El proceso para obtener el carné de discapacidad emitido por el Conadis es largo y difícil, especialmente para personas con discapacidades que dificultan su movilidad o capacidad de completar formularios de manera independiente. Se requieren varias visitas a distintos hospitales y oficinas para obtener la calificación médica y completar trámites burocráticos. Además, el carné ofrece pocos beneficios concretos y no mejora directamente la vida de las personas con discapacidad.
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Últimas Noticias 2 Actualidad Jueves 18 de diciembre del 2003
ÚLTIMA PARTE Obtener el carné otorgado por el Consejo Nacional de Discapacida-
des comprende un trámite largo, difícil para quienes no pueden desenvolverse solos.
Se la ponen difícil a los
que no tienen la vida fácil
‘A nadie se le va a arreglar
la vida por tener el carné...’
AL GRANO CON Dr. Ramiro Cazar
Director Ejecutivo del Conadis
¿Supervisa el Conadis los trámites
para la calificación médica previa a
obtener el carné de discapacidad?
La calificación no es responsabili-
dad del Consejo, sino del Ministerio de
Salud y sus unidades. Su única respon-
sabilidad era diseñar el sistema de ca-
lificación, extenderlo a nivel nacional
y controlar la marcha técnica y trans-
parente del proceso de calificación.
¿Cómo se manejan las quejas res-
pecto a la lentitud del proceso?
Eso es asunto de los hospitales como
unidades operativas. Nosotros hemos
agotado los esfuerzos para que esta-
blecieran turnos o trámites simplifi-
cados o más directos con las personas,
pero ya es un asunto de los directores
de estos centros, y de los médicos. No-
sotros no podemos hacer más, al que
se debe presionar es al Ministerio de
Salud, que está obligado por la Ley.
¿Cuál es la razón de existir del car-
né para el Conadis?
Identificar al grupo para saber dón-
de están y cómo están, para así poder
focalizar ayudas y beneficios . Pero no
debe crearse una falsa expectativa,
muchas personas con discapacidad
piensan que al obtener este documen-
to se les van a facilitar cosas como
conseguir empleo, y no es así.
DATOS
Según datos del Conadis, actualmente en el
país están registradas y tienen el carné de
discapacidad 43 465 personas.
Además del certificado de calificación médi-
ca, esta entidad requiere para entregar este
documento presentar el original y una copia
de la cédula de identidad o de la partida de
nacimiento en caso de ser menor de edad.
También se deben llevar dos fotografías ta-
maño carné, con fondo rojo para los mayores
y fondo verde para los menores de 18 años.
Con esta identificación las personas con dis-
capacidad tienen derecho a pagar medio pa-
saje en el transporte terrestre, y un 25 por
ciento menos en los pasajes aéreos de com-
pañías internacionales.
Los discapacitados de escasos recursos pue-
den verificar con el número de su carné si
pueden acceder al Bono de Desarrollo Huma-
no, llamando al 1800 272 727.
S
eñorita, ¿me podría decir qué se
requiere para obtener el certifica-
do de calificación médica? Lo ne-
cesito para sacar el carné del Conadis”.
La secretaria del Servicio de Rehabili-
tación del Hospital Eugenio me dijo rá-
pidamente al otro lado de la línea: “Tie-
ne que venir un lunes o miércoles a pe-
dir un turno, aquí se empiezan a dar a
las seis de la mañana. La doctora em-
pieza a atender a las ocho, y le hace la
calificación”. Se me ocurrió preguntar
si no había otra forma, porque me resul-
taba un poco difícil movilizarme, pero
me contestó “le va a tocar madrugar, o
por último pedir a alguien”, y adiós.
Siempre que tenía oportunidad de
conversar con alguna persona con limi-
taciones físicas le preguntaba sobre el
tan promocionado Carné otorgado por
el Consejo Nacional de Discapacidades,
Conadis. Y no logro recordar a nadie
que me haya dicho algo bueno del mis-
mo. “Ese papel no sirve de nada”, ha si-
do la respuesta casi constante.
Según el artículo 18 de la Ley de Dis-
capacidades, este documento es “sufi-
ciente para acogerse a los beneficios de
esta ley y el único requerido para todo
trámite en los sectores público y priva-
do, salvo los casos en que la ley determi-
ne otros requisitos”. Vaya, suena bien.
Una limitación en las caderas que ten-
go desde mi nacimiento, debido a la
cual necesito la ayuda de un muleto, fue
el pretexto ideal para ver por mí misma
qué tan útil podía resultar.
Pensé que a lo mejor podía resultar
más fácil realizar este trámite en el
Hospital Andrade Marín, aprovechando
mi condición de afiliada al IESS. Llamé
y me dijeron que no daban datos por te-
léfono, debía acudir personalmente.
Y fui un viernes en la mañana. En el
área de Consulta Externa está
la Oficina de Calificación Mé-
dica. Me atendió un médico, y
cuando le dije lo que necesita-
ba, me mandó a sacar una co-
pia a la copia de un formulario
que tenía en su escritorio.
Al volver me entregó un pa-
pel más y empezó a explicar-
me. “Este que le estoy dando lo llena a
mano, y el que sacó la copia lo tiene que
completar a máquina”. Y luego vino uno
de los momentos más incómodos que
puedo recordar. Me indicaba el conteni-
do de cada casilla lentamente, como si
yo no pudiera entenderle.
Cuando le contesté a la pregunta de
en qué trabajaba, él repuso: “entonces
escriba aquí: pe-rio-dis-ta”. Pensé por
un momento en mis primeras clases de
dictado cuando estaba en la escuela. Me
quedó la sensación de que no me esta-
ban tratando como a alguien con un
problema físico, sino como si fuera uno
de los niños con retardo mental que he
conocido al preparar esta serie.
Me dio un turno para la si-
guiente semana. Una secreta-
ria amiga que me prestó su má-
quina de escribir para comple-
tar el documento que debía
llevar, me dijo que como estos
aparatos se usan cada vez me-
nos en las oficinas, hasta a ella
se le hacía difícil llenar bien
los espacios. “¿Cómo harán los ciegui-
tos, o los que no tienen máquina?”.
Cuando acudí a la cita, pensé que por
fin iba a saber en qué consistía la ‘ben-
dita’ calificación. Me habían explicado
que se trataba de un chequeo para de-
terminar mi limitación y asignar un por-
centaje de discapacidad que iba a cons-
tar en mi carné. Pero me quedé con la
curiosidad, porque lo que hizo el mismo
médico de la semana anterior fue dar-
me otra solicitud, que debía ser comple-
tada por un especialista en Rehabilita-
ción. Tenía que venir otro día a pedir un
turno, para lo cual hay primero que reti-
rar un ticket, que según me dijeron es
imposible conseguirlo después de las
siete de la mañana.
“Se han de demorar en darle cita, a lo
mejor le toca dentro de un mes, pero
cuando le atiendan, el médico me envia-
rá el informe y como en dos semanas
puede venir a retirar su certificado de
calificación”, finalizó el galeno.
Busqué otras opciones, pero en ningu-
na me fue mejor. En la Ciudad del Niño
del Innfa, en Conocoto, me ofrecieron
dar cita para un viernes, y que ahí se ha-
cía el trámite de una sola vez.
Pero hasta sus instalaciones no llega
el transporte público. Si no iba en taxi,
¿cómo iba a llegar? ¿Cuánto me iba a
costar el ‘paseo’ hasta el valle?
Y llegó la gota que derramó el vaso. In-
tenté solicitar el servicio en el Hospital
Enrique Garcés. Ahí, para no hacer más
largo el cuento, la lista de requisitos in-
cluía un certificado de no afiliación al
Seguro Social, una copia de la cédula de
identidad y ¡tres informes!: del trauma-
tólogo, del psicólogo y de la trabajadora
social de ese centro. Tenía que ir un día
distinto para hablar con cada uno, por
cuestiones de horario.
“¡Hasta aquí me trajo el río!”, pensé.
Ya no quise saber de la segunda parte de
este proceso, que consiste en sacar otro
turno, esta vez en el Conadis, para que
ahí me entreguen el carné. Me pregunto
si vale la pena que las personas con dis-
capacidad pasen por un trámite tan lar-
go para obtener un documento, sin con-
siderar sus circunstancias personales.
“Saca nomás ese papel, te puede ser-
vir para traerte un carro ortopédico sin
impuestos”, me aconsejaron. Busqué en
Internet y descubrí que el más barato
de estos vehículos cuesta sobre los 20
mil dólares, fuera de los gastos de trans-
porte, que por ahora no tengo. Y aunque
así fuera, ¿volver a pasar por todas estas
‘idas y venidas’? No, gracias...
Por María Carvajal A.
El 35.2% del pre-
supuesto anual
del Conadis co-
rresponde a suel-
dos del personal.
DATO