1. El rey gloton
Día normal en tierra de Buen Pan. Multitud de obreros trabajando en los campos.
Pastores arriando ganados hermosísimos. Vaqueros evacuando de las ubres de las vacas,
el líquido marmolino, de sabor delicioso y necesario para una buena salud.
Los habitantes a pesar de tanta abundancia, de figura parca, miserable sus vestidos.
Tristes todos.
Verdes las hortalizas del palacio real, aunque sin ningún fruto.
En el palacio real, una algarabía sin igual , damas bailando la danza del vientre, que era
para lo único que lo ocupaban, se denotaba en ellas belleza , pero también se
contabilizaba fácilmente sus costillas, y podías determinar donde comenzaban el
lumbar, la diferencia entre el cubito y el radio, entre otros aspectos anatómicos de
sistema óseo. Sus ijares pronunciados, los pómulos finamente esculpidos se salían de
sus músculos.
Estas damas animaban el banquete del rey Delgado Delgadillo, que se encontraba
enfrente de ellas. En una de las manos del rey una costilla asada de un cerdo, en la otra
la pierna de un pavo.-si tuviese más manos tendría, seguro las tendría ocupada. En la
casa contiguo al gobernante jarros vacíos del tamaño de tinajas para agua.
La vestimenta del gobernante, ridículas se le veían, su camisa tensa, los botones de las
mismas un peligro, en cualquier momento se desprenderían con gran velocidad,
pudiendo impactar como dardos a los cercanos. Los anillos en los dedos del grotesco
hombre, eran fajas, como el corsé que utilizan las jovencitas, para alardear de exquisita
delgadez. Todo el traje de nobleza era innoble como prenda de aquel abismo humano.
Cuello no poseía esa bestia el pecho y la mandíbula eran una, su vientre inmenso se
proyectaba amenazante ante los presentas y sobre este sus pechos como de mujer, todo
flácido. Las mejillas ocultaban a sus ojos, sus ojos miraban como un oso que ha visto su
presa desde su cueva, hundidos en la sombra de los pómulos y la frente.
El padre de esta fiera gobernó con austeridad, reinado inolvidable para los que aún
vivían. Todo abundaba, alegría por doquier. Tiempos inolvidables, que por ellos no se
había impedido la desgracia de destituir al actual dirigente. Pero todo cambiaría.
Al terminar la fiesta, la chusma enardecida se alzo en armas, hastiados de tanta opresión
que se le daba. El hambre insoportable le dominó y cautivo en ellos un odio ante la
bestia. Nada pudo hacer el Delgado. Su glotonería le había hecho perder su agilidad de
joven. No pudo mover mientras que uno de los insurrectos le clavaba un arponaso en el
vientre salio del mismo un raudal de grasa y después de largo rato el líquido vital.
Sirvió de alimento para algunos, pues no había ya más alimento que el voluptuoso.
2. Cacique--------
En una de las tribus chorotegas o no sé si eran quiché, en fin, un cacique sin igual
existió. Guerrero fiero, todas las batallas a la que se enfrentó salio victorioso. Así fue
nombrado jefe del grupo de nativos.
Todo paso bien durante pocos años. Se despertó en el un orgullo enfermizo.
Mando a esculpirse rocas a que se hiciesen dibujos de el en cada lugar visible. Allende
que todos los que eran súbditos le adorasen, estando el presento, o en ausencia de él a
sus imágenes. Todo esto se cumplió, nada se dejo de hacer.
En cuestión de autoridad no consultaba a sus chamanes, Se creía poseedor de gran
sabiduría. Las pocas leyes por las que se regía el pueblo, eran irrespetas por él. No
obedecía reprensión, Las observación o críticas que les hacían sus consejeros le
merecían la muerte inmediata. Se hacía dueño de las propiedades de los humildes
labradores. Cautivaba a sus esposas. . El pueblo, por tanta adoración que le había
rendido estaba convencida que era un dios.
Hasta que un día pidió sacrificios humanos por día , cayó una piedra sobre el cacique
sangró. Los presentes atónitos al ver caer a gotas el líquido rojizo se cuestión. No es que
es dios, tantos sacrificios ofrecidos lo hemos realizado a un igual.
Toaron piedras y palos y le mataron. Enterrado bajo piedras todavía yace el cique----