¡El suelo no es tu baño, ¿lo sabías?!

1. ¡El suelo no es tu baño, ¿lo
sabías?!

2. ¡El suelo no es tu baño, ¿lo sabías?!
• Nada como despertar por la mañana, y
mientras las sábanas todavía te llaman como
sirenas… Pisas nada menos que un asqueroso
charco de orina. ¡Puaj! ¿Y esto que es?

3. ¡El suelo no es tu baño, ¿lo sabías?!
• Pues eso es ni más ni menos que tu perro
incapaz de contener sus necesidades toda la
noche… Y, como no sabe dónde debe ahcerlo,
pues lo hace en cualquier parte.

4. ¡El suelo no es tu baño, ¿lo sabías?!
• Así es. Es algo que te puedes encontrar
cualquier mañana, cualquier tarde, al volver
del trabajo, ¡en medio de una cena
importante! ¿Te imaginas lo embarazoso que
debe ser que uno de tus invitados te diga que
ha encontrado «un regalito» de tu perrito?

5. ¡El suelo no es tu baño, ¿lo sabías?!
• Podemos adorar a los perros, pero vamos. En
estas situaciones dan ganas de gritar, ¿no es
verdad? Y no podemos dejarnos llevar por la
ira, porque en el fondo sabes, lo sabes muy
bien, que no es culpa suya: no tiene ni idea de
dónde hacer sus cosas, ¿cómo va a hacerlas?

6. ¡El suelo no es tu baño, ¿lo sabías?!
• Imagino que te gustaría que las hiciera en la
calle. ¡Naturalmente! Pero a veces no puedes
sacarlos, o no pueden aguantarse. Estas cosas
pasan, no es una ciencia exacta.

7. ¡El suelo no es tu baño, ¿lo sabías?!
• Por eso es tan importante enseñarle a tu perro
que el suelo no es su baño… Pero también qué
sitio sí lo es. En serio, tú tienes tu aseo para hacer
tus cosas, ¿no es lo justo que él también lo
tenga? Basta con una caja de arena para perros;
hay muchas, de muchos precios, tamaños y
aspectos, y seguro que alguna se adaptará a tus
necesidades.
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8. ¡El suelo no es tu baño, ¿lo sabías?!
• ¿Qué dices? ¿Qué si es muy difícil enseñar a tu
perro a hacer sus cosas en la caja de arena? ¡Pero
para nada! Muchas personas me preguntan eso,
pero te aseguro que no tiene nada de
complicado. Basta con una regularidad en las
comidas y en los paseos, y lo mismo que para
cualquier clase de adiestramiento canino:
recompensas y disciplina.
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9. ¡El suelo no es tu baño, ¿lo sabías?!
• Te puedo asegurar que no toma más tiempo que
el que gastas ahora en limpiar los «regalitos» que
te deja por el suelo, y tú estarás más contento, y
él también. Esta técnica no tiene desperdicio, te
lo garantizo.
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10. ¡El suelo no es tu baño, ¿lo sabías?!
Te recomiendo echarle una ojeada:
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¡Y disfruta de tu perro aseado!
Marcos Mendoza