La nave es igual de pequeña que una célula y está rodeada de lípidos para simularla y evitar que los glóbulos blancos la tomen como una amenaza. La nave viaja a través de los ganglios linfáticos, el timo, los vasos linfáticos y observa cómo los glóbulos blancos eliminan una bacteria; luego es succionada fuera del sistema cuando los lípidos son removidos y finalmente es transportada a los riñones y la vejiga para ser expulsada.