El documento ofrece consejos y datos sobre cómo dejar de fumar. Recomienda establecer motivaciones personales para dejar el hábito, como ahorro de dinero y mejor salud. Además, explica que la nicotina provoca dependencia física y psicológica, por lo que dejar de fumar requiere voluntad y puede llevar varios intentos. Finalmente, advierte que incluso fumar pocos cigarrillos diarios puede conducir a una adicción severa.
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Últimas Noticias 4 En familia Martes 25 de mayo del 2004
TOME EN CUENTA
Fumar no es vicio, es enfermedad...
Saber por quéhace una cosa
le ayudará a realizarla con éxito.
Cada persona tiene unos motivos
muy personales; por eso, por mu-
cho que otras personas le sugieran
miles de razones, es posible que
éstas no le digan nada. Establezca
por qué quisiera dejar de fumar.
Escriba en uncuaderno una
lista de sus propias motivaciones
para abandonar el hábito, y piense
en todo lo que podría ganar: aho-
rro, una mejor presentación perso-
nal, prevenir problemas de salud
en su familia, etc. Si aún no se
convence, guárdela por un tiempo.
Si ha intentadodejar de fumar
en otras ocasiones y no lo ha con-
seguido, piense que muchos estu-
dios demuestran que si lo intenta
de nuevo, tienes más posibilidades
de éxito que la vez anterior. Casi
todos los exfumadores lo han lo-
grado después de varios intentos.
Lo más importantepara
mantenerse sin fumar es que esta-
blezca plazos cortos. Aunque esté
haciendo un intento serio y defini-
tivo, no piense que es para toda la
vida. No piense ‘nunca más fuma-
ré’, sino más bien ‘hoy no fumo’. Ya
verá cómo es más fácil..
VIDA SANA
EN FAMILIA
Está comprobado que dejar de
fumar mejora la calidad de vida
de las personas, ya que favore-
ce el funcionamiento general
del aparato respiratorio y del
sistema cardiovascular.
Los fumadores resultan más
caros a las empresas porque
faltan más al trabajo, tienen
más visitas al médico, e incre-
mentan los costos de limpieza y
de mantenimiento.
Los dedos teñidos y las uñas
amarillentas dan a las manos
un aspecto avejentado. Parte
de los tóxicos que tiene el taba-
co se eliminan a través de la
piel, dándole un tono grisáceo.
L
a Organización Mundial de la
Salud designó al 31 de mayo
de cada año como el ‘Día
Mundial sin Tabaco’. De este mo-
do, pretende que las personas re-
flexionen sobre los daños que pro-
duce fumar a su salud, sus relacio-
nes y su vida en general.
Si usted tiene esta costumbre
(aunque sea de un ‘tabaquito’ al
día o después de la comida), ¿se
ha planteado alguna vez la posibi-
lidad de dejarla? Aunque muchos
piensen que es imposible, solo se
necesita una voluntad firme, y, en
algunos casos, ayuda profesional.
Enfermos, no ‘viciosos’...
Muchas personas consideran
que fumar demuestra una mala
actitud inclinada al vicio, pero es-
to no es verdad. La nicotina (uno
de los principales componentes
de los cigarrillos) es muy adictiva
y produce dependencia.
Quienes fuman no lo hacen por
vicio, sino porque han desarrolla-
do dependencia a la nicotina.
Fumar es un problema de salud,
igual que el de una persona que
padece una dolencia crónica co-
mo la diabetes. La diferencia es
que, en un futuro, cuando cada fu-
mador lo considere oportuno,
puede tratar de solucionar su pro-
blema con el tabaco.
Analice por qué fuma
Hay personas que fuman pero
saben que eso puede afectar su
salud. Y para poder dejarlo, pri-
mero deben decidirse a hacerlo.
Para quien diga que lo hace sim-
plemente ‘porque le gusta’, hay
una explicación científica.
Cuando alguien que tiene este
hábito pasa un tiempo sin fumar,
sus niveles de nicotina en sangre
disminuyen: empieza a entrar en
lo que se denomina el ‘síndrome
de abstinencia’. La persona no es
consciente de ello, pero se siente
mal: esta sensación desaparece
fumándose un cigarrillo.
El cigarrillo hace que los niveles
de nicotina en sangre vuelvan a
subir: por eso fumar siempre re-
sulta placentero. Además, la nico-
tina provoca que se libere una
sustancia que estimula determi-
nadas áreas del cerebro relacio-
nadas con el placer. Por tanto, és-
te se vincula de cerca con el poder
adictivo de la nicotina.
No es cierto que relaja
Muchos fumadores piensan que
el cigarrillo les soluciona proble-
mas concretos. Por ejemplo, di-
cen que fumar les despierta cuan-
do están somnolientos y les calma
cuando están despiertos... Pero
esto no es así. En realidad, estos
efectos se deben a la supresión de
los síntomas de la abstinencia: no
son efectos directos producidos
por el cigarrillo.
Por el contrario, además de los
perjucios a la salud (ver gráfico),
esta adicción causa conflictos de
convivencia, ya que los fumadores
son rechazados por el mal olor
que suele impregnarse en su
cuerpo. Esto sin contar que el
comprar cigarrillos periódica-
mente requiere de un presupues-
to adicional. Haga la cuenta de un
dólar por cajetilla al menos pa-
sando un día: ¡15 USD al mes!
Fumar poco da lo mismo
Hay personas que fuman muchí-
simo, pero creen que fuman poco.
Por la adicción a la nicotina, su
cerebro les juega una mala pasa-
da. Si quiere haga la prueba.
Mañana fume según su costum-
bre, y registre en un papel cada ci-
garrillo que encienda.
Al final del día tendrá el núme-
ro de cigarrillos que ha consumi-
do. Si fuma menos de 10 cigarri-
llos al día es probable que su adic-
ción a la nicotina no sea severa.
Pero si continúa fumando, es muy
posible que llegue a dominarle.
DATOS
La nicotina produce dos tipos de de-
pendencia: la dependencia física y la
dependencia psicológica.
La dependencia física afecta al orga-
nismo: cuando alguien deja de fumar,
su organismo sufre los síntomas del
síndrome de abstinencia: sensación
desagradable con ansiedad, irritabili-
dad, trastornos del sueño, nerviosis-
mo, aumento del apetito, etc.
Si resiste sin fumar tres o cuatro se-
manas, habrás superado la dependen-
cia física: su proceso de desintoxica-
ción habrá finalizado. Es conveniente
que mientras se supera esta etapa, la
familia y amigos comprendan los cam-
bios del comportamiento del fumador.
La dependencia psicológica puede du-
rar mucho más tiempo que tres o cua-
tro semanas; puede extenderse hasta
provocar un regreso al hábito de fu-
mar. No piense en “cuánto le gustaba
fumar” o “lo rico que era”, su mente
podría jugarle una mala pasada...
Las mujeres que estén planeando
quedar embarazadas deberían dejar
de fumar al menos con nueve meses
de antelación. Así van a evitar sufrir un
aborto, un parto prematuro, y proble-
mas de salud en el futuro bebé.