábamos muy bien, habíamos resuelto gran cantidad de casos, excepto “esos casos”, tenía una
habilidad asombrosa con la tecnología y para hackear, pero eso era un secreto entre ambos,
normalmente hackear sistemas no estaba respaldado por la ley. Justin era de padres coreanos, nacido
en Estados Unidos, tenía mi edad, era bastante divertido y era amante de los chalecos y loslentes
grandes, era un “coreano con estilo” como solía decirle.
Este nuevo caso me enloquecería. Era mejor que me tomara la píldora para dormir,
la noche anterior y ésta había estado trabajando, no había logrado dormir, tenía que descansar.
1Síndrome Lesch-Nyhan- es una dolorosa enfermedad terminal. La mayoría de las personas con síndrome de Lesch-Nyhan mueren de insuficiencia
renal dentro de la primera o segunda década de vida.

Despertar para mí era tortuoso. Me despertó una llamada, era Nick
-Hola papá…_ dije con extrema pereza
-Sólo quería saber de ti. Nathan me contó lo de anoche. ¿Estás bien, cariño?_ su
voz era grave pero suave
-Sí, lo estoy. Sólo que he estado un poco abrumada por todo esto
-Es parte del trabajo_ vi el reloj. 9.26am
-Nos vemos en un rato
-Está bien. Ven directo a mi oficina
-Está bien Detective James_ dije con voz débil. Ambos reímos ante mi comentario.
Colgamos.
Vi el techo de mi habitación. Ya había bastante iluminación gracias al sol que
entraba por mi ventana. Momento para levantarme. Hice un poco de café y me comí una magdalena
que había sobre la cocina, eran mis favoritas
-¡Hey Justin! ¿Oye sabes donde tienen hospitalizada a la chica de anoche?
-En el Hospital Metropolitano_ hizo una pausa aclarando su garganta_ ¿quieres
interrogarla?
-Es el protocolo
-¡Bien! Te acompaño entonces
-Está bien, nos vemos a las 12.00 allí_ fui a cambiarme. Me coloqué mis jeans
oscuros, una franelilla gris y mi acostumbrada chaqueta negra con mi arma de reglamento. Era un
atuendo rápido. Debía llegar antes que Justin al hospital, quería investigar otro tipo de cosas que
sabía de sobra que él no iba a apoyar.
Conduje hasta el hospital atravesando el pesado tráfico de Nueva York hasta
finalmente llegar al Hospital Metropolitano. Me dirigí a la recepción del hospital

-Buen día. Por favor me puede indicar la habitación de Sophia Curtiz, ingresada
ésta madrugada con un desgarro en el cuello_ le dije a la enfermera de avanzada edad sentada detrás
de la recepción mostrando mi placa
-Desde luego agente. Un momento por favor_ registró su computador mientras yo
esperaba ansiosa_ cuarto piso. Habitación 45
-Muchas gracias_ dije con una sonrisa fingida. Subí a paso firme_ ¿qué haces aquí?
-Lo mismo digo. Dijiste que vendrías a las 12.00, son las 11.00_ dijo mostrando su
reloj de pulsera. ¡Demonios! Justin me había atrapado_ ¿Quieres pasar?_ me dijo señalando la puerta.
Hice un gesto expresando que no quedaba de otra. Al entrar, Sophia estaba sedada y entubada. Era
una imagen dolorosa, sólo con imaginar el dolor que podría estar sintiendo físicamente hablando.
Una mujer que parecía ser su madre se exaltó con nuestra entrada
-Disculpe. Somos la Agente Cox y mi compañero el Agente Lee. Somos los
encargados del caso de la señorita Curtiz_ mostramos nuestras placas
-¡Oh! Entiendo… deben hacerle preguntas, supongo…_ dijo temerosa. Estuvo
llorando, sus ojos y su nariz la delataban. Estaba nerviosa con nuestra presencia
-Así es…_ dijo Justin. Yo miraba a Sophia
-Lleva rato dormida. Tendrán que esperar a que despierte
-Mamá…_ dijo Sophia despertando. Brinqué del susto. No lo esperaba
-¡Oh hija! Éstos agentes necesitan entrevistarte lo que pasaste anoche. Hay que
resolver lo de tu agresor_ Sophia desvió su mirada hacia mi
-Tú estuviste anoche allí. ¿Tú lo viste?
-Soy la agente Cox y él es mi compañero el agente Lee_ hice una pausa buscando la
pregunta correcta_ ¿Por qué dices que fue uno solo?
-Porque fue un solo hombre quien me atacó
-¿Podrías decribirlo?_ intervino Justin. Sophia dudó, tenía miedo
-Era un demonio. No era una persona_ su madre se persignó

-¿A qué te refieres con que era un demonio?
-No era humano. Me sedujo. Me hipnotizó no sé qué de manera. Yo estaba dentro
del Webster Hall con mis amigas. Él me abordó, quería salir del lugar conmigo, recuerdo que me
negué. Lo próximo que recuerdo es estar fuera con él abusando de mí, me dijo que no gritara y no lo
hice, no porque quisiera. Algo en mi mente me obligaba a que no lo hiciera. Fue entonces cuando me
mordió en el cuello. Su mirada cambió, sus ojos se habían llenado de sangre…_ lloró_ sus dientes_
lloriqueó, su madre la abrazó. Yo tragué grueso. La descripción encajaba con la de un vampiro. Cosa
que nunca pensé que existieran, hasta hace un mes atrás que estuve investigando a fondo sobre el
tema
-Señorita Curtiz. ¿Puede describir a su agresor?_ preguntó Justin
-Era alto, de piel oscura, ojos verdes, corte de cabello muy bajo_ fruncí el ceño. Era
la misma descripción que me había dado Justin en la escena del crimen
-¿Estás segura que no habían más personas?_ pregunté insistiendo. Ella negó con la
cabeza. Miré a Justin
-Bien, creo que es suficiente_ dijo Justin despidiéndose
-Gracias por su tiempo_ dije de forma amable_ Les recuerdo que no puedes salir de
la ciudad en caso que tengamos más preguntas
-De acuerdo agentes. Gracias_ dijo la madre sacándonos de la habitación_ Sophia
debe descansar
-Que tenga buen día_ dijo Justin halándome por un brazo. Nos echamos a andar
por el pasillo y entramos al ascensor. Me miraba con curiosidad y el ceño fruncido
-Habían dos personas allí y la descripción que da la chica no coincide con las
personas que vi. Eran vampiros, ¡lo sé!_ dije frustrada
-¿Sigues con lo mismo, Marie? Vas a terminar echando por la borda tu carrera por
esa absurda idea de que seres sobrenaturales atacan en Nueva York_ se abrió la puerta del ascensor en
planta baja. Salimos de allí, traté de ir más rápido que él. Me detuvo ya fuera del hospital_ Marie,
mírame_ dijo tomándome por los hombros fijando nuestras miradas_ ¿Que sucede contigo? Esto te
está consumiendo… estoy preocupado. Todos lo estamos_ le sostuve la mirada por unos pocos
segundos. Me aparté de él

-Debemos ir a la oficina. Tenemos un caso que resolver

Capítulo 10
-¿Por qué no corriste cuando te lo dije? Estuviste a punto de ser atrapado por el
FBI. ¿Que ibas a explicar? ¿Que estabas cazando un vampiro? ¿Crees que tendría algo de sentido dar
una explicación como esa?_ Nina estaba molesta
-Prefería dejar para después mi preocupación de cómo resolvería mi versión de los
hechos ante el FBI. Me preocupaba más la vida de la chica que dejamos tirada y herida. ¿No es eso
más importante?_ dije tratando de no exaltarme. Nina cambió su expresión
-No pienses que quise ser egoísta o inhumana dejándola allí. No es la primera vez
que hago esto Simon. Sabía que llegaría el FBI y con ellos paramédicos que verían a la chica. Su vida
ya había dejado de correr peligro_ inspiró profundamente_ Simon, cuando hacemos esto, debemos
dejar nuestros sentimientos a un lado, debemos pensar con cabeza fría. Por un lado me alegra que
haya pasado esto, así aprendes algo nuevo. Tómalo como parte de tu entrenamiento_ hizo una
pausa_ El FBI es una gran amenaza para nosotros. Cazar vampiros no es cazar venados. Es un riesgo
mortal del lado sobrenatural y del lado humano_ miré a través del ventanal de la cafetería_ Tenemos
un vampiro suelto que atrapar_ dijo tomando mis manos sobre la mesa. Acción que me puso
nervioso. Fue cuando vimos llegar a Vanessa conduciendo mi Jeep. Nos hizo señas para que
saliéramos. Nos montamos y condujo hasta casa de Nina.

Pasaron varios días y no supe nada de los Jobs ni de Vanessa, Nina no había
respondido mis mensajes. Ya había empezado a trabajar en la cafetería, era un trabajo medianamente
estresante, bastante movido como era de esperarse por la marca y su ubicación. Pero la verdad me
hacía mucho bien la carga de trabajo, me distraía de todas las cosas absurdas que estaban pasando en
mi vida en ese momento.
Llegué a casa muerto del cansancio, no me quería imaginar mi carga mental y física
cuando empezara de nuevo con las clases la semana que viene. Preparé un sándwich con jamón de
pavo y queso mozzarella para cenar cuando fui interrumpido al sonar el timbre. Fruncí el ceño en
señal de sorpresa. Mi sorpresa incrementó al ver de quien se trataba
-¿Qué haces aquí?_ pregunté inexpresivo. Ella llevaba su acostumbrada expresión
amable
-Sólo quería hablarte. ¿Puedo pasar?_ dijo con timidez. Abrí más la puerta dándole
paso. Lucía más tímida de lo normal, afligida, quizás
-¿Sucede algo Vanessa?_ miré sus ojos, sin duda algo le sucedía_ ¿quieres algo de
tomar?_ negó con la cabeza
-Estaba en casa, de pronto me vi pensando en Alex y me viniste a la mente_ le hice
señas para que tomara asiento_ ¿la extrañas?_ me preguntó con melancolía
-La pienso cada mañana, es mi pensamiento más persistente, su mirada, despedirla,
matarla…
-No fue tu culpa…
-Ambos sabemos que si lo fue. Pero gracias por querer animarme, es algo con lo
que tengo que vivir_ metió la mano en su bolso de mano de marca y sacó una cadena plateada con un
Cristo y una estrella de pentagrama junto con una pulsera con un dije de un ángel
-Toma, esto deberías tenerlo tú_ extendí la mano para recibir aquello
-¿Qué es esto?_ pregunté con curiosidad
-El crucifijo se lo regaló su madre y el pentagrama se lo regalaste tu una navidad_
hizo una pausa viendo mi expresión_ obviamente no lo recuerdas, fue en “tu otra vida”_ dijo
sonriendo, también le hacía gracia el tema_ y esta pulsera se la regaló Miguel y Gabriel en su

cumpleaños_ todo era tan surrealista. ¿Yo había sido un ángel guardián? Carecía de todo sentido, más
dices que fallecí y reencarné en cuestión de minutos
-¿Y tú conociste a los arcángeles?_ era un tema particularmente curioso para mi
-Sí, claro
-Por lo visto Alex era su favorita…_ dije tomando la pulsera que llevaba un ángel
-Alex fue por mucho tiempo la persona más correcta y sensata que había conocido_
hizo una pausa sonriendo_ sólo Adam y tú lograban sacarla de sí_ limpié una lagrima que se asomó
en su rostro, estaba helada, pero sabía que así seria. Tomó mi mano con dulzura y sonrió_ Me alegra
verte feliz y haciendo una vida sin ella. Sé que no entiendes muchas cosas que yo sí y verte me
recuerda muchas cosas del pasado, cosas felices y otras no tan felices, pero de una buena época de
nuestras vidas, me recuerdas a Alex y eso siempre te lo agradeceré_ me abrazó, no lo esperaba_
Hablando de cosas más actuales…_ dijo liberándome del abrazo con un cambio de humor bastante
brusco, sonreía con picardía_ Nina… ¿eh?_ tragué grueso ante su comentario vacío en palabras pero
cargado de sugerencias
-¿Qué pasa con Nina?
-Tu corazón cambió el ritmo y tu cara se llenó de sangre. Es una verdadera tortura
para un vampiro esto, ¿lo sabias?_ dijo de broma_ te gusta Nina, Simon…_ sentenció. Fruncí el ceño
ante su afirmación
-No me gusta Nina. ¿De dónde sacas semejante cosa?_ hice un gesto con la nariz_
Es una mujer hermosa, claro que sí, pero es sólo eso
-No he podido ver demasiado, pero tienes los síntomas, soy vampiro y soy mucho
más anciana que tú, Simon. Se me hace extra fácil saber cuándo alguien siente algo por otra persona_
le desvié la mirada_ no te avergüences por ello, no le diré nada a Nina. Estás en el proceso de
descubrir que sientes. Creo que te aceleré el proceso_ sonrió de nuevo_ ¡Oops!_ se levantó del sofá,
imité su gesto con exagerada rapidez_ Debo irme ya. Gracias por platicar conmigo, Simon_ me dio
un beso en la mejilla y salió de mi apartamento a paso lento y delicado.

Capítulo 11
Vanessa me había dejado tarea, tarea que siempre me había fastidiado. Quedarme
pensando insistentemente en una situación, en éste caso, 2 mujeres, una muerta y la otra bien viva.
Nunca me había planteado el que me gustara Nina, es un tanto arrogante para mi gusto, además…
pensándolo en frío, una mujer como ella no me miraría, no en serio, no soy de su “nivel” y por lo
poco que había podido investigar sobre ella, ya estaba liada con alguien más. Esto sin agregar que
Alex lleva poco tiempo de fallecida
<<¡NO SIMON!>>
Me dije expulsando cualquier otro pensamiento que se pudiera producir con
respecto a Nina. Ya era lo suficientemente tarde para seguir merodeando en pensamientos sin
sentido, debía dormir. Mañana debía continuar con mi “entrenamiento de cazador”.
Nina me había dejado carta blanca con respecto al horario que debía ir a su casa,
iba a estar todo el día libre del hospital según me había dicho. Me levanté temprano como ya era

costumbre a correr por el Central Park. Me di una ducha rápida en casa y me fui a casa de los Jobs.
Al llegar a la entrada de su edificio dude en tocar el intercomunicador, ¿por qué? No lo sé…
-Familia Jobs_ me dio alivio escuchar la voz de Chantal
-Hola Chantal, es Simon. La doctora Jobs me espera
-¡Sr. Morris! Pase adelante_ sonó el timbre que daba apertura a la gran puerta de
hierro y cristal del legendario edificio. Al abrirse la puerta del ascensor en el pent house inspiré hondo
-Simon…_ dijo la seductora voz de Nina a mi costado derecho, voltee bruscamente,
me espantó y estaba tan perfecta como siempre, de punta en blanco_ no te esperaba tan temprano_
traía consigo una taza extra blanca humeante con su respectivo platito_ ¿Desayunas?_ me preguntó de
forma amable
-Ok…_ dije sin darle importancia a su petición
-Chantal, por favor súbele desayuno a Simon a la terraza_ le dijo a Chantal, que
para mí era invisible en aquel momento. Subimos a la terraza y allí estaban el Dr. Jobs junto a
Vanessa conversando entre risas, al parecer el Dr. Jobs resultaba bastante divertido, esa era la
impresión que me daban las carcajadas de Vanessa
-¡Simon!_ dijo Vanessa de forma entusiasta al notar mi presencia. Se levantó a
saludarme con la dulzura que la caracterizaba
-Sr. Morris…_ El doctor Jobs se levantó y me tendió la mano derecha como era
costumbre_ por favor tome asiento_ obedecí.
-¿A qué se deben tantas sonrisas?_ preguntó Nina a Vanessa y su padre con
expresión divertida
-Tu padre me contaba cómo conoció a tu madre en Acapulco_ sonrió de nuevo
tomando la mano izquierda el doctor por encima de la mesa como acto de afecto_ me parece
imposible que un hombre como tu padre pudo ser tan torpe_ no sabía si sonreír o no, la madre de
Nina había sido un tema inexplorado con ella, no sabía que tan sensible era al respecto
-Te sorprenderías Vanessa, te sorprenderías…_ dijo sonriendo con desgano. Se
colocó sus lentes y empezó a “hojear” su tablet

Hunter

Recomendados

Recomendados

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La actualidad más candente (17)

Similar a Hunter

Similar a Hunter (20)

Último

Último (6)

Hunter