La cuestión es que, por supuesto, Paul McCartney, además deYesterday y Get back, escribió docenas de composiciones de pop-rock muy exitosas.
Por ello, Paul está en el centro de una de las más curiosas, persistentes y complejas leyendas urbanas de todos los tiempos, la cual afirma que murió (lo cual fue guardado en secreto) en el otoño de 1966 y fue sustituido por un imitador destinado a seguir su triunfal y lucrativa carrera. Hasta hoy.
Un informe forense reveló que paul mccartney no es quien dice ser
1. Un informe forense reveló que paul mccartney no es quien dice ser
EL INFORME DE CARLESI Y
GAVAZZENI
2.
3. El informe de Carlesi y Gavazzeni
El informe de Carlesi y Gavazzeni
Autora: Lady Ruth
- Se mantiene inédito el material, la
percepción y las opiniones del Autor.
Os presento la traducción al español,
directamente del italiano, hecha por mí, del
artículo publicado el 15 de julio de 2009 en la
revista Wired. En él se detallan las
conclusiones a las que llegaron los forenses
Gabriella Carlesi y Francesco Gavazzeni tras
analizar, con métodos científicos, diferentes
fotografías de Paul y Faul.
Gabriella Carlesi y Francesco
Gavazzeni conforman una extraña pareja: ella
es anatomopatóloga, y él un técnico
especialista en análisis de imágenes por
ordenador. Ella es una experta en
reconocimiento craneométrico, él pone el
potencial de los actuales equipos informáticos
disponibles al servicio de una disciplina que
nació a mediados del siglo XIX: la
craneometría. Según el diccionario, “es la
ciencia que se ocupa de la medición del cráneo
en relación con la antropología y la anatomía
comparadas”. Para identificar a una persona
con absoluta certeza hay que hacer dos
exámenes: las huellas dactilares y el ADN
(siempre que el muestreo se realice
correctamente, algo que no siempre ocurre).
4. La unión de la craneometría y la tecnología (que, entre otras cosas,
permite llevar a proporciones homogéneas fotos del mismo sujeto
tomadas en diferentes momentos) ha hecho posible observar, como
nunca antes, una serie de imágenes de Paul McCartney desde la
década de 1960 hasta hoy. Gavazzeni explica: «ahora es
infinitamente más fácil ver y señalar ciertas cosas, porque la técnica
de procesamiento digital permite una velocidad de comparación y
una precisión de análisis muy superiores a los de hace apenas diez
años”.
¿Qué tratan, en general, de demostrar los muchos sitios web dedicados a la leyenda de
Paul Is Dead? Que, en noviembre de 1966, el “verdadero” McCartney murió en un
accidente automovilístico y fue reemplazado por un imitador, zurdo y músico como él.
Una operación muy sofisticada (pero no hasta el punto de no dejar rastro), un engaño
necesario para no obstruir un mecanismo que producía ganancias fabulosas. Tan
fabulosas que daban una bocanada de oxígeno a la economía británica.
5. por lo tanto, para la matriz de la conspiración, gracias también a las
muchas pruebas que los Beatles fueron sembrando durante años en las
canciones y portadas de sus discos, la verdad está clara. No en vano, al
Paul McCartney de las recientes giras, de los éxitos como solista, de la
campaña en pro del vegetarianismo y de los divorcios multimillonarios
se le viene denominando Faul. No Paul sino Faul, una fusión entre fake,
que es “falso”, y Paul.
Este apodo es una de las consecuencias de una tormenta
mediática que comienza el 12 de octubre de 1969 con una
llamada de alguien identificado simplemente como Tom (Alfred
para algunas fuentes) durante una emisión organizada por el dj
Russell Gibb de la radio WKNR de Detroit. Tom dijo que
McCartney estaba muerto, que su desaparición había sido
mantenida en secreto por los otros Beatles y por su mánager pero
que el grupo también había decidido colocar una serie de pistas
en los discos, que nadie aún había descubierto. Esta llamada fue
el inicio a una “búsqueda del tesoro” que, después de cuarenta
años, aún no ha terminado.
6. La investigación se llevó a cabo con fotos
tomadas antes de 1966 y, por supuesto, con
fotos que databan del año 1967 en adelante;
estas últimas mostraban tanto a los Beatles
cuando estaban todavía juntos como a
McCartney en solitario. “No fue tan fácil como
parecía,” recuerda Gavazzeni. «En las fotos de
los primeros años noté una incertidumbre
generalizada sobre la datación, algo que no se
produce en el período siguiente. De hecho,
algunas instantáneas tienen diferentes fechas
dependiendo de la agencia; además, las
mejores fotos son propiedad de fotógrafos
que no se mostraban conformes a
proporcionárnoslas con demasiada facilidad”.
Dos imágenes “pre-66”, comparadas tras ser
ajustadas en una sola escala de referencia para
obtener proporciones homogéneas,
mostraron una coincidencia perfecta de los
principales puntos clave. En particular la curva
mandibular, la línea que el ordenador utiliza
para definir el perímetro de la parte inferior de
la cara, de oreja a oreja pasando por su
mentón, era prácticamente idéntica. El
margen de error era de menos de un uno por
ciento. “La coincidencia perfecta entre dos
imágenes es casi imposible”, dice Gavazzeni,
“de forma que, por convención, se considera
aceptable no más de un 2,5 por ciento de
diferencia. Más allá de este límite, la
discrepancia nos hace inclinarnos hacia la
identidad diferente entre las dos partes
interesadas. Sin embargo, en este caso, la
diferencia es de menos del uno por ciento y no
se plantea el problema: las dos fotos muestran
la misma persona». En este punto fue a buscar
más fotos, con características similares, pero
tras el “accidente”.
7. La primera foto útil tomada después de la fecha del “accidente”
es, como decirlo… una imagen emblemática. Está dentro de la
tapa de un disco que no sólo es importante para la historia del
rock, sino también fundamental en el desarrollo de la historia de
P.I.D.: Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, lanzado en junio de
1967. Durante más de ocho meses los Beatles no habían
aparecido en público y ahora lo hacían con un cambio de estilo y
apariencia que, en retrospectiva, no hace más que aumentar las
dudas. De hecho, incluso sin la craneometría, anteriormente los
defensores de P.I.D. habían hallado algunas anomalías que
podían alimentar la sospecha de que quizás algo había ocurrido
realmente. Además, incluso sin conocer la investigación de
Gavazzeni, Glauco Cartocci, autor del único libro escrito en
italiano sobre este tema (El caso del doble Beatle, ediciones
Robin, 2007) señaló que “por un lado, no hay duda de que la
mayoría de los hechos o indicios son fácilmente refutables o
simplemente resultan ridículos; pero por otro lado, sin embargo, se
puede afirmar que un buen 30 por ciento de ellos sigue siendo
inquietante y no es explicable a la luz de la lógica”.
8. Sólo en el álbum Sgt. Pepper se han contado más de 40 pistas diferentes, incluyendo las fotos
que han centrado la atención de Carlesi y Gavazzeni. La leyenda de P.I.D. no habría tenido el
impacto que ha tenido, sin otra abreviatura a primera vista menos oscura: O.P.D. Es lo que se
lee en una curiosa insignia que Mc Cartney tiene en su brazo izquierdo justo en esa foto. Para
casi todos, McCartney el primero, es simplemente una elección al azar, una pegatina de
Canadá. O.P.D. de hecho sería “Departamento de policía de Ontario”. Pero, según la versión de
la conspiración, en realidad indica la fórmula O.P.D. utilizado por la policía para declarar la
muerte de una persona: Officially Pronounced Dead, oficialmente declarado muerto”.
9. “Inicialmente escogimos la foto de McCartney en Sgt. Pepper no porque pensáramos que el
significado de O.P.D. fuera verdadero, sino, simplemente, porque parecía una foto útil para el
trabajo. Ciertamente no nos imaginábamos que nos ayudaría a descubrir tantas cosas”, dice
Gavazzeni.
Esta imagen de McCartney, seguramente realizada en la primera mitad de 1967, fue luego
unida a otra foto, de unos años más tarde, tomada entre 1971 y 1972.
El objetivo era repetir la comparación ya realizada con fotografías de la década de 1960 y, a
continuación, proceder al examen comparativo de los datos obtenidos de los dos grupos de
fotos. También en este caso, entre las dos nuevas imágenes, había una buena compatibilidad.
Ahora quedaba comparar los datos de las imágenes de antes de la fecha del supuesto
acccidente con las de fechas posteriores. “La sorpresa fue tremenda», dice Gavazzeni, “la curva
mandibular entre los dos grupos de fotos mostraron una discrepancia demás del 6 por ciento,
muy por encima del umbral de error”. Pero había más. También había cambiado el desarrollo
del perfil mandibular: antes de 1966 cada lado de la mandíbula se componía de dos suaves
curvas; desde 1967 parece que hay una sola curva. Hay una curva morfológica diferente.
10. Pero las sorpresas no terminan ahí, porque el
implacable Gavazzeni, como un boxeador que
siente que está cerca de dejar KO a su
oponente, se centra con gran interés en esta
imagen, en la que McCartney, ignorante de
todo, esboza una sonrisa un poco perpleja: “A
simple vista, se observa lo que será una
constante en las fotos a partir de ese
momento, un par de retoques fotográficos
bastante obvios para una mirada experta. Hay
una zona gris que cubre el ángulo externo del
ojo izquierdo, apreciable sólo durante un
tiempo, y que posteriormente ya no es visible.
Y al investigar con más detenimiento en ese
punto, donde durante años hubo una mancha
oscura, ahora hay una mezlca entre una
cicatriz y una señal de estiramiento de la
piel, como si hubiera habido un retoque
estético.
11. La explicación más inmediata es que,
probablemente ya en la década de los 60, se
habría hecho una operación en los ojos
quedando todavía algo imperfectos, lo que
durante mucho tiempo se solucionó
colocando delante esa mancha”. También hay
un detalle que afecta a la forma del cráneo:
“de hecho, se nota que la forma de la cabeza
se ha hecho un poco más redondeada,” dice
Gavazzeni: «se ha reducido la longitud real,
mediante un truco que se hizo durante la fase
de impresión”. Cambiar la forma del cráneo de
un individuo adulto es algo imposible. Sin
embargo, a juzgar por las fotos, es justo lo que
parece.
12. Gabriella Carlesi agrega un elemento más:
“frente a la imagen anterior, la de Sgt. Pepper
muestra claramente que las comisuras
labiales, es decir, la línea formada por la fusión
de los dos labios, está repentinamente
estirada. Cosa que, por supuesto, no es posible
y que los bigotes son incapaces de ocultar”. En
otras palabras, los labios pueden ser
hinchados y aumentados en volumen (es una
práctica muy común en nuestros días), pero la
anchura de las comisuras labiales no puede
variar tanto. Puede sufrir muy ligeras
variaciones, sin embargo, éste no es el caso de
la imagen examinada: aquí la diferencia entre
el antes y el después es demasiado fuerte
como para haber sido causada por cualquier
cirugía. Además, bajo el bigote del McCartney
de Sgt Pepper, tal vez se intentó ocultar otro
elemento: lo que los especialistas llaman
el punto naso-espinal o sotonasal. Es el punto
entre las dos fosas nasales donde la nariz
comienza a separarse de la cara.
13. “Se trata de un rasgo muy característico que
no se puede modificar con la medicina
quirúrgica. Puede cambiarse la forma de la
nariz pero no el punto naso-espinal”, dice
Gabriella Carlesi. “Y entre el McCartney del
primer grupo de fotos y el segundo este punto
varía claramente”.
Sorprendidos al saber que nada de esto podía
ser cosa del azar, Carlessi y Gavazzeni
empezaban a admitir que los resultados les
estaban dejando perplejos. Dice Gabriella:
“Nos gustó la idea de aplicar a este caso una
metodología rigurosa tradicionalmente
aceptada y requerida para trabajos de cierta
importancia. Pero no imaginábamos que, en
algún momento, nuestra investigación
tomaría la dirección que estaba tomando”.
14. Cuanto más veía a Paul McCartney cantar y
mostrarse sonriente, más elementos recogía
Carlesi para alimentar sus dudas: “para mí la
prueba de todas las pruebas está representada
por la forma del paladar, incluso más que los
dientes”.
Así como otras cosas son imposibles,
modificar el paladar no lo es, pero a costa de
largas y dolorosas operaciones, con resultados
casi siempre imperfectos. Especialmente si se
hizo en la década de 1960. Tras el examen
cuidadoso de algunas fotos de McCartney
antes y después del otoño de 1966 en las que
sale con la boca abierta, se observa lo
siguiente: “en primer lugar, está el canino
superior derecho”, observa Gabriella Carlesi.
«En las fotos de antes de 1966 se nota cómo
sobresale de la línea de la arcada dental. Es el
caso clásico de un diente que por falta de
espacio termina desalineándose, empujado
por la presión de los otros dientes.