14. Es una adolescente pero no escribe en su
diario poemas de amor. Muy
posiblemente no tenga BlackBerry ni
aspire a recibir como regalo para su
próximo cumpleaños una tablet de última
generación, y por su sencillo aspecto, diría
que va poco de compras y apenas puede
permitirse algún capricho juvenil. Tiene 14
años y se llama Malala Yousafzai. Es
pakistaní para su desgracia y la de otras
niñas y mujeres de esa región, reino y
refugio de talibanes.
15. Las páginas del diario de Malala no cantan
al amor sino al horror, el que hace unos
años comenzaron a perpetrar unos
hombres barbudos que, entre otras
terribles fechorías, prohibieron la
educación femenina. De este modo,
recuperar el derecho a ir a la escuela se
convirtió en el sueño Malala, un
“privilegio” que quisieron excluir y
excluyeron durante algún tiempo a las
niñas, y que pese al peligro y las amenazas
de muerte recibidas, la pequeña denunció
al mundo. Rebeldía que ha acabado
pagando con varias heridas de bala que
casi terminan con su vida.
16. Por cierto, coincidiendo con la difusión
internacional del atentado a Malala, los
medios de comunicación españoles nos
contaban que el número de jóvenes que
abandonan el ciclo educativo obligatorio
en España ha sobrepasado los límites,
según un informe se sitúa a nuestro país a
la cabeza de Europa en abandono escolar.
Así que, mientras una pequeña en
Pakistán es tiroteada por reclamar el
derecho a ir a la escuela, en casa asistimos
a episodios crecientes de abandono y
desprecio por la educación.
17. Pero volvamos a Malala y el motivo que la
ha llevado a una cama de hospital con dos
tiros en la cabeza. ¿Por qué los bárbaros
niegan la educación a las niñas? …Para
continuar su antigua y fanática política de
sometimiento de la mujer, para la que la
formación y la cultura es una grave
amenaza. La formación facilita a las niñas
herramientas para cuestionar la irracional
y férrea tradición machista talibán,
reivindicar su papel como seres libres e
independientes, que no sometidos.
18. Observando desde nuestra confortable
escuela, la situación de las mujeres
en algunas regiones del planeta parece
una historia de otros tiempos. Por
desgracia, no lo es. En pleno siglo XXI hay
lugares en el mundo donde las mujeres
que cultivan su intelecto son una amenaza
para algunos hombres. Afganistán
o algunas zonas de Pakistán son ejemplo
recurrentes. Pero también en nuestro
civilizado entorno encontramos hombres
que no desean que las mujeres piensen ni
actúen...